Lengua sumeria




Lengua sumeria
Lengua sumeria, hablada por los pueblos del antiguo reino sumerio que estuvo en Mesopotamia. Su vocabulario, gramática y sintaxis no parecen tener relación con ninguna otra lengua conocida.
Es la lengua escrita más antigua de la que se poseen testimonios gráficos, su alfabeto es cuneiforme. Las primeras inscripciones, que se encontraron en el sur de Mesopotamia, proceden del 3000 a.C.; un milenio después había dejado de hablarse y el acadio o asirio-babilónico la reemplazó, aunque siguió siendo lengua literaria hasta que desapareció su alfabeto. Se distinguen cuatro periodos en la historia de esta lengua: El arcaico desde el 3100 hasta el 2500 a.C.; el antiguo o clásico que abarca desde el 2500 hasta el 2300 a.C.; el nuevo, entre el 2300 y el 2000, y por último el llamado postsumerio. La existencia de esta lengua —y su cultura— permanecieron en el olvido hasta que en el siglo XIX se descifró el alfabeto cuneiforme, lo que desveló la existencia de una lengua que no se esperaba que existiera, en lugar de tratarse de una lengua conocida en un periodo arcaico.
El sumerio fue una lengua de tipo aglutinante y no flexiva, como lo son las indoeuropeas y las semíticas. Por lo general, las palabras-patrón no están sujetas a ningún cambio flexivo. Las unidades gramaticales están formadas por un conjunto de palabras, que mantienen su estructura, y no por palabras aisladas. Se parece a otras lenguas aglutinantes como el turco, el húngaro y algunas lenguas caucásicas.
Posee seis vocales: tres abiertas a, e, u, y sus correspondientes cerradas a, e, u. No se las pronunciaba con nitidez y estaban sujetas a la ley de la armonía de las vocales. Se aplica a las vocales y a las partículas átonas. Las vocales se elidían al final de palabra o en posición interconsonántica. Poseía 15 consonantes b, p, t, d, g (oclusivas) k, z, s, sh (africadas sibilantes sonoras), ch (africadas palatales sordas), r, l, m, n, y ng (parecida a la ñ). La última consonante de las palabras no se pronunciaba a menos que fuera seguida de una partícula que comenzara por vocal.
Muchas palabras-patrón eran monosílabas y se podían añadir a otras para formar palabras polisílabas, que eran palabras compuestas. Los nombres solían ser palabras compuestas como lu-gal 'rey' ('gran hombre'), dub-sar 'escriba' ('tablilla escritor'), y di-ku 'juez' ('juicio decididor'). Los nombres abstractos se formaban por medio de la palabra nam, así, nam-lu-gal significa 'parentesco'. El plural se formaba por la repetición de la raíz. No tenía género, pero los nombres podían ser animados o inanimados, los animales pertenecían a la última categoría.
Las oraciones constaban de un predicado y una serie de nombres compuestos que estaban relacionados con el predicado como sujeto, objeto directo, indirecto y dimensional (circunstancial), esto es, el que establece las relaciones de localización. El predicado estaba formado por una raíz verbal y una serie de infijos o elementos gramaticales que se unían a la raíz. Los infijos servían para corroborar las relaciones entre el verbo y los compuestos, que habían quedado marcadas ya por las partículas gramaticales. El sustantivo compuesto podía estar formado por el sustantivo propiamente dicho, o por éste y sus modificadores, como los adjetivos, los genitivos, las oraciones de relativo y los posesivos. Las partículas de relación, llamadas posposiciones, siempre iban detrás de los compuestos.
Posee muy pocos adjetivos, ya que se empleaban en su lugar las expresiones genitivas (el equivalente al esquema nombre-de-nombre). Las cópulas y las conjunciones eran escasas, sus funciones las realizaban el orden de las palabras en la oración y los compuestos. Tampoco tenía pronombre relativo, las oraciones subordinadas adjetivas se indicaban por medio de una partícula que se colocaba al final. Esta clase de oraciones tenía un uso muy restringido; una partícula pasiva que tenía la misma forma del infinitivo solía sustituirlas.
El principal dialecto del sumerio puede que fuera el emegir o 'lengua principesca'. Hubo otros dialectos de menor difusión. Uno lo empleaban las mujeres y otro los eunucos.

Lengua rumana




Lengua rumana
Lengua rumana, lengua romance que procede básicamente del latín que se hablaba en la Dacia, antigua provincia del Imperio romano, cuyos límites coinciden con la actual Rumania en términos generales. Posee cuatro dialectos principales: el dacorrumano o rumano propiamente dicho, que hablan unos 18 millones de personas en Rumania, y en determinadas regiones de Serbia y Montenegro, Croacia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, la Ex-República Yugoslava de Macedonia, y Hungría, y también en una zona de Moldavia (en una variedad que se llama moldavo); el macedorrumano o aromúnico, que hablan algunos miles de personas en las repúblicas balcánicas; el meglenorrumano o meglenítico, que cuenta con pocos hablantes en Grecia al noroeste de Tesalónica; por último, el istrorrumano, que hablan en la península de Istria en Croacia. Algunas escuelas lingüísticas ven estos dialectos como lenguas independientes.
La lengua literaria es la norma culta del dacorrumano que se habla en la histórica región de Valaquia, al sur de Rumania. Su primer texto conocido data del 1521 y existe una inscripción aromúnica de 1731. La lengua conserva muchos rasgos del latín que han perdido las demás lenguas románicas, concretamente la declinación nominal. Como otras lenguas vecinas de los Balcanes, que no pertenecen al grupo románico, pospone al nombre el artículo determinado. Ha recibido muchas palabras del eslavo, griego, turco, húngaro y albanés, lenguas con las que ha estado en contacto a lo largo de la historia.

Lengua polaca




Lengua polaca
Lengua polaca, pertenece al grupo occidental de la rama eslava de las lenguas indoeuropeas, por lo que está relacionada con el checo, el eslovaco y el sorabo, que se habla en Alemania. Es la lengua oficial de Polonia. El polaco cuenta con los siguientes dialectos: el polaco menor, el silesio (meridionales los dos), el masovio y el gran polaco o polaco mayor (hablado en el norte del país). Aunque el cachubo, que se escucha al norte es una evolución diferente del eslavo occidental, hay quien erróneamente lo considera dialecto del polaco.
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FONÉTICA Y GRAMÁTICA
El polaco contemporáneo posee siete fonemas vocálicos y 35 consonánticos, que representa el alfabeto romano con algunas modificaciones. Los sonidos que no existieron en latín se transcriben: por medio de dígrafos como sz y cz, que pueden describirse como africadas silbantes sonora (sh) y sorda (ch) respectivamente; por medio de marcas diacríticas como ż y ś procedentes del checo (que corresponden a las africadas predorsodental sonora y sorda zh y sh respectivamente). El único signo polaco de su alfabeto es ł que equivale a una semiconsonante w. A lo largo de su historia, el polaco ha perdido la distinción entre las vocales largas y breves. En términos generales, el acento recae en la penúltima sílaba. Este idioma es la única lengua eslava que tiene vocales nasales (a y e), que proceden de las nasales que tuvo el antiguo eslavo. Ha perdido el número dual (como la mayoría de las lenguas de su rama). Tiene tres géneros en singular: masculino, femenino y neutro; el plural ha desarrollado una nueva categoría, la que se aplica a los nombres de persona masculinos, que se distingue del plural común para todos los demás nombres. Es una lengua muy flexiva y mantiene la declinación: seis casos que se aplican a los nombres, pronombres y adjetivos; el vocativo, que es un séptimo caso, sólo se emplea con los nombres y pronombres en función expresiva (para llamar directamente la atención). Los verbos se conjugan atendiendo al género, persona y número; el polaco ha simplificado el paradigma de los tiempos tras eliminar tres formas de la lengua antigua (el aoristo, el imperfecto y el pretérito perfecto). La única forma para el pasado que se conserva en la lengua hablada es el llamado perfecto eslavo. En cuanto al orden de las palabras en la oración es un idioma muy flexible.
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HISTORIA
Los documentos más antiguos que se conocen escritos en polaco se reducen a unas glosas sobre los documentos latinos (sobre todo la bula del papa del 1136) y una mera serie de nombres. En el siglo XVI emergió la literatura expresada en los dialectos que rodean Poznań, al oeste de Polonia. Esta lengua ha permanecido bastante pura, asimiló los préstamos medievales del checo, germánico, latín y más recientemente ha recibido neologismos de origen ruso, ucranio, francés e inglés.

Lengua persa




Lengua persa
Lengua persa, también llamada farsi, es la más extendida de la rama irania, subfamilia de las lenguas indoiranias que pertenecen al conjunto indoeuropeo. Es el idioma de Irán (antes Persia) que también hablan en Afganistán y en su forma arcaica en Tayikistán y la región del Pamir. El persa moderno emplea el alfabeto árabe, ha recibido numerosos arabismos y posee una literatura rica y extensa.
En la evolución de las lenguas iranias cabe distinguir tres etapas: antigua, media y moderna. El iranio antiguo está representado por el avéstico y el persa antiguo. El primero se habló seguramente en el noreste de Persia y se llama así porque fue la lengua empleada para redactar el libro sagrado de los zoroastras, el Avesta. Había desaparecido ya siglos antes de la llegada del islam, excepción hecha de su empleo litúrgico. Se han encontrado inscripciones del persa antiguo en el suroeste de Irán, escritas en caracteres cuneiformes, dedicadas a los reyes de la dinastía Aqueménida Darío I y Jerjes I. Fue lengua hablada en torno al siglo III a.C. El avéstico y el persa antiguo mantuvieron una estrecha relación con el sánscrito y como éste, el latín y el griego fueron lenguas muy flexivas.
El iranio medio está representado no sólo por el persa medio y el parto, lengua muy relacionada con él, sino también por varios idiomas que se hablaron en Asia Central. El imperio parto (250 a.C. hasta 226 d.C.) dio nombre a su lengua. Lo que se conoce del parto son unas inscripciones que pertenecieron al periodo sasánida y estaban dedicadas a los primeros reyes de esta dinastía, cuando desapareció el poder de sus reyes, también lo hizo la lengua. No obstante influyó en el persa durante la dinastía arsácida. El idioma del imperio sasánida (226-641) fue el persa medio, llamado también pahlavi o pelvi (término más restrictivo que se aplica a la lengua de determinados escritos zoroastras). En cuanto a su gramática, es más sencillo que el persa antiguo, aunque sus documentos ofrecen una escritura ambigua por el uso de unos caracteres polivalentes que proceden del arameo. En el siglo VII y tras la conquista árabe, sufrió un cierto retroceso. Aunque su literatura se tradujo al árabe, desaparecieron muchas obras durante el tiempo que duró este dominio sobre Persia. Del iranio medio también proceden otras lenguas que se hablaron en la Persia sasánida o en las regiones limítrofes de Asia central: chuarasmi de Khiva, el bactrio de la Bactriana (hoy Uzbekistán, Turkmenistán y parte de Afganistán), el sodgio, de la vasta región la Sogdiana, con las ciudades de Samarkanda (declarada en 2001 Patrimonio cultural de la Humanidad por ser símbolo de cruce de culturas) y Bujara (en la actualidad es la región que alberga al Tíbet y el Nepal); también desciende del iranio medio el sakí (nombre vinculado a los reyes escitas) que se halla en el Turkestán chino. Una literatura religiosa, budista y cristiana, así como de carácter laico, se escribió en sogdio; en dialecto khotanés de la lengua sakí hay una literatura budista importante. Los textos escritos en chuarasmí pertenecen ya al periodo post-islámico. Sólo existen unas cuantas inscripciones en bactrio que se han encontrado en Afganistán.
El persa moderno aparece en el siglo XIX. Supone la continuación de la lengua media que se hablaba en un área extensa y muestra muchos elementos procedentes del parto y el persa medio, así como ciertas influencias de las demás lenguas iranias. Su grafía es la árabe-persa (una variante de la escritura árabe). Ha sido siempre la lengua oficial y cultural de Persia. Su gramática es más sencilla que la del persa medio ya que ha perdido casi todo el sistema flexivo del antiguo persa y carece de declinación. Ha aceptado un léxico muy extenso de base árabe.

Lengua maorí




Lengua maorí
Lengua maorí, idioma perteneciente al subgrupo polinesio de las lenguas austronésicas (u oceánicas) y se habla en Nueva Zelanda y en las islas Cook.
Debido a la situación geográfica de Nueva Zelanda el maorí ha evolucionado de forma autónoma con relación a las demás lenguas polinesias, desde que tuvieron lugar los primeros asentamientos hacia el año 800 de nuestra era. Posee cinco vocales (que pueden ser largas y breves) y diez consonantes (h, k, m, n, ng, p, r, t, w, y wh). Se suele emplear la reduplicación como procedimiento para señalar el énfasis. Desde el punto de vista gramatical hay que destacar el empleo de muchas partículas, que son palabras breves que funcionan como marcas gramaticales de varios tipos y se colocan delante o detrás de la palabra que modifican; son parecidas en su funcionamiento a las preposiciones, conjunciones o artículos del español. Los prefijos y sufijos no son muy abundantes y las relaciones sintácticas se suelen indicar gracias a la variedad de nombres y tiempos verbales. Es una lengua metafórica y con muchas expresiones de argot, que emplea con una cierta ambigüedad deliberada para limitar el énfasis y conseguir con mayor facilidad un acuerdo.
Los primeros documentos impresos en lengua maorí fueron realizados por los misioneros europeos en 1815, pero no se consideró idioma oficial hasta 1987 con el Acta de la Lengua Maorí. Sus hablantes no son más de cien mil o cincuenta mil (menos del 30% de la población), de ahí que muchos dirigentes maoríes enfoquen la enseñanza de su lengua como punto de partida para arraigar el sentimiento nacionalista. Con esta finalidad en las escuelas de grado medio se enseña una variante (kohanga reo, ‘lengua nido’) que ha sustituido a la que se enseña en las guarderías y en las escuelas primarias, pakeha (‘blanco’), con lo que en el año 1987 se ha conseguido que haya en la enseñanza primaria de Nueva Zelanda 1.600 niños bilingües.

Lengua islandesa




Lengua islandesa
Lengua islandesa, idioma de Islandia. El islandés forma parte de la rama escandinava (germánico septentrional) dentro de la subfamilia de las lenguas germánicas que están integradas en la familia indoeuropea. Procede del antiguo idioma nórdico, la lengua de los viquingos, que llegaron a Islandia procedentes de Noruega en el siglo IX. La isla estuvo bajo dominio danés desde 1380 hasta 1918, a pesar de lo cual su lengua permaneció prácticamente intacta sin sufrir la influencia del danés, dada su situación geográfica y su enorme tradición literaria, lo que aseguró la pureza de su forma. Aún hoy, el islandés mantiene pocas diferencias con el antiguo nórdico, e incluso los lectores contemporáneos de esa lengua pueden leer sin dificultad las viejas sagas y los edas de la épica medieval. 
Se introdujo el alfabeto romano con el cristianismo hacia el año mil, pero se mantuvieron los signos ð (llamado eth, que es una interdental sonora), þ (thorn, que representa la interdental sorda z) y andö æ. Todas las vocales pueden llevar acento agudo así incluso la y con valor vocálico: á, é, í, ó, ú, ý. El islandés moderno es el idioma más conservador y flexivo de todas las lenguas escandinavas y se podría fechar en el 1540, cuando se tradujo el Nuevo Testamento. Posee tres géneros y cuatro casos (nominativo, acusativo, genitivo y dativo) que se declinan en nombres, pronombres y adjetivos. Los verbos se conjugan en tres personas. Los paradigmas verbal y pronominal han sufrido cambios muy pequeños desde el periodo antiguo. Por el contrario la pronunciación sí ha sufrido cambios significativos. En cuanto al léxico también es muy conservador y mantiene una actitud purista. La política lingüística formulada en el siglo XVIII prohíbe que entren palabras extranjeras, barbarismos, por eso en lugar de adoptar términos científicos y técnicos de procedencia foránea, el islandés crea neologismos a partir de las palabras castizas; junto a ello reactivan palabras antiguas y crean otras basadas en raíces bien conservadas en la tradición lingüística nacional.

Lengua hitita




Lengua hitita
Lengua hitita, lengua indoeuropea de la extinguida civilización hitita, que pervive en las inscripciones cuneiformes de unas estelas encontradas en excavaciones de Asia Menor, en la región que ocupó la antigua Hatti. El hitita, el luvio, el palaico (los tres fechados antes del primer milenio 1000 a.C.), así como el lidio y el licio (éstos dos entre los años 500 y 200 a.C.) forman la subfamilia anatolia, de las lenguas indoeuropeas. Al norte de Hatti, en la región llamada Pala se hablaba el palaico; el luvio tanto en Arzawa al oeste, como en Cilicia, al sur; el lidio se hablaba al noroeste de la región de Anatolia, y el licio, que procedía del luvio, en el suroeste. Los hititas llamaron a su lengua nesio, más tarde nesa, como la primera ciudad donde se asentaron, que estuvo cerca de la actual población turca de Kayseri.
Los textos hititas de escritura cuneiforme datan del 1600 a.C. y son los escritos más antiguos que se poseen de una lengua indoeuropea. El hitita se considera lengua indoeuropea, al igual que otras lenguas relacionadas con él, desde el año 1917, debido a los estudios aportados por el arqueólogo checo Bedřich Hrozný. Sin embargo, todavía hoy la lingüística no ha aclarado si fue el grupo anatolio el que se desprendió de la lengua madre, el protoindoeuropeo —antes de la existencia de las lenguas indoeuropeas conocidas—, o si el hitita fue una de las primeras lenguas en desprenderse del tronco y formar por sí misma una lengua independiente. Cada vez más la investigación científica encuentra en esta lengua numerosas palabras indoeuropeas de lo que antes se suponía, pero el origen de otras muchas permanece sin ser identificado.

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