El invento de los mapas
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Mappa Mundi, catedral de Hereford |
El Mappa Mundi realizado por
Ricardo de Haldingham, el prebendado de Hereford, es un elaborado mapa del
mundo, con un tamaño de 165 cm de largo por 135 cm de ancho. Representa no sólo
el nivel de conocimientos geográficos europeo de ese momento (se realizó
aproximadamente en 1275), sino también la actitud hacia el saber de sus
realizadores; adoptaron la forma circular no a partir de una deducción
geográfica, sino porque el círculo era la forma perfecta, y Jerusalén aparece
en el centro, porque debido a su importancia, asumían que debía ocupar el
centro del mundo. El Este es el fin del mapa; el Mediterráneo domina la mitad
inferior; las dos muescas de rojo intenso que aparecen arriba a la derecha son
el mar Rojo y las islas Británicas están en la esquina inferior izquierda.
Mapa, representación modélica de un área
geográfica, es decir, de una porción de la superficie de la Tierra, elaborada
con propiedades métricas, dibujada o impresa en una superficie plana y que
refleja información espacial. Los mapas parecen espejos de la superficie
terrestre, pero realmente son su representación simplificada, pues no incluyen
toda la información existente, sino aquella que el especialista en cartografía
ha decidido seleccionar.
Dado que los mapas son planos y la
Tierra no lo es, para pasar de la superficie casi esférica de la Tierra a la
del mapa, necesitamos establecer unas correspondencias a las que llamamos
proyecciones cartográficas. Todos los mapas se elaboran con un tipo u otro de
proyección; aun así, todos muestran ciertas deformaciones en alguna de sus
partes, que pueden afectar, por ejemplo, a los contornos de los continentes o a
las distancias a medir. La información espacial de la superficie terrestre
también puede aparecer en los globos terráqueos.
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Mapa del Nuevo Mundo realizado en 1596 |
En este mapa del hemisferio oeste
aparecen las tierras americanas orladas con las imágenes de cuatro exploradores
y geógrafos: Cristóbal Colón (arriba izquierda), Américo Vespucio (arriba
derecha), Fernando de Magallanes (abajo izquierda) y Pizarro (abajo derecha).
Fue realizado por Theodore de Bry y Girolamo Benzoni. Es curioso el nombre que
reciben las tierras australes: Magallánica.
Habitualmente el mapa contiene una serie de
símbolos y colores, fácilmente interpretables y descritos en una leyenda, que
muestran los diferentes elementos naturales y humanizados del paisaje que se dibuja
en el mapa. Para que pueda ser llamada mapa, la representación no debe ser
artística, sino que necesita estar hecha a escala (elemento para diferenciar un
mapa de un croquis); debe permitir tomar medidas de distancias, ángulos o
superficies y obtener un resultado aproximadamente exacto de la superficie
terrestre; dependiendo de lo que se quiera representar en el mapa, las
imprecisiones o errores deben ser más pequeños que lo que pueda percibir el ojo
humano al contemplar el mapa.
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ELEMENTOS BÁSICOS
DE UN MAPA
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Leyenda de un mapa |
Una leyenda es una lista
explicativa que define los símbolos utilizados en un mapa o gráfico. Algunos
símbolos, como los de cadena montañosa o cascada que aparecen aquí, pueden
parecerse a las realidades que representan.
Los principales elementos
del mapa son la leyenda y la escala.
Para que un mapa pueda contener
gran cantidad de información de fácil lectura debe reflejar en la leyenda un
sistema de símbolos arbitrarios o convencionales y debe elaborarse siguiendo un
uso adecuado de los colores. Muchos de estos se utilizan con tanta frecuencia
que son aceptados por todos y resultan fácilmente comprensibles. De este modo,
por lo general, las ciudades y los pueblos se señalan con puntos, cuadrados o
superficies sombreadas; los cursos y las masas de agua suelen imprimirse en
azul y las fronteras políticas se representan, generalmente, mediante franjas
de colores o líneas continuas o discontinuas. El cartógrafo puede, sin embargo,
concebir una gran variedad de símbolos que se adecuen a las diferentes
necesidades; por ejemplo, puede marcar un punto como símbolo de la presencia de
10.000 cabezas de ganado o puede utilizar dos picos o martillos cruzados para
señalar la localización de una mina.
Como es imposible hacer un mapa de las
mismas dimensiones que la realidad, se utiliza la escala, que indica que el
mapa es una representación aproximada y señala el número de veces que se ha
reducido de tamaño la superficie real. Es un elemento fundamental en los mapas
y puede aparecer de dos formas: numérica y gráfica. La escala numérica se
representa en cifras, como por ejemplo, 1/100.000 o 1:100.000; esto indica que
una unidad medida en el mapa (por ejemplo, 1 cm) representa 100.000 de las
mismas unidades en la superficie terrestre (es decir, 1 km en el mismo
ejemplo). En la mayor parte de los mapas se indica la escala en el margen y,
muchas veces, viene acompañada de una escala gráfica lineal, que es un segmento
dividido que muestra la longitud sobre el mapa de las unidades terrestres de
distancia; en ocasiones, el extremo de la barra presenta una subdivisión para
que el usuario pueda medir las distancias con mayor precisión.
En función de la escala, se habla
de mapas a gran escala y mapas a pequeña escala. Los primeros tienen el
denominador pequeño (por ejemplo, 1/10.000 o 1/30) y mayor nivel de detalle, y
se aproximan más a los tamaños reales al haberse reducido menos; los planos
urbanos son mapas a gran escala. Los mapas a pequeña escala tienen el
denominador grande (por ejemplo, 1/200.000) y presentan menor número de
detalles, son más generales. La cifra resultante es mayor si se divide 1 entre
10.000 que 1 entre 200.000, por ejemplo. Cuanto más se reduce la realidad,
menor es el nivel de detalle y, por lo tanto, menor es la escala. Desde los
primeros años del siglo XX, varios gobiernos colaboraron para establecer un
Mapa Internacional del Mundo a escala 1:1.000.000, que se acabó en 1985.
También en algunos mapas, con el fin de
localizar un lugar o describir la extensión de un área, se utiliza un sistema
de referencia espacial basado en unas líneas imaginarias a las que llamamos red
geográfica: los meridianos y paralelos. En los mapas se dibujan solo unos pocos
meridianos y paralelos, aunque su número es infinito, y siempre se trazan
separados por distancias iguales. La localización de un punto en el mapa puede
definirse con precisión por los grados, minutos y segundos de latitud y
longitud, que indican las coordenadas geográficas de ese punto. Por acuerdo
internacional, la longitud se mide hasta 180° E y hasta 180° O a partir del
meridiano 0°, el de referencia o meridiano de Greenwich. La latitud se mide
hasta 90° N y hasta 90° S a partir del paralelo 0°, o ecuador. Los mapas están
orientados de tal manera que, generalmente, el norte verdadero ocupa la parte
superior de la lámina, donde a menudo se representa una rosa de los vientos u
otro elemento gráfico que señala el polo magnético.
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El mapa topográfico |
Los mapas pueden utilizarse para
diferentes fines y por esta razón se ha desarrollado una gran cantidad de tipos
especializados de mapas. En primer lugar, se distingue entre mapas básicos y
mapas derivados, dependiendo del método de obtención. Los mapas básicos son
aquellos mapas confeccionados a partir de medidas y datos obtenidos
directamente del mundo real (fotografías aéreas, imágenes de satélite,
mediciones sobre el terreno, visitas a la zona o trabajo de campo). Los mapas
derivados son aquellos mapas que se han obtenido a partir de otros mapas,
añadiendo información adicional sobre la base de dichos mapas. Los topográficos
puede decirse que son mapas básicos y los mapas temáticos, derivados.
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Mapa topográfico |
Los mapas topográficos permiten
conocer la topografía del terreno a través de sombreados, curvas de nivel
normales u otros sistemas de representación gráfica. Asimismo señalan
localizaciones generales, límites administrativos y las características
especiales de un área. Este tipo de mapas ofrece muchas ventajas. Por ejemplo,
muchos excursionistas utilizan los mapas topográficos para orientarse y planear
sus rutas teniendo en cuenta los obstáculos y las señales principales. En la
leyenda de cada mapa se indican la escala y los símbolos específicos
(ferrocarril, escuelas, carreteras y puentes) que se emplean en él.
Generalmente, el color verde indica la presencia de vegetación, mientras que el
blanco se emplea para su ausencia. Una serie de isolíneas o líneas color sepia
que unen puntos del mismo valor (en este caso la misma altitud) nos muestran el
relieve, por ejemplo las montañas, colinas o valles. Las líneas muy juntas
indican que el terreno es muy escarpado. Si, por el contrario, están muy
separadas, significa que el terreno tiene poca diferencia altitudinal.
El tipo de mapa utilizado para
representar, desde un punto de vista descriptivo y general, las características
físicas y visibles del terreno es el mapa topográfico. Estos mapas, también
denominados generales, muestran los elementos naturales del área analizada,
como el relieve (montañas, valles…), la hidrografía (ríos, lagos…) o la
vegetación natural; y, también, los elementos artificiales más importantes,
humanos o culturales, como son las carreteras y los ferrocarriles, los
asentamientos de población, los usos del suelo (dedicados a cultivos, bosques
de repoblación, canteras, zonas comerciales…), las obras de ingeniería
(puentes, túneles, aeropuertos…) y otras edificaciones de carácter religioso e
histórico (ermitas, castillos...). Asimismo muestran fronteras políticas y
divisiones administrativas, como pueden ser los límites de los municipios, de las
provincias o de los países.
En los mapas topográficos el relieve se
suele representar mediante curvas de nivel, que reflejan las formas del terreno
y la altitud. Las aguas se representan por líneas o masas de color azul; los
ríos y arroyos se indican con líneas azules, continuas si se trata de cursos
permanentes, y discontinuas en caso de corrientes esporádicas, como barrancos,
torrentes, uadis o ramblas; los lagos y embalses se cartografían con fondo
azul. Las zonas cubiertas de vegetación arbórea o arbustiva se señalan con
signos pictográficos (ideogramas) muy simples o fondos de color verde y marrón,
uniforme y poco intenso.
Los institutos o servicios geográficos
y cartográficos de cada país son los encargados de elaborar los mapas oficiales
de su territorio. Por ejemplo, en España, dos organismos realizan los mapas
topográficos básicos que dan cobertura a todo el territorio a escalas
diferentes: el IGN (Instituto Geográfico Nacional) y el SGE (Servicio
Geográfico del Ejército). En México, el INEGI (Instituto Nacional de
Estadística, Geografía e Informática) es el organismo acreditado para la
cartografía oficial, mientras que, en Chile y en Argentina, lo hacen sus
respectivos IGM (Instituto Geográfico Militar). El Mapa Topográfico Nacional
(MTN) a escala 1:25.000 constituye la serie básica de la cartografía oficial de
España y está compuesto por de más de 4.000 hojas, que reflejan unas 12.500 ha
según la zona, y ofrecen una representación detallada y precisa del territorio
en cuanto a sus aspectos morfológicos, del medio natural y los derivados de la
presencia humana y sus acciones. También hay sociedades geográficas que
elaboran su propia cartografía. Desde hace unos años, todos estos organismos
encargados de elaborar cartografía proporcionan los mapas en papel y en formato
digital (CD-ROM, DVD…).
En las hojas de los mapas
topográficos se incluyen, entre otras informaciones, la escala, una completa
leyenda, la declinación magnética, la fecha de elaboración, la equidistancia de
las curvas de nivel y el título del mapa, que sirve para localizar el lugar
(generalmente, en los mapas oficiales, el título indica el principal núcleo de
población dibujado en el mapa).
La toponimia que aparece en un mapa
topográfico ayuda a su lectura, puesto que algunos topónimos aluden a hechos
del medio físico o de la actividad humana, actuales o del pasado; en este
último caso, la información toponímica permite analizar algunos de los cambios
experimentados por el territorio cartografiado a lo largo del tiempo, por
ejemplo, en cuanto al hábitat o a los usos del suelo. También el tamaño de la
letra que se ha utilizado para rotular el nombre de una localidad nos indica
cómo es esta: por ejemplo, si la letra es grande, querrá decir que ese núcleo
tiene un número considerable de habitantes.
Los mapas topográficos, debido a la gran
cantidad de información detallada que contienen, se utilizan a menudo como
mapas generales de consulta y sirven de base para elaborar otros mapas y
gráficos, como los perfiles fluviales y los cortes topográficos. Asimismo, son
utilizados para conseguir una buena orientación espacial.
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Mapa en relieve |
Los mapas en relieve son modelos
tridimensionales del terreno de un área determinada. Utilizados ampliamente por
ingenieros y militares, los mapas en relieve a escala en color se emplean tanto
para indicar características geográficas como para dibujar simplemente
fronteras políticas. Este mapa muestra partes de Alaska (en color) y del
noroeste de Canadá.
Un mapa temático representa, sobre un
fondo y contorno topográfico, una información relevante relacionada con un tema
o una disciplina específica; así tenemos, por ejemplo, mapas temáticos de
diferentes tipos: estadísticos, políticos, climáticos, agrícolas, de
carreteras, de distribución de especies vegetales… Son considerados mapas
específicos en contraposición a los generales o topográficos.
Entre los mapas temáticos más
especializados se encuentran las cartas de navegación marítima (náuticas) y las
cartas de navegación aérea (aeronáuticas). Las cartas náuticas se utilizan para
la navegación de embarcaciones y cubren la superficie de los océanos y de otras
grandes masas de agua, así como sus costas. Sobre la porción de agua que
aparece en una carta náutica se muestra la profundidad cada cierta distancia,
indicando con números impresos los metros (o las brazas) de agua que hay cuando
la marea está baja. Los bancos de arena se indican con un círculo o se sombrean
para darles mayor visibilidad, y los límites de los canales se representan con
líneas. También indican el tipo de fondo existente: fondos de arena, de roca o
de fango. Un elemento importante de este tipo de cartas es la localización
exacta de los faros, boyas y otros elementos que sirven de ayuda a la
navegación. Además de los faros, aparecen otros puntos de referencia, como
edificios altos o picos prominentes, con cuya ayuda puede orientarse un
navegante. Las cartas aeronáuticas, para que se utilicen sobre el terreno, se
asemejan en cierto modo a los mapas topográficos, pero contienen también la
situación de los radiofaros, los aeropuertos, los corredores aéreos y las áreas
cubiertas por los campos de transmisión de las estaciones de radio.
Otros mapas temáticos son: los mapas
políticos, que muestran solo las ciudades y las divisiones políticas y
administrativas sin rasgos topográficos; los mapas geológicos, que muestran la
edad de las rocas y la estructura geológica del área cartografiada; y los mapas
de usos del suelo, entre muchos otros.
Los atlas suelen incluir una variedad
de mapas temáticos para mostrar distintos aspectos de la realidad territorial.
En ocasiones, y en función de los datos espaciales utilizados, se presenta el
contenido geográfico de diversas formas: mapa de puntos, mapa de flujos, mapa
pictográfico, mapa del tiempo, plano urbano, cartograma, mapa de símbolos
proporcionales, mapa coroplético, mapa isoplético, mapa del relieve…
Especialmente curioso es el mapa en relieve, que
es una representación tridimensional del terreno referida a un espacio
geográfico. Suele moldearse en arcilla, escayola o plástico, aunque también se
elabora en formato digital gracias a las nuevas tecnologías informáticas. Para
realzar el relieve, la escala vertical de estos mapas es muy superior a la
escala horizontal. Los mapas en relieve se utilizan mucho en planificación
militar y en ingeniería, y por los invidentes.
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LA
ELABORACIÓN DE MAPAS
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Estereoscopio de finales del siglo XIX |
Este instrumento óptico binocular
nos permite observar dos imágenes planas de un mismo objeto que han sido
tomadas desde puntos de vista diferentes como si fueran una imagen única en
relieve. Los estereoscopios crean una ilusión de profundidad en fotografías
bidimensionales llamadas estereogramas. Un estereograma consta de dos
fotografías de una misma escena, tomadas desde ángulos ligeramente distintos.
Al ser vistas a través de un estereoscopio, ambas imágenes se funden en una
única imagen tridimensional. El estereoscopio que se muestra en la fotografía
es de finales del siglo XIX, una época en la que los estereoscopios constituían
un entretenimiento muy popular en Europa y América del Norte.
La elaboración de mapas o cartografía
se ha beneficiado mucho de los avances tecnológicos acaecidos tras la
II Guerra Mundial. Probablemente algunos de los avances más importantes han
sido la utilización de técnicas y sistemas de teledetección (fotografías aéreas
e imágenes de satélite) y de ordenadores (computadoras) utilizados por los
Sistemas de Información Geográfica (SIG) para el almacenamiento y tratamiento
de datos, así como para el trazado de mapas; al igual que la aparición de
sistemas de navegación por satélite (GPS, GALILEO Y GLONASS), que han reducido
sustancialmente el margen de error al determinar la localización exacta de los
puntos de la superficie terrestre.
La base de un mapa moderno es
un estudio detallado que proporcione, por un lado, las localizaciones
geográficas y, por otro, las relaciones entre una serie de elementos del área a
cartografiar. En la actualidad, la información obtenida de los levantamientos
fotogramétricos aéreos complementa la información proporcionada por el
tradicional método de los levantamientos topográficos del terreno (véase Geodesia).
Las imágenes vía satélite pueden proporcionar una gran cantidad de información
muy precisa sobre diferentes elementos de la superficie terrestre, como pueden
ser la localización de depósitos de minerales, la extensión de urbanizaciones,
la presencia de plagas que afectan a la vegetación y cultivos, o los tipos de
suelos.
4.2
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Realización
y reproducción
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Cuando ya se han capturado los
datos (fase de compilación), el mapa debe planificarse con cuidado, teniendo en
cuenta su finalidad, para que la representación sea clara y precisa. Los datos
obtenidos se transfieren en forma de puntos a una cuadrícula de coordenadas que
se corresponde con el tipo de proyección que se ha escogido para el mapa. Se
definen las altitudes y las curvas de nivel, en caso de que se utilicen, y se
trazan directamente a partir de pares estereoscópicos de fotografías en
restituidores fotogramétricos, donde el operador sigue, con una marca flotante,
un modelo tridimensional. Los restituidores analógicos han sido sustituidos por
restituidores analíticos y digitales. Los cursos de los ríos y de las
carreteras, así como la posición de otros elementos, se trazan del mismo modo.
El ortofotomapa es aquel en el que la
base cartográfica se forma a partir de fotografías a las que se superpone otra
información, como divisiones administrativas, curvas de nivel, toponimia e
información marginal. Este mapa es un mosaico de fotografías rectificadas
diferencialmente; es decir, corregidas mediante un ortoproyector para eliminar
la distorsión causada por el relieve y la inclinación de la cámara fotográfica.
De este modo, el ortofotomapa tiene una escala constante y las propiedades
métricas de un mapa.
Hasta la aparición de las modernas
tecnologías informáticas, la preparación final del mapa para la impresión
comenzaba realizando una serie de láminas (positivos), una por cada uno de los
colores utilizados en el mapa. Estas láminas eran de plástico con un baño
opaco; las líneas y los símbolos se trazaban sobre la superficie con un
instrumento afilado, para grabar, que levantaba la capa de baño opaco
(esgrafiado). Al final, toda la información de un mismo color (símbolos
puntuales, lineales, superficiales y textos) se combinaba fotográficamente en
un positivo final de ese color. De cada positivo se insolaba una plancha de
impresión para reproducir el mapa por litografía offset.
En la década de 1970 se
realizaron avances en el campo de la realización e impresión de mapas con
sistemas informáticos, como los CAD y los ya mencionados SIG. Estos últimos
permiten almacenar datos estadísticos sobre las coordenadas geográficas. Unos
dispositivos especiales, como las trazadoras o plotters, hacen que el
ordenador pueda dibujar mapas muy precisos partiendo de esos datos almacenados.
Los mapas generados por sistemas informáticos también pueden reflejarse en una
pantalla de ordenador, en la que un operador puede realizar fácilmente
modificaciones sobre su contenido. Debido a que estos mapas y todos los cambios
que se incorporan en ellos pueden almacenarse en el ordenador o computadora, es
posible obtener una representación animada (mapas dinámicos) de los cambios que
han tenido lugar en un periodo de tiempo determinado con programas multimedia,
además de mapas en Internet, vuelos virtuales, cartografía en tres
dimensiones...
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Proyección cónica |
Si imaginamos un cono de papel
situado sobre un globo iluminado, la proyección resultante será un mapa de
proyección cónica. Estos mapas carecen relativamente de distorsiones en las
regiones de latitudes medias y por eso se utilizan para representar países que
se encuentran en esas regiones.
Los mapas más antiguos que existen
fueron realizados por los babilonios hacia el 2300 a.C. Estos mapas estaban
tallados en tablillas de arcilla y consistían en su mayor parte en mediciones
de tierras realizadas con el fin de cobrar los impuestos. También se han
encontrado en China mapas regionales más extensos, trazados en seda, fechados
en el siglo II a.C. Parece que la habilidad y la necesidad de hacer mapas es
universal. Uno de los tipos de mapas primitivos más interesantes es la carta
geográfica realizada sobre una entramado de fibras de caña por los habitantes
de las islas Marshall, en el sur del océano Pacífico, dispuestas de modo que
muestran la posición de las islas. El arte de la cartografía también se
desarrolló en las civilizaciones maya e inca. Los incas, ya en el siglo XII
d.C., trazaban mapas de las tierras que conquistaban.
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Proyección homolosena de Goode |
J. Paul Goode, geógrafo y
cartógrafo estadounidense de la Universidad de Chicago, desarrolló
matemáticamente la proyección homolosena discontinua en 1923. La tierra se
representa en partes irregulares unidas. La sensación de esfera y la distorsión
mínima de las zonas de la tierra que consigue esta proyección ha promovido su
utilización en la representación de mapas temáticos mundiales.
Se cree que el primer mapa que
representaba el mundo conocido fue realizado en el siglo VI a.C. por el
filósofo griego Anaximandro. Tenía forma circular y mostraba el mundo conocido
agrupado en torno al mar Egeo y rodeado por el océano. Uno de los mapas más
famosos de la época clásica fue trazado por el geógrafo griego Eratóstenes
hacia el año 200 a.C. Representaba el mundo conocido desde Gran Bretaña, al
noroeste, la desembocadura del río Ganges, al este, y hasta Libia al sur. Este
mapa fue el primero en el que aparecieron líneas paralelas transversales para
señalar los puntos con la misma latitud. En el mapa también aparecían algunos
meridianos, pero éstos tenían una separación irregular. Hacia el año 150 d.C.,
el sabio griego Tolomeo escribió su Geographia que contenía mapas del
mundo. Éstos fueron los primeros mapas en los que se utilizó de forma
matemática un método preciso de proyección cónica, aunque tenía muchos errores
como la excesiva extensión de la placa terrestre euroasiática. Tras la caída
del Imperio romano la cartografía europea casi dejó de existir; básicamente
solo permanecían aquellos trazados por los monjes, cuya preocupación principal
era teológica (presentaban Jerusalén como el centro del mundo) y no les
importaba tanto la exactitud geográfica. Sin embargo, los navegantes árabes
realizaron y utilizaron cartas geográficas de gran exactitud durante el mismo
periodo. El erudito árabe al-Idrisi realizó un mapa del mundo en 1154. Los
navegantes mediterráneos, de entre los que destacaban los mallorquines,
comenzaron aproximadamente en el siglo XIII a preparar cartas marítimas,
generalmente sin meridianos o paralelos pero con unas líneas que mostraban la
dirección entre los puertos más importantes. Estos mapas se denominaban
portulanos. En el siglo XV se imprimieron en Europa los mapas de Tolomeo que,
durante varios cientos de años, tuvieron una gran influencia en los cartógrafos
europeos.
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Regiones del Imperio otomano |
Se considera que el mapa realizado
en 1507 por Martin Waldseemüller, un geógrafo alemán, fue el primero en
designar con el nombre de América a las tierras transatlánticas recién
descubiertas. El nombre de América es un reconocimiento a la labor de Américo
Vespucio, quien comenzó a trazar los mapas de sus viajes por el continente una
vez instalado en Sevilla (1508) al servicio del rey Fernando. Tanto Solís,
Pinzón, Juan de la Cosa como Vespucio contribuyeron con sus expediciones al trazado
de los primeros mapas de los que se tiene conocimiento sobre el continente
americano. Asimismo, los llamados planisferios de Salviatti y de Castiglione,
ambos aproximadamente de 1525, son importantes documentos de la cartografía de
la época en la cual se basaron mapas posteriores. El planisferio de Castiglione
fue regalado a éste por el emperador Carlos V. El mapa de Waldseemüller,
impreso en 12 hojas separadas, fue de los primeros en el que se separaban con
claridad Norteamérica y Sudamérica de Asia. En 1570, Abraham Ortelius, un
cartógrafo flamenco, publicó el primer atlas moderno, Orbis Terrarum,
que contenía 70 mapas. En el siglo XVI, muchos cartógrafos elaboraron mapas que
iban incorporando la creciente información que aportaban los navegantes y los exploradores.
Gerardus Mercator sigue considerándose como uno de los mayores cartógrafos de
la época de los descubrimientos; la proyección que concibió para su mapa del
mundo resultó de un valor incalculable para todos los navegantes.
Proyección cilíndrica
Si se coloca un papel dispuesto
en forma de cilindro alrededor de un globo iluminado, la proyección en el
cilindro será un mapa de proyección cilíndrica. La forma de los continentes
próximos al centro del cilindro no sufrirá apenas ninguna distorsión, mientras
que las regiones cercanas a los polos estarán desproporcionadas.
La precisión de los mapas
posteriores aumentó mucho debido a las determinaciones más precisas sobre
latitud y longitud y a los cálculos sobre el tamaño y forma de la Tierra. Los
primeros mapas en los que aparecían ángulos de declinación magnética se
realizaron en la primera mitad del siglo XVII, y las primeras cartas que
mostraban las corrientes oceánicas se realizaron hacia 1665. En el siglo XVII
se establecieron los principios científicos de la cartografía y las
inexactitudes más notables de los mapas quedan constreñidas a las partes del
mundo que no se habían explorado.
Hacia finales del siglo XVIII, cuando
decayó el espíritu explorador y comenzó a desarrollarse el nacionalismo, un
gran número de países europeos comenzó a emprender estudios topográficos
detallados a nivel nacional. El mapa topográfico completo de Francia se publicó
en 1793, con una forma más o menos cuadrada y con una medida de aproximadamente
11 m de lado. El Reino Unido, España, Austria, Suiza y otros países siguieron
su ejemplo. En los Estados Unidos se organizó, en 1879, el Geological Survey
(estudio geológico) con el fin de realizar mapas topográficos de gran escala en
todo el país. En 1891, el Congreso Internacional de Geografía propuso
cartografiar el mundo entero a una escala 1:1.000.000, tarea que todavía no ha
concluido. En el siglo XX, la cartografía ha experimentado una serie de
importantes innovaciones técnicas. La fotografía área se desarrolló durante la
I Guerra Mundial y se utilizó, de forma más generalizada, en la
elaboración de mapas durante la II Guerra Mundial. Los Estados Unidos, que
lanzaron en 1966 el satélite Pageos y continuaron en la década de 1970
con los tres satélites Landsat, están realizando estudios geodésicos
completos de la superficie terrestre por medio de equipos fotográficos de alta
resolución colocados en esos satélites. A pesar de los grandes avances técnicos
y de los conocimientos cartográficos, quedan por realizar estudios y
levantamientos topográficos y fotogramétricos de grandes áreas de la superficie
terrestre que no se han estudiado en detalle.
mapa. (Del b. lat. mappa, toalla, plano de una finca
rústica). m. Representación geográfica de la Tierra o parte de
ella en una superficie plana. || 2. Representación geográfica de una parte de la
superficie terrestre, en la que se da información relativa a una ciencia
determinada. Mapa
lingüístico, topográfico, demográfico. || 3. f. coloq. p. us.
Lo que sobresale en un género, habilidad o producción. La ciudad de Toro es la mapa de las frutas. || ~ astronómico, o ~ celeste. m. Representación
gráfica de la distribución de las estrellas o de la superficie de un cuerpo
celeste. || ~ mudo. m. El que no tiene escritos los nombres de lugares o de
accidentes geográficos, y sirve para la enseñanza de la geografía. || borrar a alguien del ~. fr. coloq. matar
(ǁ quitar la vida). || llevarse la ~. fr. coloq.
Aventajarse en una línea. En punto de
vinos, Jerez se lleva la mapa. || no estar en el ~
algo. fr. coloq. Ser desusado y extraordinario.
Mapas coropléticos e
isopléticos
En la tabla
aparecen las principales semejanzas y diferencias entre un mapa coroplético y
otro isoplético.
Mapa coroplético
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Mapa isoplético
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Necesidad de fuentes
estadísticas fiables con componente espacial detallado.
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Muestra variación y
distribución espacial.
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Valores
constantes dentro de cada unidad espacial con mismo color: no permite inferir
valores.
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Valores continuos
entre dos isolíneas, lo que permite tomar medidas para cualquier punto del
mapa, ya que la interpolación es posible.
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Valiosa imagen sintética de la
variación espacial del fenómeno geográfico.
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No pretende
mostrar valores individuales concretos, sino obtener una idea de la
distribución general de la variable cartografiada.
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Muestran la
distribución total de la variación espacial de un fenómeno.
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Fronteras de cada
corograma no tienen ningún valor asociado, funcionan como separadores de
valores.
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Fronteras
lineales tienen un valor asociado y gradual.
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Representación de
datos de naturaleza discreta y derivados.
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Representación de
datos de naturaleza continua y derivados.
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Elaboración
sencilla.
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Elaboración
compleja si no se trabaja con tecnología informática.
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Adecuados para
conocer la evolución cuando se compara unos mapas con otros, siempre que
estén basados en los mismos intervalos.
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Adecuados para
conocer la evolución cuando se compara unos mapas con otros, pero solo si
están basados en la selección de las mismas isolíneas.
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Da la sensación
de que la división político-administrativa o territorial influye en la
variación espacial del fenómeno geográfico.
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Pueden observarse
tendencias y patrones generales, libres de la influencia de las divisiones
administrativas y territoriales.
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