El invento del Partido Demócrata de Estados Unidos




Partido Demócrata 

Bill Clinton
En 1978, a los 32 años, Bill Clinton fue elegido gobernador de Arkansas, convirtiendose en el ciudadano estadounidense más joven en ganar unas elecciones gubernativas. Dirigió el estado durante más de 10 años, concentrándose en la educación y las reformas sociales. Clinton encabezó la candidatura de la campaña demócrata de 1992 y derrotó al presidente George Bush para convertirse en el 42 presidente de Estados Unidos.


Partido Demócrata (Estados Unidos), uno de los dos principales partidos políticos de Estados Unidos. Sus orígenes se remontan a la coalición formada en torno a Thomas Jefferson en 1790 para oponerse a la política de George Washington. Esta coalición, en su origen llamada El Republicano, y más tarde Partido Demócrata-Republicano, se dividió en dos facciones durante la campaña presidencial de 1828. Una, el Partido Nacional Republicano, fue absorbido por el Partido Whig en 1834; la otra se convirtió en el Partido Demócrata. En la década de 1830, bajo las presidencias de Andrew Jackson y Martin van Buren, el Partido Demócrata desarrolló las características que conservaría hasta finales de siglo. Estaba a favor de utilizar la fuerza nacional en asuntos de política exterior donde los intereses estadounidenses estuvieran amenazados, pero en política económica y social resaltó la responsabilidad del gobierno de actuar con prudencia. Sus partidarios tenían en común la aversión a la intervención del gobierno en sus vidas. Sus oponentes, los whigs, creían en el uso del poder del gobierno para regular la vida social.
Los demócratas lograron la presidencia en seis de las ocho ocasiones desde 1828 a 1856, y por lo común controlaban el Congreso. Un retroceso de votos relacionado con la esclavitud y otras cuestiones cambiaron duramente la suerte del partido a mediados de 1850. En un desastre electoral, muchos demócratas del Norte, deseosos de castigar a sus líderes y dispuestos a abandonar su partido, se unieron al emergente Partido Republicano. El partido se dividió en 1860, lo que permitió a los republicanos, con Abraham Lincoln al frente, conseguir la presidencia. Los problemas del partido empeoraron durante la Guerra Civil, cuando los demócratas se opusieron a las exacciones gubernamentales en tiempo de guerra y fueron acusados de deslealtad. No recobraron el control de ninguna cámara del Congreso hasta 1874, y no alcanzaron la presidencia de nuevo hasta 1884. El Sur empezó a ser un creciente y sólido bloque de votantes demócratas. Entre la Guerra Civil y la Gran Depresión, el Demócrata fue el partido minoritario, capaz de ganar únicamente cuando los republicanos se encontraban muy divididos.
A principios del siglo XX, la progresiva división en las filas republicanas ayudó a la elección por dos veces de Thomas Woodrow Wilson, pero la entrada de Estados Unidos en la I Guerra Mundial puso fin a este proceso. La guerra, popular al principio, se volvió contra la Administración de Wilson, y el resultado fue otro triunfo electoral republicano aplastante en 1920.
Durante el siglo XX, sin embargo, el Partido Demócrata se transformaría en un partido de fuerte intervención gubernamental en la economía y en la esfera social, con voluntad de regular y redistribuir la riqueza y proteger a los menos favorecidos, en una sociedad de creciente complejidad. La Gran Depresión y la llegada al poder de Franklin Delano Roosevelt, con su New Deal, consolidaron y ampliaron este nuevo compromiso.
Bajo el liderato demócrata, el gobierno aumentó cada vez más su papel en la consecución del bienestar social y en la regulación económica. Roosevelt llegó a ser un símbolo más poderoso de lo que había sido Jackson, ganando cuatro mandatos consecutivos, y los demócratas controlaron el Congreso, excepto durante cuatro años, en los 48 años que van de 1933 a 1981.
Con la llegada de John Fitzgerald Kennedy a la Casa Blanca en 1960 se aprobaron muchas leyes enérgicas, que culminaron en las políticas de la “Gran Sociedad” del presidente Lyndon Baines Johnson. La guerra de Vietnam, sin embargo, provocó que muchos sectores del partido pusieran en duda su política exterior anticomunista, responsable directa de su implicación en el conflicto asiático. El partido volvió a recuperarse tras la presidencia de Richard Nixon y la disminución del fervor creado por la guerra. La nominación del sureño Jimmy Carter, en 1976, aseguró una presidencia demócrata, pero sólo con carácter temporal. Las victorias aplastantes del candidato presidencial republicano Ronald Reagan sobre Carter en 1980 y Walter Mondale en 1984 hirieron gravemente a los demócratas, aunque el partido se recuperó en 1986 al conseguir el control del Senado, que había estado en manos republicanas durante seis años. Dirigido por dos sureños, Bill Clinton y Al Gore, el partido regresó a la Casa Blanca en 1992. Sin embargo, un resultado desastroso en las elecciones al Congreso de 1994 arrojó un veredicto aplastante sobre los dos años restantes de gobierno demócrata. Aunque el tirón popular de Clinton le deparó un segundo mandato presidencial en 1996, la tendencia se confirmó en los comicios presidenciales de 2000, cuando el candidato demócrata, Gore, fue derrotado por el republicano George W. Bush; y también en 2004, cuando Bush logró salir reelegido frente al senador John Kerry.

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