Es un verdadero misterio qué fue lo que orilló al primer hombre a golpear sobre un hueso con la intención de producir sonido, pero gracias a Dios que lo hizo. Es difícil imaginar el mundo sin música. Las primeras evidencias de música hecha por seres humanos datan de decenas de miles de años, y se piensa que el tambor fue el primer instrumento en ser construído, probablemente 12 mil años antes de Cristo. El primer instrumento afinable, el arpa, fue hallada en el actual Irak y data de 4,500 a.C.
Un tambor es un instrumento de percusión membranófono que consta de una caja de resonancia, generalmente de forma cilíndrica, y una (o dos) membranas, llamada parche, que cubre la abertura de la caja.
Generalmente, el tambor es golpeado, para producir el sonido, en el parche con la mano o con algún objeto, comúnmente baquetas; también se suele percutir la caja.
Este instrumento al que se da también el nombre de caja de guerra era llamado por los griegos tympanon o typanon y tympanum por los romanos.
Homero nada dice del tambor ni en la Ilíada ni en la Odisea. En las Bacantes de Eurípides Baco encarga a sus secuaces tomar los tambores de los cuales acostumbraban a servirse los frigios. Estos tambores, afirma, inventados por mí y por Rhea o la gran madre de los dioses, Cibeles. En otro pasaje dice que los Coribantes lo inventaron para él. Entre los griegos se creía que los frigios fueron los inventores del tambor al paso que los romanos pensaban que habían sido los sirios. Lo más probable parece que los griegos tomaran el uso de los tambores de los asiáticos y que de ellos pasaría a los romanos.
Se servían para los tambores de piel de buey pero más comunmente de la de asno, con cuyo motivo Fedro escribió la primera fábula del cuarto libro. El tambor consistía en un círculo de madera o de metal cubierto de una piel lo que daba la figura de una criba. Se tocaba el tambor algunas veces con baquetas o con el tirso pero lo más común era con la mano y del mismo modo como se toca el pandero, al cual se parecía muchísimo el tambor de los antiguos. Ponían en él para producir un sonido más estrepitoso unas planchas de metal y también campanillas y cascabeles. El tympanum pasó a ser el símbolo de la afeminación porque principalmente hacían uso de él los hombres consagrados a Cibeles. Así es que las tocadoras del tímpano fueron después enumeradas entre las mujeres de malas costumbres. Una de las cosas que San Justino deseaba desterrar de los banquetes eran las tocadoras de crótalo y del tambor.
El tambor de hojalata es una novela escrita por el premio Nobel alemán Günter Grass, publicada en 1959. Sus páginas relatan la vida de Oscar Matzerath, un niño que se vuelve adulto en la época de la Segunda Guerra Mundial (1939- 1945), en un lenguaje común con tintes macabros e infantiles. El libro narra los momentos decisivos en la vida de Oscar, que lo llevarán, a los 29 años de edad, a ser internado en un Sanatorio Psiquiátrico. El tambor de hojalata es un libro de gran belleza y calidad narrativa, de difícil lectura, es considerado el libro más importante de la carrera literaria de Grass. Algunos autores comparan la trascendencia y la importancia de Matzerath con Alonso Quijano, de Miguel de Cervantes.
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