El invento de los Juegos de rol




Juegos de rol, juegos equiparables a determinados entretenimientos de simulación estratégica, en los que pueden participar cuatro o cinco personas. Una de ellas, caracterizada por su especial imaginación, ejerce como director o master del juego.
El objetivo es desarrollar una gran aventura, en algunos casos sobre un tablero ya determinado, en otros creado por los propios jugadores. Éstos asumen el rol de un personaje (con todas sus características, positivas o negativas) que eligen como suyo para todo el transcurso de la partida. Ésta se desarrolla tirando un dado de múltiples caras (puede llegar a tener hasta 20), que determina las circunstancias y vicisitudes (duelos, batallas, rescate de princesas) por las que pasarán cada uno de los personajes asumidos por los jugadores. Los principales elementos de los juegos de rol son la fantasía, la imaginación y hasta la improvisación (el guión previo al inicio, acordado por los jugadores con el director de la partida, puede incluso ser modificado antes del final de la misma).
La temática de los juegos de rol es infinita, debido a que depende de la no mensurable capacidad imaginativa de los jugadores, los cuales pueden decidir desarrollar la partida en las coordenadas espaciales y temporales que deseen, reales o ficticias. En sus inicios, la edad media fue uno de los escenarios preferidos por los aficionados, tanto en sus auténticas dimensiones históricas, como en su vertiente mágica y legendaria, en la que tuvieron una innegable influencia los argumentos del cómic, los relatos literarios y los largometrajes cinematográficos que remitían su temática a mundos de brujas, hechiceros, caballeros, guerreros y trasgos. En este sentido, el pionero de estos juegos, Dragones y mazmorras (creado en Estados Unidos en 1974), precedió a los basados en la leyenda del rey Arturo y a uno de los clásicos del rol: el universo creado por John Ronald Reuel Tolkien en sus obras El Hobbit y, sobre todo, El señor de los anillos. Debido a sus propias características, la ciencia ficción también ha proporcionado extraordinarios argumentos y escenarios para desarrollar partidas por todo el Universo.
Los juegos de rol han sido fuertemente criticados por aquellos que piensan que algunos jugadores asumen sus personajes con tal intensidad, que pueden llegar a no discernir entre realidad y ficción, quedando dominados por sus representaciones una vez que acaba el juego y prolongando sus cualidades (unas positivas y otras negativas) en el mundo real, pudiendo llegar a cometer trágicas acciones. Frente a sus detractores, los defensores de este tipo de juegos argumentan que sólo trastornos mentales del individuo, ajenos a la práctica del rol, son los que pueden degenerar en tragedias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares

Me gusta

Seguidores