Las propiedades correctivas del cristal han sido conocidas durante milenios. Se dice que el emperador romano Nerón usaba una esmeralda para ver (en tono verde) las luchas de los gladiadores. Los lentes modernos ya pueden verse en pinturas como el retrato de Hugh de Provence, y la primer evidencia de un lugar donde se vendían data de 1450, en Florencia. El crédito por la invención de los bifocales pertenece a Benjamín Franklin, en 1784, y los primeros lentes de contacto aparecieron en 1887. Al momento actual, se estima que el 75 por ciento de las personas del Reino Unido usan anteojos de algún tipo.
Las gafas, también conocidas como lentes (en este caso la acepción es en género masculino) o anteojos son un instrumento óptico formado por un par de lentes sujetadas a un armazón, que se apoya en la nariz mediante un arco y dos patillas que ayudan a sostenerlas en las orejas.
Son una combinación de dos productos sanitarios las lentes y la montura que el profesional óptico/optometrista adapta a un paciente determinado en base a la corrección precisa en cada ojo, su distancia interpupilar y la montura escogida. Se usan principalmente para compensar defectos de la vista, tales como la miopía o el astigmatismo, aunque también existen gafas especiales para proteger a los ojos en actividades en las que exista un riesgo para éstos (en este caso si no tienen corrección óptica no son producto sanitario). Funcionan enfocando la luz a través de las lentes para compensar los defectos visuales.
Existen también gafas bifocales, en las que se combinan dos lentes distintas en una sola, usadas cuando se tienen miopía y astigmatismo simultaneamente. Estas están en desuso al permitir la tecnología actual la fabricación de lentes progresivas.
Las lentes de las gafas eran fabricadas en vidrio, sin embargo, hoy en día se utilizan otros materiales más livianos y resistentes, tales como los polímeros orgánicos y el policarbonato.
* Cristal mineral (crown): Presentan una mayor dureza y resistencia a las rayaduras, sin embargo son más pesadas y tienen una baja resistencia al impacto. Existen diferentes lentes con distintos índices de refracción, dependiendo de los espesores de borde o de centro, los índices más habituales son 1,53, 1,6, 1,7, 1,8 y 1,9.
* Material orgánico: Se trata de un polímero plástico. Las lentes de este material son más flexibles y resistentes que las de cristal mineral, además de que su peso se reduce hasta en un 50%, sin embargo su resistencia a las rayaduras es menor, aunque actualmente existen tratamientos superficiales que permiten mayor dureza, es adecuado para niños y actividades deportivas. Al igual que el cristal mineral existen diferentes índices de refracción, los más comunes en el material orgánico son 1,5, 1,6, 1,67, 1,7 y 1,72.
* Policarbonato: Las lentes de policarbonato son aún más delgadas y livianas que las orgánicas, además de que su índice de reflexión es menor, por lo que son menos oscuros; son muy resistentes a los impactos, por lo que son muy utilizadas para actividades deportivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario