Teoría de números, rama de las matemáticas
que se ocupa de las propiedades y relaciones de los números. Según esta amplia
definición, la teoría de números incluye gran parte de las matemáticas, en
particular del análisis matemático. Sin embargo, normalmente se limita al
estudio de los números enteros y, en ocasiones, a otros conjuntos de números
con propiedades similares al conjunto de los enteros.
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TIPOS DE ENTEROS
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Si a, b y c son números
enteros tales que a = bc, a es un múltiplo de b
o de c, y b y c son divisores de a. Si c
es distinto de ±1, entonces b se denomina divisor propio de a.
Los enteros pares son los múltiplos de 2, incluyendo el 0, como -4, 0, 2
y 10; un entero impar es aquél que no es par, por ejemplo, -5, 1, 3, 9.
Un número perfecto es aquel entero positivo que es igual a la suma de
todos sus divisores propios positivos (partes alícuotas); por ejemplo, 6 (que
es igual a 1 + 2 + 3) y 28 (que es igual a 1 + 2 + 4 + 7 + 14) son números
perfectos. Un entero positivo que no es perfecto se denomina imperfecto
y puede ser deficiente o superante según que la suma de sus divisores propios
positivos sea menor o mayor que él. Así, 9, cuyos divisores son 1 y 3, es
deficiente, y 12, cuyos divisores son 1, 2, 3, 4 y 6, es superante.
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NÚMEROS PRIMOS
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Gran parte de la teoría de números
se dedica al estudio de los números primos. Un número p (p ≠ ±1)
es primo si sus únicos divisores son ±1 y ±p. Un número a se
denomina compuesto si a = bc, para b y c
distintos de ±1. Los diez primeros números primos positivos son 2, 3, 5, 7, 11,
13, 17, 19, 23 y 29; los diez primeros números compuestos positivos son 4, 6,
8, 9, 10, 12, 14, 15, 16 y 18. Un número compuesto se puede descomponer como
producto de números primos o factores primos de forma única (sin considerar el
orden de los factores). Por ejemplo, 9 = 3 × 3, 10 = 2 × 5 y 12
= 2 × 2 × 3.
El libro IX de Elementos de
geometría del matemático griego Euclides contiene la demostración de que la
cantidad de números primos es infinita, es decir, no existe un número primo
máximo. La prueba es sencilla: sea p un número primo y q el
producto de todos los enteros del 1 al p, más uno, es decir, q =
(1 × 2 × 3 × ... × p) + 1. El entero q es mayor que p y no
es divisible por ningún entero del 2 al p, ambos inclusive. Cualquier
divisor de q distinto de 1, y por tanto cualquier divisor primo, debe
ser mayor que p, de donde se deduce que debe haber un número primo mayor
que p.
Aunque hay infinitos números primos,
estos son cada vez más escasos a medida que se avanza hacia números más
grandes. Se sabe que la cantidad de números primos entre 1 y n, para n
bastante grande, es aproximadamente n dividido por el logaritmo
neperiano de n. Un 25% de los números entre 1 y 100, un 17% de los
números entre 1 y 1.000, y un 7% de los números entre 1 y 1.000.000 son primos.
Dos números primos cuya diferencia es 2
(por ejemplo, 5 y 7, 17 y 19, 101 y 103) se denominan primos gemelos. No
se sabe si la cantidad de primos gemelos es infinita. Aunque todavía no se ha
podido demostrar, se cree que todo número mayor que 2 se puede expresar como la
suma de dos números primos; por ejemplo, 4 = 2 + 2, 6 = 3 + 3, 8 = 3 + 5, 10 =
5 + 5, 20 = 3 + 17 y 100 = 3 + 97.
El máximo común divisor de dos enteros a
y b es el mayor entero positivo que divide a a y b con
resto cero. Si el máximo común divisor de dos enteros es 1, se dice que los dos
números son primos relativos o primos entre sí.
Si p, q,…, u son los divisores
primos de un entero positivo n, el número de enteros positivos menores
que n y primos con n está dado por
Si a, b y m son números
enteros tales que a - b es un múltiplo de m —que
es positivo— entonces se dice que a es congruente con b respecto
al módulo m. Esto se escribe como a : b (mod m)Esta
expresión se denomina congruencia. La teoría de la congruencia es una
parte importante de la teoría de números. Una de las aplicaciones de la teoría
de la congruencia es la resolución de los problemas conocidos como restos
chinos. Un ejemplo ilustrativo de este tipo de problema es el siguiente:
encontrar los dos primeros enteros positivos cuyos restos son 2, 3 y 2 al ser
divididos por 3, 5 y 7 respectivamente. La respuesta, 23 y 128, fue obtenida
por el matemático chino Sun-Tsŭ en el siglo I d.C.