Parece que la pólvora fue inventada en el siglo XI en China como una medicina, pero fueron las propiedades explosivas de ésta lo que despertó el interés de Europa. Llevó a la creación del cañón en el siglo XIII, lo cual transformó la guerra, superando con mucho el poder de las armas medievales. Uno de los más grandes pasos hacia el camino de la pistola moderna fue el cartucho de metal Smith and Wesson, disparado por primera vez en 1857.
Una pistola es un arma de fuego corta diseñada para usarse con una sola mano y que dispara balas a corto alcance (generalmente una distancia efectiva de 50 m). Creada para la defensa, se utiliza contra ataques ofensivos, porque el propósito original de la pistola es herir a un atacante para incapacitarlo.
Aunque las primeras pistolas se crearon en el siglo XVI como armas auxiliares de la caballería, en el siglo XV el término pistola se refería a los pequeños puñales y dagas que se llevaban escondidos entre la ropa. En la primera mitad del siglo XVI se refieren en lengua castellana las primeras pistolas como arcabuces pequeños. Ya en la segunda mitad de ese siglo se empleaba el término pistolete. Para primeros del XVII, el término pistola para referirse a las armas de fuego cortas empuñadas con una mano, ya estaba extendido.
La palabra proviene del francés pistol, y ésta del checo píšťala (flauta), por la forma de las armas antiguas de las guerras Husitas. Otra teoría se refiere a la ciudad italiana Pistoia, donde se manufacturaban las dagas.
Hasta el siglo XIX, la pistola emplea básicamente los mismos mecanismos de disparo que los mosquetes y fusiles antiguos: mecanismo de rueda en el XVI/XVII, de chispa en el XVIII y primera parte del XIX y de percusión al aparecer este tipo de mecanismo a principios del XIX.
Todas estas pistolas requerían la recarga de su munición manualmente después de cada disparo. La munición se introducía por la boca del cañón (arma de avancarga) y consistía en pólvora, proyectil y taco de papel (que servía de tapón para mantener comprimidos los dos anteriores dentro del cañón y se presionaba con un adminículo denominado baqueta). Este método de recarga era muy lento y, generalmente, los combatientes desenfundaban sus sables o espadas después de disparar, ya que las circunstancias no permitían recargar nuevamente la pistola.
La primera evolución de la pistola capaz de disparar varias veces antes de recargar munición fue el revólver, también llamado pistola rotativa. Se sabe de un modelo utilizado por el ejército británico en el siglo XIX, pero el revólver moderno lo patentó Samuel Colt en 1835. Este sistema aloja la munición en un barrilete ("tambor") desmontable que gira con el recorrido de vuelta del gatillo, colocando de esta manera una nueva recámara ("nicho") ante el percutor.
En la recámara del barrilete se introducía una porción de pólvora negra (generalmente DuPont), taco de papel, munición (plomo) y se retacaba con una palanca situada bajo el tubo cañón. Este procedimiento se realizaba con sumo cuidado para evitar que la presión inflamara la pólvora anticipadamente. Por la parte posterior de cada recámara del barrilete se colocaba un fulminante como primer detonante.
Debido a lo complejo y lento de esta operación, no era de extrañar que los soldados de caballería llevaran consigo una dotación de barriletes pre-cargados, los cuales eran desmontables.
La falta de especialización de la manufactura de las armas de la época y los bajos controles de calidad propiciaron una serie de accidentes en los que no era raro lesionarse seriamente las manos en el momento de cargar y accionar las pistolas.
Comúnmente, el revólver tiene seis recámaras, pero hay modelos que tienen entre cinco y nueve.
Cuando se extendió el uso de las ametralladoras Maxim, varios fabricantes de armas decidieron adaptar el mecanismo de disparo automático para crear pistolas semiautomáticas. El primer modelo exitoso fue la Bochardt, creada por el armero alemán Hugo Bochardt y aparecida en 1894. Era voluminosa, frágil, incómoda y difícil de maniobrar con una mano; se caracterizó por un ingenioso mecanismo de seguro parecido a la articulación de la rodilla, que era confiable. Utilizaba el potente calibre 7,63 mm. Se fabricaron pocos ejemplares del modelo.
En 1896 aparece el modelo C-96, creado por Paul Mauser. También utilizaba el calibre 7,63 mm. Fue el primer modelo semiautomático empleado en la segunda guerra de los Bóers en Sudáfrica y en las revoluciones rusa y china. El siguiente modelo exitoso, aparecido ese mismo año, fue el Luger Parabellum creado por Georg Luger, y adoptado por el ejército alemán como su pistola oficial durante la Primera Guerra Mundial. Se caracterizó por mejorar el mecanismo de seguro de la Bochardt y por ser el primer modelo en utilizar el calibre 9mm Parabellum (o 9 mm Luger en esa época), también creado por el fabricante. Su modelo sufrió varias modificaciones y estuvo en producción hasta en la Segunda Guerra Mundial, donde el ejército alemán tenía otra reglamentaria (p38), pero la necesidad de armas hizo continuar la producción de Luger.
El primer armero estadounidense en crear pistolas semiautomáticas fue John Browning, que comienza a desarrollar sus propias pistolas de acción simple y en 1900 empieza a colaborar con FN y la marca Colt, para la que diseñó en estos años varios de los cartuchos clásicos más conocidos para pistola: el .25 ACP (6,35x16 mm), el .32 ACP (7,65x17 mm) y el .380 ACP (9x17 mm o más popularmente el 9 corto) que empleó indistintamente para sus diseños en Europa y Estados Unidos.
Todos estos calibres ACP (Automatic Colt Pistol) fueron los más populares para pistola en Europa durante muchos años, aunque en Estados Unidos pronto se vieron eclipsados por el potente .45 ACP (11´43x23mm) del propio Browning.
La Colt M1911 fue el primer modelo con un excelente poder de parada, y también el primero en utilizar el calibre .45 ACP creado para ese modelo por su fabricante. Un arma legendaria en Estados Unidos. Ha sido empleada por el ejército estadounidense durante 74 años. Sólo sufrió algunas modificaciones en 1926 y se renombró Colt M1911A1.
La primera pistola de doble acción fue la Walther PP, diseñada en 1929 para uso policial y en varios calibres de baja potencia. El primer modelo de doble acción de uso militar fue la Walther P38, usada por primera vez por los alemanes en la Segunda Guerra Mundial; podía recargarse su munición y dejarse lista para disparar sin riesgo de disparo accidental.
La pistola Browning High Power, vendida por primera vez en 1935, es la primera en tener un cargador con dos hileras para almacenar más munición. Posee además mejores seguros contra disparos accidentales y otras mejoras. Todavía se sigue fabricando el modelo original y versiones de doble acción. Junto con el modelo M1911A1, han sido posiblemente las pistolas más copiadas e imitadas de la historia. Como anécdota, el arma fue empleada en la Segunda Guerra Mundial en los dos bandos: los alemanes la fabricaban en la Bélgica ocupada y los británicos en Canadá.