El invento del Brandy





Brandy, licor destilado del vino que se madura en cubas de madera. El nombre deriva del alemán brandtwein, que significa vino quemado, dando lugar al término brandy wine. Inmediatamente después de la destilación, el brandy es transparente e incoloro, y permanece así si se conserva en recipientes de cristal. No obstante, cuando se introduce en cubas de madera, el licor absorbe la coloración de ésta y adquiere un tinte tostado, que los fabricantes oscurecen a menudo añadiéndole azúcar quemada. El peculiar aroma del brandy se debe a la presencia de trazas de alcoholes superiores y aceites volátiles. El elevado contenido alcohólico del licor sin tratar se reduce gracias al proceso de envejecimiento y normalmente oscila entre un 37 y un 44% (alrededor de un 40% como media) cuando el brandy es embotellado para su venta.
Quizá el brandy más famoso sea el coñac, llamado como la ciudad del mismo nombre, Cognac, en el departamento vinícola de Charente, Francia. El coñac de tono ambarino se obtiene destilando vino blanco, que se deja envejecer después en toneles de roble. En España, hay varias bodegas que elaboran coñac; las más conocidas son las de las familias Osborne, Terry y Domecq, en Jerez, y las bodegas Torres, en Cataluña. El armagnac es otro conocido brandy francés que se produce en una de estas tres áreas: Bas-Armagnac, Haut-Armagnac o Ténarèze. Otros brandys notables son el kirsch, que se fabrica en la zona de Alsacia en Francia, también en Suiza y en la región de la Selva Negra en Alemania, a partir del jugo fermentado de la cereza negra; el calvados, que se obtiene de la destilación de la sidra en el departamento de Calvados, Francia, y el slivovitz, un brandy de ciruela, seco e incoloro, que se elabora en los Balcanes.


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