Urbanización




Caracas, Venezuela
Caracas, capital de Venezuela, es el centro comercial e industrial del país. Los edificios de oficinas y apartamentos construidos desde la década de 1950, han cambiado su aire colonial por el de una de las urbes más modernas de Latinoamérica.

Urbanización, término que hace referencia a la proporción entre el número de personas que habitan en ciudades y la población total del territorio en que se encuentran esas ciudades, e igualmene a la conversión en ciudad de un asentamiento o área. Tiene un doble sentido de proceso y resultado, y es un término profundamente relacionado con otros como ciudad, aglomeración, conurbación, suburbanización (llamada por algunos periurbanización, rururbanización o contraurbanización), urbanismo y éxodo rural.
La expresión 'urbanización' fue utilizada por primera vez por el ingeniero español Ildefonso Cerdá en su Teoría General de la Urbanización y aplicación de sus principios y doctrinas a la reforma y ensanche de Barcelona (1867), el primer tratado de urbanismo de la Europa moderna. Cerdá se vio en la necesidad de “dar un nombre a ese maremagnum de personas, cosas, intereses de todo género, de mil elementos diversos que, sin embargo, de funcionar cada cual a su manera y de un modo independiente, al observarlos detenida y filosóficamente se nota que están en relaciones constantes unos con otros”. Tras un examen filológico Cerdá se decidió “a adoptar la palabra urbanización para indicar cualquiera de los actos que tienda a agrupar la edificación y a regularizar su funcionamiento en el grupo ya formado, y también el conjunto de principios, doctrinas y reglas que deben aplicarse para que la edificación y su agrupamiento, lejos de comprimir, desvirtuar y corromper las facultades físicas, morales e intelectuales del hombre social sirvan para fomentar su desarrollo y vigor, y para acrecentar el bienestar individual, cuya suma es la salud pública”. En la bibliografía especializada todavía existe la idea de que la expresión ‘urbanización’ se comenzó a emplear a finales del siglo XIX o, incluso, a principios del XX, como refiere J. P. Thiry en su obra Théories sur le phénomene urbain (1973). Afortunadamente para el inventor de la expresión ya hay autores extranjeros que han reconocido la anterior procedencia española del término, como F. Choay en L'histoire et la méthode en urbanisme (1970).

Las 20 mayores aglomeraciones urbanas del mundo (2006)
En el mapa se reflejan las principales aglomeraciones urbanas del planeta, también conocidas como megaciudades y megalópolis. Suelen formarse al unirse varias ciudades próximas entre sí (conurbación), debido a su explosivo crecimiento espacial y demográfico.

Desde el punto de vista demográfico el término alude al desplazamiento de la población desde localidades rurales hacia asentamientos urbanos. Las primeras ciudades surgen en Oriente Próximo y datan del siglo IV a.C; en ese momento comenzó el proceso de urbanización. Las ciudades mercantiles se desarrollaron en la edad media y las ciudades industriales en el siglo XIX. En 1800 solamente 50 millones de personas, el 5,5% de la población mundial, vivían en ciudades. A mediados del siglo XX, la mitad de la población de los países desarrollados vivía en ciudades y solo ascendía al 15% en los países 'en vías de desarrollo'; en 2004 (según datos del Population Reference Bureau, PRB, 2005), el 47% de la población mundial era urbana (el 76% en el mundo desarrollado y el 41% en el menos desarrollado). Las áreas urbanas se extienden ya por el 3% de la superficie continental, y la urbanización es mayor en las zonas costeras, que suponen el 10% del territorio urbanizado y el 65% de la población urbana mundial.
Es posible predecir el crecimiento urbano de forma estimada, en función del crecimiento actual. Así, por ejemplo, se prevé que entre el año 2005 y 2010 la tasa de crecimiento urbano en el mundo sea del 2%, según datos del Estado de la población mundial 2006 del Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA. Ese organismo publicó lo siguiente en 2004: “Según las estimaciones y proyecciones más recientes, la mayoría de la población mundial será urbana antes de 2007. El número de habitantes urbanos aumentará desde 3.000 millones en 2003 hasta 5.000 millones en 2030 (60% del total de la población). La mayor parte de este aumento urbano se deberá al crecimiento vegetativo y no a la migración. En el mismo período, la población rural disminuirá ligeramente, desde 3.300 millones hasta 3.200 millones”.
La mayoría de la población urbana habita en ciudades de tamaño pequeño y medio, que son las más numerosas: el 62,5% de la población urbana reside en ciudades con menos de un millón de habitantes. Sin embargo, a principios del siglo XXI, 20 aglomeraciones urbanas con más de 10 millones de habitantes (15 de ellas localizadas en países poco desarrollados) contaban ya con el 4% de la población mundial, entre las que cabe destacar: Tokio, ciudad de México, Nueva York, São Paulo, Mumbai, Delhi, Buenos Aires y Calcuta. Un ejemplo típico de urbanización, en los últimos años, ha sido la creación de amplias regiones urbanizadas (megalópolis) como, por ejemplo, en la costa noroeste de Estados Unidos; aunque existe también una tendencia a la urbanización de las zonas rurales suficientemente pobladas.
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NUEVOS CONCEPTOS RELACIONADOS CON LA URBANIZACIÓN
El concepto de urbanización ha sufrido una gran evolución. Los seres humanos pasaron su primer millón de años de existencia dispersados en comunidades formadas por pequeños grupos de unas 150 personas. En el siglo XX, la vida urbana ha dominado la sociedad, y pueden surgir problemas debido a una urbanización incontrolada, de ahí que todos los proyectos urbanísticos tengan hoy un carácter interdisciplinar, con la participación de científicos y estudiosos de disciplinas como la Arquitectura, la Sociología, la Geografía urbana o la Ecología, entre otras.
Con el paso de los siglos, cada vez se ha ido haciendo más indefinida la frontera entre el campo y la ciudad, y se está generando un proceso de urbanización difusa o desconcentrada. El concepto de urbanización difusa es opuesto al de urbanización concentrada, es decir, al crecimiento espacial provocado por las economías de aglomeración, que era característico de la época industrial, pues promueve la urbanización del campo al desvincular el lugar de trabajo del lugar de residencia tras las mejoras en las vías de transporte y las comunicaciones (estas últimas permiten el teletrabajo). En la difusión desconcentrada de la urbanización intervienen los procesos de suburbanización y de contraurbanización; ambos implican movimientos de población desde el centro hacia la periferia y un cambio en la organización jerárquica de las ciudades desde las que tienen mayor número de habitantes hasta las de menos habitantes. La ciudad desconcentrada se caracteriza por la dispersión en el espacio rural de la población urbana (la que no está funcionalmente vinculada a las actividades propias de las áreas rurales, como las agrarias y mineras); es un concepto propio de la sociedad postindustrial y se puede considerar la forma dominante desarrollada en el sistema de asentamientos tras la II Guerra Mundial.
Desde el punto de vista teórico, hay diferentes aproximaciones a las actuales formas de urbanización dispersa, que se asocia diferencialmente a conceptos o procesos como el de suburbanización (en la literatura anglosajona, española e italiana), rururbanización y periurbanización (literatura francesa y española) y contraurbanización (principalmente en Norteamérica). Asimismo, mientras que algunos consideran la urbanización dispersa como la continuación de la suburbanización, otros defienden que es un fenómeno totalmente nuevo.
Tradicionalmente, la suburbanización hacía referencia al proceso de crecimiento o extensión superficial de las ciudades a través del cual se creaba un área suburbana (A.N. Clark, 1989). Se suelen describir las áreas suburbanas como las adyacentes a los espacios de edificación continua propiamente urbanos, y como espacios de transición entre las ciudades y las áreas rurales, dado que presentan funciones mixtas, bajos niveles de densidad demográfica y numerosos movimientos pendulares diarios (de casa al trabajo, y viceversa). Las áreas suburbanas son las zonas de influencia directa de una ciudad. Pero algunas teorías más modernas identifican la suburbanización con un estadio inicial del proceso de desarrollo urbano: la población se desconcentra pues migra hacia la periferia urbana, donde se instala definitivamente, y aparece una nueva fase evolutiva, que denominan de desurbanización, en la cual la ciudad entra en declive progresivo al perder población.
Más reciente en los estudios de urbanización es el concepto de contraurbanización, aunque para algunos este proceso no es nuevo y ya era perceptible en el sistema inglés de asentamientos del siglo XIX. Se puede definir la contraurbanización como el proceso de movimiento de personas y actividades económicas desde las áreas urbanas hacia las rurales. Berry utilizó esta expresión en 1976 para explicar un fenómeno que surgió en la década de 1970 en los Estados Unidos y que era contrario al de urbanización, pues aludía a movimientos centrífugos desde las grandes ciudades hacia los pequeños asentamientos urbanos y rurales de los países más desarrollados. La contraurbanización contribuye a la difusión de la urbanización en el territorio y en la sociedad, pues implica la difusión espacial de los valores, hábitos, cultura, actividades económicas, etc. Con la contraurbanización se invierte la dirección de los tradicionales flujos migratorios campo-ciudad y por eso las áreas rurales dejan de despoblarse.
El avance de la ciudad sobre el medio rural se conoce con el término rururbanización, y tiene lugar como resultado de las mejoras de las telecomunicaciones y de las redes de transportes (autopistas, trenes de cercanías…). En algunas zonas rurales de países desarrollados se está asistiendo a ese proceso de rururbanización, es decir, aparecen en suelo rural usos teóricamente urbanos, como zonas comerciales e industriales, complejos hoteleros y recreativos o barrios residenciales de adosados, y ello tiene lugar debido al elevado precio del suelo en el interior de la ciudad. A la zona rural afectada por este proceso se le denomina en ocasiones área periurbana.


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