La Lengua árabe




Alfabeto árabe
El alfabeto árabe, o alifato, tiene 28 letras consonánticas, que se escriben de derecha a izquierda. Está basado en 18 figuras que varían según estén conectadas con la precedente o con la que le sigue. Existen también 3 vocales, que no se registran en la escritura.

Lengua árabe, lengua de comunicación tanto escrita, para la que mantiene gran regularidad, como de comunicación oral, que se emplea en diferentes dialectos desde Marruecos hasta Irak. Entre los musulmanes, se considera el árabe como la lengua sagrada al haber sido el Corán revelado en ella. A partir del año 622, d.C. tiene lugar la expansión del islam como una de las grandes religiones dominantes, con lo que el árabe se convierte en la lengua viva más difundida dentro del tronco de las lenguas semíticas; en la actualidad unos 150 millones de hablantes la consideran su lengua materna y algunos millones más la hablan como segunda lengua. Entra dentro del grupo de las lenguas semíticas en su rama meridional-central; el árabe está relacionado con el hebreo que se habla en Israel, el amárico o etíope, que se habla en Etiopía, así como con las antiguas lenguas semíticas. Las primeras inscripciones que se conservan en árabe se encontraron en la península Arábiga y datan de principios del siglo IV d.C., aunque se piensa que la lengua se usa ya desde comienzos del siglo V. Entre los pueblos árabes, la lengua es el nexo que los une y así mismo es la lengua litúrgica de los musulmanes de Turquía, de Irán, de Afganistán, de Pakistán, de Indonesia, de las zonas subsaharianas de África, de Kazajstán, de Kirguizistán, de Turkmenistán y de Uzbekistán.
En árabe existen dos variantes—el árabe clásico y el vulgar o coloquial. El clásico representa la lengua sagrada del islam y es lengua franca entre los hablantes cultos en todo el mundo árabe. El término árabe coloquial se refiere a la lengua normativa que se escucha tanto en la radio y la televisión, como en las mezquitas. Hay diversos dialectos del árabe vulgar o coloquial, pero varían bastante según el lugar de donde procedan sus hablantes. Esos dialectos difieren del árabe normativo y también lo hacen entre sí en pronunciación, vocabulario y gramática; por lo general, reciben el mismo nombre de las grandes áreas geográficas que lo hablan, así se clasifica como norteafricano, egipcio, y del golfo pérsico. Dentro de estas grandes clasificaciones, también hay diferencia entre los hablantes urbanos, rurales y nómadas. No se entienden entre sí quienes no han sido escolarizados por vivir en las zonas aisladas que existen en el mundo árabe, aun cuando sean hablantes de la misma versión.
El sistema fonético árabe cuenta con 28 consonantes. Cuenta además con tres vocales con un sonido largo y otro breve que originan sílabas largas y breves, tan importantes para la métrica de esta lengua. Aunque los dialectos mantienen las vocales largas, han perdido muchos contrastes de las breves.
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GRAMÁTICA ÁRABE
Todo el proceso de formación de palabras dentro del árabe se basa en una mera abstracción, la raíz, que en términos generales está formada por tres consonantes. Esos sonidos raíces se unen a determinados patrones vocálicos para formar los nombres simples y los verbos a los que se añaden los afijos y forman derivaciones más complicadas. Por ejemplo, el término bank, que es una palabra nueva, préstamo de otra lengua, tiene por raíz el grupo consonántico b-n-k; otro tanto ocurre para el neologismo film que se forma con la raíz f-l-m.
Para conjugar los verbos y alterar sus raíces tiene un sistema muy uniforme con el fin de indicar las variaciones en el significado básico, tanto que los diccionarios se refieren a los verbos a partir del número que tienen en el sistema (I al X). Por ejemplo, a partir de la raíz k-s-r, la forma I del verbo es kasar, ‘él rompió’; la forma II es kassar, ‘él rompió en pedazos’ o destrozó; y la forma VII es inkasar, ‘se desmenuzó’.
La formación de los nombres y adjetivos es más variada pues tienen distintos patrones para el plural. Los llamados plurales fragmentados se forman al cambiar la configuración de la sílaba interna del nombre en singular. Por ejemplo, en el caso de los neologismos bank y film sus plurales respectivos son las palabras, bunuk para bancos y aflam para filmes.
En su norma lingüística, el orden que siguen las palabras en la oración es el que corresponde a la estructura: verbo-sujeto-objeto. En poesía y en ciertos estilos en prosa, ese orden puede alterarse; cuando esto sucede, el sujeto se distingue del objeto por las desinencias de caso, es decir, por los sufijos que indican la función sintáctica de los nombres. Esos sufijos únicamente se escriben correctamente en los textos escolares y en el Corán para asegurar una lectura absolutamente correcta. En los demás textos árabes, las terminaciones de casos (normalmente vocales breves) se omiten, y se marcan de la misma forma que todas las vocales breves interiores. La escritura árabe no tiene letras para esas vocales; en su lugar, existen unas marcas pequeñas situadas encima o debajo de las consonantes. Existen dos tiempos verbales, el perfecto y el imperfecto, y tres casos para la declinación, nominativo, acusativo y genitivo.
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ESCRITURA ÁRABE
La escritura árabe, que procede de la aramea, se realiza de derecha a izquierda y los libros se leen de atrás hacia adelante. Está basada en 18 figuras distintas que varían según estén conectadas con la letra precedente o siguiente. Gracias a una combinación de puntos encima y debajo de esas figuras, completan las 28 consonantes que con las tres vocales largas, permiten escribir correctamente. El alfabeto árabe, que es el segundo sistema de escritura más usado en el mundo, ha sido adoptado por otras lenguas no semíticas como el persa moderno, o farsi, el urdu, el malayo y algunas lenguas del África occidental como el hausa. El empleo de la escritura de los versos del Corán como elemento decorativo durante unos 1.400 años ha desarrollado muchos estilos caligráficos distintos. La caligrafía es un arte delicado para los árabes.
La extensa historia de la lengua supone periodos de gran interés en el mundo de la literatura. El árabe que se escribe en la edad media se denomina árabe clásico, del que procede el moderno; sin embargo, resulta evidente la influencia estilística del francés y del inglés en la lengua moderna y normativa. Véase Literatura árabe.
En sentido contrario, el árabe prestó terminología técnica a los pueblos conquistados, como ocurrió en España durante la edad media, así tienen ese origen: noria, quilate, acequia, arroz, atalaya, albufera, alcázar, jaque, alquimia, y muchas de las palabras que empiezan por al- y alh-, como alcaloide y alhambra. Los nombres de cargos referidos al sistema de organización social, como visir, alcalde, musulmán y jeque; topónimos como Almería y Zaragoza. Influyen en algunos rasgos fonéticos como el convertir la s- inicial del latín en j, así del latín saponem procede ‘jabón’ en español; también es de origen árabe el sufijo -i para formar nombres y adjetivos como alhelí, marroquí y jabalí.


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