Propiedades de la suma y del producto




Propiedades de la suma y del producto
Las operaciones suma y producto cumplen unas propiedades que vamos a utilizar cuando tengamos que efectuar operaciones más o menos complicadas, de sumas y multiplicaciones combinadas, con paréntesis... La mayoría de las veces, aplicar estas propiedades nos facilitará los cálculos, y con la práctica llegaremos a utilizarlas sin darnos cuenta, de manera casi inconsciente.
PROPIEDADES DE LA SUMA
Vamos a estudiar dos propiedades que cumple la suma: la conmutativa y la asociativa.
1. Si en una suma se cambia el orden de los sumandos, el resultado sigue siendo el mismo. A esta propiedad se le llama conmutativa (porque conmutar significa cambiar).
Por ejemplo, efectuamos la suma 12 + 25 de dos formas, cambiando el orden de los sumandos:
Y comprobamos que el resultado es el mismo, 37; por tanto: 12 + 25 = 25 + 12 = 37
2. Si en una suma de tres o más sumandos, los agrupamos de distinta forma para operar con ellos, el resultado sigue siendo el mismo. A esta propiedad se le llama asociativa (porque asociar es agrupar).
Por ejemplo, efectuamos la suma 17 + 35 + 8, agrupando los sumandos de la forma (17 + 35) + 8:
Si ahora agrupamos los sumandos de la forma: 17 + (35 + 8), resulta:
Y comprobamos que el resultado es el mismo en ambos casos: 60. Es decir, se cumple que: (17 + 35) + 8 = 17 + (35 + 8) 52 + 8 = 17 + 43 60 = 60
Has de fijarte que la resta no cumple ni la propiedad conmutativa ni la asociativa.
PROPIEDADES DEL PRODUCTO
La multiplicación o producto también cumple las propiedades conmutativa y asociativa.
1. Si en una multiplicación se cambia el orden de los factores, el resultado sigue siendo el mismo. Esta es la propiedad conmutativa del producto.
Por ejemplo, efectuamos la multiplicación 24 × 12 de dos formas, cambiando el orden de los factores:
El resultado es el mismo en los dos casos, 288; por tanto: 24 × 12 = 12 × 24 = 288
2. Si en un producto de tres o más factores, los agrupamos de distinta forma para realizar la operación, el resultado sigue siendo el mismo. Esta es la propiedad asociativa de la multiplicación.
Por ejemplo, efectuamos la multiplicación 12 × 6 × 8 de dos maneras distintas. Primero hallamos (12 × 6) × 8:
Ahora calculamos 12 × (6 × 8):
El resultado es el mismo, 576. Así pues: (12 × 6) × 8 = 12 × (6 × 8) 72 × 8 = 12 × 48 576 = 576
PROPIEDAD DISTRIBUTIVA
Para multiplicar un número por una suma, podemos operar de dos maneras: hacer primero la suma y multiplicar después el resultado por el número, o multiplicar primero el número por cada uno de los sumandos, y hacer después la suma. En ambos casos se obtiene el mismo resultado. Es la propiedad distributiva de la multiplicación respecto de la suma.
Por ejemplo, efectuamos la operación 4 × (3 + 6) de dos maneras:
·                     Hallamos primero la suma 3 + 6 = 9, y multiplicamos después: 4 × 9 = 36.
·                     Multiplicamos 4 × 3 = 12 y 4 × 6 = 24; sumamos después los productos: 12 + 24 = 36.
Obtenemos el mismo resultado, 36, de las dos maneras, así que: 4 × (3 + 6) = 4 × 3 + 4 × 6
También se cumple la propiedad distributiva respecto de la resta.
Por ejemplo, efectuamos la operación 3 × (5 – 2) de dos maneras:
·                     Hallamos primero la resta 5 – 2 = 3, y multiplicamos después: 3 × 3 = 9.
·                     Multiplicamos 3 × 5 = 15 y 3 × 2 = 6; restamos después los productos: 15 – 6 = 9.
Obtenemos el mismo resultado, 9, de las dos maneras. Así pues, queda probado que: 3 × (5 – 2) = 3 × 5 – 3 × 2

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