La Palabra




La palabra se puede definir como segmento del discurso unificado habitualmente por el acento, el significado y las pausas.


Palabra, secuencia de sonidos compuesta por uno o más monemas, susceptible de ser aislada por conmutación.
La palabra es una unidad que: a) desde el punto de vista fonológico está delimitada por pausas virtuales, que no aparecen en la elocución normal, representadas gráficamente por dos espacios blancos o un espacio blanco y un signo de puntuación; b) morfológicamente es aislable, ya que puede ser conmutada por otra de su paradigma; c) sintácticamente es identificable por la función que desempeña; d) desde el punto de vista léxico-semántico, es portadora de significado.
La gramática tradicional las ha agrupado en diferentes clases o partes de la oración: nombre sustantivo, nombre adjetivo, artículo, pronombre, verbo, adverbio, preposición, conjunción e interjección. Esta clasificación no es en la actualidad aceptada por todos los gramáticos; algunos opinan que el artículo es un morfema del sustantivo y que las preposiciones y las conjunciones son morfemas relacionantes. Para estos últimos, cuando una palabra (sustantivo, adjetivo, verbo o adverbio) posee un lexema, su significado es léxico, pero si está formada por uno o varios morfemas (preposición, conjunción o artículo), su significado es relacional o gramatical.
Por su origen, las palabras pueden ser:

primitivas, las que han dado origen a otras surgidas de ellas: pan, leche,
derivadas, formadas a partir de una primitiva: panadero, lechería,
simples, formadas por un solo lexema o morfema: mano, de, él,
compuestas, las que tienen dos o más lexemas o, aunque no es muy frecuente, dos morfemas: carricoche, sacacorchos, porque,
parasintéticas, las formadas por composición y derivación: tele - comunic - ado, radio  - aficion - ado.
El español utiliza también otros procedimientos para la creación de palabras nuevas, como siglas, acrónimos o simbolos, además de incorporar a su léxico préstamos de otras lenguas. Véase Abreviación.
Atendiendo a la morfología, se clasifican en variables, las que admiten flexión, como los sustantivos o adjetivos, e invariables, las que no la admiten, como los adverbios o las preposiciones.
Por su contenido pueden ser: conceptuales, sustantivos, adjetivos, verbos y adverbios, y de relación: artículo, pronombre, preposición y conjunción.
Por el número de sílabas: monosílabas y polisílabas (bisílabas, trisílabas, cuatrisílabas, pentasílabas, exasílabas...)
Por el acento: llenas y vacías. Agudas, graves o llanas, esdrújulas y sobresdrújulas (véase Acento).


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