La Máquina de Coser




La Máquina de Coser

Los humanos utilizaron huesos y cuernos para coser durante decenas de miles de años, pero la primera patente para una máquina que pudiera hacerlo sin necesidad de molestas herramientas como agujas y alfileres fue solicitada en 1790. Sin embargo, el invento no era práctico. La primera máquina de coser funcional fue inventada por el francés Barthélemy Thimonnier en 1830, pero su máquina no se popularizó. En 1845, Elías Howe construyó el prototipo de las máquinas de coser que habrían de poblar el mundo y fue Merritt Singer quien más se benefició con el invento, pues sus máquinas resultaban simples y tuvo la visión comercial para hacer de éste un invento tan popular como lo es hasta nuestros días.
Una máquina de coser es un dispositivo mecánico o electromecánico que sirve para unir tejidos usando hilo. Las máquinas de coser hacen una puntada característica, usando normalmente dos hilos, si bien existen máquinas que usan uno, tres, cuatro o más.

Las máquinas de coser pueden hacer una gran variedad de puntadas rectas o en patrones. Incluyen medios para arrastrar, sujetar y mover la tela bajo la aguja de coser para formar el patrón de la puntada. La mayoría de las máquinas de coser caseras y algunas industriales usan una puntada de dos hilos llamada puntada de pespunte. La mayoría de las máquinas de coser industriales usan una puntada remallada producida por una máquina denominada remalladora. Algunas máquinas de coser antiguas producen cadenetas.

El mecanismo para deslizar el tejido puede ser una simple guía de labor o estar controlado por patrones (por ejemplo, del tipo Jacquard). Algunas máquinas pueden crear puntadas de tipo bordado. Algunas pueden tener un marco para sujetar la labor.

El primer intento conocido en un dispositivo mecánico para coser fue por el alemán nacido Charles Fredrick Wiesenthal, que estaba trabajando en Inglaterra. Se le concedió británica de Patentes N.º 701 en 1755 para un doble señaló aguja con un ojo en un extremo. Esta aguja fue diseñada para ser pasado a través de la tela por un par de dedos mecánicos y comprendido por el otro lado por un segundo par. Este método de recrear la mano de coser método sufrido el problema de la aguja pasando a través de la trama, en el sentido de toda la longitud del hilo tenía que hacer lo mismo. Las limitaciones mecánicas significa que el hilo tuvo que ser breves, que necesitan frecuentes paradas para renovar el suministro.

La primera máquina de coser fue concebida y patentada en 1790 por el inventor británico Thomas Saint. La máquina de Saint, que estaba diseñada para coser piel y tela, usaba un único hilo y formaba una puntada en cadena. No se usaba aguja sino una lezna para perforar el material que se estaba cosiendo. Otro mecanismo colocaba el hilo a través del agujero, tras lo cual una vara parecida a una aguja con un punto hendido llevaba el hilo a través de la parte inferior, donde un gancho recogía el hilo y lo llevaba a la parte delantera para la siguiente puntada. Cuando el ciclo se repetía se formaba un segundo bucle con el primero en la parte inferior de la prenda, creando así una cadena y el cierre de la puntada. Sin embargo, la máquina de Saint nunca pasó del prototipo.

La primera máquina práctica de coser fue la fabricada en 1829 por el sastre francés Barthélemy Thimonnier. Éste empleaba una aguja en forma de gancho que se movía hacia abajo mediante un pedal y volvía a su posición inicial mediante un muelle. Al igual que la máquina de Saint, ésta producía una puntada en cadena. Cuando Thimonnier instaló 80 de sus máquinas en una empresa de confección, los sastres de París lo llevaron a la quiebra y terminó por morir arruinado en Inglaterra.

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