PRÁCTICA MÉDICA ANTIGUA




Antes del advenimiento de la más avanzada medicina griega en el siglo VI a.C., ya existían en diversas sociedades sistemas precientíficos de medicina, basados en la magia, remedios populares y cirugía elemental.
3.1
Medicina egipcia
En la medicina egipcia se distinguen dos tendencias, la mágicorreligiosa, que incorpora elementos muy primitivos, y la empíricorracional, basada en la experiencia y en la observación, y en la que estaban ausentes los rasgos místicos. El médico trataba racionalmente enfermedades comunes de los ojos y de la piel debido a su localización favorable, sin embargo los procesos menos accesibles se trataban aún con hechizos, remedios y rituales aplicados por el mago o hechicero. En la III Dinastía el médico surgió como una forma primitiva de científico, distinguiéndose del druida o del sacerdote. El primer médico cuyo nombre ha perdurado fue Imhotep (vivió hacia el 2725 a.C.), célebre, además, por su cargo de visir (oficial de alto grado) del faraón y por ser constructor de pirámides y astrólogo.
El médico solía pasar arduos años de formación en las escuelas de los templos donde aprendía el arte de establecer un diagnóstico mediante el interrogatorio al paciente, la inspección y la palpación (examen del cuerpo por el tacto). Algunos de los fármacos que contenían las prescripciones se han seguido usando a través de los siglos. Los laxantes favoritos eran los higos, los dátiles y los aceites. El ácido tánico, derivado principal de la semilla de la acacia, se empleó en el tratamiento de las quemaduras.
A pesar de que los egipcios utilizaron el embalsamamiento, su conocimiento anatómico fue escaso, y sólo intentaron realizar técnicas de cirugía menor. Según los escritos del historiador griego Heródoto, los antiguos egipcios reconocieron la odontología como especialidad quirúrgica importante. Hay indicios que sugieren que los estudios egipcios sobre fisiología y patología, basados en el trabajo del médico Imhotep y la posterior vivisección de criminales por el anatomista y cirujano griego Herófilo de Calcedonia, influyeron en el filósofo griego Tales de Mileto, que viajó a Egipto en el siglo VII a.C.
3.2
Medicina mesopotámica
Debido al sistema teocrático predominante en Asiria y Babilonia la medicina no se pudo sustraer a la influencia de la demonología y de las prácticas mágicas en estas civilizaciones. Algunas tablillas cuneiformes registran una extensa serie de casos clínicos bien clasificados. Se han descubierto algunos modelos de hígado, que se consideraba el asiento del alma, muy bien reproducidos en terracota, lo cual indica la importancia que se otorgó al estudio del órgano intentando descifrar las intenciones de los dioses. Los sueños se estudiaban con la misma intención.
En Mesopotamia se emplearon numerosos remedios médicos, con más de 500 fármacos, algunos de ellos de origen mineral. Los hechizos practicados por los sacerdotes eran una forma eficaz de psicoterapia.
3.3
Medicina palestina
La medicina hebrea recibió mucha influencia de la medicina mesopotámica durante los cautiverios asirio y babilónico. La enfermedad se entendía como muestra de la cólera de Dios. El sacerdocio adquirió la responsabilidad de recoger y ordenar las reglas higiénicas y estaba muy bien definido el papel de la matrona como asistente del parto. A pesar de que el Antiguo Testamento contiene pocas referencias a enfermedades causadas por la intrusión de espíritus, el tono de la medicina bíblica es moderno con un marcado interés en la prevención de la enfermedad. El libro del Levítico incluye instrucciones precisas en temas como la higiene femenina, la separación del enfermo del resto de la población y la limpieza de materiales capaces de albergar y transmitir sustancias impuras. A pesar de que la circuncisión es la única técnica quirúrgica descrita de una manera específica, las fracturas eran tratadas con vendajes y las heridas se curaban con aceite, vino y bálsamo. Se cree que la lepra (enfermedad de Hansen), que con tanta frecuencia se menciona en la Biblia, incluía muchas otras enfermedades de la piel como la psoriasis.
3.4
Medicina india
Las prácticas de la antigua medicina hindú (1500 a 1000 a.C.) están descritas en los trabajos de dos médicos posteriores, Charaka (siglo II d.C.) y Sushruta (siglo IV d.C.). Sushruta realizó descripciones aceptables de enfermedades como la malaria, la tuberculosis y la diabetes mellitus. También escribió sobre la utilización del cáñamo índico (Cannabis) y el beleño (Hyoscyamus) para inducir la anestesia, e incluyó antídotos específicos y tratamientos muy cualificados para las picaduras de serpientes venenosas. Un antiguo fármaco derivado de la raíz de la planta india Rauwolfia serpentina constituyó el primer tranquilizante moderno. En el campo de la cirugía los indios son reconocidos por ser los más diestros de toda la antigüedad. Se cree que fueron los primeros en realizar un trasplante de piel y cirugía plástica de la nariz.
Con la aparición del budismo se prohibió el estudio de la anatomía, y la conquista musulmana produjo un declive y estancamiento en el campo de la medicina. A pesar de ello, a través de los escritos del médico árabe Avicena, entre otros, se transmitió a Occidente un conocimiento apreciable en el campo de la higiene, la nutrición y la eugenesia.

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