Guerras Indias





El invento de las guerras
Guerras Indias

Guerras Indias, los conflictos armados mantenidos entre los pueblos indígenas del actual territorio de Estados Unidos y los europeos durante el periodo de colonización, y contra las tropas del gobierno de Estados Unidos una vez que éstas fueron fundadas. En Canadá, sin embargo, después del asentamiento francés en Quebec las relaciones se caracterizaron por el comercio más que por la colonización, por lo que el conflicto armado fue escaso.
Las guerras fueron episódicas y muy localizadas; prácticamente en todas ellas algunas tribus lucharon contra sus ancestrales enemigos nativos.
Los indígenas americanos resultaron ser vulnerables ante enfermedades hasta entonces desconocidas en el continente americano, especialmente la viruela, que diezmó su población. Otra de sus dificultades fue la superioridad militar europea. Sus armas tradicionales no estaban a la altura de las armas de fuego europeas y les resultaba muy difícil conseguir armas efectivas. En las batallas, las tribus de las llanuras montaban con extraordinaria habilidad caballos que obtenían de otras tribus o de las manadas salvajes que abundaban en la región, ya que el caballo había sido introducido en el continente americano por los conquistadores españoles en el siglo XVI.
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PERIODO COLONIAL
Los primeros contactos entre los colonos europeos y los pueblos indígenas norteamericanos fueron en su mayor parte pacíficos, ya que el comercio era el principal motivo de contacto. Las tensiones y disputas se resolvían a veces por la fuerza pero más a menudo con negociaciones o tratados, como el establecido en 1621 entre Massasoit, jefe de los wampanoag, y la colonia inglesa de Plymouth. La guerra con los indios norteamericanos de Nueva Inglaterra se evitó hasta 1637, cuando la Guerra Pequot acabó con el exterminio de casi toda la tribu. Las causas de esta guerra, así como las del conflicto anglo-narragansett (1643-1645) y la guerra del Rey Felipe (1675-1676), fueron complicadas y confusas, ya que ambos bandos alegaban violaciones de acuerdos por parte del otro. Las tribus de Nueva Inglaterra nunca recuperaron el poder que poseyeron en el siglo XVII, pero jugaron un papel importante en la guerra del Rey Guillermo (1689-1697), la guerra de la Reina Ana (1702-1713), la guerra del Rey Jorge (1744-1748) y la Guerra Francesa e India (1754-1763).
Mientras España y Francia mantuvieron su presencia en Norteamérica, las tribus buscaron la alianza con una de estas potencias europeas para luchar contra las incursiones británicas en su territorio. Esto hizo que, con la derrota de los franceses, las tribus aliadas con ellos quedaran más vulnerables ante el poder británico. En 1763 Pontiac, jefe de los ottawa, encabezó una confederación de tribus de la región de los Grandes Lagos en Ohio para expulsar a los británicos. La estrategia de Pontiac falló tras haberse firmado un tratado de paz entre Francia y Gran Bretaña, por lo que los indios norteamericanos no pudieron contar más con la ayuda francesa.
En el sur, cuando los primeros colonos llegaron al actual Jamestown (Virginia), las tribus locales, confederadas a las órdenes del jefe Powhatan, se mostraron al principio bastante serviciales. Las intenciones expansionistas de los colonos provocaron la reacción de Opechancanough, sucesor de Powhatan, en 1622. Las hostilidades se prolongaron hasta 1646, cuando el gobernador sir William Berkeley capturó a Opechancanough.
La expansión inglesa por los ríos del norte de Virginia continuó hasta 1675-1676, cuando estalló la Guerra India asociada a la rebelión de Bacon, en la que fueron nuevamente derrotados los indios norteamericanos. Las tribus tidewater nunca recuperaron el poder que habían tenido antes, pero en el interior y más al sur estallaron guerras periódicas, como la librada entre los colonos británicos y los tuscarora en Carolina del Norte (1711-1713).
Los franceses asentados en Quebec y en el valle del Mississippi también se vieron envueltos en guerra con los pueblos indios norteamericanos. La tribu natchez del delta del Mississippi fue una de sus víctimas. En la colonia holandesa de Nueva Holanda (actuales estados de Nueva York y Nueva Jersey) la política represiva del gobernador Willem Kieft inició una serie de conflictos que se prolongaron desde 1640 hasta 1664. Durante ese tiempo los holandeses lograron dominar la mayor parte de las tribus algonquinas del valle inferior del río Hudson.
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PERIODO REVOLUCIONARIO
Cuando se inició la guerra de la Independencia estadounidense, el gobierno británico y las colonias trataron de que los indios norteamericanos permanecieran neutrales. Sin embargo, Gran Bretaña recibió inicialmente el apoyo de parte de la confederación iroquesa y de las tribus cherokee, choctaw y creeks.
El Tratado de París que puso fin a la guerra no mencionó a los indios norteamericanos, quienes se quejaron amargamente de que los británicos habían vendido sus intereses. Cuando Estados Unidos trató como enemigos conquistados a las tribus indias de los nuevos territorios situados al oeste de los Apalaches, éstas opusieron resistencia. En 1791 el ejército del capitán general Arthur Saint Clair sufrió una clara derrota por parte de los indios cerca de Fort Wayne (actualmente en Indiana). Las fuerzas del general Anthony Wayne derrotaron finalmente a la tribu miami en la batalla de Fallen Timbers (cerca de la actual Toledo, en Ohio) en agosto de 1794, firmándose el Tratado de Greenville (1795) que propició la apertura del valle del Ohio a los colonos estadounidenses.
Los creek y otros pueblos del sureste buscaron, con negociaciones y con guerras, mantener su autonomía, solicitando incluso ayuda a España para contener a los colonos que penetraban en sus territorios. Sin embargo, España era reacia a conceder su apoyo debido al creciente poder de Estados Unidos, por lo que el Tratado hispano-estadounidense de San Lorenzo no tuvo en cuenta los intereses de los indios.
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LA GUERRA DE 1812
Los indios norteamericanos se vieron involucrados en la Guerra Anglo-estadounidense de 1812. En el Medio Oeste, Tecumseh, un jefe shawnee, y su hermano Tenskwatawa, instaron a William Harrison, gobernador del territorio de Indiana, para que no permitiera ampliar la zona de colonización de los blancos. En 1811, las fuerzas estadounidenses destruyeron el poblado de Prophetstown, donde estaba el cuartel general de Tecumseh. En la batalla de Tippecanoe, Harrison tuvo muchas bajas pero obligó a los nativos a abandonar el poblado, por lo que éstos pronto empezaron a buscar apoyo de los británicos. Tecumseh murió durante la batalla del Thames, en octubre de 1813, y con él finalizó su ideal de la unidad. Tras su muerte, los pueblos delaware, miami, ojibwa (o chippewa) y hurón firmaron la paz con los estadounidenses.
En el sur la guerra empezó con una sublevación de los creek en Fort Mims (Alabama). Andrew Jackson les venció finalmente el 27 de marzo de 1814 en la batalla de Horseshoe Bend. El Tratado de Fort Jackson (1814) señaló el final del poder indio en el bajo Mississippi.
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LA POLÍTICA DEL TRASLADO DE INDIOS
El segundo periodo importante del conflicto con los indios tuvo lugar en el cuarto de siglo posterior a la guerra de 1812, cuando se comenzó a aplicar la política de traslado de las tribus del este a otros territorios situados al oeste del Mississippi. Ya aplicada desde 1800, esta tendencia recibió un fuerte impulso con la Indian Removal Act (Ley de Traslado de Indios) de 1830, implementada en su mayor parte durante la presidencia de Andrew Jackson, que separó a tribus enteras de su tierra natal para instalarlas más allá del Mississippi.
Varios conflictos armados surgieron cuando algunas tribus se negaron a aceptar el nuevo emplazamiento. El esfuerzo de las tribus sac (o sauk) y fox, dirigidas por Halcón Negro, por regresar a su territorio a principios de 1832 derivó en una guerra, librada en Illinois y Wisconsin, que acabó en la matanza de Bad Axe (3 de agosto de 1832), en la que la mayoría de los indios fueron asesinados al intentar cruzar el Mississippi en dirección a Iowa. Los cherokee hubieron de abandonar Georgia y también se expulsó a los que quedaban en Mississippi y Alabama. La segunda Guerra Seminola en Florida (1835-1842) se distinguió por las tácticas evasivas de los seminolas, quienes escaparon por mucho tiempo a los intentos estadounidenses de cercarlos.
Hacia la década de 1850, sólo quedaban diseminados por la mitad occidental de Estados Unidos grupos indios aislados.
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LAS GUERRAS AL OESTE DEL MISSISSIPPI
Masacre de Wounded Knee
Esta fotografía documenta los estragos causados en diciembre de 1890 en Wounded Knee, cuando el Ejército estadounidense disparó y masacró a decenas de indios siux, entre los que se encontraban mujeres, niños y hombres desarmados.

Desde la década de 1840 hasta la de 1880, las fuerzas militares de Estados Unidos libraron numerosas batallas en su esfuerzo por despejar las rutas del Oeste para los colonos y hacer efectivo el control del gobierno en este inmenso territorio. Al final, el gobierno federal organizó un sistema de reservas indias para separar totalmente a los indígenas de los nuevos asentamientos blancos.
La fiebre del oro de 1849 llevó la desolación a los indios norteamericanos del Oeste. Las tribus bannock y shoshones de Oregón e Idaho, los ute de Nevada y Utah, y los apaches y navajos del suroeste, crearon una resistencia más organizada contra las incursiones blancas, pero al final fueron derrotados y confinados a las reservas.
Tratado con el pueblo shoshón
Esta obra de Charles Nahl, Tratado con los indios shoshones en 1866, recrea las negociaciones entre los miembros de ese pueblo y los colonos blancos. Los shoshones consintieron abandonar sus tierras al sur de Idaho (Estados Unidos) y ser trasladados a una reserva en el río Bruneau.

El conflicto central tuvo lugar en las Grandes Llanuras, donde se les había prometido refugio, en especial a muchas tribus ya desplazadas del este. Tuvieron grandes dificultades para adaptar su forma de vida a un entorno tan distinto, y las tribus originarias de la zona se resintieron por la presencia de los recién llegados. Pero al mismo tiempo, los blancos también empezaban a avanzar por este territorio, creando grandes hostilidades.
Los arapajoes, cheyenes y siux lucharon contra las incursiones de los colonos en su territorio en las décadas de 1860 y 1870. Entre todas las batallas, la de Little Bighorn alcanzó renombre mítico. El 25 de junio de 1876, una gran parte del VII Regimiento de Caballería comandado por George Custer, fue destruido por las fuerzas combinadas de siux y cheyenes a las órdenes de los jefes siux Toro sentado y Caballo loco. Sin embargo, al cabo de un año casi todos los siux y cheyenes se rindieron, y algunos de ellos fueron ubicados en el Territorio Indio (actualmente Oklahoma). Otros grupos indios continuaron la lucha, como el jefe José y los nez percé a finales de la década de 1870, y Jerónimo y los apaches a finales de la de 1880. Las Guerras Indias finalizaron con la masacre de Wounded Knee (en Dakota del Sur, el 29 de diciembre de 1890), cuando la caballería de los Estados Unidos asesinó a guerreros, mujeres y niños siux.

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