Un candado es un dispositivo de seguridad que se utiliza como cerradura portátil cuando las puertas donde se ubica no permiten colocar una cerradura normal. El candado resulta más barato que una cerradura y es muy fácil de utilizar. Especialmente adecuado resulta cuando algunos cierres de puertas grandes metálicas se cierran con cadenas de acero. Para bloquear ese cierre, se pone el candado y, entrando su gancho por los eslabones de la cadena y cerrando el candado, queda bloqueada la puerta. Para desbloquear o abrir un candado se utiliza una llave normal de acero, aunque hay algunos que se abren mediante el juego de claves que se introducen en el sistema de cierre que permiten una alineación del cierre y por tanto su apertura. A veces estos candados permiten reprogramar la clave cada vez que se utilizan.
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Los candados tienen una amplia variedad de aplicaciones cotidianas, principalmente en cierres que no se utilicen a menudo, para impedir el acceso de ladrones o intrusos a dependencias privadas que puedan realizar robos, sabotajes o actos vandálicos. Los más grandes y sofisticados se utilizan para el bloqueo de puertas metálicas que se cierran con cadenas.
A finales del siglo XVII Christopher Polhem fundó una fábrica en Stjünsund, y entre otros instrumentos inventó y fabricó un tipo de candado que fue conocido como el candado escandinavo “Polhem”. Harry Soref fundó la empresa Master Lock Company en 1921 y patentó un tipo de candado, mejorando el modelo escandinavo. En abril de 1924 vendió la patente de su candado. Soref creó un candado que era fuerte y barato utilizando un casco de capas de metal, parecido al material que se utilizaba para construir las puertas de una sucursal bancaria. En 1919 presentó este tipo de candado utilizando acero laminado. también se puede utilizar como juguete