El invento de La soga
En el IV, en la India, la manufacturación de soga era un oficio altamente especializado. Distintas clases de expertos producían sogas para diferentes propósitos, unas para caballos, otras para elefante, etc., y esos expertos conocían todas las fases del proceso de producción de la soga, desde la siembra, cultivo y secado del cáñamo, hasta el hilado, trenzado de la fibra, que terminaba en resistentes sogas de distintos gruesos.
Unos cuatro mil años antes, cuando la fibra era obtenida de algunas cortezas, los que hacían soga enrollaba a mano las fibras, apoyándola en los muslos desnudos, confeccionando una especie de hilaza. Aproximadamente en el año 2,000 A. C., el cáñamo comenzó a usarse como fibra en la China, para manufactura la soga, las fibras suaves como el cáñamo y el lino se usaron para hacer la mayoría de los tipos de soga hasta la mitad del siglo XIX.
El proceso y los materiales para la fabricación de sogas no varió substancialmente hasta después de la Segunda Guerra Mundial, en la que se introdujo en la fabricación una serie de fibras sintéticas como el Nilón, el dacrón, polietileno y otros.
Hoy en día las sogas son mucho más livianas y resistentes al deterioro producido por el agua y el medio ambiente, mucho más fuerte en proporción a su grosor y más fáciles de manipular. Y hoy, como en el pasado, donde más se emplean las sogas es en la industria pesquera y en todas las actividades y deportes relacionados con el mar.
La cadena.
Aunque se cree que las cadenas de hierro se usaban desde los tiempos bíblicos, ese no parece ser el caso. Se sabe que los romanos usaron cadenas de bronce en sus galeras para sujetar a los prisioneros que las movían a remo, y, lo helenos las usaban en sus máquinas para extraer agua, unos 200 años Antes de Cristo. Sin embargo las primeras cadenas de hierro se usaron en el siglo XVI, en máquinas de bombeo, la industria de las cadenas creció considerablemente cuando el hierro forjado de buena calidad se volvió fácilmente adquirible a principios del siglo XIX. En esta época Thomas Bunton, inventó el eslabón reforzado, que consistía en un eslabón con un travesaño en medio, que eliminó la tendencia de los eslabones simples a estirarse cuando se sometían a una fuerte tensión.
En 1864 James Slater patentó la cadena de tracción, (que ya había imaginado Leonardo Da Vinci); en la actualidad se fabrican de precisión para su uso en bicicletas, automóviles y maquinaria industrial en general.
Originalmente, la palabra cadena se ha utilizado para referirse a un objeto constituido por una serie de eslabones, generalmente metálicos, enlazados entre sí. De entre las cadenas se distinguen varios tipos particulares:
• Las cadenas para la nieve son un sistema que se coloca en las ruedas motrices de un vehículo, para que no patinen cuando hay nieve en la carretera.
• Una cadena de transmisión sirve para trasmitir movimiento de un mecanismo a otro, generalmente a través de engranajes.
Por analogía, también se utiliza la palabra cadena para referirse de manera metafórica a distintas sucesiones de entes concatenados:
• La cadena es una antigua unidad de longitud usada para medir terrenos.
• En Matemáticas una cadena es una sucesión de elementos.
• En Informática una cadena es una secuencia de símbolos, bloques o caracteres.
• Entre las anteriores se distinguen las cadenas de caracteres.
• En Geología una cadena montañosa o cordillera es un conjunto de montañas.
• Una reacción en cadena es un fenómeno donde un incidente inicial provoca una serie de acontecimientos, generando un evento de mayor magnitud.
• La cadena de mando es la línea de autoridad y responsabilidad por donde pasan las órdenes militares o administrativas.
• Una cadena de mensajes es una sucesión de mensajes en la cual el receptor debe buscar otro destinatario. Estas se han popularizado a raíz del correo electrónico. Véase también cadena de correo electrónico.
• Cadena del ancla Náutica.
• Cadena de música, un equipo musical capaz de reproducir sonido desde distintos medios de almacenamiento.
• Cadenas Una canción del rapero Nach Scratch.
El Muelle
Philo, un discípulo de Ctesibius, en el 200 A.C., en Alejandría, intrigado por la resistencia y flexibilidad de las espadas célticas, ayudó a su maestro a investigar con planchuelas de bronce curvadas, encontrando que este material ofrecía mayor flexibilidad sin quebrarse que la madera, hueso u otro material orgánico, consiguiendo crear el primer muelle de hoja que después perfeccionaría el mismo.
Más tarde a alguien se le ocurrió imaginar que un muelle podría retener mayor cantidad de energía comprimiendo una barra de metal torcida, es de imaginar que así evolucionó el muelle hasta el tipo de resorte en espiral, cilíndrico y horizontal, tanto usado en relojería y maquinaria de cuerdas.
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