Cámara fotográfica




Cámara fotográfica
William Talbot, el inventor de una de las primeras cámaras (Joseph Nicéphore Niépce había producido la primera fotografía conocida en una placa de pewter), fue inspirado por su inhabilidad para dibujar. Él describió uno de sus borradores como “melancolía para preservar”, deseando que hubiera una manera de fijar en papel las imágenes fotográficas que habían sido observadas por siglos en la cámara oscura. Sus técnicas, desarrolladas en los últimos años de 1830, establecieron los estándares por décadas (inventó el proceso negativo/positivo) y la fotografía pasó rápidamente de ser una novedad a una tecnología ubicua, ayudada en gran parte, en 1888, por la Kodak de George Eastman, la primera cámara de película.

Una cámara fotográfica o cámara de fotos es un dispositivo utilizado para tomar fotografías. Es un mecanismo antiguo para proyectar imágenes en el que una habitación entera hacía las mismas funciones que una cámara fotográfica actual por dentro, con la diferencia que en esa antigua camara los pajaros cagaban ahi y ahora los humanos lo hacen por ellos.

Las cámaras fotográficas realizan una función que consisten en una cámara cerrada, con una abertura en uno de los extremos para que pueda entrar la luz, y una superficie de grabación o de visualización para capturar la luz en el otro extremo. La mayoría de las cámaras fotográficas tienen una lente colocada delante de la abertura de la cámara fotográfica para recolectar la luz entrante y para enfocar la imagen, o parte de la imagen, en la superficie de grabación. El diámetro de esta abertura suele controlarse con un diafragma, aunque algunas cámaras tienen una abertura de tamaño fijo.

Mientras que el tamaño de la abertura y el brillo de la escena controlan la cantidad de luz que entra por unidad de tiempo en la cámara durante el proceso fotográfico, el obturador controla el lapso que la luz incide en la superficie de grabación. Por ejemplo, en situaciones con poca luz la velocidad de obturación será menor (mayor tiempo abierto) para permitir que la película o el sensor de imagen capture la cantidad de luz.

El primer fotógrafo fue Joseph-Nicéphore Niépce en 1826, utilizando una cámara hecha de madera fabricada por Charles y Vincent Chevalier en París. Sin embargo, aunque se considera "oficialmente" que éste fue el nacimiento de la fotografía, la invención de la cámara puede ser rastreada mucho antes. Pero no fue hasta la invención de la fotografía «moderna» que se pudieron preservar las imágenes tomadas por esas cámaras, mientras tanto se tenían que dibujar manualmente las fotografías para conservar la imagen capturada por ellas.

La primera cámara que fue lo suficientemente pequeña como para considerarse portátil y práctica para la fotografía fue construida por Johann Zahn en 1865, aunque pasarían 90 años más para que la tecnología se percatara de las posibilidades de este aparato. Las primeras cámaras fotográficas eran similares en esencia al modelo de Zahn, aunque generalmente con una mejora en el enfoque. Antes de cada exposición una placa sensibilizada era insertada en frente de la pantalla de observación para poder grabar la imagen. El popular daguerrotipo de Louis Daguerre utilizaba placas de cobre en el proceso, mientras que el proceso calotipo inventado por William Fox Talbot grababa las imágenes en papel.


La invención del proceso de placa mojada con collodion inventado por Frederick Scott Archer en 1850 redujo dramáticamente el tiempo de exposición, pero requería que el fotógrafo preparara y diseñara sus propias lentes, normalmente en un cuarto oscuro móvil. A pesar de su complejidad, el uso de las técnicas de ambrotipia y tintipia estuvo en auge a finales del siglo XIX.

La técnica de la «placa mojada» fue ligeramente diferente a los diseños anteriores, aunque algunos modelos (como el sofisticado Dubroni en 1864) fueron incorporando las placas dentro de la cámara misma en lugar de en un cuarto obscuro. Otras cámaras incluso tenían múltiples lentes para hacer tarjetas de visita. Fue durante esta época que el uso de los «bellows» para enfocar se popularizó.

Blackberry




Blackberry

Pregunten a un ejecutivo común y corriente qué piensa acerca de su Blackberry y les responderá que es, al mismo tiempo, una bendición y una maldición. Desarrollado por la firma canadiense Reasearch in Motion y liberado en 1999, el gadget posibilita la lectura inmediata y ubicua del email y facilita a los jefes el mantener a sus empleados digitalmente encadenados a sus     sillas giratorias. La adictividad del  aparato ha hecho que sea llamado también “Crackberry”

BlackBerry es una linea de dispositivos handheld inalámbricos introducida en 1999. Estos dispositivos entre otras funciones admiten correo electrónico, telefonía móvil, SMS, navegación web y otros servicios de información inalámbricos. Fue desarrollado por una compañía canadiense, Research In Motion (RIM), y transporta su información a través de las redes de datos inalámbricas de empresas de telefonía móvil. La BlackBerry ganó mercado en primer lugar centrándose en el correo electrónico. Actualmente RIM ofrece servicios de correo electrónico BlackBerry a dispositivos no BlackBerry, como la Palm Treo, a través del software BlackBerry Connect.

Research in Motion estuvo implicada en una disputa de patente con NTP, Inc., que podría haber forzado a RIM a suspender el servicio a la mayor parte de los usuarios de BlackBerry de Estados Unidos. La disputa fue resuelta con un acuerdo extrajudicial en marzo de 2006.

Su capacidad en I+D constituye el factor fundamental en su posicionamiento estratégico en el mercado y constante renovación de la gama de dispositivos convergentes.

La Aspirina




La Aspirina

Las pequeñas tabletas de ácido acetilsalicílico han curado, tal vez, más enfermedades menores que cualquier otra medicina. Hipócrates fue el primero en darse cuenta del poder curativo de esta sustancia. El tratamiento griego era a base de té de corteza de sauce, y era efectivo contra la fiebre y la gota. Mucho tiempo después, el químico Felix Hoffman perfeccionó el remedio experimentando con su padre artrítico, y lo comercializó bajo el nombre de Aspirin.

El ácido acetilsalicílico o AAS (C9H8O4) es un fármaco de la familia de los salicilatos, usado frecuentemente como antiinflamatorio, analgésico, para el alivio del dolor leve y moderado, antipirético para reducir la fiebre y antiagregante plaquetario indicado para personas con alto riesgo de coagulación sanguínea, principalmente individuos que ya han tenido un infarto agudo de miocardio.

Los efectos adversos de la aspirina son principalmente gastrointestinales, es decir, úlceras gástricas y sangrado estomacal. En pacientes menores de 14 años se ha dejado de usar la aspirina para el control de los síntomas de la gripe o de la varicela debido al elevado riesgo de contraer el síndrome de Reye

La corteza de sauce blanco (Salix alba; "Salix", que significa "sauce" en latín, es el nombre del género) ha sido usada desde tiempo inmemorial para el alivio de la fiebre y del dolor, incluso por Hipócrates en el siglo V a. C.,  los antiguos egipcios y los amerindios.  Los efectos medicinales del sauce blanco continuaron siendo mencionados por observadores del pasado, incluyendo al farmacéutico Plinio el Viejo, al naturista Dioscórides y al filósofo Galeno.

En 1763 Edward Stone, reverendo de la Iglesia de Inglaterra, presentó un informe a Lord Macclesfield, quien presidía la Real Sociedad de Ciencia Inglesa, referente a estas propiedades terapéuticas de la corteza de sauce blanco destacando su efecto antipirético. Stone describió en su trabajo que había administrado el extracto en forma de té o cerveza a 50 pacientes febriles, aliviándoles el síntoma. Investigaciones posteriores condujeron al principio activo de esta planta, que los científicos llamaron salicilina, un análogo del ácido salicílico y del ácido acetilsalicílico.

El principio activo fue aislado en 1828 por Johann Buchner, profesor de farmacia en la Universidad de Múnich; se trataba de una sustancia amarga y amarillenta extraída de agujas cristalinas que llamó salicina.  Dos años antes, los italianos Brugnatelli y Fontana aislaron ese mismo extracto, pero en forma muy impura, y no lograron demostrar que la sustancia era la causante de los efectos farmacológicos del sauce blanco.  En 1829 un farmacéutico francés, Henri Leroux, improvisó un procedimiento de extracción del que obtuvo 30 gramos de salicilina a partir de 1.5 kg de corteza. En 1838 Raffaele Piria, un químico italiano, laborando en La Sorbona de París logró separar la salicina en azúcar y un componente aromático llamado salicilaldehído.[8] A este último compuesto lo convirtió, por hidrólisis y oxidación, en cristales incoloros a los que puso por nombre ácido salicílico.

Fue sintetizado por primera vez por Charles Frédéric Gerhardt en 1853 y luego en forma de sal por Hermann Kolbe en 1859.[8] Hubo que esperar hasta 1897 para que el químico alemán Felix Hoffmann, de la casa Bayer, consiguiera sintetizar al ácido salicílico con gran pureza.[11] Sus propiedades terapéuticas como analgésico y antiinflamatorio fueron descritas en 1899 por el farmacólogo alemán Heinrich Dreser, lo que permitió su comercialización. Hasta ahí la historia que se relata en los libros, en realidad fue Arthur Eichengrün el que en 1894 esterifico el ácido salicílico convirtiéndolo en ácido acetil salicílico, lo que viene a ser la aspirina actual. Hoffman no fue más que un pupilo suyo y Heinrich Dresder no tuvo nada que ver en el descubrimiento, tan sólo era un supervisor. Cuando en 1941 se expuso en el museo de Munich un cristal de aspirina con el rótulo "aspirina inventada por Dreser y Hoffman", Eichengrün se estaba pudriendo en el gueto de theresienstadt como judío que era, mientras los dos arios se llevaban las medallas. (British medical journal, 321,1.591 (2000) y The biochemist agosto 2001).

Aspirina fue el nombre comercial acuñado por los laboratorios Bayer para el comprimido fabricado con esta sustancia,[12] convirtiéndose en el primer fármaco del grupo de los antiinflamatorios no esteroideos, AINE. Posteriormente, en 1971, el farmacólogo británico John Robert Vane, entonces empleado del Royal College of Surgeons ("Colegio Real de Cirujanos") de Londres, pudo demostrar que el AAS suprime la producción de prostaglandinas y tromboxanos, lo que abrió la posibilidad de su uso en bajas dosis como antiagregante plaquetario, ampliando enormemente su campo comercial y compensando el hecho de que, en la actualidad, su uso como antiinflamatorio de elección haya sido desplazado por otros AINE más eficaces y seguros.

Su trascendencia ha sido tanta que el nombre comercial terminó convirtiéndose en el nombre de uso cotidiano, de tal manera que en Estados Unidos aspirin pasó a ser el nombre genérico de la sustancia. Desde su comercialización se han consumido más de 350 billones de comprimidos y se estima que el consumo diario es de unos 100 millones de aspirinas. Consecuentemente, es uno de los fármacos más usados en el mundo, con un consumo estimado de 40.000 toneladas métricas anuales.  En el año 2008, el 85% de la producción mundial de ácido acetilsalicílico se realiza en Langreo, España, en una planta química de la empresa multinacional Bayer. Desde allí se envía a diferentes partes del mundo donde se preparan los comprimidos y diferentes formas farmacéuticas en las que se vende Aspirina.

La Llanta Neumática




La Llanta Neumática


Al principio, cuando los vehículos eran tirados por caballos y las bicicletas pesaban una tonelada, los viajeros se veían forzados a viajar en vehículos traqueteantes por los caminos llenos de baches e irregularidades. Fue Robert Thomson, un ingen iero civil, quien se dio cuenta del poder del aire para amortiguar el tránsito de los vehículos. En el año de 1845, patentó unas llantas de piel infladas con aire. En 1888, un veterinario escocés llamado John Dunlop desarrolló la mucho más durable llanta de goma, lo cual contribuyó definitivamente al establecimiento de la era del automóvil.

Un neumático (del griego πνευματικός, relativo al pulmón, por el aire que lleva), también denominado cubierta en algunas regiones, es una pieza toroidal de caucho que se coloca en las ruedas de diversos vehículos y máquinas. Su función principal es permitir un contacto adecuado por adherencia y fricción con el pavimento, posibilitando el arranque, el frenado y la guía.

Los neumáticos generalmente tienen hilos que los refuerzan. Dependiendo de la orientación de estos hilos, se clasifican en diagonales o radiales. Los de tipo radial son el estándar para casi todos los automóviles modernos.

En 1887, el veterinario e inventor escocés, John Boyd Dunlop, desarrolló el primer neumático con cámara de aire para el triciclo que su hijo de nueve años de edad usaba para ir a la escuela por las calles bacheadas de Belfast. Para resolver el problema del traqueteo del triciclo, Dunlop infló unos tubos de goma con una bomba de aire para inflar balones. Después envolvió los tubos de goma con una lona para protegerlos y los pegó sobre las llantas de las ruedas del triciclo. Hasta entonces, la mayoría de las ruedas tenían llantas con goma maciza, pero los neumáticos permitían una marcha notablemente más suave. Desarrolló la idea y patentó el neumático con cámara el 7 de diciembre de 1888. Sin embargo, dos años después de que le concedieran la patente, Dunlop fue informado oficialmente de que la patente fue invalidada por el inventor escocés Robert William Thomson, quien había patentado la idea en Francia en 1846 y en Estados Unidos en 1847.[1] Dunlop ganó una batalla legal contra Robert William Thomson y revalidó su patente.

El desarrollo del neumático con cámara de Dunlop llegó en un momento crucial durante la expansión del transporte terrestre, con la construcción de nuevas bicicletas y automóviles.

Por su construcción existen dos tipos de neumáticos:

    * Diagonales: en su construcción las distintas capas de material se colocan de forma diagonal, unas sobre otras.
    * Radiales: en esta construcción las capas de material se colocan unas sobre otras en linea recta, sin sesgo. Este sistema permite dotar de mayor estabilidad y resistencia a la cubierta.

Igualmente y según su uso de cámara tenemos:

    * Neumáticos tubetype: aquellos que usan cámara y una llanta específica para ello. No pueden montarse sin cámara. Se usan en algunos 4x4, y vehículos agrícolas.

    * Neumáticos tubeless o sin cámara: estos neumáticos no emplean cámara. Para evitar la pérdida de aire los flancos de la cubierta se "pegan" a la llanta durante el montaje, por lo que la llanta debe ser específica para estos neumáticos. Se emplea prácticamente en todos los vehículos.

La Imprenta




La Imprenta


Para gran parte de la civilización moderna, la palabra escrita reina como el medio supremo de comunicación. Los chinos fueron los primeros impresores. Inventaron la impresión por bloque desde el año 500, pero fue el orfebre alemán Johannes Gutemberg quien construyó la primera imprenta usando tipos móviles de metal, lo cual permitía imprimir repetidamente en hojas de papel. En 1454, usó su revolucionario sistema para imprimir 300 biblias, de las cuales se conservan hasta el momento actual 48 copias, y cada una de ellas vale millones de dólares.

La imprenta es un método industrial de reproducción de textos e imágenes sobre papel o materiales similares, que consiste en aplicar una tinta, generalmente oleosa, sobre unas piezas metálicas, llamadas tipos, para transferirla al papel por presión. Aunque comenzó como un método artesanal, era un proceso muy veloz para sus tiempos.

El concepto de impresión es más amplio pues supone la evolución de diversas tecnologías que hoy hacen posible hacerlo mediante múltiples métodos de impresión y reproducción. Como la Flexografía, la serigrafía, el Hueco grabado, el alto grabado, la fotografía electrolítica, la fotolitografía, la litografía, el offset, la xerografía, y los métodos digitales actuales.

La imprenta moderna, inventada por Johannes Gutenberg, se creó alrededor del año 1440. El problema de la imprenta no era cómo imprimir, sino disponer de papel barato y en suficiente cantidad. Ya los romanos tuvieron sellos que imprimían inscripciones sobre objetos de arcilla. Entre 1041 y 1048, Bì Shēng inventa en China —donde ya existía un tipo de papel de arroz— el primer sistema de imprenta de tipos móviles, a base de complejas piezas de porcelana en las que se tallaban los caracteres chinos; esto constituía un complejo procedimiento por la inmensa cantidad de caracteres que hacían falta para la escritura china.

En Europa, muchas personas y poblaciones pretendieron ser parte de este arte; aunque las opiniones apuntan a que fue el alemán Johannes Gutenberg, por las ideas que tenía y la iniciativa de unirse a un equipo de impresores, lo que lo apoya como el inventor de la tipografía. Existe documentación subsecuente que le atribuye la invención aunque, curiosamente, no consta el nombre de Gutenberg en ningún impreso conocido.

Ante la controvertida historia aparecieron a disputar la gloria del llamado "Padre de la Imprenta" los nombres del alemán Mentelin, impresor de Estrasburgo (1410-1478); el italiano Pánfilo Castaldi, médico y después tipógrafo en 1470, otro italiano de nombre Aldus, Lorenzo de Coster, de Haarlem, (Países Bajos) (1370-1430). Cada uno tiene un monumento en sus respectivas localidades; sin embargo, perdieron el pleito definitivamente los partidarios de Mentelin y Castaldi.

Hasta 1450 y aun en años posteriores, los libros se difundían en copias manuscritas por escritores, muchos de los cuales eran monjes y frailes dedicados exclusivamente al rezo y a la réplica de ejemplares por encargo del propio clero o de reyes y nobles. A pesar de lo que se cree, no todos los monjes copistas sabían leer y escribir. Realizaban la función de copistas, imitadores de signos que en muchas ocasiones no entendían, lo cual era fundamental para copiar libros prohibidos que hablasen de medicina interna o de sexo[cita requerida]. Las ilustraciones y las letras capitales eran producto decorativo y artístico del propio copista, que decoraba cada ejemplar que realizaba según su gusto o visión. Cada uno de sus trabajos podía durar hasta diez años.

La imprenta había sido inventada por los japoneses siglos antes[cita requerida], pero en la alta Edad Media se utilizaba en Europa para publicar panfletos publicitarios o políticos, etiquetas, y trabajos de pocas hojas; para ello se trabajaba el texto en hueco sobre una tablilla de madera, incluyendo los dibujos -un duro trabajo de artesanía-. Una vez confeccionada, se acoplaba a una mesa de trabajo, también de madera, y se impregnaban de tinta rosita, neon, o rojo (sólo existían esos colores). Después se aplicaba el papel y con rodillo se fijaba la tinta. El desgaste de la madera era considerable por lo que no se podían hacer muchas copias con el mismo molde. Este tipo de impresión recibe el nombre de xilografía.

Cada impresor fabricaba su propio papel, estampando una marca de agua a modo de firma de impresor. Por estas marcas de agua es por lo que se conocen sus trabajos.

Johannes Gutenberg adopto una vieja fábrica de telas como el edificio donde tuvo su imprenta. En este entorno, Gutenberg apostó a que era capaz de hacer a la vez una copia de la Biblia en menos de la mitad del tiempo de lo que tardaba en copiar una el más rápido de todos los monjes copistas del mundo musulman y que éstas no se diferenciarían en absoluto de las manuscritas por ellos.

Pidió dinero a un prestamista judío, Juan Fust, y comenzó su reto sin ser consciente de lo que su invento iba a representar para el futuro de toda la Humanidad.

En vez de usar las habituales tablillas de madera, que se desgastaban con el uso, confeccionó moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto y posteriormente rellenó los moldes con hierro, creando los primeros "tipos móviles". Tuvo que hacer varios modelos de las mismas letras para que coincidiesen todas entre sí: en total, más de 150 "tipos", que imitaban la escritura de un manuscrito. Había que unir una a una las letras que se sujetaban en un ingenioso soporte, mucho más rápido que el grabado en madera y considerablemente más resistente al uso.

Como plancha de impresión, amoldó una vieja prensa de vino a la que sujetó el soporte con los "tipos móviles" con un hueco para las letras capitales y los dibujos. Éstos, posteriormente, serían añadidos mediante el viejo sistema xilográfico y terminados de decorar de forma manual.

Lo que Gutenberg no calculó bien fue el tiempo que le llevaría poner en marcha su nuevo invento, por lo que antes de finalizar el trabajo se quedó sin dinero. Volvió a solicitar un nuevo crédito a Juan Fust y, ante las desconfianzas del prestamista, le ofreció formar una sociedad. Juan Fust aceptó la propuesta y delegó la vigilancia de los trabajos de Gutenberg a su sobrino, Peter Schöffer, quien se puso a trabajar codo a codo con él al tiempo que vigilaba la inversión de su tío.

Tras dos años de trabajo, Gutenberg volvió a quedarse sin dinero. Estaba cerca de acabar las 150 Biblias que se había propuesto, pero Juan Fust no quiso ampliarle el crédito y dio por vencidos los anteriores, quedándose con el negocio y poniendo al frente a su sobrino, ducho ya en las artes de la nueva impresión como socio-aprendiz de Gutenberg.

Gutenberg salió de su imprenta arruinado y se cuenta que fue acogido por el obispo de la ciudad, el único que reconoció su trabajo hasta su muerte pocos años después.

Peter Schöffer terminó el cometido que inició su maestro y las Biblias fueron vendidas rápidamente a altos cargos del clero, incluido el Vaticano, a muy buen precio. Pronto empezaron a llover encargos de nuevos trabajos. La rapidez de la ejecución fue sin duda el detonante de su expansión, puesto que antes la entrega de un solo libro podía posponerse durante años.

Actualmente, se conservan muy pocas "Biblias de Gutenberg" -o de 42 líneas- y, menos aún, completas. En España se conserva sólo una, completa[cita requerida].

La Biblia de Gutenberg no fue simplemente el primer libro impreso, sino que, además, fue el más perfecto. Su imagen no difiere en absoluto de un manuscrito. El mimo, el detalle y el cuidado con que fue hecho, sólo su inventor pudo habérselo otorgado.

La Máquina de Coser




La Máquina de Coser

Los humanos utilizaron huesos y cuernos para coser durante decenas de miles de años, pero la primera patente para una máquina que pudiera hacerlo sin necesidad de molestas herramientas como agujas y alfileres fue solicitada en 1790. Sin embargo, el invento no era práctico. La primera máquina de coser funcional fue inventada por el francés Barthélemy Thimonnier en 1830, pero su máquina no se popularizó. En 1845, Elías Howe construyó el prototipo de las máquinas de coser que habrían de poblar el mundo y fue Merritt Singer quien más se benefició con el invento, pues sus máquinas resultaban simples y tuvo la visión comercial para hacer de éste un invento tan popular como lo es hasta nuestros días.
Una máquina de coser es un dispositivo mecánico o electromecánico que sirve para unir tejidos usando hilo. Las máquinas de coser hacen una puntada característica, usando normalmente dos hilos, si bien existen máquinas que usan uno, tres, cuatro o más.

Las máquinas de coser pueden hacer una gran variedad de puntadas rectas o en patrones. Incluyen medios para arrastrar, sujetar y mover la tela bajo la aguja de coser para formar el patrón de la puntada. La mayoría de las máquinas de coser caseras y algunas industriales usan una puntada de dos hilos llamada puntada de pespunte. La mayoría de las máquinas de coser industriales usan una puntada remallada producida por una máquina denominada remalladora. Algunas máquinas de coser antiguas producen cadenetas.

El mecanismo para deslizar el tejido puede ser una simple guía de labor o estar controlado por patrones (por ejemplo, del tipo Jacquard). Algunas máquinas pueden crear puntadas de tipo bordado. Algunas pueden tener un marco para sujetar la labor.

El primer intento conocido en un dispositivo mecánico para coser fue por el alemán nacido Charles Fredrick Wiesenthal, que estaba trabajando en Inglaterra. Se le concedió británica de Patentes N.º 701 en 1755 para un doble señaló aguja con un ojo en un extremo. Esta aguja fue diseñada para ser pasado a través de la tela por un par de dedos mecánicos y comprendido por el otro lado por un segundo par. Este método de recrear la mano de coser método sufrido el problema de la aguja pasando a través de la trama, en el sentido de toda la longitud del hilo tenía que hacer lo mismo. Las limitaciones mecánicas significa que el hilo tuvo que ser breves, que necesitan frecuentes paradas para renovar el suministro.

La primera máquina de coser fue concebida y patentada en 1790 por el inventor británico Thomas Saint. La máquina de Saint, que estaba diseñada para coser piel y tela, usaba un único hilo y formaba una puntada en cadena. No se usaba aguja sino una lezna para perforar el material que se estaba cosiendo. Otro mecanismo colocaba el hilo a través del agujero, tras lo cual una vara parecida a una aguja con un punto hendido llevaba el hilo a través de la parte inferior, donde un gancho recogía el hilo y lo llevaba a la parte delantera para la siguiente puntada. Cuando el ciclo se repetía se formaba un segundo bucle con el primero en la parte inferior de la prenda, creando así una cadena y el cierre de la puntada. Sin embargo, la máquina de Saint nunca pasó del prototipo.

La primera máquina práctica de coser fue la fabricada en 1829 por el sastre francés Barthélemy Thimonnier. Éste empleaba una aguja en forma de gancho que se movía hacia abajo mediante un pedal y volvía a su posición inicial mediante un muelle. Al igual que la máquina de Saint, ésta producía una puntada en cadena. Cuando Thimonnier instaló 80 de sus máquinas en una empresa de confección, los sastres de París lo llevaron a la quiebra y terminó por morir arruinado en Inglaterra.

Los Anteojos o gafas




Los Anteojos o gafas


Las propiedades correctivas del cristal han sido conocidas durante milenios. Se dice que el emperador romano Nerón usaba una esmeralda para ver (en tono verde) las luchas de los gladiadores. Los lentes modernos ya pueden verse en pinturas como el retrato de Hugh de Provence, y la primer evidencia de un lugar donde se vendían data de 1450, en Florencia. El crédito por la invención de los bifocales pertenece a Benjamín Franklin,  en 1784, y los primeros lentes de contacto aparecieron en 1887. Al momento actual, se estima que el 75 por ciento de las personas del Reino Unido usan anteojos de algún tipo.

Las gafas, también conocidas como lentes (en este caso la acepción es en género masculino) o anteojos son un instrumento óptico formado por un par de lentes sujetadas a un armazón, que se apoya en la nariz mediante un arco y dos patillas que ayudan a sostenerlas en las orejas.

Son una combinación de dos productos sanitarios las lentes y la montura que el profesional óptico/optometrista adapta a un paciente determinado en base a la corrección precisa en cada ojo, su distancia interpupilar y la montura escogida. Se usan principalmente para compensar defectos de la vista, tales como la miopía o el astigmatismo, aunque también existen gafas especiales para proteger a los ojos en actividades en las que exista un riesgo para éstos (en este caso si no tienen corrección óptica no son producto sanitario). Funcionan enfocando la luz a través de las lentes para compensar los defectos visuales.

Existen también gafas bifocales, en las que se combinan dos lentes distintas en una sola, usadas cuando se tienen miopía y astigmatismo simultaneamente. Estas están en desuso al permitir la tecnología actual la fabricación de lentes progresivas.

Las lentes de las gafas eran fabricadas en vidrio, sin embargo, hoy en día se utilizan otros materiales más livianos y resistentes, tales como los polímeros orgánicos y el policarbonato.

    * Cristal mineral (crown): Presentan una mayor dureza y resistencia a las rayaduras, sin embargo son más pesadas y tienen una baja resistencia al impacto. Existen diferentes lentes con distintos índices de refracción, dependiendo de los espesores de borde o de centro, los índices más habituales son 1,53, 1,6, 1,7, 1,8 y 1,9.

    * Material orgánico: Se trata de un polímero plástico. Las lentes de este material son más flexibles y resistentes que las de cristal mineral, además de que su peso se reduce hasta en un 50%, sin embargo su resistencia a las rayaduras es menor, aunque actualmente existen tratamientos superficiales que permiten mayor dureza, es adecuado para niños y actividades deportivas. Al igual que el cristal mineral existen diferentes índices de refracción, los más comunes en el material orgánico son 1,5, 1,6, 1,67, 1,7 y 1,72.

    * Policarbonato: Las lentes de policarbonato son aún más delgadas y livianas que las orgánicas, además de que su índice de reflexión es menor, por lo que son menos oscuros; son muy resistentes a los impactos, por lo que son muy utilizadas para actividades deportivas.

La Jeringa Hipodérmica




La Jeringa Hipodérmica

Las jeringas han sido usadas desde el siglo IX, cuando un cirujano egipcio usó un tubo de cristal para remover cataratas de un paciente, pero las primeras jeringas hipodérmicas con agujas lo suficientemente delgadas para perforar la piel no aparecieron hasta la década de 1840. El médico irlandés Francis Rynd usó la primer jeringa para inyectar un sedante en un paciente con neuralgia, revolucionando con ello la medicina.

En los comienzos del siglo pasado se hicieron los primeros intentos para depositar agentes terapéuticos en los tejidos. El sistema empleado, o sea el frotamiento de la droga de una incisión previamente hecha, no fue satisfactoria, y en 1836 el famoso doctor Lafargue, de París, inventó un trocar para depositar pasta de morfina en los tejidos.

Siguiendo este desarrollo, en el año de 1839, los doctores Taylor y Washignton, de Nueva York, presentaron por primera vez la forma de introducir una solución de morfina en los tejidos mediante la jeringa Anel, la cual fue predecesora al actual instrumento hipodérmico. Fue una jeringa de tamaño muy chico, hecha de plata sterling, con pistón de cuero, alargado y delgado, originalmente diseñado para uso en el conducto lacrimal. Había que hacer una incisión en la piel para introducir la punta de la jeringa en el conducto lacrimal.

El doctor Wood, de Edimburgo, en 1843, comenzó a usar de la misma manera la jeringa Ferguson. En el año de 1849, el doctor Hunter, de Londres, puso un punto cortante en la extremidad de esa jeringa para introducirlo debajo de la piel, sin necesidad de hacer incisión. Este fue básicamente el sistema que se maneja actualmente.

En 1853, el doctor Pravaz, de Francia, empleó por primera vez, una jeringa con aguja separada. Hoy en día, en toda Europa son conocidas las jeringas hipodérmicas bajo el nombre de este famoso doctor.

En el año de 1856, el doctor Baker, de Nueva York, en una visita a Edimburgo, conoció la jeringa Ferguson. Con este modelo, la compañía George Tiemann, de Nueva york, produjo la primera jeringa hipodérmica hecha en los Estados Unidos, y fue entonces cuando el uso de jeringas y agujas especialmente construidas, se hizo más común.

Los primeros libros sobre medicamentos hipodérmicos muestran jeringas hechas por George Tiemann de Nueva York, Autenriewth de Cincinnatti y Gemrig & Son y Letz & Sons de Filadelfia. Estas jeringas fueron hechas de diversos materiales, tales como vidrio, hule consistente, plata esterlina, celuloide y plata alemana. Los pistones fueron hechos generalmente de cuero. Con estos desarrollos en la fabricación llegamos al nacimiento de la jeringa hipodérmica como es conocida hoy.

Antes que se inventaran las primeras jeringas desechables, éstas estaban hechas de vidrio y tenían agujas separadas. Las agujas anteriores tenían que hervirse, y sumergirse en alcohol después de cada uso, además se tenían que afilar frecuentemente.

Actualmente las agujas son más delgadas y cortas y tienen puntas más afiladas y una cubierta especial que ayuda a que penetren más fácilmente en la piel.
Proveedores de jeringas y agujas hipodérmicas

Para buscar proveedores o empresas que venden jeringas y agujas hipodérmicas, solicitar una cotización o precio de jeringas y agujas hipodérmicas o más información, visite nuestro buscador de la industria.

A continuación le presentamos a Nipro Medical de México, proveedor de jeringas y agujas hipodérmicas:

Nipro Medical de México es una subsidiaria de Nipro Corporation que fabrica y comercializa productos médicos de alta tecnología para hemodiálisis, infusión, diagnostico y otros usos.

Dentro de su gama de productos, se encuentran las jeringas y agujas hipodérmicas:

El Cepillo de Dientes




El Cepillo de Dientes

Durante milenios las personas han usado una fantástica variedad de implementos para mantener sus dientes brillantes: Ramas deshilachadas, palillos y hasta plumas de ave. Todas ellas han sido descubiertas en las excavaciones de los primeros cuartos de aseo. Un chino desconocido fue el primero en montar cerdas sobre un trozo de madera. Dichas cerdas provenían de cerdos y estaban montadas en bambú o en un fragmento de hueso. Para el siglo XVII los cepillos de dientes ya se usaban ampliamente en Europa.

Según la Asociación Dental Estadounidense, el primer cepillo de dientes lo creó en 1498 un emperador chino que puso cerdas de puerco en un mango de hueso. Los mercaderes que visitaban China introdujeron el cepillo entre los europeos si bien, no fueron muy comunes en occidente hasta el siglo XVII. Sin embargo, en aquellos tiempos los europeos preferían cepillos de dientes más blandos confeccionados con pelos de caballo. También era común mondarse los dientes tras la comida con una pluma de ave o utilizar mondadientes de bronce o plata. Existió no obstante, un método más antiguo de cepillarse los dientes con un trozo de tela que se utilizaba en Europa desde tiempos de los romanos. En cualquier caso, los cepillos no se popularizaron en el mundo occidental hasta el siglo XIX.

Existen varias técnicas de cepillado

    * Técnica de Fones (rotación): Es la técnica más conocida. Las cerdas del cepillo se colocan contra la superficie de los dientes, los dientes superiores deben cepillarse rotando el cepillo hacia abajo y los dientes inferiores deben cepillarse rotando el cepillo hacia arriba, de manera que los costados de las cerdas cepillen tanto la encía como los dientes en un movimiento arqueado. Los premolares y molares se cepillan por medio de un movimiento de frotación sobre sus superficies.

    * Técnica de Bass: En esta técnica el cepillo se coloca en ángulo de 45 grados contra la unión del diente con la encía, luego se realiza un movimiento horizontal para remover la placa bacteriana. Para las caras internas de los incisivos superiores e inferiores, se cepilla verticalmente con el cepillo. La superficie de masticación de los molares y premolares se cepillan por medio de movimientos de frotamiento hacia adelante y atrás.

    * Método combinado: Combina ambas técnicas anteriormente descritas. Se realiza la técnica de Bass y luego barrer las encías y los dientes empleando la técnica rotacional.

    * Técnica de Stillman:Las cerdas del cepillo se inclinan en un ángulo de 45 grados dirigidas hacia el ápice del diente; al hacerlo debe cuidarse que una parte de ellas descanse en la encía y otra en el diente. De ese modo, se hace una presión ligera y se realizan movimientos vibratorios.

    * Técnica de Charters:El cepillado con esta técnica es de utilidad para limpiar las áreas interproximales. Las cerdas del cepillo se colocan en el borde gingival formando un ángulo de 45 grados y apuntando hacia la superficie oclusal. De se modo se realizan movimientos vibratorios en los espacios Interproximales. Al cepillar las superficies oclusales se presionan las cerdas en surcos y fisuras y se activa el cepillo con movimientos de rotación sin cambiar la posición de la punta de las cerdas. El cepillo se coloco de manera vertical durante el aseo de la cara lingual de los dientes anteriores. Esta técnica se utiliza también alrededor de aparatos ortodonticos y cuando esta desapareciendo el tejido interproximal, pero no se recomienda cuando están presentes las papilas.

Recomendaciones: No olvidar cepillar la lengua y el paladar. Un buen cepillado debiera durar al menos 3 minutos.
En la actualidad, algunas compañías están lanzando al mercado cepillos dentales con limpiadores de lengua con el fin de facilitar esta tarea.

El Paraguas




El Paraguas


El nombre en inglés (umbrella) deriva del latín umbra, que significa sombra. El paraguas comenzó su vida en Mesopotamia como una sombrilla para el intenso sol de aquellas latitudes. Después se inventaron aquellos con un material hecho a prueba de agua en China, hace cosa de 1700 años y se convirtieron en un accesorio de moda en Francia allá por el siglo
XVII. Sin embargo, los hombres no los usaban (se trataba de un artículo femenino). Joseph Hanway fue quien se encargó de hacer del paraguas un accesorio socialmente “aceptable” para los caballeros. Fue el manufacturero Samuel Fox quien en 1852 inventó el paraguas con rayos de metal, cuyo diseño ha variado poco hasta la época actual.

Un paraguas es un utensilio para guarecerse de la lluvia. Está formado por una superficie cóncava desplegable de plástico u otro material semejante, sujeta a una estructura de varillas dispuestas alrededor de un eje central terminado en un mango adecuado para llevarlo con una mano. Las varillas permiten que cuando no llueve o en un lugar protegido sea posible cerrarlo para andar con comodidad. Un paraguas clásico cerrado puede servir de bastón, aunque no por su corto tamaño la versión "de bolsillo", que tiene varillas que se pliegan por dos (ó más) sitios.

En algunas regiones puede conocerse como sombrilla o parasol por la posibilidad de uso alternativo, aunque estrictamente este término se refiere a un utensilio similar, pero por el uso para "parar el sol" estos están construidos con sus propias peculiaridades.

En los paises hispanos la creencia es no abrir un paraguas dentro de una casa o un edificio en si. Traen mala suerte

El uso de este instrumento, antiquísimo en China y la India, no fue introducido en Europa hasta el siglo XVII. En un principio sólo les era permitido llevarlo a las mujeres, pasando después a ser atributo de la burguesía.[1]

En la antigua China (y Egipto, y las culturas griegas y romanas, asirias, y en África) usaban el quitasol, la sombrilla, pero no el paraguas. Aunque en inglés se use la misma palabra, son dos utensilios distintos, con dos usos distintos; es decir: son conceptos distintos. El paraguas ha de ser ineludiblemente impermeable y sin agujeros, y suficientemente amplio. Se creó el paraguas en la lluviosa Europa. La sombrilla (utensilio desaprovechado, usado para evitar que el sol moreneara a la nobleza asemejándola a los menospreciados campesinos), ahora cambiaba de uso, siendo el benévolo utensilio para el lógico y útil uso de protegerse contra la lluvia.

En 1730 se incorporaron los tejidos impermeables; fue un gran avance en la historia del paraguas. Pero en aquella fecha aún faltaban las características varillas plegables, que se crearían en el siglo siguiente, también en Europa.

Alrededor de 1800, los paraguas pesaban 10 libras (unos 4 kilos y medio), ya que su estructura era de madera y hueso de ballena. Pero un inglés, Samuel Fox de Sheffield, inventó en 1852 la estructura de acero, poniendo fin así al pesado paraguas de casi 5 kilos, que era tan difícil de manejar.

En Gignese (en el Lago Maggiore, en Italia) se puede visitar el Museo dell'Ombrello, el único museo del paraguas del mundo.

Antiguamente sólo existían paraguas negros, pero en la actualidad hay modelos muy coloridos y dirigidos a públicos variados, como personajes con ojos que sobresalen, para niños; muy amplios, para dos personas o de portero; sin necesidad de usar las manos, enganchados sobre los hombros o la cabeza; para perros. Meteorológicos, que predicen si hay que cogerlos antes de salir de casa  . Incluso luminosos: el modelo de Anaëlle Madec se ilumina con las gotas de lluvia, porque tiene unas resistencias variables con la humedad. También hay propuestas curiosas: el paraguas con altavoz; el aerodinámico; el paraguas inflable. Actualmente es muy común el paraguas publicitario, que se regala con la marca impresa de la empresa.

El Velcro




 El Velcro

Se denomina velcro a un sistema de apertura y cierre rápido. Cuenta en un lado con unos ganchos más o menos deformables que se agarran a una tira de fibras enmarañadas. La palabra proviene del francés velours (terciopelo) y crochet (gancho). Velcro es una marca registrada.

Se cuenta que en 1948, tras venir de un paseo por el campo con su perro, el ingeniero suizo George de Mestral descubrió lo complicado que resultaba desenganchar de sus pantalones y del pelo de su perro los frutos del cardo alpino (Xanthium spinosum) y otras plantas. Tras su estudio inventó el velcro.

A partir de la segunda mitad del siglo XX el uso del velcro se ha popularizado tanto que ha desplazado en multitud de prendas y complementos a los cordones,a las cremalleras y a los botones.

El inventor suizo George de Mestral se obsesionó tanto por quitar semillas de cardo alpino de sus prendas y del pelo de su perro que se puso a estudiar una de estas semillas bajo el microscopio y así descubrió el secreto de su adhesividad. Inventó el velcro, uniendo las  palabras Velour (terciopelo) y Crochet (gancho). Ahora, el velcro se usa en miles de productos que van desde ropa hasta bolsas de todos tipos.

El Zipper o cremallera




El Zipper o cremallera

En 1913 se inventa el la cremallera o zipper, ingenioso  artilugio que permite el fácil  cierre y apertura de de diferentes tipos de bolsas, botas y universalmente usado en nuestros pantalones, también es responsable de dolorosos accidentes que ocurren principalmente en la niñez al trabar sus precisos dientes en la delicada piel. La mayor fábrica de zipper proviene  de una fábrica en la ciudad de Qiaotu, en la provincia  china de Zhejiang. Las fábricas de zippers en Qiaotu producen cerca del 80% de los zippers en el mundo, unos 124 millones al año, suficientes para darle cinco veces la vuelta al mundo o de llegar a medio camino entre la Tierra y la Luna. El crédito de este invento pertenece a Gideon Sundback. En 1913, el ingeniero sueco hizo el primer zipper moderno para atar botas altas.

La Goma de Borrar




La Goma de Borrar

Extraño, tal vez, pero llevó 200 años tras la invención del lápiz de minas para que alguien ideara la goma de borrar. Hasta entonces, los dibujantes tenían que usar pan. El ingeniero inglés Edward Naine vio el potencial que tenía la goma para hacer un mejor trabajo. Lo hizo pero, como el pan, era poco durable. El advenimiento de una goma vulcanizada más durable en 1839 (un método implantado por el inventor de las llantas, Charles Goodyear) selló el futuro de la goma de borrar. Hymen Lipman concibió el lápiz “todo en uno” en 1858.

Una goma de borrar, también llamado borrador, es un instrumento de mano cuya finalidad es eliminar trazos erróneos generalmente de lápiz, aunque también puede ser de tinta o marcador. Es fundamental en la corrección de errores en la escritura generalmente a lápiz, aunque existen también gomas que borran tinta normalmente de color azul o amarillo.

El borrador tiene una consistencia parecida a la goma, de ahí su nombre. Algunas contienen materiales plásticos como el titinilio, plástico extraído del tratamiento del titanio y vinilo. Ciertos lápices poseen goma de borrar en un extremo.

Su materia prima es extraída de un árbol de la selva virgen en Brasil, llamado "Árbol de caucho" o "Seringueira".

Normalmente los colores de las gomas determinan su uso:

    * Blanca: para borrar lápiz.
    * Azul: para borrar tinta.
    * Color carne a rojiza: como la que viene en los extremos de los lápices para borrar trazos incorrectos de los mismos.
    * Café clara de migajón: borra trazos de lápiz.
    * Negra: es un tipo de goma de borrar empleada para gastar bromas ya que no borra.
    * Goma de borrar de nata.
    * Goma de borrar de pan: se elabora con miga de pan. También se le conoce como goma de migajón. Se recomienda su empleo cuando se trata de borrar superficies grandes de texto o dibujo.
    * Goma de cartucho recargable: se asemeja a un marcador grueso, llamado portagomas y funciona con repuestos de goma. Se les saca goma conforme se va desgastando. Se recomiendan cuando se trata de borrar con precisión un tramo pequeño de superficie.
    * Goma de tinta de dibujo técnico: viene en color amarillo y se emplea en borrar trazos de estilógrafo diversos.
    * Goma tipo portaminas: se coloca la mina de goma dentro de un cilindro para borrar con más presión; se va sacando más punta conforme se requiera.

El Bolígrafo




El Bolígrafo


Si el periodista húngaro Laszlo José Biró no hubiera vendido la patente del primer bolígrafo, su fortuna (murió en 1985) hubiera sido de billones. Tal como sucedió, Biró vendió la patente al Barón Bich en 1950. La hazaña de Biró fue el diseño de una punta redondeada capaz de liberar en el papel la tinta que ya desde entonces se usaba en las imprentas. Hoy en día, se venden aproximadamente 14 millones de bolígrafos cada día, lo que hace de la pluma el gadget más exitoso de todos los tiempos.

Un bolígrafo, lapicera, birome, plumero o esferógrafo es un instrumento de escritura. Se trata del más popular y utilizado del mundo, y se caracteriza por su punta de carga, que contiene una bola generalmente de acero o tungsteno, que, en contacto con el papel, va dosificando la tinta a medida que se la hace rodar, del mismo modo que un desodorante de bola. Puede ser de punto fino o mediano.

Básicamente es un tubo de plástico o metal que contiene la tinta, teniendo en un extremo la punta de escritura, que engarza una pequeña esfera o bola, de la que toma el nombre, y que sirve para regular la salida de tinta al papel de forma fluida y constante. Este tubo o "carga" (de tinta) se encuentra en el interior de un armazón que permite asirlo con comodidad. Dicho armazón puede ser de dos partes (base y tapón) o de una sola, con diversos mecanismos que sacan o retraen la punta de la carga para protegerla de golpes y evitar que manche cuando se lleva en el bolsillo. La masiva producción ha hecho que su costo sea muy bajo y lo ha convertido en el instrumento universal de escritura manual.

La historia cuenta que Laszlo estaba molesto por los trastornos que le ocasionaba su pluma fuente cuando ésta se le atascaba en medio de un reportaje y que obtuvo la idea de su invento observando a unos niños mientras jugaban con bolitas en la calle. En algún momento, una de ellas atravesó un charco y al salir siguió trazando una línea de agua sobre la superficie seca de la calle. La dificultad de trasladar ese mecanismo a un instrumento de escritura residía entonces en la imposibilidad para desarrollar esferas de un tamaño suficientemente pequeño. Con esta idea Biro patentó en Hungría, en 1938, bajo licencia británica, un prototipo. Pero nunca se llegó a comercializar.

En 1940 Laszlo, junto a su hermano mayor, y a su socio y amigo Meyne, quien le ayudara a escapar de la persecución nazi, emigraron a la Argentina, donde adquirirían la nacionalidad de ese país. La principal razón por la que habían elegido ese destino fue que en 1938, Agustín Pedro Justo, quien era Presidente de la Nación, lo había invitado a radicarse en la Argentina cuando de casualidad lo conoció en momentos en que Biro estaba en Yugoslavia haciendo notas para un periódico húngaro. Agustín Justo lo vio escribiendo con un prototipo del bolígrafo y maravillado por esa forma de escribir se puso a charlar con él. Biro le habló de la dificultad para conseguir una visa y Justo, que no le había dicho quien era, le dio una tarjeta con su nombre y su ocupación: Presidente de la Nación.

El 10 de junio formaron la compañía Biro-Meyne-Biro. En un garaje con 40 operarios y con un bajo presupuesto perfeccionaron su invento y lo lanzaron al mercado bajo el nombre comercial de Birome (Acrónimo formado por la unión de Biro y Meyne). Al principio los modelos eran sumamente costosos, compitiendo en precio casi con la Parker 51, la estilográfica más costosa en ese momento. Existían varios modelos: dorado, con camisa de oro sellado, de plata, platil, etc. Pero la variante "estudiantil" fue la que obtuvo numerosos premios en el mundo y por ser más económica se puso al alcance del público. Inicialmente, existía el problema que la recarga de tinta debía ser hecha por especialistas, lo que era incómodo y antieconómico. Casi inmediatamente lanzaron el "tanque deslizante", que permitía extraer el tanque vacío desde la puntera y reponerlo con uno nuevo.

Cuando comenzaron a promocionarse se les llamaba esferográfica, nombre patentado, y se hacía hincapié en que siempre estaba cargada, secaba en el acto, permitía hacer copias con papel carbónico, era única para la aviación y su tinta era indeleble. Al respecto, en su última entrevista antes de fallecer, Biro afirmó: "Mi «juguete» dejó 36 millones de dólares en el tesoro argentino, dinero que el país ganó vendiendo productos no de la tierra sino del cerebro".

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