El invento del Islamismo





Soldados talibanes
Soldados talibanes, en un tanque en el frente norte de Kabul. El régimen rigorista talibán controló la mayor parte del territorio de Afganistán desde septiembre de 1996 hasta finales de 2001.

Islamismo, se entiende como islamismo el movimiento de carácter político, social y religioso que reivindica, en el contexto del mundo musulmán, el retorno a una sociedad regida por los principios de la sharia o ley islámica. Desde la década de 1970, este término designa sobre todo a la tendencia más radical y violenta de dicho movimiento, comúnmente denominada fundamentalismo o integrismo islámico.
El islamismo participa de las características de cualquier fundamentalismo religioso, en tanto que preconiza la adhesión profunda a la letra del Corán. Para los islamistas, el comportamiento de los musulmanes debe regirse por los preceptos establecidos en el libro sagrado, así como en la Sunna y el Hadit (palabras y comentarios de Mahoma). Partidarios de una sociedad igualitaria, los islamistas toman como modelo la umma o comunidad islámica.
Durante las décadas de 1980 y 1990, el retorno a la esencia del islam y la búsqueda de la propia identidad se vieron favorecidos por la crisis socioeconómica, la occidentalización del modo de vida en la mayoría de los países musulmanes y la globalización de la economía. Tras la instauración en 1969 de la República Árabe Libia Popular y Socialista (obra de Muammar al-Gaddafi, que implantó un régimen donde se conjugan panislamismo y socialismo), la Revolución Islámica de Irán (1979), dirigida por el ayatolá Ruhollah Jomeini y que supuso la implantación de una república islámica en aquel país, ofreció el primer modelo específico a los movimientos y partidos islámicos. Otros lugares en donde se ha adoptado con éxito un islamismo de mayor o menor radicalidad han sido Arabia Saudí, Sudán, Chechenia y, desde 1996 a 2001, gran parte del territorio de Afganistán controlado por los talibanes.
Los islamistas pretenden conquistar a la opinión pública de los países musulmanes por medio de una acción social. De una eficacia limitada, las redes de ayuda mutua destinadas a remediar el paro y la pobreza, así como la carencia de servicios sociales, contribuyen no obstante a mantener su influencia, especialmente entre los jóvenes, primeras víctimas de las crisis económicas.
Si desea más información, puede acudir a las secciones de historia contemporánea de los artículos de Encarta sobre los siguientes países: Siria, Irán, Líbano, Argelia, Afganistán, Arabia Saudí, Yemen y Sudán.

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