Corazón artificial





El invento del corazón artificial.


El remplazo del corazón por un corazón artificial, que remplace  en su totalidad al vital órgano, otorgando  una calidad de vida igual o superior a la de un corazón sano, es uno de los más grandes anhelos del ser humano, ya que alargaría la vida  y plantearía nuevos retos  a vencer en el arduo camino de dar mayores oportunidades a millones de personas  con padecimientos cardiacos.
Primer implante
El 4 de abril de 1969 los doctores Denton A. Cooley y Domingo Liotta, remplazaron el corazón  de un hombre  moribundo por un corazón mecánico, que fue ubicado dentro de su pecho;  la operación se realizó para permitir  un trasplante en el Texas Heart Institute en Houston; el hombre se despertó  sin problemas, pasadas 64 horas  el corazón artificial impulsado por bombas neumáticas fue extraído y remplazado por el corazón de un donante. Treinta dos horas después el hombre falleció  de una infección pulmonar, causada por las drogas inmunodepresoras; con el corazón artificial  probablemente el hombre no hubiera fallecido.
El prototipo original del corazón artificial de Liotta-Cooley utilizado en esta histórica operación  se encuentra en exhibición  en el Smithsonian Museum Treasures of American History en Washington, DC.
Barney Clark de 61 años de edad, dentista de profesión,  sobrevivió  112 días  después de la implantación, realizada en la Universidad de Utah el 2 de diciembre, de 1982
La patente del primer corazón artificial pertenecen la  Universidad de Utah, patente cedida por  Paul Winchell, donde fue utilizado como modelo para el desarrollo del Jarvik-7, modelo mejorado, diseñado por donde Robert Jarvik. Pero sus pacientes  fallecían después de algunas pruebas. Una de las innovaciones que incorporaba el Jarvik-7 era el material de recubrimiento interno, desarrollado por David Gernes. Este recubrimiento favorecía la adherencia de la sangre y el recubrimiento de sus paredes internas con tejido vivo, lo que permitía se estableciera un flujo más natural de la sangre.
Después de que unas 90 personas recibieran el dispositivo de Jarvik, se prohibió el implante de corazones artificiales en pacientes con fallas cardíacas para usos permanentes, porque la mayoría de los pacientes no lograban tener una sobrevida de más de seis meses. Sin embargo, se lo utiliza en forma temporaria en algunos candidatos de trasplantes cardíacos, que están esperando la aparición de un donante de corazón, pero necesitan urgentemente reemplazar su corazón ya que está sumamente enfermo.
Hiroaki Harasaki de la Cleveland Clinic desarrolló dos mejoras importantes sobre el corazón artificial y diseñó nuevos órganos artificiales. Las dos innovaciones patentadas resuelven importantes obstáculos de la problemática de los órganos artificiales implantables y sus materiales. La primera fue un material de recubrimiento superficial que no induce la coagulación lo cual reduce en forma significativa los riesgos de que el sistema inmunológico del paciente rechace el órgano. La segunda innovación, que requirió un esfuerzo colaborativo de numerosas disciplinas, consistió en una fuente de energía implantable con una generación de calor tan reducida que no daña los tejidos.

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