Esmalte (industria)
Esmalte (industria), recubrimiento utilizado principalmente para proteger una superficie contra la corrosión o la abrasión. El esmaltado apareció como sustituto del estañado, el recubrimiento más utilizado en el pasado para proteger objetos de metal estampado (véase Estaño). Su utilización resultaba más práctica, más barata y más atractiva para el consumidor que la hojalata. El esmalte (conocido como esmalte vitrificado) se aplica normalmente sobre hierro de fundición o sobre hoja de acero estampada con una forma determinada. Todos los tipos de esmalte industrial requieren para su fabricación bórax, sílice, espato flúor y feldespato. Estos elementos se mezclan y se funden aplicándoles calor. La masa resultante al rojo vivo, llamada fundente, se mezcla con agua, produciendo una masa que puede pulverizarse con facilidad, llamada frita. Hoy día son fabricantes especializados los que fabrican frita y lo venden a compañías esmaltadoras.
El esmalte industrial se aplica mediante dos métodos: el húmedo y el seco. En el proceso húmedo, la frita se muele con agua, arcilla y pigmentos y se aplica sobre un metal limpio. El metal se sumerge en el esmalte o éste se pulveriza sobre la superficie del metal. A continuación se aplica calor al esmalte en un horno para fundirlo. Pueden aplicarse más capas de esmalte en sucesivos procesos si es necesario. La primera capa, fundida directamente sobre la superficie del metal, se mezcla a veces con aditivos especiales para aumentar su adherencia. Las otras capas pueden tener mezclas distintas para conseguir una textura o un color determinados.
En el proceso de esmaltado en seco se aplica una primera capa sobre el metal utilizando el método húmedo, pero la primera capa fundida no se deja enfriar. Se muele frita seca y el polvo de frita se aplica con un colador sobre la superficie blanda y caliente de la primera capa. El objeto esmaltado se devuelve al horno, y la capa seca se funde. Normalmente se requieren varias capas de recubrimiento en seco. El método seco se utiliza normalmente para fabricar material sanitario con piezas de fundición, como por ejemplo lavamanos. El proceso húmedo es más corriente, y por ejemplo se utiliza para esmaltar utensilios de cocina.
Dado que el esmaltado requiere muchas operaciones, los fabricantes están experimentando con la producción de una única capa fina. Un recubrimiento más delgado reduce los costes de producción, ofrece una mayor resistencia a los impactos y permite un rango más amplio de diseños.
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