DEMOGRAFÍA





Thomas Malthus
Los estudios del economista británico Thomas Malthus sobre el crecimiento de la población permitieron el desarrollo de la demografía. Malthus creía que la población crecía de forma natural más rápidamente que la cantidad de alimentos que se podían producir. Era partidario del control o la abstinencia sexual para frenar el aumento de la población, y reconocía el papel que cumplen las plagas, epidemias y guerras en el control de la superpoblación. Concretamente, sugirió que las personas contrajeran matrimonio más tarde y tuvieran familias más pequeñas.

La demografía analiza el tamaño, composición, estructura y distribución de la población en el territorio. Sus investigaciones y análisis principales se centran en dos aspectos: los movimientos naturales de población, es decir, los cambios que se producen en función de los nacimientos y defunciones, y los movimientos espaciales o migraciones. Gracias a estas investigaciones la demografía también puede estudiar la evolución de la población en el tiempo.
La demografía es área interdisciplinar que complementa y, a la vez, se vale de otras disciplinas como las siguientes: Matemáticas, Estadística, Biología, Medicina, Sociología, Economía, Historia, Geografía (la geografía de la población surgió en la década de 1950 con las investigaciones de Pierre George, Zelinski y Trewartha) y Antropología. Tiene una historia relativamente corta. Se considera a John Graunt (1620-1674) como el primero en realizar un estudio demográfico cuando analizó la mortalidad en el Londres de su época, las causas que la provocaban y las diferencias que había entre hombres y mujeres.
Sin embargo, el primer gran referente para la demografía moderna fue la publicación, en 1798, del Ensayo sobre el principio de la población, del economista británico Thomas Robert Malthus. En su obra, Malthus advertía de la tendencia constante que tenía la población humana a crecer a un ritmo más elevado que el de la producción de alimentos (incremento geométrico frente al aritmético), y de los problemas que se iban a originar si no se asumía un control de dicho crecimiento. Asimismo, indicaba las diferentes formas en que se podría disminuir el aumento de población, diferenciando entre los llamados frenos preventivos (abstinencia y anticoncepción) y los frenos positivos (trabajos duros, guerra, hambre y enfermedad).
El verdadero desarrollo de la demografía llegó a partir del siglo XIX con el uso cada vez más generalizado de, primero, fuentes como los registros parroquiales y civiles, que contenían casi únicamente datos relativos a nacimientos, matrimonios y defunciones, y, después, de los censos, más completos al mostrar, por ejemplo, referencias a la composición socioeconómica de la población. El avance de las ciencias del comportamiento, de la estadística y de la informática en el siglo XX estimuló la investigación demográfica. Así, en 1928 se fundó la Unión Internacional para el Estudio Científico de la Población (IUSSP), que agrupa a numerosos científicos de países diferentes. Dentro del propio sistema de las Naciones Unidas existen diferentes entidades y departamentos encargados de esta materia, como el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), o la división demográfica en el seno del Consejo Económico y Social europeo, con su red de información sobre población (POPIN). Además, en muchos países se han creado organismos oficiales para el estudio de la población e institutos de estadística que trabajan regularmente los datos demográficos, y son cada vez más numerosos los tratados y conferencias que tratan la evolución de la población y sus problemas asociados y relacionados con el desarrollo económico.
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FUENTES DEMOGRÁFICAS
Hasta el siglo XIX, las fuentes apenas tenían datos fiables y regulares sobre población y ofrecían muchas dificultades para hacer estudios demográficos precisos y de forma periódica. A lo largo del siglo XX, los gobiernos y las organizaciones internacionales tomaron gran interés en saber cuál era la población exacta en cada país y en el mundo. Esta preocupación hizo que se crearan organismos especializados que se encargaban de elaborar con rigor y periodicidad documentos oficiales que aportaran datos fiables sobre el número de habitantes y sus características. De esta manera, hoy día se puede describir la población actual y predecir el futuro demográfico, es decir, realizar proyecciones y estimaciones, con una exactitud razonable.
Las principales fuentes demográficas son los censos nacionales, los registros civiles y los padrones. Estas fuentes proporcionan el material de base para investigar las causas y las consecuencias de los cambios de población.
La fuente más habitual y completa es el censo de población, un documento oficial que contabiliza en un momento concreto todas las personas que viven en un área determinada, con sus datos personales y características demográficas, sociales, culturales y económicas específicas (estadísticas vitales): género o sexo, edad, estado civil, lugar de nacimiento, nivel de estudios, tipo de vivienda… La ONU recomienda que los censos se hagan a escala estatal y con una periodicidad de diez años, mejor en los años terminados en uno o cero. Sin embargo, elaborar un censo correctamente es un proceso muy caro por lo que muchos países en vías de desarrollo necesitan apoyo para poder realizarlo; en estos, a veces se realizan muestreos a escala nacional utilizando una selección estadística lo más representativa posible de la población total.

Los censos demográficos
Estos censos sirven para recopilar información sobre la población de un país. El gobierno distribuye cuestionarios por cada una de las viviendas del país. Los datos que se cumplimentan en estos cuestionarios sirven para varios propósitos, como planificar las políticas demográficas de un lugar determinado. Entre los datos que se incluyen en el cuestionario censal se encuentran los referidos a edad y sexo, que son los que se necesitan para elaborar una pirámide de población.

Un Registro Civil, que suele realizarse a escala municipal, es un documento oficial donde se contabilizan de forma continua, por parte de las administraciones locales, los nacimientos, fallecimientos, matrimonios (y divorcios en caso de estar legalizados en el país) y tutelas o representaciones legales.
El padrón municipal es un registro administrativo en el que constan todos los vecinos de un municipio con sus datos sociales. Su elaboración, mantenimiento, revisión y custodia corresponde a los respectivos ayuntamientos y municipalidades. Antes se efectuaba cada cinco años, pero ahora gracias a la tecnología informática existe una actualización inmediata en numerosos países (padrón continuo o abierto, que se actualiza de forma anual). El nomenclátor es una relación de unidades poblacionales, que deriva del padrón municipal y refleja la población de todas las entidades espaciales y núcleos de cada municipio.
Los institutos y servicios oficiales de estadísticas de cada país o región suelen recopilar todos los datos padronales y censales de la población de sus territorios, y son los encargados de actualizarlos periódicamente. Los datos sobre la población mundial son publicados de forma sistemática, entre otros, por la Oficina de Estadística de las Naciones Unidas en su Demographic Yearbook (Libro anual de demografía), por la División Demográfica de las Naciones Unidas en sus estudios y estimaciones bianuales, por el Population Reference Bureau (PRB) y por el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD).

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