El invento del Partido Revolucionario Institucional PRI




Partido Revolucionario Institucional 

Campaña presidencial del PRI
Miguel de la Madrid Hurtado fue nombrado candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1981 y resultó elegido presidente de la República en julio del año siguiente. En la imagen se puede apreciar a la multitud asistente al cierre de aquella campaña presidencial del PRI, celebrado en la plaza Mayor (o del Zócalo) de la ciudad de México.

Partido Revolucionario Institucional (PRI), partido político mexicano que, al frente de la presidencia de la República, gobernó México desde 1929 hasta 2000, si bien bajo esa denominación sólo a partir de 1946, cuando comenzó a ejercer el control del sistema político.
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EL PARTIDO NACIONAL REVOLUCIONARIO (PNR)
El partido surgió en un periodo de tensiones entre distintas facciones políticas, la Iglesia católica (que de forma implícita había apoyado el movimiento cristero iniciado en 1926), el Ejército, dominado por los prestigios personales de los caudillos, y los grupos económicos y sociales, facciones todas ellas que en su enfrentamiento amenazaban con interrumpir los logros alcanzados por la Revolución Mexicana.
Su origen se encuentra en el Manifiesto del Comité Organizador del Partido Nacional Revolucionario, emitido el 1 de diciembre de 1928 por el general y ex presidente Plutarco Elías Calles. Dicho Manifiesto invitaba “a todos los partidos, agrupaciones y organizaciones políticas de la República, de credo y tendencia revolucionaria, para unirse y formar el Partido Nacional Revolucionario'. El 6 de marzo de 1929 tuvo lugar la definitiva fundación del Partido Nacional Revolucionario (PNR), que nació como una respuesta a la necesidad de poner fin al caudillismo. En un principio, su objetivo fue crear una organización que pudiera desarrollar la reforma política y, al mismo tiempo, mantener un cierto nivel de estabilidad socioeconómica en toda la República.
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EL PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA (PRM)
En la década de 1930 el poder pasó de los grupos y facciones militares de la Revolución a los grupos políticos estatales. El 30 de marzo de 1938, durante la presidencia del general Lázaro Cárdenas, el PNR se transformó en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) como resultado de una nueva alianza entre los campesinos, los obreros, los empleados públicos y el Ejército. Desde entonces, la formación política concedió mayor poder a los sectores agrarios y obreros. Cuando ejercía la presidencia de la República Manuel Ávila Camacho, el PRM se transformó en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el 18 de enero de 1946.
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EL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL (PRI)
Gustavo Díaz Ordaz
Durante el gobierno del presidente mexicano Gustavo Díaz Ordaz tuvo lugar, el 2 de octubre de 1968, la sangrienta represión de una manifestación estudiantil en la plaza de Tlatelolco de la capital del Estado, pocos días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos celebrados en dicha ciudad. En esta alocución, pronunciada el 19 de septiembre del último año de su mandato (1970), podemos escuchar a Díaz Ordaz abogando por la necesaria relación que la revolución en México debía tener con un ritmo constante pero ausente de apresuramiento.

A partir de entonces, el poder se localizó en el sector popular. Cada uno de los tres sectores del partido —el popular, el obrero y el agrario— tuvo su propia estructura, que financiaba al partido y presentaba sus propios candidatos. De hecho, el PRI proclamó en 1946 para ejercer la presidencia de la República a Miguel Alemán Valdés, su primer candidato civil, que el 1 de diciembre de ese año comenzó su mandato al frente del Estado. Los presidentes vinculados al PRI (o a sus denominaciones anteriores) que han ejercido la presidencia de la República, al margen de su fundador originario, Plutarco Elías Calles, han sido: Emilio Portes Gil (1928-1930), Pascual Ortiz Rubio (1930-1932), Abelardo Rodríguez (1932-1934), Lázaro Cárdenas (1934-1940), Manuel Ávila Camacho (1940-1946), Miguel Alemán Valdés (1946-1952), Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958), Adolfo López Mateos (1958-1964), Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), José López Portillo (1976-1982), Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000).
La clave del éxito que permitió la estabilidad del partido fue su habilidad para lograr que el poder se transmitiera sin problemas de un presidente a otro. Este sistema, fuertemente centralizado, produjo una amplia burocracia que puede clasificarse en dos clases: por un lado, las habituales oficinas gubernativas, y por otro, una red de agencias relativamente autónomas dedicadas al bienestar social y a la industria.
El sistema político mexicano evolucionó durante la década de 1980 hasta el punto de que, a partir de 1986, otros partidos, el Partido de Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), obtuvieron victorias importantes en distintos estados o en el ámbito municipal, así como en las cámaras de senadores y diputados. Lo cual llevó a que la XVII Asamblea Nacional del PRI, reunida en septiembre de 1996 en la ciudad de México, tuviera como principal objetivo la denominada “renovación”, que permitiría al partido presentarse en el nuevo escenario político mexicano. Se aprobó una moción para que los candidatos presidenciales propuestos por el partido tuvieran al menos diez años de militancia priísta y hubieran ejercido un cargo de elección popular.

Ernesto Zedillo Ponce de León
Ernesto Zedillo Ponce de León fue elegido presidente de México en 1994. Nombrado secretario de Programación y Presupuesto en 1988, realizó una importante labor con vistas a la reducción del alto índice de inflación de su país. Sucedió como candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a Luis Donaldo Colosio, cuando éste fue asesinado, en marzo de 1994, en Tijuana. Aquí se le puede escuchar haciendo unas declaraciones, el 23 de diciembre de 1997, en las que lamentaba la matanza que había tenido lugar el día anterior en la aldea chiapaneca de Acteal.

Las elecciones para el gobierno del Distrito Federal y de varios estados, así como las de renovación de los miembros del Congreso, celebradas en julio de 1997, supusieron la manifestación de la pérdida relativa del poder del PRI, después de casi setenta años de hegemonía priísta, que dejó de poseer, incluso, tanto la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados como el gobierno del Distrito Federal, aunque conservando su predominio en el Senado. En medio de los intentos por profundizar en su propia democratización interna, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI autorizó en abril de 1998 la designación de los aspirantes a gobernador mediante el voto directo de la militancia (en principio para las inmediatas elecciones de los gobernadores de los estados de Sinaloa, Puebla, Tlaxcala y Tamaulipas), sustituyendo así al tradicional nombramiento directo de dichos candidatos por parte de la organización. Al mismo tiempo, el propio presidente Zedillo anticipó que tal medida sería extendida a los aspirantes a la presidencia de la República. De hecho, el 17 de mayo de 1999, el Consejo Político Nacional del PRI aprobó la elección popular del candidato presidencial del partido, que tuvo lugar el 7 de noviembre de ese año, para competir en los comicios del año siguiente, poniendo así fin a la nominación directa a cargo del presidente saliente. El ex ministro y ex gobernador de Sinaloa, Francisco Labastida, ganó dichas elecciones a la candidatura del PRI, obtuvo 272 de los 300 distritos en juego y dobló en votos al ex gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo. Los otros dos candidatos derrotados fueron Manuel Bartlett y Humberto Roque.
Al frente de la Alianza por el Cambio, integrada por el PAN y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Vicente Fox Quesada se impuso el 2 de julio de 2000 a Labastida y consiguió así sustituir al PRI al frente de la República, tras 71 años de haberse mantenido esta última formación política al frente del máximo poder institucional mexicano. El PRI también se vio derrotado por la Alianza por el Cambio en los comicios legislativos celebrados el mismo día.
En las elecciones internas del 24 de febrero de 2002, cuando el PRI vivía momentos de renovación después de la derrota en las urnas dos años antes, Roberto Madrazo alcanzó la presidencia del partido. Un año después, el partido comenzó a dar muestras de recuperación; así, en los comicios legislativos del 6 de julio, obtuvo la mayoría relativa en la Cámara de Diputados (alcanzó 224 diputados, por 153 del PAN, y 95 del PRD). En septiembre de 2005, Mariano Palacios Alcocer sustituyó en la presidencia del PRI a Madrazo, quien renunció a la misma para aspirar a la jefatura del Estado en las elecciones del 2 de julio de 2006. En esta fecha, el PRI sufrió un grave varapalo: Madrazo fue claramente superado por Felipe Calderón (a la postre, electo presidente) y Andrés Manuel López Obrador, respectivos candidatos del PAN y del PRD, al tiempo que, como consecuencia de los resultados de las elecciones legislativas desarrolladas ese mismo día, pasó a ser la tercera fuerza parlamentaria del país, rebasado por los antedichos partidos. En los siguientes comicios internos del PRI, celebrados en febrero de 2007, Beatriz Paredes fue elegida para sustituir a Palacios en la dirigencia nacional del partido.


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