El invento del Tiro al plato




Tiro al plato, deporte de competición al aire libre en el que los participantes disparan con armas de fuego contra blancos móviles lanzados por una especie de catapulta mecánica. Se diferencia del tiro al blanco en que en éste se usa una carabina diferente y el blanco es fijo. Ambos deportes surgieron para proporcionar a los cazadores un entrenamiento que les permitiera disparar a blancos durante todo el año, incluidos los periodos de veda. Las dos pruebas principales del tiro al plato son el foso olímpico y el skeet olímpico.
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BLANCOS Y PUESTOS
Los blancos, conocidos como platos, son unos pequeños discos con un diámetro de unos 11 cm y un peso aproximado de 100 g. Los platos se lanzan al aire por medio de unos mecanismos de muelles llamados catapultas, que les imprimen un movimiento de giro, haciéndoles planear en el aire de una forma estable. Los contendientes disparan a los blancos desde una serie de posiciones diferentes llamadas puestos. El tiro al plato y el tiro de pichón difieren en algunos aspectos importantes como el número de catapultas, los puestos y el tipo de armas.
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ORIGEN DEL TIRO AL PLATO
El tiro al plato se desarrolló en Inglaterra a finales del siglo XVIII. Los primeros blancos fueron palomas vivas que se soltaban desde debajo de sombreros viejos y más adelante desde cajas especiales. El deporte comenzó a practicarse en Estados Unidos a comienzos del siglo XIX y se popularizó a mediados de siglo, especialmente en Cincinnati, Ohio y los alrededores de Nueva York. En décadas posteriores, la escasez de palomas vivas impulsó a los aficionados estadounidenses del tiro de pichón a crear blancos artificiales muy ingeniosos. Entre los primeros blancos que se utilizaron como sustitutos estaban unas bolas de vidrio rellenas de plumas y palomas sólidas de hierro montadas sobre varillas metálicas muy largas. Los blancos con forma de plato se introdujeron alrededor de 1880. La posterior introducción de puestos con características concretas facilitó la competición.
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COMPETICIÓN
Existen tres tipos de competiciones de tiro al plato: simples, handicap y dobles. En las tres, los blancos se lanzan desde catapultas individuales y se usa munición del calibre 12. En simples, los contendientes disparan desde una serie de cinco puestos situados a una distancia de 14,63 m, por detrás de la máquina de lanzar los platos; cuando el contendiente hace una señal, el plato se lanza al aire en dirección opuesta a la línea de tiro en varias direcciones y con distintos ángulos de salida, simulando así el vuelo imprevisible de los pájaros. Los platos alcanzan una altura mínima de 3 m, y, si no son alcanzados por el disparo, caen al suelo a una distancia aproximada de 45 m de la catapulta. Los campeones aciertan a menudo 99 de 100 platos.
En la modalidad handicap, los participantes que tienen mejores marcas personales disparan desde puestos situados entre 15,54 y 24,68 m detrás de la máquina. La distancia añadida (o handicap) permite a los tiradores menos expertos competir con los mejores en términos de igualdad. En dobles, la catapulta lanza dos platos al aire simultáneamente en direcciones diferentes; los buenos tiradores son capaces de impactar a los dos platos cuando van a medio vuelo.
El tiro al plato es una prueba olímpica desde 1900 y hombres y mujeres compiten en iguales condiciones. Hay que disparar a 200 platos y los mejores tiradores consiguen alcanzar más de 190.
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ORIGEN DEL SKEET
Un grupo de cazadores entusiastas de Massachusetts inventó una forma primitiva de skeet en 1915. Para aumentar la variedad de ángulos posibles en el tiro al plato, este grupo empezó disparando a los platos desde series de doce puestos, situados en un círculo de 22,86 m de diámetro; el nuevo deporte se conoció al principio como 'tiro alrededor del reloj'. Hacia 1920, el círculo se convirtió en un semicírculo y se añadió una segunda catapulta para proporcionar ángulos de tiro adicionales. El deporte evolucionó rápidamente y en 1926 una revista ofreció un premio por un nombre adecuado; el nombre ganador fue skeet, una vieja palabra escandinava que significa 'disparo'.
El skeet ofrece una gran variedad de ángulos de disparo; dos catapultas situadas a 36,58 m una de la otra, lanzan los platos simultánea o alternativamente, a lo largo de dos pasillos de vuelo que se cruzan. Las máquinas están dentro de estructuras de ladrillo o cemento conectadas por un pasillo semicircular. Hay un puesto de tiro al lado de cada estructura; otros cinco se encuentran a intervalos regulares a lo largo del pasillo y un octavo se encuentra en el centro del semicírculo. Durante una ronda, que consiste en 25 disparos, un contendiente dispara desde cada puesto a dos platos lanzados consecutivamente por distintas máquinas, desde cuatro puestos a dos platos lanzados simultáneamente por las catapultas, y a un único plato desde un puesto determinado de acuerdo con ciertas reglas.
La mayoría de las competiciones de skeet se deciden sobre la base de disparos acertados sobre 100 o más platos; los campeones suelen acertar la totalidad de los intentos. Los campeonatos de esta modalidad se dividen en clases de acuerdo con los promedios de los tiradores. Una prueba típica de skeet se realiza con calibres del 12, 20 o 28 y doble cañón de 410 de ánima. Los campeonatos del mundo se celebran anualmente. El skeet es una disciplina olímpica desde 1968, y hombres y mujeres compiten en términos de igualdad.

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