Quienes han tenido ante
su vista las entrañas de una moderna computadora de escritorio, se decepcionan o
se admiran de lo que encuentran dentro
de un CPU. Muchos quisieran encontrar las maravillas tecnológicas, la
explicación del milagro del funcionamiento de un artefacto que pone a nuestro alcance la más grande
herramienta de nuestro tiempo.
El CPU, generalmente monolítico,
donde apenas parpadean un par de LEDS indicándonos que está encendida e
indicándonos que un disco duro gira en su interior. Mirando desde la
perspectiva de un analfabeta informático veremos una placa, un
ventilador y una maraña de cables, seguramente no encontraremos las hadas y
duendes que esperábamos y que son capaces de moverse de aquí allá para llevar a cabo nuestras
instrucciones.
No tendremos la
comprensión necesaria para entender a cabalidad el milagro de la nanotecnología y el procesamiento de
datos binarios a enorme velocidad, realizando todo de manera perfecta,
puntualmente perfecta para gozo de quienes esperan que así sea siempre;
esperamos que nuestra mágica máquina nunca falle, siempre esté lista para
servirnos en el momento y la hora que necesitemos. Encenderla y sin más ruido
que un imperceptible ronroneo realiza una
serie de acciones que la preparan para en breve, ser el mayor adelanto
tecnológico de nuestra era, , en nuestra propia casa, en nuestro propio cuarto,
incluso en nuestro bolsillo.