El invento de Partido Demócrata Cristiano de Chile




Partido Demócrata Cristiano 

Aylwin ante la prensa
Patricio Aylwin, presidente chileno desde 1990 hasta 1994, hablando para los medios de comunicación.

Partido Demócrata Cristiano (Chile), partido político chileno fundado en 1957, una de las más importantes agrupaciones democristianas desde la segunda mitad del siglo XX, cuyas ideas básicas comenzaron a desarrollarse firmemente a finales del siglo XIX.
2
COMPONENTE IDEOLÓGICO Y ORÍGENES
Debe su existencia, primero, a la filosofía cristiana como pilar ideológico; segundo, al conflicto social contemporáneo que vivía el país; y, tercero, a la doctrina social de la Iglesia católica que interpela al hombre en el sentido de asumir la tarea de buscar solución a los problemas fundamentales de la sociedad contemporánea, especialmente los económicos y sociales.
La ideología democristiana (no solo de la chilena) se fundamenta en la aspiración al logro de un pleno desarrollo del hombre, tanto espiritual como materialmente, a través de una verdadera democracia. Sus más importantes principios son: la proclamación de los derechos de la persona; el reconocimiento y defensa de la libertad del individuo; el apoyo a la democracia, entendida como una defensa del establecimiento y mantenimiento de un Estado de Derecho; y la promoción de lo que la filosofía cristiana ha entendido siempre como el bien común.
Estas ideas, presentes más claramente a partir de las encíclicas de León XIII (especialmente, Rerum novarum) y Pío XI, se pudieron plasmar en el Chile del siglo XX a través de la Falange Nacional, agrupación política nacida oficialmente en 1938 (proveniente de una disgregación del Partido Conservador que, tres años antes, había dado lugar a Falange Conservadora) y en la cual sus jóvenes miembros se sentían identificados con el pensamiento social de la Iglesia católica, fundamentado en el intento de superar la injusticia social.
3
HISTORIA
El 28 de julio de 1957, durante la presidencia de Carlos Ibáñez del Campo, antiguos componentes de la Falange Nacional, del Partido Conservador Social Cristiano y de los agrario-laboristas formaron el Partido Demócrata Cristiano de Chile. Aunque se declararon cristianos, decidieron no crear un partido confesional. Las primeras apariciones del Partido Demócrata Cristiano comenzaron alrededor de 1958, decidiéndose por abanderar a Eduardo Frei Montalva, cuya candidatura resultó tercera, aunque obtuvo un importante número de votos. Más tarde, participó en lo que se denominó Bloque de Saneamiento Democrático, formando una alianza con diversos partidos (Radical, Socialista, Comunista y Democrático), convergiendo en los propósitos de reformar la ley electoral, derogar la Ley de la Defensa de la Democracia (que había ilegalizado al Partido Comunista) y promulgar una ley de probidad administrativa. Se alcanzaron los dos primeros objetivos mencionados.
En las elecciones de 1964, el Partido Demócrata Cristiano volvió a proclamar candidato a Frei Montalva, quien obtuvo la presidencia de la República. El partido pasó a ser el grupo político mayoritario en el país, lo que no impidió que su candidato presidencial, Radomiro Tomic, fuera derrotado en las elecciones de 1970 por el socialista Salvador Allende, cuyo gobierno, sustentado en el bloque de la Unidad Popular, finalizó abruptamente con el golpe de Estado de 1973 que encabezó el general Augusto Pinochet. La Democracia Cristiana, al entender que el gobierno de Allende había caído en conductas que transgredían la Constitución, no opuso inicialmente mayor cuestionamiento al gobierno militar (excepción hecha de un pequeño grupo de militantes, encabezados por Bernardo Leighton, que inmediatamente después de producido el golpe emitieron una declaración opuesta a la acción golpista de los jefes militares). No obstante, progresivamente, se distanció del nuevo régimen, que lejos de ir preparando las condiciones para el restablecimiento de la democracia concentró el poder en el general Pinochet y aisló a Chile de los países democráticos de la comunidad internacional. Un hito de la creciente oposición al gobierno militar fue el decreto-ley que disolvió, el 11 de marzo de 1977, a la totalidad de los partidos políticos que no habían sido puestos fuera de la ley. Importantes dirigentes democristianos fueron exiliados o relegados a localidades alejadas de los principales centros por su lucha a favor de los derechos humanos. Liderado por Frei Montalva, el Partido Demócrata Cristiano encabezó la oposición con motivo de la consulta de enero de 1978, y posteriormente contra el proyecto constitucional de 1980. Fue después de la inesperada muerte de Frei, en 1981, cuando la Democracia Cristiana y otras fuerzas políticas democráticas confluyeron en la Alianza Democrática (1983), el Acuerdo Nacional (1985) y la Concertación de Partidos por el No (1988), allanando el camino al retorno de la democracia mediante la derrota de Pinochet en el plebiscito del 5 de octubre de 1988. El Partido Demócrata Cristiano lideró a partir de entonces la principal coalición política, la Concertación de Partidos por la Democracia, de la que saldrían los siguientes presidentes chilenos: Patricio Aylwin (1990-1994) y Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), ambos miembros del propio Partido Demócrata Cristiano; y los socialistas Ricardo Lagos (2000-2006) y Michelle Bachelet (2006- ).


El invento del Partido Demócrata de Estados Unidos




Partido Demócrata 

Bill Clinton
En 1978, a los 32 años, Bill Clinton fue elegido gobernador de Arkansas, convirtiendose en el ciudadano estadounidense más joven en ganar unas elecciones gubernativas. Dirigió el estado durante más de 10 años, concentrándose en la educación y las reformas sociales. Clinton encabezó la candidatura de la campaña demócrata de 1992 y derrotó al presidente George Bush para convertirse en el 42 presidente de Estados Unidos.


Partido Demócrata (Estados Unidos), uno de los dos principales partidos políticos de Estados Unidos. Sus orígenes se remontan a la coalición formada en torno a Thomas Jefferson en 1790 para oponerse a la política de George Washington. Esta coalición, en su origen llamada El Republicano, y más tarde Partido Demócrata-Republicano, se dividió en dos facciones durante la campaña presidencial de 1828. Una, el Partido Nacional Republicano, fue absorbido por el Partido Whig en 1834; la otra se convirtió en el Partido Demócrata. En la década de 1830, bajo las presidencias de Andrew Jackson y Martin van Buren, el Partido Demócrata desarrolló las características que conservaría hasta finales de siglo. Estaba a favor de utilizar la fuerza nacional en asuntos de política exterior donde los intereses estadounidenses estuvieran amenazados, pero en política económica y social resaltó la responsabilidad del gobierno de actuar con prudencia. Sus partidarios tenían en común la aversión a la intervención del gobierno en sus vidas. Sus oponentes, los whigs, creían en el uso del poder del gobierno para regular la vida social.
Los demócratas lograron la presidencia en seis de las ocho ocasiones desde 1828 a 1856, y por lo común controlaban el Congreso. Un retroceso de votos relacionado con la esclavitud y otras cuestiones cambiaron duramente la suerte del partido a mediados de 1850. En un desastre electoral, muchos demócratas del Norte, deseosos de castigar a sus líderes y dispuestos a abandonar su partido, se unieron al emergente Partido Republicano. El partido se dividió en 1860, lo que permitió a los republicanos, con Abraham Lincoln al frente, conseguir la presidencia. Los problemas del partido empeoraron durante la Guerra Civil, cuando los demócratas se opusieron a las exacciones gubernamentales en tiempo de guerra y fueron acusados de deslealtad. No recobraron el control de ninguna cámara del Congreso hasta 1874, y no alcanzaron la presidencia de nuevo hasta 1884. El Sur empezó a ser un creciente y sólido bloque de votantes demócratas. Entre la Guerra Civil y la Gran Depresión, el Demócrata fue el partido minoritario, capaz de ganar únicamente cuando los republicanos se encontraban muy divididos.
A principios del siglo XX, la progresiva división en las filas republicanas ayudó a la elección por dos veces de Thomas Woodrow Wilson, pero la entrada de Estados Unidos en la I Guerra Mundial puso fin a este proceso. La guerra, popular al principio, se volvió contra la Administración de Wilson, y el resultado fue otro triunfo electoral republicano aplastante en 1920.
Durante el siglo XX, sin embargo, el Partido Demócrata se transformaría en un partido de fuerte intervención gubernamental en la economía y en la esfera social, con voluntad de regular y redistribuir la riqueza y proteger a los menos favorecidos, en una sociedad de creciente complejidad. La Gran Depresión y la llegada al poder de Franklin Delano Roosevelt, con su New Deal, consolidaron y ampliaron este nuevo compromiso.
Bajo el liderato demócrata, el gobierno aumentó cada vez más su papel en la consecución del bienestar social y en la regulación económica. Roosevelt llegó a ser un símbolo más poderoso de lo que había sido Jackson, ganando cuatro mandatos consecutivos, y los demócratas controlaron el Congreso, excepto durante cuatro años, en los 48 años que van de 1933 a 1981.
Con la llegada de John Fitzgerald Kennedy a la Casa Blanca en 1960 se aprobaron muchas leyes enérgicas, que culminaron en las políticas de la “Gran Sociedad” del presidente Lyndon Baines Johnson. La guerra de Vietnam, sin embargo, provocó que muchos sectores del partido pusieran en duda su política exterior anticomunista, responsable directa de su implicación en el conflicto asiático. El partido volvió a recuperarse tras la presidencia de Richard Nixon y la disminución del fervor creado por la guerra. La nominación del sureño Jimmy Carter, en 1976, aseguró una presidencia demócrata, pero sólo con carácter temporal. Las victorias aplastantes del candidato presidencial republicano Ronald Reagan sobre Carter en 1980 y Walter Mondale en 1984 hirieron gravemente a los demócratas, aunque el partido se recuperó en 1986 al conseguir el control del Senado, que había estado en manos republicanas durante seis años. Dirigido por dos sureños, Bill Clinton y Al Gore, el partido regresó a la Casa Blanca en 1992. Sin embargo, un resultado desastroso en las elecciones al Congreso de 1994 arrojó un veredicto aplastante sobre los dos años restantes de gobierno demócrata. Aunque el tirón popular de Clinton le deparó un segundo mandato presidencial en 1996, la tendencia se confirmó en los comicios presidenciales de 2000, cuando el candidato demócrata, Gore, fue derrotado por el republicano George W. Bush; y también en 2004, cuando Bush logró salir reelegido frente al senador John Kerry.

El invento del Sistema de partido único




Sistema de partido único

Sistema de partido único, régimen político con un solo partido. Este sistema no deja elección al votante, aunque las elecciones estén permitidas, porque no hay alternativa política por la que votar. Maurice Duverger, un experto en los sistemas de partidos, incluyó estas situaciones como ejemplos de sistemas de partido único: Alemania bajo el nacionalsocialismo de Adolf Hitler, la Italia fascista de Benito Mussolini y Turquía de 1923 a 1950.
Hay dos variantes en los sistemas de partido único: los comunistas y los no comunistas. El Partido Comunista tiene una base ideológica bien definida, su objetivo es el de conservar y fomentar la ideología comunista. Su influencia se extiende por tanto a todas las áreas del Estado. Sus afiliados son cuidadosamente escogidos entre los privilegiados y las elites. La atención que se pone durante el proceso de afiliación es completamente opuesta al sistema multipartidista, en el que los partidos compiten por tener un mayor número de afiliados. Un ejemplo de partido comunista es el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) que gobernó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas desde 1917 hasta 1991. China es otro estado con un solo partido de signo comunista.
El monolitismo no-comunista es más frecuente en los países en vías de desarrollo, especialmente en África. Por regla general el partido fomenta el nacionalismo, el patriotismo, una economía estable y el orden social. Un partido de este tipo tiene generalmente un líder fuerte y carismático al que está subordinada una organización débil, utilizada para sus propios fines.
Bajo el régimen de Franco existió en España de iure un régimen de partido único; de facto sólo en el sentido de que, fuera del Movimiento, no estaban autorizados los partidos políticos. Mas como no se celebraron comicios durante muchos años, el Movimiento no pudo ejercer la mencionada prerrogativa de partido único. Pero cuando en la década de 1950 se establecieron elecciones municipales para el tercio de representación de cabezas de familia, sólo los candidatos del Movimiento podían presentarse en calidad de tales mientras los demás figuraban como independientes (y solían ser derrotados de un modo u otro).
El Partido Revolucionario Institucional de México y el Justicialista (peronista) de Argentina tuvieron en la práctica y durante algunos periodos algunas características de partido único, si bien en ninguno de los dos países fueron nunca abolidos los restantes.

El invento del Partido Socialista Obrero Español PSOE




Partido Socialista Obrero Español (PSOE)

Congreso del PSOE
Felipe González aparece en esta fotografía saludando a los asistentes al 34º Congreso del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el día del inicio del mismo (20 de junio de 1997). Instantes después, González renunció al desempeño del cargo de secretario general del PSOE y fue sustituido por el ex ministro Joaquín Almunia.

Partido Socialista Obrero Español (PSOE), partido político español, el primer partido obrero de la historia de España, creado en 1879, y una de las principales fuerzas políticas de ese país durante las épocas en que ha vivido bajo el sistema político democrático.
2
LA RESTAURACIÓN
Pablo Iglesias
Madrid, 1915, el dirigente socialista Pablo Iglesias, en una de sus últimas intervenciones públicas, habla ante una multitud reunida para escucharle. Este impresor ferrolano ejerció un ascendiente absoluto sobre todos los componentes del espectro político socialista español desde la fundación del PSOE y del sindicato UGT hasta su propia muerte, en 1925.

El PSOE fue fundado en Madrid el 2 de mayo de 1879, pocos años después del inicio del periodo de la Restauración, tras la escisión del pequeño grupo obrero madrileño seguidor del marxismo (el denominado “grupo de los nueve”) respecto de la Federación Regional Española de la I Internacional (AIT) y la decantación de aquél hacia el socialismo marxista, frente a la corriente mayoritaria de signo anarquista. Entre los principales miembros fundadores del PSOE cabe destacar a Pablo Iglesias, Jaime Vera y Antonio García Quejido. Pocos días después de que naciera la Unión General de Trabajadores (UGT), el sindicato estrechamente vinculado desde entonces al propio PSOE, éste aprobó sus estatutos en su I Congreso, celebrado en Barcelona en agosto de 1888. Comenzó su andadura histórica en solitario, sin alianzas con fuerzas burguesas y según la estrategia rigorista diseñada por Iglesias, el principal dirigente del partido y del sindicato hasta 1925.
Los débiles resultados obtenidos por medio de ese aislamiento promovieron en 1909, escudándose en los sucesos de la Semana Trágica y el rechazo al gobierno conservador de Antonio Maura, un giro táctico, así como la conjunción con los republicanos, que pronto se tradujo en la obtención de un escaño parlamentario para su carismático líder (Pablo Iglesias) y en una mayor implantación política nacional. Actitudes como las mantenidas por el partido durante la tensa crisis del reinado de Alfonso XIII, que tuvo lugar en 1917, y la inclusión en sus horizontes ideológicos de un programa agrario y municipal, contribuyeron a este progresivo afianzamiento en el mapa político español y a una mayor redistribución geográfica, traducida en la incorporación de Andalucía y de algunas zonas extremeñas al núcleo original radicado fundamentalmente en Madrid, Asturias y el País Vasco.
El que fue denominado “pleito de las Internacionales” y la consiguiente ruptura comunista, consumada en 1921 con el nacimiento desde el seno del PSOE del Partido Comunista de España (PCE), sumieron al partido en una aguda crisis. Ésta se acentuó a partir de 1923 con el inicio de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera y la posterior actitud colaboracionista del socialismo con el nuevo régimen, en medio de fuertes disensiones internas. Los principales defensores de la participación en las estructuras políticas creadas por la dictadura fueron Francisco Largo Caballero, secretario general de la UGT, y el moderado presidente de ésta y del propio PSOE, Julián Besteiro. No obstante, ambos terminaron por alejar del régimen primorriverista, en los años finales de éste, a sus respectivos sectores socialistas. Indalecio Prieto pasó durante aquella etapa a liderar de alguna manera a cuantos miembros del partido se mostraron contrarios a la política colaboracionista.
3
LA II REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL
Cortes Constituyentes de la II República española
El 3 de junio de 1931, el gobierno provisional de la II República española convocó elecciones para el día 28 de ese mismo mes. De aquella cita con las urnas saldrían electos los diputados de las que habrían de ser Cortes Constituyentes. La Conjunción republicano-socialista, que había triunfado en los comicios municipales del anterior mes de abril, se mantuvo como tal y nuevamente triunfó. Las formaciones que más escaños obtuvieron fueron el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el Partido Republicano Radical (PRR), el Partido Republicano Radical Socialista (PRRS), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Acción Republicana (AR), Derecha Liberal Republicana (DLR), la Agrupación al Servicio de la República (ASR) y la Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA).

La proclamación de la II República significó en 1931 el acceso del PSOE al gobierno por primera vez, desde donde desarrolló, en corresponsabilidad con los partidos republicanos que giraban en torno a Manuel Azaña, una ambiciosa tarea reformista y modernizadora, capitalizada en un intenso ritmo expansivo en cuanto a votantes y afiliación. Largo Caballero, Prieto y Fernando de los Ríos fueron los tres dirigentes socialistas que desempeñaron el cargo de ministros durante los dos primeros años del régimen republicano (abril de 1931-septiembre de 1933) conocido como el bienio reformador o republicano-socialista.

Guerra Civil española
En esta interactividad están recogidos los principales hitos de la Guerra Civil española (1936-1939) divididos en cuatro grandes bloques temáticos.

La profunda crisis interna que sumió a las distintas facciones del PSOE, especialmente a partir de la llegada al poder en 1933 de los partidos de centro y de derechas, se vio reflejada en la incapacidad de sus dirigentes para lograr convocar un congreso extraordinario que dirimiera la controversia entre los sectores encabezados por Prieto (reformistas liberales), Besteiro (marxistas puros) y Largo Caballero (radicales). Quedó así paralizada su participación en los gobiernos del Frente Popular, surgidos tras la victoria electoral izquierdista de febrero de 1936, obtenida dos años después de la fracasada Revolución de Octubre.

Juan Negrín
Destacado catedrático de fisiología y miembro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde 1929, el canario Juan Negrín no pasó a desempeñar cargos gubernamentales hasta que, ya iniciada la Guerra Civil española, fue nombrado ministro de Hacienda, en septiembre de 1936, por Francisco Largo Caballero. Asumió la dirección política republicana desde junio de 1937 hasta prácticamente el final de la contienda.

El inicio de la Guerra Civil en julio de 1936, supuso el retorno del PSOE al ejercicio del poder, si bien tan sólo en la zona leal al régimen republicano. Largo Caballero y Juan Negrín se convirtieron en los dos primeros socialistas que desempeñaban la presidencia del gobierno y a partir de septiembre de 1936 formaron los últimos gabinetes de la II República.
4
EL FRANQUISMO Y EL REINADO DE JUAN CARLOS I


Composición del Congreso de los Diputados español (1977)
El 15 de junio de 1977 se celebraron en España elecciones generales libres para dotar al Estado, desde el principio de la soberanía popular, de un cuerpo legislativo. De aquellas urnas emanaron las primeras Cortes del nuevo régimen democrático parlamentario, distintivo de una nueva etapa de la historia del país, la denominada Transición. El quehacer del Congreso electo daría al año siguiente el fruto de un texto constitucional que serviría de nuevo marco jurídico. El resultado de aquellos comicios estuvo marcado por el triunfo de la Unión de Centro Democrático (UCD), que logró 166 escaños, quedando al frente de la oposición, gracias a sus 118 actas de diputado, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). A la derecha política se situaba Alianza Popular (AP, 16 escaños) y a la izquierda, con 19, el Partido Comunista de España (PCE). Además de con los seis congresistas del Partido Socialista Popular (PSP), el primer espectro político de la Transición se completaba con la representación alcanzada por las fuerzas nacionalistas. Por lo que se refiere al País Vasco, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) obtuvo 8 diputados, y Euskadiko Ezquerra (EE), 1. En Cataluña, el Pacte Democràtic per Catalunya (cuyo núcleo principal era Convergència Democràtica de Catalunya) consiguió 11 diputados, por 2 de Unió Democràtica de Catalunya y 1 de Esquerra Republicana de Catalunya.

La definitiva victoria del general Francisco Franco en abril de 1939 arrastró a los más destacados militantes socialistas al exilio y la dispersión, cuando no a la cárcel y la represión. A partir de la década de 1960 creció la distancia entre los dirigentes del PSOE desde el exilio y quienes, clandestinamente, reorganizaban el partido en España. En 1950, Rodolfo Llopis se convirtió desde su exilio francés en el secretario general del partido hasta 1970. Cuatro años más tarde, Felipe González resultó elegido para desempeñar ese cargo en el conocido como Congreso de Suresnes (celebrado en dicha localidad francesa), en el transcurso del cual se decidió que la Comisión Ejecutiva pasara íntegramente a estar formada por militantes del interior de España.

José Luis Rodríguez Zapatero
La victoria del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las elecciones generales celebradas en España el 14 de marzo de 2004, garantizó a su candidato, José Luis Rodríguez Zapatero (secretario general de esta formación desde 2000), el acceso a la presidencia del gobierno. Esta imagen fue captada durante la campaña electoral, mientras que las palabras que se le escuchan corresponden a una de sus primeras manifestaciones públicas tras conocerse el triunfo socialista en las urnas.

Cuando en 1975 tuvo lugar el fallecimiento del general Franco y el consiguiente inicio del reinado de Juan Carlos I, comenzó el retorno del país a la democracia, a cuyo advenimiento pacífico contribuyó el PSOE, junto a otras fuerzas políticas y sindicales proscritas en el régimen anterior, dentro del proceso que dio en llamarse transición. El espectacular triunfo socialista en las elecciones generales de 1982, ganadas por mayoría absoluta, y los sucesivos resultados electorales le mantuvieron, por espacio de catorce años, al frente del gobierno bajo la presidencia de González. En 1997, éste fue sustituido en la secretaría general del PSOE por Joaquín Almunia.
Las elecciones primarias convocadas por el partido, que debían dilucidar el candidato a la presidencia del gobierno (recogiendo la tradición que ya había existido durante la II República), dieron como resultado, el 24 de abril de 1998, la victoria del ex ministro José Borrell frente a Almunia. Tras la renuncia de Borrell en mayo del año siguiente, Almunia lo sustituyó como candidato. Pero éste se vio obligado a presentar su dimisión como secretario general la misma noche del 12 de marzo de 2000, tras la derrota electoral en los comicios legislativos en los que el Partido Popular (PP) obtuvo la mayoría absoluta y el PSOE perdió 16 actas de diputados respecto a los comicios anteriores y se quedó con un 34,08% de votos y 125 escaños. En el transcurso del XXXVº Congreso del PSOE, celebrado en el mes de julio siguiente, José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido secretario general del partido. En las elecciones generales del 14 de marzo de 2004, el PSOE obtuvo unos extraordinarios resultados: recabó algo más de 11 millones de votos y consiguió 164 escaños; gracias a esta victoria, Rodríguez Zapatero se convirtió en presidente del gobierno español. En julio de ese año, durante el XXXVIº Congreso del partido, Rodríguez Zapatero fue reelegido secretario general del PSOE. En las siguientes elecciones generales españolas, desarrolladas el 9 de marzo de 2008, el PSOE mejoró sus resultados de 2004, y sus 169 escaños le garantizaron la continuidad en el ejecutivo, cuya presidencia seguiría siendo ejercida por Rodríguez Zapatero.


Entradas populares

Me gusta

Seguidores