El invento de la Vuelta Ciclista a España




Desde 1955, y por un periodo próximo a los 25 años, El Correo Español-El Pueblo Vasco se hizo cargo de la organización de la prueba. Debido a ello, ésta tuvo durante varios años la salida y la meta en Bilbao. En el transcurso de los primeros cinco años de esa nueva etapa tuvo lugar la rivalidad entre el ganador de 1957, Jesús Loroño, y Federico Martín Bahamontes, segundo en esa edición y vencedor del Gran Premio de la Montaña (galardón que reeditó en 1958). En 1959 (primer año en que los equipos corrieron por marcas patrocinadoras), Il Campionissimo, Fausto Coppi, participó por última vez en la Vuelta, aunque sólo se mantuvo 14 días en carrera.
A lo largo de la década de 1960 aumentó el número de triunfos absolutos de ciclistas extranjeros, destacando la ya citada victoria de Anquetil en 1963 (en su primera participación, el año anterior, había sufrido una aparatosa caída en la tercera etapa que le dejó sin posibilidades), así como las de Rudi Altig (1962), Raymond Poulidor (1964) y Felice Gimondi (1968). En la Vuelta de 1969 se reveló uno de los corredores españoles más imprevisibles de todos los tiempos: Luis Ocaña. Vencedor de una edición, la de 1970, Ocaña fue especialmente apreciado en España por la rivalidad que mantuvo con el gran dominador del ciclismo mundial de aquella época, Eddy Merckx. El belga ejerció una hegemonía absoluta en la Vuelta de 1973: se impuso en la clasificación general individual, en la clasificación por puntos y en la clasificación de Metas Volantes, y fue segundo en la del Gran Premio de la Montaña. Otros ciclistas foráneos que triunfaron en los últimos años de la década de 1970 y los primeros de la de 1980 fueron el francés Bernard Hinault (1978 y 1983) y el holandés Joop Zoetemelk (1979). No obstante, la década de 1970 también fue pródiga en éxitos españoles: José Manuel Fuente (El Tarangu venció en las ediciones de 1972, en la que también lideró el Gran Premio de la Montaña, y 1974), Agustín Tamames (1975), José Pesarrodona (1976) y Faustino Rupérez (1980).
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PERIODO DE APOGEO
Óscar Freire
El ciclista español Óscar Freire (en el centro, vistiendo el maillot arco iris de campeón del mundo) levanta los brazos victorioso tras imponerse a los italianos Giovanni Lombardi (izquierda) y Cristian Moreni (derecha) en el sprint final de la cuarta etapa de la Vuelta a España de 2000, disputada el 29 de agosto entre Valdepeñas y Albacete.


En 1979, El Correo Español-El Pueblo Vasco abandonó la organización de la carrera, encargándose de la misma el presidente de la Federación Española de Ciclismo, Luis Puig. A partir de ese momento, y desde que poco después comenzará a ser patrocinada por Unipublic, la Vuelta Ciclista a España conoció sus momentos de mayor popularidad. Su nivel de competitividad se incrementó al convertirse en cita obligatoria de las grandes estrellas del pelotón internacional; en medios especializados llegó a discutirse largo y tendido sobre su posible primacía respecto al Giro de Italia. Y eso a pesar de que en la edición de 1982, que coincidió con la celebración en España de la fase final de la Copa del Mundo de fútbol, el dopaje privó de la victoria al que había sido vencedor de la carrera, Ángel Arroyo, en beneficio de Marino Lejarreta. Uno de los elementos que explican el apogeo adquirido por la Vuelta en esos años es la figura de Pedro Delgado. El segoviano ganó en 1985 y, tras las victorias del también español Álvaro Pino (1986), del colombiano Lucho Herrera (1987) y del irlandés Sean Kelly (1988), repitió su primer puesto en 1989. Un año antes también había pasado a formar parte de la lista de ganadores del Tour y logró que el ciclismo alcanzara en España unas dimensiones hasta entonces desconocidas. El eco de la importancia de Delgado se amplifica si se tiene en cuenta la gran generación de ciclistas españoles a la que perteneció, en la que también figuraron nombres como los de los citados Lejarreta y Pino, Julián Gorospe, Pello Ruiz Cabestany o José Luis Laguía (vencedor en tres ocasiones consecutivas del Gran Premio de la Montaña).
Roberto Heras
Roberto Heras alza los brazos al imponerse en la vigésima jornada de la Vuelta Ciclista a España de 2000. Heras conservó el jersey oro con que aparece en la imagen hasta el último día de la competición, y logró su primer triunfo en la gran ronda por etapas de su país.


La Vuelta se caracterizó durante la década de 1990 por una notable ausencia, la del gran dominador del ciclismo internacional de esos años: Miguel Induráin (sólo al final de su trayectoria el campeón navarro regresó, sin grandes resultados, a competir en ella). Otras notas características fueron los cambios habidos tanto en lo referente a su recorrido geográfico (algunas etapas se desarrollaron en territorio francés e incluso, en 1997, la prueba partió de la ciudad portuguesa de Estoril) como en lo que respecta a sus fechas de celebración (el calendario internacional obligó a que, desde 1995, se disputara en el mes de septiembre y no en el de abril).
Fueron años de dominio extranjero, marcados por las tres victorias consecutivas del suizo Tony Rominger (1992, 1993 y 1994), la del francés Laurent Jalabert (1995), las dos del también suizo Alex Zülle (1996 y 1997) y la del alemán Jan Ullrich (1999). Únicamente Melchor Mauri (1991) y Abraham Olano (1998) interrumpieron esa racha. Sin embargo, el cambio de siglo invirtió la tendencia y, gracias a los triunfos de Ángel Casero (2001), Aitor González (2002) y Roberto Heras (2000, 2003 y 2004), los ciclistas españoles reaparecieron en el cuadro de honor. Heras subió también al escalón más alto del podio de Madrid en 2005, pero la que era su cuarta victoria (que le convirtió, por algún tiempo, en el primer tetracampeón de la Vuelta) estuvo marcada por un controvertido hecho que reproducía las circunstancias que ya se desarrollaran en 1982: el positivo por dopaje del que ya había sido declarado ganador de aquella ronda tuvo como consecuencia su posterior descalificación, por lo que fue el ruso Dennis Menchov (segundo en la clasificación general) quien pasó a ocupar su puesto en el palmarés de la competición. En 2006, el cerrado duelo entre Aleksandr Vinokourov y el español Alejandro Valverde se decantó finalmente del lado del kazako. Al año siguiente, Menchov se adjudicó su segundo triunfo absoluto.


El invento Vuelta Ciclista a Colombia




Lucho Herrera
Lucho Herrera, ganador de una edición de la Vuelta Ciclista España y de cuatro de la Vuelta Ciclista a Colombia.


Vuelta Ciclista a Colombia, prueba de ciclismo por etapas que se desarrolla en Colombia y que es una de las más importantes del calendario americano e internacional. Por la propia orografía del país, su recorrido es predominantemente montañoso, muy ajustado a la tradición de grandes escaladores colombianos, los célebres escarabajos. La distancia con Europa y las fechas en que se disputa —generalmente en el mes de abril— la han privado en muchas ocasiones de contar con grandes estrellas, y desde la década de 1980 se ha producido incluso el fenómeno de no poder contar con los mejores ciclistas colombianos, enrolados en equipos europeos y en las grandes rondas, Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta Ciclista a España.
La Vuelta a Colombia empezó a disputarse en 1951, sobre un total de 1.223 km, y tuvo en el ciclista local Efraín Forero a su primer ganador. Uno de los pocos europeos que ha acudido con asiduidad a la ronda colombiana, el francés José Beyaert, ganó la segunda edición y se convirtió en uno de los principales protagonistas de la prueba durante la década de 1950, junto con Ramón Hoyos Vallejo (ganador de cinco ediciones: 1953, 1954, 1955, 1956 y 1958) y algunos corredores del departamento de Antioquia —a los que se llamó la licuadora antioqueña—, como Honorio Rúa o Héctor Mesa.
La década de 1960 tuvo como estrella a Martín Emilio Cochise Rodríguez, uno de los grandes del ciclismo colombiano, que al cabo de los años se hizo profesional y cerró su carrera deportiva en Europa. Junto a Cochise Rodríguez (que se impuso en cuatro ediciones: 1963, 1964, 1966 y 1967) despuntaron Rubén Darío Gómez (vencedor en 1959 y 1961), Roberto Pajarito Buitrago (que ganó la prueba en 1962) y Javier Suárez (1965). En la década de 1970, Rafael Antonio Niño, corredor semi-profesional que también había probado fortuna en Europa, conquistó seis ediciones de la Vuelta a Colombia (1970, 1973, 1975, 1977, 1978 y 1980). Junto a él brillaron Miguel Don Coraje Samacá (1972), Norberto Cáceres, Álvaro Pachón (1971 y 1974) y Alfonso Flórez Ortiz (1979 y 1983), en lo que iba a ser la antesala de la mejor década del ciclismo colombiano.
En efecto, la década de 1980 conoció la explosión de Lucho Herrera y Fabio Parra, corredores ambos que disfrutaron de un reconocido prestigio en Europa. Herrera ganó la Vuelta Ciclista a Colombia en cuatro ocasiones (1984, 1985, 1986 y 1988), pero al igual que Parra (1981 y 1992), Patrocinio Jiménez, Edgar Condorito Corredor o Martín Ramírez, repartía ya sus esfuerzos en el calendario europeo (Herrera ganó dos veces la clasificación del Gran Premio de la Montaña en el Tour y se impuso en la Vuelta a España de 1987, y Parra llegó a ser tercero en la general del Tour y segundo en la Vuelta).
Desde entonces, el palmarés de la ronda ha seguido dominado por grandes corredores locales, como Oliverio Rincón (1989), Gustavo Wilches (1990), Álvaro Sierra (1991), Carlos María Jaramillo (1993), José Jaime Chepe González (1994 y 1995), Miguel Sanabria (1996), Carlos Alberto Contreras (1999), Héctor Iván Palacio (2000), Hernán Buenahora (2001), Libardo Niño (2003, 2004 y 2005), el tetracampeón José Castelblanco (1997, 1998, 2002 y 2006) y Santiago Botero (2007).


El invento del Tour de Francia




Tour de Francia, prueba de ciclismo en ruta por etapas, la más prestigiosa y legendaria de todas las que componen el calendario ciclista internacional. A lo largo de sus tres semanas de duración, el pelotón recorre diversos puntos de la geografía de Francia, aunque, en diversas ediciones, algunas de sus etapas se han desarrollado en países próximos al territorio francés.
Puede decirse que la historia del Tour es, también, la historia del ciclismo en ruta y, en un sentido más amplio, la historia de la evolución y desarrollo del ciclismo desde sus primeros balbuceos hasta la actualidad. Como recogía el acta del Jurado que en 2003 concedió a esta competición el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes: “Ha encarnado desde su nacimiento los valores más nobles: el esfuerzo personal, el trabajo en equipo y el espíritu de superación. En él se han consagrado figuras legendarias que están en el recuerdo de todos”.
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ORÍGENES: EL PRIMER TOUR
El Tour de Francia, conocido también como La Grande Boucle, surgió a partir de una idea propuesta por Geo Lefèvre, redactor de la revista L´Auto (antecesora del todavía hoy principal diario deportivo francés, L´Équipe), a su director, Henri Desgranges (quien en 1893 se convirtiera en el primer plusmarquista mundial de la hora), como un medio para aumentar las ventas de dicha publicación en los difíciles meses estivales. El 20 de noviembre de 1902, en un pequeño restaurante parisino llamado Madrid, tomaron la decisión de patrocinar y organizar una competición que recorriera las principales ciudades francesas. El anuncio oficial fue publicado en el semanario el 16 de febrero del año siguiente: la primera edición del Tour constaría de seis etapas, sobre un recorrido total de 2.428 km, y se iniciaría el 31 de mayo. El escaso número de participantes inscritos inicialmente pospuso la salida hasta el 1 de julio de 1903. El premio consistía en la entrega al vencedor de 3.000 francos franceses. Costaba 50 la inscripción.
En aquella primera carrera participaron 60 corredores, inscritos a título individual, montados en bicicletas de más de 20 kg de peso, sin sistema de cambios ni soporte técnico alguno en el largo periplo y, después de 18 días —dada la longitud de cada etapa, que superaba en cuatro de ellas los 400 km, se descansaba de dos a tres días entre una y otra— tan sólo 21 llegaron a la meta. El ganador fue Maurice Garin, quien había sido, además, el primero en inscribirse y el primer vencedor de una etapa, la París-Lyon, de 467 kilómetros. Garin, deshollinador de profesión, empleó para alzarse con el triunfo 94 horas y 33 minutos, a una media de 25,739 kilómetros por hora. El segundo clasificado invirtió 2 horas 49 minutos y 45 segundos más que él.
Los múltiples incidentes, trampas y estratagemas empleadas por los ciclistas y sus seguidores, a punto estuvieron de terminar con el recién nacido Tour —que en su segunda edición descalificó a los cuatro primeros clasificados—, pero tuvieron a la vez la virtud de iniciar los sistemas de control y de mejora de las mediciones de tiempo o puntos, que no ha hecho sino perfeccionarse de una forma paulatina.
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MONTAÑAS MÍTICAS PARA ESCALADORES LEGENDARIOS
Federico Martín Bahamontes
Escapado en solitario en plena ascensión, esta imagen fue muy habitual a lo largo de la trayectoria deportiva de su protagonista, Federico Martín Bahamontes. Considerado el mejor escalador de todos los tiempos, este ciclista español basó todos sus éxitos (especialmente en el Tour de Francia, que ganó en 1959) en sus espectaculares exhibiciones en la alta montaña. Por todo ello se ganó el merecido sobrenombre de El Águila de Toledo.

En 1905, el Tour incluyó, por primera vez, obstáculos montañosos en su recorrido. Desde 1910 y 1911 estos se han repartido en esencia en tres grandes áreas orográficas: Pirineos, Alpes y macizo Central. Aubisque y Tourmalet (en la primera), Galibier y L’Alpe-d´Huez (en la segunda) y Puy de Dôme (en el macizo Central), fueron, desde entonces, algunos de los más escarpados enemigos de los ciclistas, encargados de efectuar las decisivas cribas en los primeros puestos de la clasificación general. Todos los vencedores del Tour se han tenido que enfrentar a tan duros ascensos. Algunos corredores, vencedores o no, adquirieron justa fama por sus épicas escaladas, sobre todo desde que en 1933 se instituyó el Gran Premio de la Montaña, cuyo primer ganador fue un español, Vicente Trueba, al que Desgranges bautizó como La Pulga de Torrelavega.
Por tradición, los ciclistas españoles han sobresalido siempre en las jornadas de alta montaña. Entre muchos otros, destacó sobremanera la figura de Federico Martín Bahamontes, al que Jacques Goddet (redactor y organizador del Tour) apodó El Águila de Toledo. Bahamontes ganó la prueba en 1959 (un año antes lo había hecho otro formidable escalador, el luxemburgués Charly Gaul, El Ángel de la Montaña) y resultó vencedor del Gran Premio de la Montaña en seis ocasiones (1954, 1958, 1959, 1962, 1963 y 1964). Este récord permaneció como tal durante muchos años, siendo igualado en 1983 por el belga Lucien van Impe (el cual se proclamó mejor escalador en 1971, 1972, 1975, 1977, 1981 y 1983), y superado en 2004 por Richard Virenque, primer heptacampeón (1994, 1995, 1996, 1997, 1999, 2003 y 2004) del Gran Premio de la Montaña del Tour. En la década de 1980, se impusieron en numerosas ocasiones los escaladores colombianos, conocidos como escarabajos, forjados en la escalada de las altas cumbres de su país, tales como el puerto de Letras, con 80 km de ascensión y 5.000 m de altura. Ejemplos paradigmáticos de los grandes escaladores colombianos fueron Lucho Herrera (que en 1984 coronó en primera posición la cima del L’Alpe-d´Huez) y Fabio Parra (tercero en la general de 1988).
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LA ERA DEL CICLISMO MODERNO
Tras interrumpirse la competición entre 1915 y 1918, a causa de la I Guerra Mundial, la carrera se reanudó en 1919. Únicamente participaron 69 corredores, concluyeron 11 y hubo un sentir de pesadumbre general por el alto número de ciclistas muertos y desaparecidos en el curso del conflicto bélico. Fue en esa edición en la que se usó por primera vez el que desde entonces sería emblema del Tour: el maillot amarillo, que distingue, desde el final de la primera etapa hasta la llegada a París, al ciclista que ocupa el primer lugar en la clasificación general individual. El color elegido era el mismo que el de las páginas de L´Auto y en aquella primera oportunidad se entregaba al líder una vez concluida la décima etapa, de un total de quince, cuando ya se llevaban cubiertos 5.558 km de recorrido. Siete años después se celebró el que sigue siendo el Tour más largo de la historia: 5.745 km, divididos en 17 etapas. Fue también la primera vez que el Tour no tuvo salida en París, sino en la ciudad de Evian. De 146 corredores, sólo 41 llegaron hasta el final.
En 1927 y 1934 se iniciaron las que serían, junto a las de alta montaña, las etapas más decisivas del Tour, la contrarreloj por equipos y la individual. Estas últimas han decidido los triunfos finales de muchas de las máximas figuras de los últimos tiempos. Una nueva interrupción, entre 1939 y 1947 a causa de la II Guerra Mundial, condujo hasta los que han sido considerados los orígenes del ciclismo moderno y al reconocimiento de las figuras más legendarias del Tour y del ciclismo de todas las épocas.
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FIGURAS QUE MARCARON DÉCADAS
Louison Bobet
En la imagen se puede contemplar a Louison Bobet durante la disputa del Gran Premio de las Naciones de 1955.

La primera edición disputada tras aquella pausa tuvo una baja tan importante o más que la de algunos corredores muertos durante la guerra: la del fundador de la carrera, Henri Desgranges, fallecido en agosto de 1940. Asimismo, el patrocinador no fue en esta ocasión L´Auto (al dejar de publicarse en 1944), sino L´Équipe. Desde este momento podemos nominar las décadas que siguen por la personalidad del ciclista que dominó las ediciones del Tour en cada una de ellas.
Jacques Anquetil
Jacques Anquetil marcó toda una época en la historia del ciclismo y su nombre figura entre el de los más grandes de este deporte. En su brillante palmarés figuran victorias absolutas en las tres grandes vueltas por etapas: cinco en el Tour de Francia (1957, 1961, 1962, 1963 y 1964), dos en el Giro de Italia (1960 y 1964) y una en la Vuelta a España (1963).

Los últimos años de la década de 1940 estuvieron marcados, sin lugar a dudas, por la figura del italiano Fausto Coppi, ganador en 1949 y 1952. Il Campionissimo, dueño inapelable del Giro de Italia, que había ganado en esos mismos años, fue el primer ciclista en lograr un doblete excepcional, subir a lo alto del podio en ambas pruebas.
Felice Gimondi
En la imagen, Felice Gimondi celebra su victoria en el Tour de Francia de 1965. Posteriormente, este ciclista italiano ganaría tres veces el Giro de Italia (1967, 1969 y 1976) y una la Vuelta Ciclista a España (1968). Estos triunfos tienen un valor añadido si se tiene en cuenta que su gran rival en la carretera fue el mítico Eddy Merckx.

La década de 1950 fue dominada por el francés Louison Bobet, que se impuso en 1953, 1954 y 1955. Su tenacidad, ambición y dominio de las pruebas contrarreloj y etapas de montaña le permitieron convertirse en el primer ganador de tres ediciones consecutivas de la ronda francesa. Su única tristeza fue no haber vencido jamás en el Giro de Italia, según declaró al retirarse.
El protagonismo en la década de 1960 fue capitalizado por el mítico Jacques Anquetil, primer ciclista que logró cinco victorias (1957, 1961 —edición en la que vistió el maillot amarillo desde la crono inicial hasta la crono final—, 1962, 1963 y 1964). Recibió diversos sobrenombres: Monsieur Jacques, por su natural elegancia; El Vikingo, por su pasmosa frialdad, o Señor Crono, por su dominio de las pruebas contrarreloj. Su palmarés también incluyó dos Giros de Italia (1960 y 1964), convirtiéndose en el primer francés que ganaba la ronda italiana y en el primer ciclista que conseguía la hazaña de Coppi al hacer doblete en una misma temporada. Fue, además, el encargado de batir, en 1956, el récord mundial de la hora que desde 1942 ostentaba el italiano.
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LAS ERAS DE MERCKX E HINAULT
La primera mitad de la década de 1970 conoció la hegemonía de un ciclista belga que recibió los apodos de El Ogro y El Caníbal, y que ha sido calificado de forma casi unánime como el mayor ciclista de todos los tiempos: Eddy Merckx. Se impuso en cinco Tours (1969, 1970, 1971, 1972 y 1974). En el primero de ellos (que suponía su debut) ganó seis etapas, el Gran Premio de la Montaña, la clasificación por puntos y por equipos, y dejó al segundo clasificado en la general a 17 minutos de diferencia. Fue el primero en añadir a su palmarés deportivo cinco triunfos en el Giro de Italia (con tres dobletes, algo que todavía no ha igualado nadie) y con una cifra espeluznante, 525 victorias en 1.800 carreras disputadas a lo largo de su vida profesional. Fue el primero en ganar en un mismo año el Tour, el Giro y el Campeonato del Mundo, proeza que tan sólo el irlandés Stephen Roche volvió a repetir en 1987.
Luis Ocaña
En la imagen, Luis Ocaña es felicitado por su hermano Antonio tras proclamarse vencedor del Tour de Francia el 22 de julio de 1973. Esta victoria del ciclista español puso fin a la hegemonía que Eddy Merckx había ejercido en la ronda francesa desde 1969.

El máximo rival de Merckx en sus años de gloria fue un gran ciclista español, Luis Ocaña, que en la edición de 1971, cuando aventajaba a Merckx en 9 minutos y 40 segundos en la general, sufrió una caída en el descenso del Col de Mente (el belga no vistió al día siguiente de amarillo, como gesto de respeto), perdiendo toda oportunidad de recobrarse. En 1973, Ocaña logró la segunda victoria de un español en un Tour; tras una auténtica exhibición en la etapa alpina del Galibier, relegó a 16 minutos a sus más directos rivales.
Greg LeMond
Greg LeMond comenzó a practicar el ciclismo como una actividad secundaria para mantenerse en forma al finalizar la temporada de esquí. Obtuvo la victoria en el Tour de Francia en 1986, 1989 y 1990. Su triunfo en 1989, por sólo ocho segundos de diferencia sobre el segundo clasificado, es el más apretado de la historia de esta carrera.

Durante los reinados de Anquetil y Merckx, compitió en el Tour un hombre conocido como ‘el eterno segundo’ que, sin embargo, fue el verdadero ídolo en el afecto de los aficionados: Raymond Poulidor, Pou-Pou, que participó en 13 ediciones y jamás vistió el maillot amarillo, fue tres veces segundo y cinco tercero.
El mismo año de la retirada de Merckx, participó por primera vez en el Tour el que sería su indiscutible sucesor, el francés Bernard Hinault. Venció en aquella edición (1978) y revalidó su triunfo en 1979, 1981, 1982 y 1985 (logrando también estos dos últimos años el Giro). Llamado El Tejón y El Caimán, tuvo como principal rival en las rutas francesas al holandés Joop Zoetemelk (vencedor en 1980) y dejó como discípulos a su compatriota Laurent Fignon (ganador de dos ediciones consecutivas, 1983 y 1984) y a Greg LeMond (triunfador en 1986, 1989 y 1990, y primer estadounidense en adjudicarse un Tour).
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LAS ERAS DE INDURÁIN Y ARMSTRONG
Pedro Delgado
Pedro Delgado, ganador del Tour de Francia de 1988, se convirtió en uno de los artífices del estallido de la afición por el ciclismo en España en los años siguientes. Su popularidad se forjó en torno a su carisma personal. En 1989, protagonizó una anécdota sin precedentes en la historia del Tour: se perdió y llegó tarde a la salida de la etapa prólogo, en Luxemburgo, por lo que inició su defensa del maillot amarillo desde la última posición, con una desventaja casi insalvable. Pese a ello, acabó en tercer lugar en la clasificación general final.

Desde finales de la década de 1980, el Tour tuvo un claro sello español, con dos figuras diferentes pero espléndidas por sus particulares condiciones: Pedro Delgado y Miguel Induráin.
Marco Pantani
Con una diferencia de 1 minuto y 33 segundos sobre el segundo clasificado (el ruso Pável Tonkov), el ciclista italiano Marco Pantani se adjudicó el Giro de Italia de 1998. En la imagen se lo puede ver en el momento en que cruzaba la línea de meta de la última etapa (Lugano-Milán) de aquella competición. Ese mismo año, Pantani también venció en el Tour de Francia.

Pedro Delgado ya pudo ganar la edición de 1987 (en la que quedó a 40 segundos del vencedor final, el irlandés Stephen Roche), cuando realizó la más terrorífica y espectacular bajada de un puerto que se recuerda, la del Peyresourde. Vencedor en la edición de 1988, un retraso en la salida de una etapa contrarreloj le impidió repetir triunfo en 1989. Pero su temperamental y valiente estilo, así como sus grandes dotes como escalador, siempre dispuesto a dar batalla en cuanto la carretera adquiría desnivel, le convirtieron en ídolo de toda la afición.
Lance Armstrong
El ciclista estadounidense Lance Armstrong celebra su segunda victoria en el Tour de Francia. Las imágenes corresponden al día 23 de julio de 2000.

Miguel Induráin llegó a participar en 11 ediciones del Tour y ganó cinco consecutivas (1991-1995), logrando dobletes (Giro y Tour) en 1992 y 1993. El que ha sido calificado como mejor deportista español de todos los tiempos —un coloso de 1,88 m de estatura y más de 70 kg de peso, imbatible en la contrarreloj y que escalaba a un ritmo constante que pulverizaba a sus contrarios— derrotó en las carreteras francesas a Claudio Chiapucci, Gianni Bugno, Tony Rominger, Alex Zülle, Marco Pantani, Laurent Jalabert y Eugeni Berzin, entre otros grandes ciclistas.
Joseba Beloki
Joseba Beloki, durante una etapa del Tour de Francia de 2002. El ciclista español acabó segundo en la clasificación individual final de aquella edición de la ronda francesa. Era el tercer año consecutivo que estaba presente en el podio de los Campos Elíseos, pues ya había sido tercero en 2000 y 2001.

En la edición de 1996, cuando Induráin era clarísimo favorito, el trazado —que los organizadores diseñaron año tras año con mayores obstáculos para el triunfo del español—, la adversa climatología y, también, una merma en las condiciones físicas del corredor, que sufrió un desfallecimiento a falta de 4 km de la meta en la cima de Les Arcs, a lo que hay que añadir la impecable y dominadora carrera realizada por Bjarne Riis, entregaron a este veterano danés el maillot amarillo en la meta final de los Campos Elíseos parisinos. Se seguía cumpliendo así, de momento, el aserto según el cual ni los mayores gigantes logran ganar seis Tour. Tras un breve paréntesis, en el que la lucha por suceder a Induráin se presentó abierta a diversos candidatos, como el alemán Jan Ullrich (ganador en 1997) y Pantani (que se impuso en 1998), finalmente surgió la figura capaz de coger su relevo. Fue el estadounidense Lance Armstrong, quien, tras luchar contra el cáncer y derrotarlo, consiguió el hasta entonces utópico sueño de las seis victorias, luego elevadas a siete, que, para su mayor gloria, obtuvo de forma consecutiva entre 1999 y 2005. Para ello, el primer hexacampeón y heptacampeón del Tour se mostró implacable tanto en las etapas de alta montaña como en las pruebas contra el crono, haciendo inútiles los esfuerzos de sus principales rivales. Entre ellos destacaron especialmente Ullrich (segundo en 1996, 1998, 2000, 2001 y 2003; cuarto en 2004, y tercero en 2005), el español Joseba Beloki (tercero en 2000 y 2001, y segundo en 2002) y el italiano Ivan Basso (tercero en 2004 y segundo en 2005).
Alejandro Valverde
Alejandro Valverde cruza victorioso la meta de la décima etapa, Grenoble-Courchevel, del Tour de 2005. Tras el ciclista español puede vislumbrarse a Lance Armstrong, segundo en esa jornada y vencedor final de aquella edición de la ronda francesa.

El Tour de 2006, el primero tras la retirada de Armstrong y, por tanto, el que parecía más abierto, lo resultó aún más como consecuencia de los efectos de la denominada Operación Puerto desarrollada en España y que descubrió una extensa trama de dopaje en el mundo del ciclismo. Por su presunta implicación en la misma, Ullrich, Basso y Beloki, entre otros muchos corredores, no pudieron tomar la salida. Un estadounidense, Floyd Landis, se coronó en París, sin embargo, su positivo por testosterona en un control desarrollado durante la prueba (confirmado en el ulterior contraanálisis), supuso que el título de esta polémica edición revirtiera finalmente en el segundo clasificado, el español Óscar Pereiro. Un compatriota de este último, Alberto Contador, fue el ganador del Tour 2007.

Vencedores del Tour de Francia

AÑO
GANADOR
1903
Maurice Garin, Francia
1904
Henri Cornet, Francia
1905
Louis Trousselier, Francia
1906
René Pottier, Francia
1907
Lucien Petit-Breton, Francia
1908
Lucien Petit-Breton, Francia
1909
François Faber, Luxemburgo
1910
Octave Lapize, Francia
1911
Gustave Garrigou, Francia
1912
Odile Defraye, Bélgica
1913
Philippe Thys, Bélgica
1914
Philippe Thys, Bélgica
1915-1918
No se disputó
1919
Firmin Lambot, Bélgica
1920
Philippe Thys, Bélgica
1921
Léon Scieur, Bélgica
1922
Firmin Lambot, Bélgica
1923
Henri Pélissier, Francia
1924
Ottavio Bottecchia, Italia
1925
Ottavio Bottecchia, Italia
1926
Lucien Buysse, Bélgica
1927
Nicolas Frantz, Luxemburgo
1928
Nicolas Frantz, Luxemburgo
1929
Maurice Dewaele, Bélgica
1930
André Leducq, Francia
1931
Antonin Magne, Francia
1932
André Leducq, Francia
1933
Georges Speicher, Francia
1934
Antonin Magne, Francia
1935
Romain Maës, Bélgica
1936
Sylvére Maës, Bélgica
1937
Roger Lapebie, Francia
1938
Gino Bartali, Italia
1939
Sylvére Maës, Bélgica
1940-1946
No se disputó
1947
Jean Robic, Francia
1948
Gino Bartali, Italia
1949
Fausto Coppi, Italia
1950
Ferdi Kubler, Suiza
1951
Hugo Koblet, Suiza
1952
Fausto Coppi, Italia
1953
Louison Bobet, Francia
1954
Louison Bobet, Francia
1955
Louison Bobet, Francia
1956
Roger Walkowiak, Francia
1957
Jacques Anquetil, Francia
1958
Charly Gaul, Luxemburgo
1959
Federico Martín Bahamontes, España
1960
Gastone Nencini, Italia
1961
Jacques Anquetil, Francia
1962
Jacques Anquetil, Francia
1963
Jacques Anquetil, Francia
1964
Jacques Anquetil, Francia
1965
Felice Gimondi, Italia
1966
Lucien Aimar, Francia
1967
Roger Pingeon, Francia
1968
Jan Janssen, Países Bajos
1969
Eddy Merckx, Bélgica
1970
Eddy Merckx, Bélgica
1971
Eddy Merckx, Bélgica
1972
Eddy Merckx, Bélgica
1973
Luis Ocaña, España
1974
Eddy Merckx, Bélgica
1975
Bernard Thévenet, Francia
1976
Lucien Van Impe, Bélgica
1977
Bernard Thévenet, Francia
1978
Bernard Hinault, Francia
1979
Bernard Hinault, Francia
1980
Joop Zoetemelk, Países Bajos
1981
Bernard Hinault, Francia
1982
Bernard Hinault, Francia
1983
Laurent Fignon, Francia
1984
Laurent Fignon, Francia
1985
Bernard Hinault, Francia
1986
Greg LeMond, Estados Unidos
1987
Stephen Roche, Irlanda
1988
Pedro Delgado, España
1989
Greg LeMond, Estados Unidos
1990
Greg LeMond, Estados Unidos
1991
Miguel Induráin, España
1992
Miguel Induráin, España
1993
Miguel Induráin, España
1994
Miguel Induráin, España
1995
Miguel Induráin, España
1996
Bjarne Riis, Dinamarca
1997
Jan Ullrich, Alemania
1998
Marco Pantani, Italia
1999
Lance Armstrong, Estados Unidos
2000
Lance Armstrong, Estados Unidos
2001
Lance Armstrong, Estados Unidos
2002
Lance Armstrong, Estados Unidos
2003
Lance Armstrong, Estados Unidos
2004
Lance Armstrong, Estados Unidos
2005
Lance Armstrong, Estados Unidos
2006
Óscar Pereiro, España *
2007
Alberto Contador, España
* Por descalificación de Floyd Landis


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