El invento de la Literatura estadounidense en los años de la Gran Depresión




Zora Neale Hurston
La escritora y etnóloga estadounidense Zora Neale Hurston es conocida por sus interpretaciones de los cuentos tradicionales afroamericanos y por sus novelas centradas en la cultura negra del sur de Estados Unidos. La novela Sus ojos veían a Dios fue publicada en 1937.

El brillo y los excesos de la “edad del jazz” terminaron con el catastrófico hundimiento de la Bolsa en 1929 que dio origen a la “década airada” de 1930. Se produjeron numerosas novelas neo-naturalistas y de protesta social inspiradas por los rigores de la Gran Depresión. Desde 1930 a 1950 los novelistas Zora Neale Hurston y Arna Bontemps se ocuparon de modo realista de los aspectos sociales de su época. Las obras de John Steinbeck, premio Nobel de Literatura de 1962, expresan desesperación, como Las uvas de la ira (1939). La lucha de clases es el tema que sirve de base a la obra más importante del prolífico John O'Hara, la novela Cita en Samarra (1934). Dos trilogías monumentales, Studs Lonigan (1932-1935) de James Thomas Farrell y USA (1930-1936) de John Dos Passos, están dominadas por la amargura y la ira. La intensidad de Thomas C. Wolfe en El ángel que nos mira (1929), expresa el tormento personal, así como un optimismo místico sobre Estados Unidos. La intrincada narrativa de las novelas de William Faulkner de este periodo, El ruido y la furia (1929), Santuario (1931) y El villorrio (1940), combinan una oscura violencia y humor con su visión de la sociedad trágicamente convulsa del Sur posterior a la Guerra Civil. Faulkner, que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1949, fue el representante central del grupo que mantuvo viva la escritura regional sureña durante las tres décadas siguientes.

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