Arte de pesca





El invento del
Arte de pesca

Artes de pesca
En la ilustración se muestran tres artes de pesca: una red de arrastre, una red de cerco y un palangre.

Arte de pesca, cualquier utensilio que sirva para la captura de peces, entre otros, redes, cables, ganchos, líneas o poleas. Las diferentes artes de pesca requieren distintas técnicas de trabajo y se pueden clasificar en fijas y móviles.
Las artes fijas son aquellas que una vez caladas operan ancladas al fondo o a las orillas, manteniéndose en la misma posición hasta que se recogen. A esta clase pertenecen las almadrabas, los corrales, las betas, los emballos, la volanta, el palangre de fondo, el trasmallo, etc. Las artes fijas pueden, a su vez, diferenciarse en artes de trampa y artes de enmalle. Las artes de trampa (como las almadrabas y los corrales) consisten en una serie de redes dispuestas en forma de laberinto que dirigen al pez hasta una cámara final en la que es imposible el retroceso, quedando entonces atrapado. Las artes de enmalle pueden actuar propiamente por enmallado o por embolsamiento, como la volanta o el trasmallo que se utilizan en la captura pasiva, para lo que han de mimetizarse con el entorno, por lo que se les dota de una coloración que se confunda fácilmente con el mismo. El enmalle se produce por el choque del pez con la red, que introduce la cabeza pero no consigue atravesar el tronco quedando encajado en la red. Si el pez intenta, entonces, retroceder para liberarse del enganche, el hilo de la malla suele engancharse en los opérculos al introducirse bajo ellos. El atrapamiento por embolsamiento se produce cuando el pez, al atravesar la malla externa, más amplia, se topa con la red interior, pudiendo enredarse en ésta o quedar embolsado entre ambos paños. El trasmallo puede constar de dos o de tres paños superpuestos: tendrá dos cuando se pretenda capturar a los peces que se sabe van a topar con el trasmallo por un lado concreto (se intercepta el paso del banco de peces), y tendrá tres cuando se opere de un modo más aleatorio.
Se llama artes móviles a las que pueden ser arrastradas por la embarcación o ser dejadas a la deriva, aunque esto no excluye que puedan ser aseguradas también a la embarcación para evitar un excesivo alejamiento o su pérdida. Las artes móviles dirigidas aúnan a las artes de arrastre las de saco o copo, las de cerco, el curricán, etc. Las artes móviles de deriva comprenden a la denominada propiamente red de deriva (que puede también ser de tipo trasmallo), al palangre de deriva, al sardinal, y a la bonitera o corredera.
Las artes de arrastre son remolcadas por una o dos embarcaciones con cuyo movimiento pretenden atravesar el banco de peces, realizándose la captura al apresar a éstos en el copo. Estas artes se diferencian en artes de arrastre de fondo o bentónicas, de gran abertura vertical, y de profundidad regulable, según la zona en que operen, y en artes de cerco, que se emplean para rodear a los cardúmenes de peces pelágicos (que nadan cerca de la superficie) de modo que se les impide escapar de una zona cada vez más reducida, a medida que el cerco se estrecha de modo progresivo una vez que se ha cerrado. Así, los peces son capturados después en un espacio reducido donde han sido obligados a concentrarse.
Las de deriva son artes pasivas que se caracterizan porque no están en contacto con el fondo a través de ninguno de sus componentes, quedando a merced de corrientes, mareas y vientos. Las artes de deriva deben ser caladas a la profundidad adecuada a la especie que se pretenda capturar, ya sea en superficie o entre dos aguas. Como en las artes fijas pasivas (de enmalle o de embolsamiento), se cuida que la coloración de las redes enmascare su presencia.
Las artes de playa constituyen una familia de artes peculiares que se calan desde embarcación y se maniobran desde tierra.
Pueden clasificarse también, entre otras, como artes pelágicas, de fondo o bentónicas, según la forma o la zona en que operan.
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EL ARTE DE LAS ISLAS MENORES DE MELANESIA
El arte de las islas del Almirantazgo, especialmente en la isla de Manus, está casi enteramente reservado a objetos de uso práctico, que a veces son usados para intercambiar con otras poblaciones: camas, gongs, platos o armas presentan decoraciones pictóricas de figuras humanas o animales, frecuentemente cocodrilos. Se prefiere el color rojo, completando la decoración con pequeños motivos geométricos blancos y negros.
En Nueva Irlanda predomina el estilo malanggan, denominación que se refiere tanto a los ritos fúnebres como a las esculturas y las máscaras con relieves usados en las ceremonias del mismo nombre; en particular, las esculturas, antropomorfas o zoomorfas, son los ejemplos más característicos del arte de Oceanía. Típicos de la altiplanicie central son los uli, grandes figuras de hermafroditas que tienen una función conmemorativa y que no pueden ser mirados por las mujeres.
En el suroeste de Nueva Irlanda y en el sur de Nueva Bretaña son frecuentes las estatuas en piedra, las grandes esculturas en madera, los bastones para la danza y las máscaras cónicas de rasgos estilizados, pintadas en blanco y negro.
Los bajorrelieves del sur de las islas Salomón representan normalmente figuras humanas estilizadas, mientras que la producción artística en la parte central de estas islas está caracterizada por el predominio del color negro y el uso de conchas marinas. Las esculturas más características son las figuras de los espíritus protectores (nguzu nguzu), originariamente situadas en las proas de las canoas de guerra. En el sureste de las islas los motivos decorativos típicos son los peces y los pájaros, representados normalmente sobre los platos ceremoniales. Las construcciones sobre las que apoyan las canoas tienen paneles con relieves tallados donde se representan figuras de distintas divinidades.
Entre las poblaciones del archipiélago de Vanuatu, durante los ritos sagrados se usan máscaras y figuras conmemorativas, generalmente realizadas en madera o materiales poco duraderos. Las esculturas de las islas Banks se caracterizan por actitudes muy dramáticas, además de por un cierto desequilibrio en las proporciones corporales: cabezas enormes, con narices prominentes y ojos que ocupan casi todo el rostro.
En Nueva Caledonia los ejemplos artísticos se limitan a un número reducido de esculturas, adornadas con pelucas y vestidos de plumas. Estas esculturas constituyen la decoración arquitectónica de las casas cónicas ceremoniales, con decoraciones incisas de motivos antropomorfos y geométricos.
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EL ARTE DE MICRONESIA
Micronesia, al norte de Nueva Guinea, comprende numerosos archipiélagos formados por pequeñas islas. En las islas Carolinas, que constituyen el sector occidental, las casas son espaciosas y están decoradas con frontones pintados con figuras femeninas. Pequeños amuletos, ornamentos para la proa de las embarcaciones y vasijas decoradas con conchas destacan en estas islas, además de una notable producción de cerámica y tejidos.

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EL ARTE DE POLINESIA
El arte en Polinesia está considerado como el más homogéneo de toda Oceanía. Las figuras antropomorfas están simplificadas, decoradas con pequeños motivos geométricos. La forma arquitectónica más significativa es el marae, un recinto sagrado que se eleva sobre una plataforma de piedra. La producción artística está relacionada con el orden social, que en toda Polinesia es muy jerárquico y se encuentra perpetuado a través de las generaciones.
En los archipiélagos occidentales de Samoa, Fiji y Tonga las esculturas son escasas; excepción son en Tonga unas pequeñas figurillas de marfil. Entre los objetos de uso cotidiano, las armas y los reposacabezas son sumamente elegantes, en ocasiones realizados en marfil. En las ceremonias rituales de Fiji se usan copas con forma humana o animal, produciéndose además una gran cantidad de tapa, que se pinta o estampa con distintos motivos decorativos.
La Polinesia central, que comprende las islas Cook, las Australes, las de la Sociedad y las Gambier, es rica en esculturas que representan sobre todo a distintas divinidades. Las de aspecto más natural son la que provienen de Mangareva, en las islas Gambier, mientras que las que provienen de Aitutaki y Rarotonga en las islas Cook, las de las islas de la Sociedad y las de las Australes tienden a una mayor estilización. Las divinidades de Rarotonga son dioses bastones con grandes cabezas estilizadas y decorados con figuras abstractas.
En las islas Marquesas las esculturas están enteramente cubiertas por motivos geométricos, estilo derivado probablemente de la costumbre local de tatuar todo el cuerpo. Figuras parecidas se encuentran en la Polinesia central, con ornamentos de marfil para las orejas y diademas hechas con conchas o caparazones de tortuga.
Las esculturas monumentales más celebres son las de la isla de Pascua: estas cabezas colosales, llamadas moais, fueron esculpidas en roca volcánica que procedía del cráter que se encuentra en el centro de la isla. La madera era usada solo para pequeñas figuras, que representan personajes masculinos de extrema delgadez, en ocasiones con cabeza de lagarto o pájaro.
Por último, cabe destacar las grandes estatuas procedentes de los templos de las islas Hawai, esculturas en madera perfectamente conservadas y caracterizadas por su aspecto agresivo. Típico del arte local es también el uso abundante de plumas de numerosos colores, que forman diseños vivaces en vestidos y estatuas.

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