El invento del Cine estadounidense





Cine estadounidense, evolución histórica del cine en Estados Unidos.
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LOS COMIENZOS DEL CINE ESTADOUNIDENSE
La primera proyección pública de una película en Estados Unidos tuvo lugar en 1896 en Nueva York. El proyector había sido desarrollado por el inventor Thomas Alva Edison, cuya empresa era también la productora de los cortometrajes. La paternidad del cine de ficción estadounidense suele atribuirse a Edwin S. Porter, quien en 1903 utilizó una innovadora técnica de montaje en la película de 8 minutos Asalto y robo de un tren por la cual diferentes fragmentos procedentes de distintas tomas de un mismo filme se unen para formar un todo narrativo. Esta obra convirtió el cine en una forma artística muy popular, y dio lugar a que en todo el país aparecieran pequeñas salas de proyección, los llamados nickelodeones.
David Wark Griffith, discípulo de Porter, desarrolló los principios de éste utilizando tomas panorámicas y primeros planos, así como montajes paralelos, como medios de expresión para mantener la tensión dramática, con lo que se convirtió en el pionero más importante del cine mudo en Estados Unidos. Con sus obras El nacimiento de una nación (1915) e Intolerancia (1916) inició la tradición de cine histórico en su país.
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EL NACIMIENTO DE HOLLYWOOD

Charlie Chaplin
El estilo único de Charlie Chaplin combinaba las técnicas de los mimos y de los payasos. Fue particularmente famoso por el personaje del vagabundo Charlot, una conmovedora figura cómica fácilmente identificable por su sombrero hongo, pantalones bombachos y bastón.

Ernst Lubitsch
Retrato del director alemán Ernst Lubitsch afincado en Estados Unidos desde 1923, país en el que realizaría películas tan famosas como Ninotchka (1939), El bazar de las sorpresas (1940) o Ser o no ser (1942), todas ellas obras maestras del género de la comedia.

Entre 1915 y 1920, la industria del cine se desplazó gradualmente desde la costa este hasta Hollywood, donde surgieron nuevos estudios. La producción cinematográfica se convirtió en un importante sector económico e impuso su dominio más allá de las fronteras del país. En esa época surgieron los grandes géneros: el western, el cine policiaco, de aventuras, de ciencia ficción y de terror, que vivieron una época de esplendor con directores como Cecil B. De Mille, John Ford, Frank Capra, William Wyler o King Vidor, al igual que las obras más serias de Ernst Lubitsch y Erich von Stroheim –los dos directores mejor considerados del momento— o los documentales de Robert Flaherty. Una peculiaridad del cine norteamericano es el slapstick, un género de comedia disparatada basada en persecuciones y gags o situaciones cómicas. El responsable de la aparición de este género en 1912 fue Mack Senett, en cuya escuela se formó Charlie Chaplin, autor de La quimera del oro (1925). Otros importantes representantes del slapstick fueron Buster Keaton (El maquinista de la general, 1927), Harold Lloyd (El estudiante novato, 1925) y el dúo formado por Stan Laurel y Oliver Hardy (From soup to nuts, 1928).
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EL CINE SONORO
Escena de King Kong
King Kong (1933), de Ernest B. Schoedsack, es una de las piedras angulares del cine de ciencia ficción. La película significó la triunfal afirmación de los efectos especiales: gracias al gran trabajo de animación de los modelos en miniatura del gorila y a un hábil empleo de la técnica stop-motion (que consiste en rodar cuadro a cuadro), los destructivos gestos de King Kong adquirieron en la pantalla un efecto de verosimilitud extraordinario para la cinematografía de la época.

Con la introducción del cine sonoro a finales de la década de 1920 surgieron nuevos géneros cinematográficos: las pantallas pasaron a estar dominadas por los musicales (con numerosas películas de bailes, sobre todo de Busby Berkeley) y filmes de gánsteres, que trataban dos temas de actualidad: la Gran Depresión y la Ley Seca (por ejemplo, Hampa dorada, de Mervyn LeRoy, en 1930, o Scarface, el terror del hampa, de Howard Hawks, en 1932). El género clásico de los principios del sonoro pasó a ser un tipo de comedia conocida como screwball, caracterizada por un ritmo de acción rápido y un humor irreverente (Capra, Hawks). Lubitsch fue el maestro de este género, que posteriormente sería parodiado sobre todo por los hermanos Marx.
Surgieron numerosas películas de crítica social, entre cuyos temas figuraba la guerra (Sin novedad en el frente, de Lewis Milestone, en 1930). Sin embargo, también se desarrollaron otros géneros más ligeros. Así, el cine de terror alcanzó su apogeo a principios de la década de 1930 (El doctor Frankenstein, de James Whale, en 1931; Drácula, de Tod Browning, en 1931; King Kong, de Ernest B. Schoedsack, en 1933), y las películas del Oeste volvieron a florecer. El periodo estuvo caracterizado por el culto a las estrellas centrado en torno a actores como Marlene Dietrich, Mae West, Jean Harlow, Katherine Hepburn, Bette Davis, Humphrey Bogart o Clark Gable. A finales de los años treinta, Shirley Temple alcanzó la cumbre de su popularidad como estrella infantil. A finales de la década se impuso el color en el cine, cuyas posibilidades aprovechó sobre todo Walt Disney en sus películas de animación centradas en torno a las figuras de Mickey Mouse y el pato Donald.
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LAS DÉCADAS DE 1940 Y 1950
Ciudadano Kane
Muchos críticos consideran que Ciudadano Kane, de Orson Welles, es una de las grandes obras maestras del cine estadounidense. Welles dirigió, coescribió y protagonizó esta historia que narra el ascenso y la caída del magnate americano Charles Foster Kane. La película comienza con las últimas palabras de Kane antes de fallecer: "Rosebud", cuyo significado sólo será desvelado al final del filme.

En 1941, el estreno de Ciudadano Kane, de Orson Welles, supuso un punto de inflexión para el cine estadounidense. Welles renunció a la narración cronológica y creó una obra de arte que revolucionó el lenguaje cinematográfico por su empleo novedoso de la profundidad de campo, la perspectiva de la cámara y los efectos sonoros. La década de 1940 estuvo dominada por el cine negro, cuya visión del mundo sombría y pesimista se reflejó sobre todo en numerosas películas policiacas, por ejemplo El halcón maltés (1941), de John Huston, inspirado en una novela de Dashiell Hammett; Perdición (1944), de Billy Wilder; y El sueño eterno (1946), de Howard Hawks, basado en un texto de Raymond Chandler.

John Ford
El director de cine estadounidense de origen irlandés John Ford, autor de películas tan memorables como La diligencia (1939), El hombre tranquilo (1952), Mogambo (1953) o Centauros del desierto (1956).

En la década de 1950, la difusión de la televisión empezó a amenazar seriamente al séptimo arte. La industria cinematográfica intentó recuperar espectadores mediante la oferta de novedades técnicas (con pantallas más grandes como el CinemaScope o películas de efecto tridimensional) y de costosas superproducciones como Ben-Hur (1959), de William Wyler. El melodrama alcanzó su apogeo con las películas de Douglas Sirk (por ejemplo, Escrito sobre el viento, 1956) y Vincente Minnelli (por ejemplo, Como un torrente, 1959). La popularidad del musical también se mantuvo, con obras como Un americano en París (1951) o Gigi (1958), ambas dirigidas por Minnelli. El western entró en su periodo clásico. Surgieron cumbres del género como Solo ante el peligro (1952), de Fred Zinnemann; Centauros del desierto (1956), de John Ford; Colorado Jim (1953), de Anthony Mann; Decision at Sundown (1957), de Budd Boetticher; Forty Guns (1957), de Samuel Fuller; o Río Bravo (1959), de Howard Hawks. Algunas de las estrellas de esa época fueron Elizabeth Taylor, Grace Kelly, James Dean, Marlon Brando o Paul Newman. Marilyn Monroe, generalmente infravalorada como actriz, saltó a la fama con Los caballeros las prefieren rubias (1953), de Hawks, y se convirtió en un símbolo sexual. El genio del suspense Alfred Hitchcock rodó en Hollywood una serie de obras maestras a partir de 1939, entre ellas La ventana indiscreta (1954) o De entre los muertos (1958).
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LAS DÉCADAS DE 1960 Y 1970

Rock Hudson y Doris Day
Rock Hudson y Doris Day formaron una de las parejas cinematográficas más populares de Hollywood. Juntos protagonizaron películas como Confidencias a media noche (1959), de Michael Gordon, y Pijama para dos (1961), de Delbert Mann.

La crisis económica de Hollywood provocada por la televisión alcanzó su punto culminante en 1962, lo que supuso que sólo los directores más prestigiosos (como Hawks, Huston, Ford o Hitchcock) pudieran permitirse producciones costosas. Muchos profesionales se vieron obligados a dirigir películas baratas de serie B (Roger Corman, Samuel Fuller, Don Siegel). Sólo después de algunos años pudo establecerse una nueva generación de directores, entre ellos Stanley Kubrick, con sus películas de ciencia ficción 2001: una odisea del espacio (1968) y La naranja mecánica (1971), o los creadores de una nueva escuela de comedia: Jerry Lewis (¿Dónde está el frente?, 1970), Woody Allen (Annie Hall, 1977) y Mel Brooks (El jovencito Frankenstein, 1974). A finales de la década de 1960 surgió un movimiento en favor de una mayor libertad de creación y una menor dependencia del éxito comercial. En él participaron directores como Dennis Hopper (Buscando mi destino, 1969), Arthur Penn (Bonnie y Clyde, 1967), Robert Altman (Nashville, 1975), Peter Bogdanovich (La última película, 1971), Francis Ford Coppola (El padrino y sus secuelas, 1972, 1974 y 1990, y Apocalypse Now, 1979) o Martin Scorsese (Taxi Driver, 1976).
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EL CINE ESTADOUNIDENSE ACTUAL
Kim Basinger
La actriz estadounidense Kim Basinger se dio a conocer con la película de Adrian Lyne Nueve semanas y media (1986), que la convirtió en el sex symbol de la época. Su carrera culminaría en 1997 con su trabajo en L.A. Confidential, interpretación por la que fue premiada con el Oscar a la mejor actriz secundaria.

Desde mediados de la década de 1970, el cine estadounidense ha superado su grave crisis. Dado que las grandes productoras vuelven a funcionar exclusivamente sobre la base de los beneficios de taquilla, se observa una tendencia a la producción de continuaciones de películas de éxito, como la saga de La guerra de las galaxias, de George Lucas, (1977, 1980, 1983, 1999), la serie Rocky con Sylvester Stallone (1976, 1978, 1981, 1985, 1990) o las películas de Loca academia de policía (a partir de 1983). En los últimos años, algunos prestigiosos directores han resucitado o desarrollado géneros tradicionales, entre ellos Steven Spielberg con Tiburón (1975), la serie de Indiana Jones (1981, 1984, 1989), E.T. el extraterrestre (1982), Parque Jurásico (1993, con una continuación en 1996) y La lista de Schindler (1993); Milos Forman con Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) y Amadeus (1984); Alan J. Pakula con Klute (1971) y Todos los hombres del presidente (1976); Brian de Palma con Vestida para matar (1980) y Los intocables de Eliot Ness (1987); Sidney Pollack con Tootsie (1982) y Memorias de África (1985); Alan Parker con El expreso de media noche (1978) y Arde Mississippi (1988); Oliver Stone con Nacido el cuatro de julio (1989) y JFK (1991); Jim Jarmusch con Extraños en el paraíso (1984), Bajo el peso de la ley (1986) y Noche en la Tierra (1993); así como David Lynch con Terciopelo azul (1986), Corazón salvaje (1990) y la serie televisiva “Twin Peaks” (1990). En los años noventa surgió Quentin Tarantino, un director que convenció al público y a la crítica con películas como Reservoir Dogs (1992) y Pulp Fiction (1994). Con su humor negro y su forma de mostrar la violencia tuvo una gran influencia sobre otros directores.

Harvey Keitel
Considerado uno de los actores estadounidenses más versátiles y prolíficos, Harvey Keitel comenzó su carrera cinematográfica en 1968 con la película Who's That Knocking at My Door? del director Martin Scorsese. Keitel es famoso por sus intensas interpretaciones de personajes marginales.

La película de James Cameron Titanic, que fue premiada con once premios Oscar en 1998, produjo unos ingresos de 308,2 millones de dólares en EEUU hasta finales de febrero de 1998. También en Alemania, Brasil, España, Gran Bretaña, Japón y otros países alcanzó un gran éxito comercial. Es probable que haya generado un mínimo de 400 millones de dólares en EEUU y otros 500 millones o más fuera del país hasta la fecha antes citada. Con ello superaría el récord de Parque Jurásico, de Steven Spielberg (1993), que generó 914 millones de dólares.

Sylvester Stallone
El actor de origen italiano Sylvester Stallone saltó a la fama a raíz de su actuación en la película Rocky (1976), de John G. Avildsen, en la que interpretaba a un boxeador. A partir de entonces, se ha convertido en una de las mayores estrellas del cine de acción estadounidense.

Entre las películas de mayor éxito de los años 1998 y 1999 figuran, entre otras, Grandes esperanzas (Great expectations), de Alfonso Cuarón, con Gwyneth Paltrow y Robert de Niro; El indomable Will Hunting, de Gus van Sant, con Matt Damon y Robin Williams; la comedia Mejor… imposible, de James L. Brooks, con Jack Nicholson; La cortina de humo, de Barry Levinson, con Dustin Hoffman y Robert de Niro; y la cuarta entrega de La guerra de las galaxias, Episodio I. La amenaza fantasma, de George Lucas.

Jim Jarmusch
Jim Jarmusch es una de las figuras más interesantes del cine independiente estadounidense. Algunas de sus películas, como Bajo el peso de la ley (1986) o Noche en la Tierra (1993), han alcanzado el reconocimiento de la crítica en todo el mundo.

El elevado nivel técnico y la eficacia de su red comercial y de distribución harán que previsiblemente el cine estadounidense siga manteniendo en un futuro su posición dominante en el mercado mundial.

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