El invento de la letra S




s. f. Vigésima segunda letra del abecedario español, y decimonovena del orden latino internacional, que representa un sonido consonántico fricativo sordo. Entre muchas variedades de articulación tiene dos principales: la apical, que domina en la mayor parte de España, y la predorsal, más frecuente en las regiones meridionales de España y en Hispanoamérica.
S, vigésima letra del alfabeto español. Apareció en su forma moderna por primera vez en el alfabeto romano, como equivalente de la letra griega sigma, que procedía originariamente de un carácter hierático egipcio basado en un jeroglífico que representaba un jardín inundado.
El sonido s, técnicamente conocido como consonante sibilante, puede ser sordo y sonoro. En español la letra s representa el sonido de una consonante sorda con dos variedades básicas de pronunciación: una se produce al colocar el ápice de la lengua casi apoyado en el alvéolo, dejando paso al aire que sale rozando y sin vibrar las cuerdas vocales. Recibe el nombre de s apicoalveolar, por la posición de la lengua. Es la predominante en España y algunas zonas de América. La otra variedad, llamada predorsal, se pronuncia al colocar el dorso de la lengua ligeramente curvado, casi apoyado en la parte posterior de los incisivos, que deja paso al aire por ese conducto. Este sonido es el más frecuente entre los hispanohablantes dado que existe mayoritariamente en el español americano y en algunas zonas de España. La letra s puede recibir el valor fonético de z cuando hay ceceo por razones dialectales, como en Andalucía. Existe una s sonora en español cuando está en contacto con otra consonante sonora, como en desde. En otras lenguas la letra s recibe otros valores fonéticos, así en inglés y en portugués puede sonar como sh, en palabras como sure y portugués


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