c. f. Tercera letra del abecedario español y del orden latino internacional, que representa, ante las vocales e, i, un fonema consonántico fricativo, interdental, sordo, identificado con el alveolar o dental en zonas de seseo, y en los demás casos un fonema oclusivo, velar y sordo. Su nombre es ce. || 2. Letra numeral que tiene el valor de 100 en la numeración romana, y que también se usa en español. Cuando se le ponía una línea encima, valía 100 000.
C, tercera letra del alfabeto español y de las lenguas romances. Su nombre es ce. El signo procede de la C latina, al redondear la letra griega Γ, gamma, que se derivaba de un símbolo fenicio llamado gimel o camello, éste a su vez procedía de un símbolo egipcio.
La c del latín arcaico se pronunció de dos modos, uno semejante al actual ga, gue, gui, go gu, que desapareció en la época clásica, y el otro el equivalente a ca, y su serie, que se transmitió a las lenguas románicas. Desde el siglo XVI la letra c representa en español dos sonidos: el primero es el de “cama”, “copa”, “cuna”, “clima” y “cráneo”. Aparece en todos los pueblos que hablan español. Se produce al aproximar la parte posterior de la lengua al velo del paladar y al hacer salir el aire por medio de una pequeña implosión, y sin que vibren las cuerdas vocales. Este sonido es el que tiene la letra c ante las vocales a, o, u, ante las consonantes l y r y en las zonas no seseantes cuando lleva una consonante detrás, como en la palabra “pacto”. El otro sonido es de z, que se produce al aproximar la parte anterior de la lengua a los incisivos superiores, al hacer salir el aire rozando por esa barrera y cerrar el velo del paladar sin que vibren las cuerdas vocales; es el correspondiente a la letra c ante las vocales e e i, como en “cena” y “cine”. En casi todos los países americanos que hablan español y en algunas zonas de España, la c de “cena” y de “cine” tiene el mismo sonido que la s. A esa forma de pronunciar la c se la conoce como seseo.
En español la letra c se combina con la letra h para formar el dígrafo ch, que se lee como che. Representa el sonido producido por el contacto de los bordes de la lengua con los del paladar, juntándose primero y separándose después, el aire sale pasando por esa barrera, rozando y explotando, se cierra el velo del paladar y no vibran las cuerdas vocales. Este signo es el de palabras como “chocolate” y “corcho”, con algunas variedades dialectales en los diversos países que hablan español.