El invento del Magnicidio





Asesinato de Julio César
El lienzo que reproduce esta fotografía es obra del pintor neoclásico italiano Vincenzo Camuccini, fechado en 1798 y conservado en el Museo de Capodimonte, en Nápoles. La escena descrita en el cuadro es uno de los magnicidios más famosos de la historia: el asesinato del máximo dirigente de la República de Roma, Cayo Julio César, que tuvo lugar en el interior del edificio del Senado romano, el 15 de marzo del 44 a.C., a manos de un grupo encabezado por Cayo Casio Longino y Marco Junio Bruto.

Asesinato de Kennedy
El 22 de noviembre de 1963, el presidente estadounidense, John F. Kennedy, se encontraba en Dallas (Texas) junto a su esposa, en el curso de la campaña que estaba realizando por el país para procurar su reelección. La multitud les saludaba y vitoreaba según avanzaba la comitiva. Cuando la caravana se aproximaba al Texas School Book Depository, tres disparos hirieron de muerte al presidente. Ese día, fallecido ya Kennedy, su vicepresidente, Lyndon B. Johnson, tomó posesión de la presidencia del país. El 25 de ese mismo mes, se celebró un funeral de Estado; el pequeño John F. Kennedy, jr. saludó al vehículo en el que era conducido el féretro con los restos mortales de su padre.

Magnicidio, asesinato de una persona de reconocido rango, poder o prestigio, con fines generalmente políticos o religiosos y amplia repercusión pública. El término aparece empleado por primera vez en el año 1090 d.C., cuando se fundó en Siria la fraternidad islámica de los Asesinos por Hasan Sabbah, aunque esta práctica había existido desde época temprana. Uno de los incidentes más famosos tuvo como protagonista a Cayo Julio César, que fue asesinado en el Senado romano a manos de sus compañeros en los idus (el día 15) de marzo del 44 a.C. La conspiración fue encabezada por Marco Junio Bruto, Décimo Bruto y Cayo Casio Longino.
En España fueron múltiples los casos de magnicidio desde mediados del siglo XIX: tal muerte tuvieron Juan Prim y Prats (1870), Antonio Cánovas del Castillo (1897), José Canalejas y Méndez (1912) y Eduardo Dato (1921). Entre los magnicidios más célebres del siglo XX se encuentran el del archiduque austriaco Francisco Fernando de Habsburgo y el del presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy. El archiduque Francisco Fernando era sobrino y sucesor de Francisco José I, emperador del Imperio Austro-Húngaro, y fue muerto de un disparo el 28 de junio de 1914 en Sarajevo a manos de un terrorista serbio llamado Gavrilo Princip, hecho que se convirtió en desencadenante de la I Guerra Mundial.
El 22 de noviembre de 1963 el presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy fue asesinado en Dallas. El asesino se llamaba Lee Harvey Oswald y sería calificado más tarde como un ‘tirador solitario’ y simpatizante prosoviético. Murió, unos días después de ser detenido, asesinado por Jack Ruby, que sería juzgado y encarcelado, por lo que nadie fue juzgado por el asesinato del presidente Kennedy. La tragedia se hizo aún mayor a raíz del posterior asesinato del hermano de John Kennedy, el fiscal general de Estados Unidos Robert Kennedy.
En este siglo también pueden destacarse los magnicidios contra: Mahatma Gandhi, asesinado en 1948 por un extremista hindú; José Antonio Remón, presidente de Panamá, asesinado en un bar en 1955; Martin Luther King, al que dispararon al salir de un hotel en Memphis en 1968; el presidente del gobierno español Luis Carrero Blanco, muerto el 20 de diciembre de 1973 en un atentado de la organización terrorista ETA; Anwar al-Sadat, presidente egipcio asesinado en 1981 por integristas musulmanes; Indira Gandhi, cuando un miembro sij de su escolta la disparó en 1984; la misma suerte corrió su hijo Rajiv Gandhi, en 1991; Olof Palme, presidente del gobierno sueco en 1986, e Isaac Rabin, muerto de un disparo por un extremista sionista en 1995.

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