La Educación indígena en América Latina




El invento de la educación indígena en América Latina

Educación indígena en América Latina, educación impartida a las comunidades indígenas de América Latina.

En el virreinato de Nueva España fue notable la obra educativa de los franciscanos, la legislación española en apoyo de la misma y la campaña de fray Bartolomé de Las Casas en favor de los indios. Quizá quien mejor comprendió la orientación práctica de la enseñanza fue Vasco de Quiroga (1470?-1565), al organizar en Michoacán las “escuelas hospitales”, antecedente de la educación rural en México. Posteriormente, la demostrada capacidad de los niños indígenas para el aprendizaje originó la creación en 1536 del Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco y más tarde, en 1553, la inauguración de la Universidad.

En la época independiente se descuidó la educación de los indígenas por la carencia de comunicaciones y los exiguos recursos económicos de los diversos gobiernos. Lo mismo aconteció desde la Reforma hasta 1910. Al triunfar la Revolución Mexicana, se crearon escuelas rurales, independientes de las escuelas primarias, para promover la instrucción elemental entre los indígenas. José Vasconcelos, ministro de Educación Pública (1921-1924), organizó la educación popular, promovió el establecimiento de las escuelas agrícolas y fomentó la educación rural. Durante la presidencia de Lázaro Cárdenas, se impulsó la educación rural, con la creación del Departamento de Asuntos Indígenas.

Entre 1940 y 1969 se llevó a cabo en México una vigorosa campaña nacional contra el analfabetismo, se intensificó la construcción de escuelas rurales y la edificación de casas para el estudiante indígena, así como la edición de libros de texto bilingües y gratuitos. En la actualidad hay en México más de 5 millones de personas que hablan alguna de las 92 lenguas o variedades dialectales utilizadas por 56 grupos étnicos diferentes. Esta diversidad cultural ha llevado al gobierno a prestar servicios educativos a las poblaciones indígenas: producción y distribución de material didáctico, ejecución de programas específicos de capacitación y de educación comunitaria, y desarrollo de proyectos educativos compensatorios.

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CARACTERÍSTICAS ACTUALES
Actualmente la educacion indígena en Latinoamérica forma parte de la educación básica, particularmente de los programas y proyectos de la educación de adultos; está orientada a posibilitar que la población indígena se apropie de los códigos y símbolos de la cultura escrita, de manera que sus miembros puedan tener una mayor participación en su medio sociocultural y en la sociedad global. En los últimos años, los programas educativos han sido enfocados a que los pueblos indígenas puedan tener acceso a los códigos de la comunicación y de la cultura escrita. Estos enfoques o modelos paradigmáticos son: la castellanización, el transicional, el bilingüe bicultural y el bilingüe intercultural. En el marco de estos modelos han coexistido numerosas experiencias nacionales de alfabetización y de educación básica de adultos.

En los países latinoamericanos donde la población indígena representa a un importante sector de la sociedad, la educación oficial de los grupos étnicos minoritarios se lleva a cabo en la lengua materna de las comunidades indígenas. En Perú, el Estado fomenta la educación bilingüe e intercultural con el fin de mantener y respetar los valores culturales autóctonos. Además de la asignatura “Lenguaje en lengua materna”, se enseña el castellano como segunda lengua para promover el aprendizaje de nuevos elementos culturales. La “etno-matemática” implica el aprendizaje de la numeración, las formas y transformaciones geométricas o los sistemas de medidas propios de cada comunidad. La “yupana”, por ejemplo, es una tabla de cálculo empleada por los contables del Imperio inca, que se ha empezado a utilizar como material de apoyo para la enseñanza de esta asignatura.

En Colombia, país donde existen aproximadamente 600.000 indígenas, la educación se enmarca dentro de las propias comunidades étnico-lingüísticas que, a través de sus organizaciones indígenas y en coordinación con entes institucionales, han propuesto y promovido el reconocimiento de una educación oficial que se enmarque dentro de los límites de una cultura propia y una nacional, y que responda a los intereses, necesidades y aspiraciones de cada grupo étnico. El programa de etno-educación está orientado a prestar asesoría y apoyo financiero a las comunidades indígenas para que elaboren sus propios currículos de acuerdo a sus necesidades socioculturales y a promover la investigación en campos como la antropología, la lingüística y la pedagogía. En la actualidad existen en Colombia más de 1.800 centros de etno-educación repartidos en 26 departamentos de este país.
En Bolivia se lleva a cabo una política de educación bilingüe dirigida a todos los estudiantes del país, pero en especial a los miembros de los pueblos originarios, con el fin de lograr un mejor aprendizaje de la lengua materna y fortalecer su identidad. La educación bilingüe constituye la modalidad principal en enseñanza primaria y se recomienda para la educación secundaria. Se pretende que la alfabetización y la enseñanza primaria esté a cargo de profesores que pertenezcan a los pueblos originarios, que sean bilingües y, en lo posible, oriundos de las mismas comunidades con el fin de respetar y mantener los valores de la cultura autóctona. Destaca el programa del ILCA, cuyo objetivo es la promoción de la cultura y la lengua aymara, y del aprendizaje de su lectura y escritura en la propia Nación Aymara.
En Venezuela, país que cuenta con una población indígena de más de 300.000 personas, se implantó el régimen de educación intercultural bilingüe con el fin de prestar atención especial en materia educativa a la población indígena y preservar los valores socioculturales de sus comunidades. Todo ello ha permitido que la cobertura escolar de las zonas indígenas se haya extendido de forma progresiva. Se pretende que sean las mismas comunidades las que propongan a sus maestros, debido a las características tan heterogéneas que presentan las distintas etnias (un total de 29) desde el punto de vista lingüístico y cultural.
Muchos han sido y siguen siendo los logros alcanzados en lo que a educación indígena se refiere, pero aún así, quedan varios puntos débiles. Algunas de las críticas realizadas se refieren al material didáctico empleado en la alfabetización, y que la mayoría de las veces no corresponde a las expectativas, intereses y necesidades de los indígenas; por lo general, son los mismos que utilizan en las zonas urbanas, trátese de libros de texto, guías didácticas u otros materiales de apoyo al proceso de la lectoescritura de los adultos analfabetos. Otro punto débil suele ser el relacionado con el calendario escolar, ya que horarios, planes y programas, demuestran con frecuencia ser incompatibles con la realidad social del pueblo indígena, pues la concepción del tiempo, el espacio o las cantidades son distintos a los de la cultura occidental.



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