Teclado extendido Apple





Grandes inventos: Teclado extendido Apple

Teclado extendido Apple
El teclado extendido Apple es un dispositivo de 105 teclas, diseñado para incorporar herramientas como las teclas de función o teclas F. Estas teclas se sitúan en la parte superior del teclado, y se utilizan para tareas especiales de los diferentes programas.


Teclado extendido Apple, en informática, un teclado de 105 teclas que funciona con los ordenadores o computadoras Macintosh SE, Macintosh II y Apple IIGS. Este teclado marca la primera inclusión por parte de Apple de las teclas de función, o teclas F, cuya ausencia venía siendo criticada por los usuarios de PC de IBM. Además, Apple incluyó varios cambios más en el diseño de las teclas existentes que, combinadas con las teclas añadidas y los diodos luminosos, permitieron que el diseño del teclado extendido Apple se asemejase al del teclado extendido IBM. Véase también Ordenador o Computadora.

Orientación espacial





Grandes inventos: Orientación espacial

Orientación espacial, posición de un punto, lugar, objeto o persona sobre la superficie terrestre respecto a un sistema de referencia. El término orientación procede del vocablo Oriente (oriens, -entis, participio activo del verbo latino oriri que significa ‘aparecer’ y que designaba el lugar por el que aparecía el Sol, por contraposición a Occidente, del verbo latino occidere, ‘caer’, que denominaba el lugar por el que se ocultaba el Sol).
Los puntos cardinales son la base de un sistema de referencia utilizado para orientarse en cualquier lugar de la Tierra. Gracias a ellos se puede conocer la posición y determinar las direcciones de los desplazamientos. Al formar parte de un sistema de referencia general, universal y reconocido en todos los países, la utilización de los puntos cardinales sirve para orientarse tanto en los mapas como al aire libre.

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LA ORIENTACIÓN EN LOS MAPAS
Además de conocer los puntos cardinales, es necesario tener en cuenta al menos otros dos elementos para orientarse en los mapas y planos: la dirección y las coordenadas cartográficas.
La dirección se indica en el mapa mediante un símbolo, normalmente una punta de flecha, que señala el norte. Actualmente, muchos mapas carecen de este símbolo, debido a que el norte coincide con su parte superior, el este con la derecha, el sur con la parte inferior y el oeste con la izquierda. Así ocurre, por ejemplo, en los mapamundi de los atlas y en mapas de pequeña escala; pero también con los mapas topográficos utilizados en excursiones o con los mapas de carretera. Antiguamente, los mapas no siempre reflejaban el norte en su margen superior, especialmente los usados para la navegación, que utilizaban la rosa de los vientos. Las rosas de los vientos eran un elemento muy importante para los marinos porque indicaban los puntos cardinales y la intensidad de los principales vientos.
Las coordenadas cartográficas sirven para determinar la posición de cualquier lugar terrestre en un mapa. Para ello utilizan un sistema espacial de referencia basado en dos ejes principales perpendiculares entre sí, uno horizontal y otro vertical, y una red o malla de cuadrículas formada por líneas paralelas a los ejes. Como la red de cuadrículas cubre todo el espacio se puede situar cualquier punto de un territorio indicando la distancia que tiene, por un lado, hasta el eje horizontal y, por otro, hasta el eje vertical. Un sistema similar de coordenadas y cuadrículas para orientarse se utiliza, por ejemplo, en el juego del ajedrez para apuntar los movimientos, o en el juego de los barcos para anotar las tiradas. Asimismo, es el sistema que utilizan los índices de planos y atlas para localizar los accidentes geográficos; por ejemplo, Mérida 46-H7 significa que esa ciudad se encuentra en la página 46, columna H, fila 7 de la cuadrícula.
En los mapas también se utiliza el sistema de coordenadas geográficas, en el que el eje principal horizontal en dirección este-oeste es el ecuador, mientras que el vertical norte-sur es el meridiano cero o de Greenwich. El resto de la malla o cuadrícula de referencia está formado por toda la red de meridianos y paralelos. La distancia que separa cualquier punto del ecuador es la latitud, que puede ser norte o sur según a qué lado del ecuador se sitúe el mencionado punto. Por su parte, la distancia que lo separa del meridiano cero es la longitud, y puede ser este u oeste dependiendo del lado en que se encuentre el punto con respecto a ese meridiano.

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LA ORIENTACIÓN AL AIRE LIBRE
Los animales desconocen los puntos cardinales y carecen de ejes de referencia. Sin embargo, hay especies que poseen un instinto natural que les permite orientarse al aire libre y recorrer cientos o miles de kilómetros para llegar a sus destinos. Es el caso de las aves migratorias, de algunos peces, tortugas y mamíferos marinos, o de las mariposas monarca, que partiendo de Estados Unidos pueden recorrer más de 2.000 km para llegar a México a pasar el invierno.
Las personas empleamos otras habilidades, al no tener ese instinto natural tan desarrollado, para orientarnos y no extraviarnos. Unas veces utilizamos instrumentos artificiales (brújulas, mapas…) y otras veces observamos los elementos naturales (Sol, sombras, estrellas, musgos…).

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INSTRUMENTOS ARTIFICIALES DE ORIENTACIÓN

4.1
Los mapas topográficos
El elemento más difundido para poder orientarse al aire libre es el mapa topográfico. Se trata de un mapa muy detallado hecho a una gran escala (1:50.000 o mayor), en el que aparecen reflejados ríos, curvas de nivel, lagos, puentes, carreteras, casas...
Lo primero a tener en cuenta para orientarse con el mapa topográfico es que la parte superior siempre está orientada al norte, por lo que se sabe dónde están los puntos cardinales en todo momento. Si se quiere determinar una dirección a seguir, hay que localizar dos elementos del paisaje que resalten, sean visibles y puedan figurar señalados en el mapa (un pico, el meandro de un río, una torreta eléctrica...). Estos dos puntos servirán de referencia para orientar el mapa y colocarlo de manera que coincida con la realidad. De esta forma se puede seguir el camino en la dirección adecuada. A veces es conveniente subirse a una zona elevada para tener una mejor perspectiva y localizar bien los elementos que ayudan a posicionarse.

4.2
Las brújulas
La brújula consiste en una pequeña aguja imantada metida en una caja protectora. Está sujeta al centro de un círculo graduado, llamado limbo, donde aparecen marcados los puntos cardinales. De esta forma, la aguja está sujeta, pero puede girar libremente.
El mecanismo de la brújula es sencillo. La aguja imantada reacciona porque la Tierra es como un gran imán con dos polos magnéticos (norte y sur): la aguja siempre señala hacia los polos magnéticos.
Los polos magnéticos están cerca de los polos geográficos (norte y sur). Cambian de lugar con el paso del tiempo y por eso no coinciden exactamente con los polos geográficos, aunque están muy próximos.
La declinación magnética mide la distancia que hay entre los polos magnéticos y los geográficos. Para una persona que se orienta al aire libre esta medida tiene muy poca importancia cuando se encuentra lejos de los polos: es tan pequeña, que es como si la brújula señalara la dirección de los polos geográficos. Sin embargo, en los proyectos de ingeniería y militares o en los trabajos cartográficos es muy importante tener en cuenta la declinación magnética. En los mapas topográficos más detallados, la declinación aparece indicada en los márgenes.
La brújula es un instrumento utilizado para orientarse en la superficie terrestre ya que permite conocer en qué dirección se encuentran los cuatro puntos cardinales, aunque el cielo esté nublado o sea de noche. Las primeras brújulas se fabricaron en China en el siglo X. Utilizaban un imán natural, la magnetita, que dejaban flotar sobre agua.
Las brújulas son manejadas por personas que practican senderismo, montañismo, ciclismo de montaña, aviación deportiva, navegación a vela...

4.3
Las redes de localización por satélite
En los últimos años han aparecido instrumentos y técnicas muy precisos para determinar la posición de un punto de la Tierra: informan sobre su latitud, su longitud e, incluso, su altitud. Son las redes de localización por satélite, y muchas personas las utilizan en lugar de las brújulas.
El más conocido es el Sistema de Posicionamiento Global (GPS), Global Positioning System en inglés, que surgió para que las naves militares estadounidenses realizaran trayectos más seguros. Aunque en origen era un sistema militar propio de la Guerra fría, hoy día, tiene la posibilidad de ser utilizado, en parte, por civiles.
Los aparatos GPS son unos receptores de pequeño tamaño que pueden ser transportados por cualquier persona. También se están incorporando receptores GPS en vehículos (automóviles, barcos, camiones…) para dotarlos de un sistema de navegación. En todo momento, este sistema informa sobre dónde se encuentra el objeto o persona que lleva el receptor y, mediante un pequeño ordenador que lleva incorporados mapas de carretera y planos urbanos, sirve para trazar distintos recorridos. Marcando los datos y las coordenadas geográficas, el ordenador indica el rumbo e, incluso, en qué calles o cruces puede girar el vehículo que lo integra.
Los receptores GPS son tan precisos que dan la posición en cualquier lugar del globo con un error de apenas unos pocos metros. Funcionan con una red de satélites artificiales (al menos tres) que están continuamente girando alrededor del planeta Tierra.
Otro sistema de navegación por satélite, similar al anterior y de uso casi exclusivamente militar, es el sistema ruso GLONASS, que comenzó a funcionar en 1982 tras poner en órbita los primeros satélites. Aunque utilizan sistemas de referencia diferentes, ya existen receptores que permiten recibir señales pertenecientes a los sistemas GLONASS y GPS.
Como los sistemas GPS y GLONASS siguen estando bajo administración militar, la Unión Europea ha desarrollado el sistema GALILEO, para formar una nueva red que logre una mayor precisión que el actual sistema GPS, con apenas un metro de error, y que esté controlada desde la administración civil. En el proyecto GALILEO intervienen países de otros continentes, como China. Desde Japón también se están adelantando proyectos en este sentido.
Gracias a las redes de localización por satélite también es posible realizar mapas topográficos más precisos.

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ORIENTARSE DE FORMA NATURAL
Además de utilizar ciertos instrumentos artificiales, el excursionista puede orientarse al aire libre basándose en la observación de ciertos elementos de la naturaleza. En la mayor parte de los casos el único requisito que tiene una persona para orientarse de forma natural es conocer en qué hemisferio se encuentra: en el sur o austral, o en el norte o boreal.

5.1
La orientación con el Sol
El método más conocido y sencillo es utilizar el Sol, que siempre sale por el este y se pone por el oeste. Esto permite conocer en cada momento la situación de los cuatro puntos cardinales básicos. Este cálculo solo es exacto en los equinoccios, mientras que en el resto del año es aproximado, pues en invierno el Sol sale levemente hacia la derecha del este y en verano, un poco hacia la izquierda.
En el hemisferio norte, si se mira al Sol al amanecer, habitualmente se dirige la vista hacia el este; al mediodía, la gran estrella solar se encuentra hacia el sur; y al atardecer, hacia el oeste. En cambio, en el hemisferio sur, al mediodía nos parecerá que el Sol está hacia el norte.
En ocasiones puede haber nubes o niebla y es imposible situar el Sol con exactitud. En este caso, una persona se puede orientar por medio de las sombras, ya que la luz solar es tan potente que incluso en esos casos proyecta levemente la sombra de los objetos. Las sombras son contrarias al Sol: al amanecer apuntan al oeste y al atardecer señalan hacia el este. A mediodía una sombra apuntará al norte en el hemisferio norte, y viceversa en el hemisferio sur.
Otro método consiste en clavar un palo en el suelo y marcar el extremo de la sombra; se dejan pasar 15 minutos y se marca de nuevo el límite de la sombra. Al unir estos dos puntos con una línea, el primer punto indicará el oeste y el segundo el este. Al trazar una línea perpendicular a la anterior, se obtiene la dirección norte-sur.
En casos muy extremos de mala visibilidad, un espejo o una plancha de metal pueden ayudar a reflejar los rayos de luz; de esta forma se localiza la posición del Sol, elemento natural básico en la orientación espacial.
Un reloj de agujas también sirve para encontrar el norte con facilidad. En la zona templada del hemisferio norte, se debe alinear la aguja horaria (la pequeña) con el Sol; el sur se encuentra siempre en la bisectriz que forma esta aguja con la cifra '12' del reloj. En la zona templada del hemisferio sur, es la cifra '12' del reloj la que debe apuntar hacia el Sol: el norte se encuentra en la bisectriz que forma con la aguja horaria. Ahora bien, hay que tener en cuenta que la hora solar no siempre coincide con la oficial del país en el que se realice el cálculo, y debe conocerse la diferencia para que este método funcione bien. Por ejemplo, en España hay que retrasar el reloj 1 hora en invierno y 2 horas en verano; en Argentina, Brasil y Uruguay habría que adelantar 3 horas; en Venezuela 4 y en gran parte de México y América Central, 6 horas. Los mapas de husos horarios ayudan a conocer las horas oficiales de las regiones terrestres.

5.2
La orientación por la noche
Otras estrellas diferentes al Sol ayudan a orientarse por la noche. Si el cielo está despejado, en el hemisferio norte se utiliza la Estrella Polar porque está siempre señalando el norte. Se trata de una estrella muy brillante y fácilmente visible, que es la última de la cola de la constelación Osa Menor (Carro menor). Como esta constelación es poco refulgente, se suele localizar la Estrella Polar a partir de la Osa Mayor (Carro mayor), que es una constelación mucho más luminosa y fácil de observar a simple vista. Para localizarla se prolonga cuatro veces la distancia que separa las dos estrellas frontales de la Osa Mayor y se obtiene la posición de la Estrella Polar.
También es posible orientarse con otras estrellas menos destacadas. Para ello se escoge y fija una estrella bien visible, y se hace una alineación entre la estrella, dos palos fijados en el suelo y el ojo del observador. Pasados unos minutos se observa que la estrella se ha desalineado: si se ha desplazado hacia arriba, la estrella marca el este; si ha sido hacia abajo, el oeste; si aparece a la izquierda, señala el norte; y si se ha movido hacia la derecha, apunta al sur.
En el hemisferio sur se utiliza la Cruz del Sur para orientarse, que es una constelación formada por cuatro estrellas agrupadas en forma de rombo o cometa. Si se prolonga la longitud de la cometa unas cuatro veces y media, el punto imaginario que se localiza indica siempre el sur.
La Luna es otro medio de orientación nocturna ya que varía con sus fases. La Luna llena, que alumbra toda la noche, se encuentra a las 18 horas en el este; a medianoche en el sur; y a las 6 horas de la mañana en el oeste. En su fase creciente (tiene forma de “D”) sus picos o puntas señalan hacia poniente (oeste) y en su fase decreciente o menguante (tiene forma de “C”), hacia levante (este). Cuando está en cuarto creciente (alumbra solo la primera mitad de la noche), se encuentra a las 18 horas en el sur y a medianoche en el oeste; cuando se encuentra en cuarto menguante (alumbra solo la segunda mitad de la noche), está a las 12 de la noche en el este y a las 6 de la mañana en el sur. Estas observaciones se realizan con rigurosa exactitud el día en que comienza cada fase de la Luna; después tiene un retraso de unos 50 minutos en su paso por el sur.

5.3
Observación de plantas y animales
Los musgos suelen crecer en las caras de los árboles y rocas que son más húmedas y sombrías. Así, en el hemisferio norte miran predominantemente al norte y en el sur, al sur.
En los tocones, o troncos de los árboles cortados, aparecen los anillos concéntricos de crecimiento. Estos anillos están más separados por la parte en la que recibieron más la luz y el calor solares, es decir, por el sur en el hemisferio norte, y al contrario en el hemisferio sur. Lo mismo ocurre con las ramas: crecen más por la parte del árbol que recibe más luz solar.
Los refugios de animales, como las madrigueras y los hormigueros, también suelen estar orientados al sur en el hemisferio norte, y a la inversa en el sur, para tener una mejor climatización.

5.4
Observación del paisaje
En las montañas, las umbrías (laderas que reciben menos luz y calor solar) suelen ser más húmedas y retienen la nieve más tiempo, a no ser que estén expuestas a vientos muy fuertes. En el hemisferio norte, estas laderas tienden a estar orientadas hacia el norte mientras que las solanas (laderas que reciben más luz y calor solar) tienden a mirar hacia el sur. En el hemisferio sur, su orientación es la contraria.
El curso de los ríos puede servir de orientación en determinados lugares si aplicamos conocimientos previos de carácter geográfico. Por ejemplo, en Asturias (España), los ríos fluyen desde la cordillera Cantábrica (sur) hacia el mar Cantábrico (norte); y en Chile, las aguas fluviales tienden a discurrir hacia el océano Pacífico (oeste).
Las veletas, que se utilizan para saber desde dónde sopla el viento, tienen a veces una cruz de hierro con los cuatro puntos cardinales.
El altar de las iglesias europeas de estilo románico está orientado hacia el este. El mihrab de las mezquitas musulmanas se orienta hacia La Meca. En el hemisferio norte, los muros de estos edificios y de otros suelen ser más secos en la parte meridional a causa del calor solar.

Red en estrella





Grandes inventos: Red en estrella

Red en estrella
Una red en estrella consta de varios nodos conectados a una computadora central (hub), en una configuración con forma de estrella. Los mensajes de cada nodo individual pasan directamente a la computadora central, que determinará, en su caso, hacia dónde debe encaminarlos.


Red en estrella, en informática, red de área local en la cual cada dispositivo, denominado nodo, está conectado a un ordenador o computadora central con una configuración (topología) en forma de estrella. Normalmente, es una red que se compone de un dispositivo central (el hub) y un conjunto de terminales conectados. En una red en estrella, los mensajes pasan directamente desde un nodo al hub, el cual gestiona la redistribución de la información a los demás nodos. La fiabilidad de una red en estrella se basa en que un nodo puede fallar sin que ello afecte a los demás nodos de la red. No obstante, su punto débil es que un fallo en el hub provoca irremediablemente la caída de toda la red. Dado que cada nodo está conectado al hub por un cable independiente, los costos de cableado pueden ser elevados. Véase Red en bus; Red en anillo; Red Token Ring.


Red en informática





Grandes inventos: Red en informática


Redes de computadoras
Las redes están formadas por conexiones entre grupos de computadoras y dispositivos asociados que permiten a los usuarios la transferencia electrónica de información. La red de área local, representada en la parte izquierda, es un ejemplo de la configuración utilizada en muchas oficinas y empresas. Las diferentes computadoras se denominan estaciones de trabajo y se comunican entre sí a través de un cable o línea telefónica conectada a los servidores. Éstos son computadoras como las estaciones de trabajo, pero poseen funciones administrativas y están dedicados en exclusiva a supervisar y controlar el acceso de las estaciones de trabajo a la red y a los recursos compartidos (como las impresoras). La línea roja representa una conexión principal entre servidores de red; la línea azul muestra las conexiones locales. Un módem (modulador/demodulador) permite a las computadoras transferir información a través de las líneas telefónicas normales. El módem convierte las señales digitales a analógicas y viceversa, y permite la comunicación entre computadoras muy distantes entre sí.

Red (informática), conjunto de técnicas, conexiones físicas y programas informáticos empleados para conectar dos o más ordenadores o computadoras. Los usuarios de una red pueden compartir ficheros, impresoras y otros recursos, enviar mensajes electrónicos y ejecutar programas en otros ordenadores.
Una red tiene tres niveles de componentes: software de aplicaciones, software de red y hardware de red. El software de aplicaciones está formado por programas informáticos que se comunican con los usuarios de la red y permiten compartir información (como archivos de bases de datos, de documentos, gráficos o vídeos) y recursos (como impresoras o unidades de disco). Un tipo de software de aplicaciones se denomina cliente-servidor. Las computadoras cliente envían peticiones de información o de uso de recursos a otras computadoras, llamadas servidores, que controlan el flujo de datos y la ejecución de las aplicaciones a través de la red. Otro tipo de software de aplicación se conoce como “de igual a igual” (peer to peer). En una red de este tipo, los ordenadores se envían entre sí mensajes y peticiones directamente sin utilizar un servidor como intermediario. Estas redes son más restringidas en sus capacidades de seguridad, auditoría y control, y normalmente se utilizan en ámbitos de trabajo con pocos ordenadores y en los que no se precisa un control tan estricto del uso de aplicaciones y privilegios para el acceso y modificación de datos; se utilizan, por ejemplo, en redes domésticas o en grupos de trabajo dentro de una red corporativa más amplia.
Recuperación de información y redes
Un equipo financiero utiliza las redes de información y los servicios de noticias. El funcionamiento de las grandes instituciones como la bolsa de valores depende de su capacidad para actualizar constantemente sus fuentes centrales de información (las computadoras denominadas servidores). A base de conectar temporalmente sus terminales a dichos servidores, los operarios tienen acceso a un sinfín de datos exactos y actualizados que por sí solos no podrían mantener.

El software de red consiste en programas informáticos que establecen protocolos, o normas, para que las computadoras se comuniquen entre sí. Estos protocolos se aplican enviando y recibiendo grupos de datos formateados denominados paquetes. Los protocolos indican cómo efectuar conexiones lógicas entre las aplicaciones de la red, dirigir el movimiento de paquetes a través de la red física y minimizar las posibilidades de colisión entre paquetes enviados simultáneamente.
El hardware de red está formado por los componentes materiales que unen las computadoras. Dos componentes importantes son los medios de transmisión que transportan las señales de los ordenadores (típicamente cables estándar o de fibra óptica, aunque también hay redes sin cables que realizan la transmisión por infrarrojos o por radiofrecuencias) y el adaptador de red, que permite acceder al medio material que conecta a los ordenadores, recibir paquetes desde el software de red y transmitir instrucciones y peticiones a otras computadoras. La información se transfiere en forma de dígitos binarios, o bits (unos y ceros), que pueden ser procesados por los circuitos electrónicos de los ordenadores.

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CONEXIONES DE RED
Una red tiene dos tipos de conexiones: conexiones físicas —que permiten a los ordenadores transmitir y recibir señales directamente— y conexiones lógicas, o virtuales, que permiten intercambiar información a las aplicaciones informáticas, por ejemplo a un procesador de textos. Las conexiones físicas están definidas por el medio empleado para transmitir la señal, por la disposición geométrica de los ordenadores (topología) y por el método usado para compartir información. Las conexiones lógicas son creadas por los protocolos de red y permiten compartir datos a través de la red entre aplicaciones correspondientes a ordenadores de distinto tipo, como un Apple Macintosh y un PC de IBM. Algunas conexiones lógicas emplean software de tipo cliente-servidor y están destinadas principalmente a compartir archivos e impresoras. El conjunto de protocolos TCP/IP, desarrollado originalmente por el Departamento de Defensa estadounidense, es el conjunto de conexiones lógicas empleado por Internet, la red de redes planetaria. El TCP/IP, basado en software de aplicación de igual a igual, crea una conexión entre dos computadoras cualesquiera. Actualmente el TCP/IP tiene una muy amplia implantación, incluso en el caso de redes corporativas cliente/servidor, sustituyendo en muchas ocasiones a protocolos tradicionales como el NetBIOS para Windows.

2.1
Medios de transmisión
El medio empleado para transmitir información limita la velocidad de la red, la distancia eficaz entre ordenadores y la topología de la red. Los cables de cobre de dos hilos o los cables coaxiales proporcionan velocidades de transmisión de algunos miles de bps (bits por segundo) a largas distancias y de unos 100 Mbps (millones de bits por segundo) a corta distancia. Las fibras ópticas permiten velocidades de entre 100 y 1.000 Mbps a largas distancias. Por lo que se refiere a las redes inalámbricas, se puede lograr transferir datos a una velocidad de 720 Kbps en un rango de distancias entre 10 y 100 metros.

2.2
Topología
Las topologías más corrientes para organizar las computadoras de una red son las de punto a punto, de bus, en estrella y en anillo. La topología de punto a punto es la más sencilla, y está formada por dos ordenadores conectados entre sí. La topología de bus consta de una única conexión a la que están unidos varios ordenadores. Todas las computadoras unidas a esta conexión única reciben todas las señales transmitidas por cualquier computadora conectada. La topología en estrella conecta varios ordenadores con un elemento dispositivo central llamado hub. El hub puede ser pasivo y transmitir cualquier entrada recibida a todos los ordenadores —de forma semejante a la topología de bus— o ser activo, en cuyo caso envía selectivamente las entradas a ordenadores de destino determinados. La topología en anillo utiliza conexiones múltiples para formar un círculo de computadoras. Cada conexión transporta información en un único sentido. La información avanza por el anillo de forma secuencial desde su origen hasta su destino (véase Arquitectura).
Las redes de área local (LAN, siglas en inglés), que conectan ordenadores separados por distancias reducidas, por ejemplo en una oficina o un campus universitario, suelen usar topologías de bus, en estrella o en anillo. Las redes de área amplia (WAN, siglas en inglés), que conectan equipos distantes situados en puntos alejados de un mismo país o en países diferentes, emplean a menudo líneas telefónicas especiales arrendadas como conexiones de punto a punto.

2.3
Compartir información
Cuando los ordenadores comparten conexiones físicas para transmitir paquetes de información, se emplea un conjunto de protocolos MAC (siglas en inglés de 'control de acceso al medio') para que la información fluya sin problemas a través de la red. Un protocolo MAC eficiente garantiza que el medio de transmisión no esté sin utilizar si alguna computadora tiene información que transmitir. También evita colisiones debidas a la transmisión simultánea, que desperdiciarían capacidad de transmisión. Los protocolos MAC también permiten que los distintos ordenadores accedan al medio de forma equitativa.
Un tipo de protocolo MAC es el Ethernet, empleado en topologías de bus o en estrella. Un ordenador conectado al Ethernet comprueba antes de nada si el medio compartido está siendo utilizado. Si no es así, el ordenador transmite la información. Como el ordenador puede comprobar si el medio está en uso a la vez que envía paquetes, continúa vigilando la conexión compartida y deja de transmitir información si ocurre una colisión. Ethernet puede transmitir información a una velocidad de 100 Mbps.
Las computadoras también pueden utilizar protocolos MAC del tipo Token Ring, que transmiten un mensaje especial (en inglés, token) a través de la red. Esta contraseña da permiso a la computadora que lo recibe para que envíe un paquete de información por la red. En caso de que no tenga ningún paquete que enviar, pasa la contraseña al siguiente ordenador. Como sólo hay una contraseña en toda la red, en cada momento no hay más que una computadora que pueda transmitir información.

2.4
Funcionamiento y gestión de las redes
La gestión de la red y la administración del sistema son cruciales para que un sistema complejo de ordenadores y recursos interconectados pueda funcionar. El gestor de una red es la persona o el equipo responsable de configurar la red para que opere de forma eficiente. Por ejemplo, el gestor de la red puede tener que conectar directamente ordenadores que se comunican con frecuencia para reducir la interferencia con otros ordenadores. El administrador del sistema es la persona o el equipo responsable de configurar las computadoras y su software para emplear la red. Por ejemplo, el administrador del sistema puede instalar software de red y configurar el sistema de archivos de un servidor para que las computadoras clientes puedan acceder a los ficheros compartidos.
Las redes pueden ser objeto de acceso ilegal, por lo que los archivos y recursos deben protegerse. Un intruso que se introdujera en la red podría espiar los paquetes enviados por la red o enviar mensajes ficticios. En el caso de información sensible, el cifrado de los datos (la codificación de la información mediante ecuaciones matemáticas) hace que un intruso no pueda leer los paquetes que lleguen a su poder. La mayoría de los servidores también emplean sistemas de autentificación para garantizar que una petición de leer o modificar un fichero o de utilizar recursos procede de un cliente legítimo y no de un intruso (véase Seguridad informática).

3
TECNOLOGÍAS Y TENDENCIAS DE FUTURO
El uso extendido de ordenadores portátiles y de asistentes personales de mano (PDA) ha impulsado avances en las redes inalámbricas. Las redes inalámbricas utilizan transmisiones de infrarrojos o radiofrecuencias para unir estos dispositivos portátiles a las redes. Las LAN inalámbricas de infrarrojos sólo funcionan dentro de una misma habitación, mientras que las LAN inalámbricas de radiofrecuencias pueden funcionar a través de casi cualquier pared. Las LAN inalámbricas tienen velocidades de transmisión que van desde menos de 1 Mbps hasta 8 Mbps, y funcionan a distancias de hasta unos cientos de metros. Las WAN inalámbricas emplean redes de telefonía celular, transmisiones vía satélite o equipos específicos y proporcionan una cobertura regional o mundial, pero su velocidad de transmisión es de sólo 2.000 a 19.000 bps.
En febrero de 1996, Fujitsu Ltd., Nippon Telephone and Telegraph Corporation y un equipo de investigadores de AT&T consiguieron transmitir información a través de una fibra óptica a una velocidad de un millón de Mbps, lo que equivale a transmitir los periódicos de 300 años en un solo segundo. Esto se logró enviando simultáneamente por la fibra óptica luz de distintas longitudes de onda, cada una portadora de información diferente.
Actualmente, la puesta en marcha de forma comercial de redes de fibra óptica y la mejora en los protocolos de Internet y un uso optimizado de líneas telefónicas estándar, al estilo de las ADSL, permite enviar de forma barata información masiva como vídeo o imágenes tridimensionales en tiempo real.

La Red en geografí





Grandes inventos: La Red en geografía
Órdenes de corrientes
El esquema de órdenes de corrientes, el primer método cuantitativo de análisis de las redes de drenaje, fue desarrollado a principios de la década de 1940 por el ingeniero hidráulico e hidrólogo americano Robert Horton. Las corrientes fluviales son clasificadas jerárquicamente: las que constituyen las cabeceras, sin corrientes tributarias, pertenecen al primer orden o categoría; dos corrientes de primer orden que se unen forman una de segundo orden, que discurre hacia abajo hasta encontrar otro cauce de segundo orden para constituir otro de tercera categoría y así sucesivamente. Consecuentemente Horton estableció unas leyes o principios sobre la composición de las redes de drenaje relacionadas con los órdenes de las corrientes y otros indicadores asociados, tales como la longitud de los cursos fluviales y su número. Sin embargo, las leyes de Horton han sido criticadas en los últimos años porque se apoyaban en una aproximación estadística que no tenía su base en la manera de discurrir naturalmente el agua y la formación de canales.

Red (geografía), proceso espacial que garantiza la circulación de materias, bienes, personas o informaciones. Una red se compone de puntos (o nudos) y líneas conectados entre sí de manera más o menos jerárquica. La noción de red es esencial para entender todas las formas de organización del espacio geográfico que, a la escala que sea, implica movimiento. Los sistemas de circulación no necesitan siempre de la existencia de una infraestructura pesada y visible.

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RED HIDROGRÁFICA
En geografía física, una red hidrográfica es un sistema que garantiza el drenaje de un área delimitada por una divisoria de aguas. Esta acción exige una organización jerarquizada de colectores, que transfieren las aguas hacia un caño principal, el río. La densidad y el trazado de la red varían principalmente en función de la cantidad y la regularidad de las precipitaciones, y según la estructura geológica sobre la que se desarrolla.

3
RED DE TRANSPORTES
En geografía humana, una red de transportes implica un mallado mínimo del espacio, que ofrezca una multiplicidad de caminos a la circulación. Una carretera o una vía férrea única en una región pionera no forman una red. La puesta en marcha de redes, su extensión y su mejora son fundamentalmente obra de los poderes públicos, que estructuran así el territorio.
La red de carreteras constituye el ejemplo más universal de las redes continentales, incluso si su densidad y calidad son desiguales. Las redes ferroviarias son infraestructuras pesadas que han jugado un papel fundamental en la revolución del transporte y en la organización del espacio desde hace más de un siglo. Hoy, estos medios compiten con la vía aérea para el transporte de personas y de ciertos bienes, que les obliga a realizar mejoras, como la construcción de trenes de alta velocidad o autopistas.
El transporte aéreo, en progresión constante, ha desarrollado su propia red, completando las antiguas interoceánicas y las continentales deficientes, entrando también en competencia con ellas en regiones de fuerte demanda, como es el caso de América del Norte y Europa occidental. Los pasillos aéreos, las grandes plataformas mundiales y los aeropuertos forman una red planetaria que ha reducido considerablemente los tiempos de desplazamiento de un punto a otro de la Tierra.
Los transportes marítimos presentan igualmente su propia red, definida por los puertos de las grandes costas del Pacífico, Atlántico e Índico, donde convergen los portacontenedores y otros barcos especializados, como los petroleros. Para transportar la energía a los continentes se ha desarrollado una red de tuberías (oleoductos y gasoductos) y de cables eléctricos, que conectan de continuo los lugares de producción con los de consumo.
Pero la auténtica revolución del transporte ha comenzado a finales del siglo XX, con las telecomunicaciones. La infraestructura de las redes, a menudo invisible (a excepción de las antenas), completa las anteriores y compite con ellas haciendo innecesarios muchos desplazamientos, tanto de los informadores como de los demandantes. Estas nuevas facilidades son todavía monopolio de los países industrializados. Sin embargo, la puesta en marcha de redes se llevará a cabo en su periferia inmediata y, a través del teletrabajo, en algunos sectores asociados del mundo en vías de desarrollo. Véase Internet.
La diversidad, la densidad y la capacidad de las redes, así como la intensidad del tráfico, reflejan el contraste entre el mundo desarrollado y el resto de los países, algunos de los cuales, los menos avanzados, permanecen aislados, prácticamente al margen de estas redes.

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RED URBANA
Una red urbana está formada por un conjunto de ciudades de dimensiones desiguales que, en un espacio dado y para una población concreta, ejercen diferentes funciones, tanto en el terreno económico como en el administrativo. Estas funciones responden a un orden jerárquico, que determina su distribución espacial: las más comunes se desarrollan en los centros pequeños, y las más especializadas en núcleos de población más importantes. La teoría del lugar central, concebida por el geógrafo alemán Walter Christaller, explica muy bien este sistema.

Calendario prehispánico





Grandes inventos: Calendario prehispánico

Calendario prehispánico, sistema de medida del tiempo de las culturas más avanzadas del México prehispánico. Los antiguos mexicanos desarrollaron varias formas de calendario. El más importante fue el del año solar, conocido entre los pueblos del idioma náhuatl como xiupohualli (véase Piedra del Sol) y entre los mayas con el nombre de haab. Este calendario comprendía 18 grupos de 20 días cada uno, que totalizaban 360 días a los que se agregaban 5 días más llamados nemontemi, considerados inútiles, aciagos o de mal agüero. Existía además otro sistema de significación astrológica y ritual conocido como el tzolkin o tonalpohualli, cuenta de los días y los destinos, de 260 días (13 grupos de 20 días). Los 20 signos de los días y los numerales del 1 al 13 propios de esta cuenta se incorporaron a la del año solar y dieron sus nombres a los días y los diversos años. Un “siglo indígena” estaba formado por 52 años solares o 73 rituales, denominado “rueda calendárica maya”. Entre los mayas existieron otros sistemas conocidos como “cuenta larga” (inicio del cómputo desde un legendario acontecimiento significativo) y “rueda de los katunes”. La primera, en vigor durante el periodo clásico, ajustó el calendario al año trópico con una diezmilésima más de aproximación que el calendario gregoriano del mundo occidental.

Veterinaria





Grandes inventos: Veterinaria

Veterinario
Un veterinario hace de dentista con una leona. En zonas urbanas, los veterinarios tratan a mascotas en general; en zonas rurales tratan una mayor variedad de animales. También hacen investigaciones e intentan impedir que los animales transmitan enfermedades al ser humano.

Veterinaria, rama de la ciencia médica que se ocupa de prevenir, curar o paliar las enfermedades y lesiones de los animales, especialmente de los domésticos; comprende las disciplinas de histología, anatomía, microbiología, parasitología, patología, farmacología y fisiología de los animales. Los veterinarios también ayudan a proteger al ser humano de las más de 100 enfermedades de los animales que pueden afectarlo (véase Enfermedades de los animales).
La mayor parte de los veterinarios se dedican a la práctica privada. Muchos de ellos tratan a todo tipo de animales, pero en los últimos años muchos han limitado su práctica al tratamiento de animales de compañía. Algunos se han especializado en el tratamiento de ciertas poblaciones, como las de caballos, aves de corral o los animales de los zoológicos. Otros se han especializado en ciertos problemas médicos de los animales; estos especialistas son oftalmólogos, dermatólogos, radiólogos y patólogos veterinarios. Muchos de ellos son miembros de facultades de instituciones educativas, que además de impartir enseñanzas realizan también investigaciones. Las industrias que elaboran fármacos para las personas y los animales dan trabajo a un gran número de veterinarios. Un número reducido de veterinarios trabajan como gestores de grandes granjas de cría de vacuno para carne, de centros de producción de leche y de muchas de las grandes granjas avícolas, cada vez de mayor tamaño. También hay un número reducido de veterinarios que empiezan a implicarse en la transferencia de embriones en el ganado vacuno, en la que se extraen huevos fecundados de donantes superiores para transferirlos al útero de vacas de calidad genética inferior.
La veterinaria moderna está hoy al mismo nivel que la medicina, y se emplean métodos de investigación similares. Muchas de las clínicas privadas para animales que han aparecido tienen dos o más veterinarios entre su personal, y las más grandes normalmente disponen de especialistas en determinados animales. La demanda de inspección alimentaria por parte de veterinarios va en aumento, especialmente en el caso de la carne, la leche y los alimentos procesados, así como la de regulación del tráfico de todo tipo de animales y la erradicación de las plagas que les afectan. Además, el hacinamiento cada vez mayor de muchos animales de granja requiere expertos veterinarios en los campos de la vacunación, la inmunización y métodos especiales de higiene. Véase Cría de animales.

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