El invento del Libro de los muertos




El Libro de los muertos
El Libro de los muertos (c. 1310 a.C.) era un texto egipcio con oraciones, sortilegios e himnos que utilizaban los muertos para guiar y proteger el alma en el peligroso viaje hacia la otra vida. Esta sección de dicho libro muestra el juicio final de un difunto, el escriba real Hu-Nefer, ante Osiris, dios de los muertos. Jeroglíficos e ilustraciones reflejan el ritual en que se pesaba el corazón del difunto antes de lograr la vida eterna.


Libro de los muertos, nombre dado en general a una amplia colección de textos funerarios de varias épocas y que contienen fórmulas mágicas, himnos y oraciones que, según los antiguos egipcios, guiaban y protegían el alma (Ka) durante su viaje a la región de los muertos (Amenti). Para ellos, el conocimiento de estos textos permitía al alma protegerse de los demonios que intentaban impedirle su progresión y pasar las pruebas establecidas por 42 jueces en la antesala de Osiris, dios de los muertos. En estos textos también se indica que la felicidad en el más allá dependía de la vida que hubiera llevado el difunto en este mundo. Los primeros textos religiosos conocidos, de carácter funerario, se encontraron en jeroglíficos esculpidos en los muros interiores de las pirámides de los faraones de la V y VI Dinastías del Imperio Antiguo, a los que se conoce como Textos de las Pirámides. Un famoso ejemplo se encuentra en la pirámide de Unas (que reinó entre los años 2428-2407 a.C.), último faraón de la V Dinastía. Durante el primer periodo intermedio y en el Imperio Medio algunos individuos tenían estos textos pintados en sus ataúdes, de ahí que también se conocieran como Textos de los Ataúdes. Hacia la XVIII Dinastía los textos empezaron a escribirse en papiros que se colocaban en los sarcófagos. Estos papiros solían medir entre 15 y 30 m y tenían ilustraciones en color.
Esta completa colección de textos mortuorios ha superado tres revisiones o recensiones críticas: la Recensión Heliopolitana, editada por los sacerdotes de Heliópolis, con textos empleados entre la V y la XII Dinastías; la Recensión de Tebas, de textos utilizados entre la XVIII y la XXII Dinastías, y la Recensión Saite, de textos utilizados desde la XXVI Dinastía, hacia el 600 a.C., hasta el final de la época Tolemaica, en el 31 a.C. El título El Libro de los muertos induce a confusión, ya que los textos no forman un trabajo único que siga una continuidad, ni pertenecen a un solo periodo. Los egiptólogos a menudo citan esta obra para referirse a las dos últimas recensiones. Algunas de sus partes han sido traducidas con diferentes títulos.


El invento de los Libros apócrifos




Libros apócrifos (en griego apokryphos, 'oculto'), denominación dada a los escritos de tema bíblico aparecidos en los primeros siglos de la era cristiana, pero que no se consideran inspirados y en consecuencia, no se incluyeron en el canon de la Biblia. Dentro de toda esta literatura, los católicos y los ortodoxos distinguen ciertos libros, que denominan deuterocanónicos. Los protestantes distinguen a su vez otros libros, los denominados pseudoepígrafos, que para los católicos son libros apócrifos.
Con la ampliación de los horizontes históricos en los estudios bíblicos que se produjo en el siglo XIX, comenzó a reconocerse el valor de los Apócrifos como fuentes históricas. Escritos entre el 300 a.C. hasta el Nuevo Testamento, los Apócrifos arrojaron una valiosa luz sobre el periodo que comprende desde el final de las narraciones del Antiguo Testamento hasta el inicio del Nuevo Testamento. Son además importantes fuentes de información acerca del desarrollo de la creencia en la inmortalidad, la resurrección y otros temas escatológicos, así como de la creciente influencia de las ideas helenistas sobre el judaísmo.


El invento del Libro xilográfico




Libro xilográfico, libro impreso por medio de matrices de madera cortada a fibra, en las cuales se ha tallado a mano el texto, junto con las ilustraciones, utilizándose una sola matriz —o taco— para cada página. Este sistema es el que distingue a los libros xilográficos de los demás, en los que el texto se imprime por medio de tipos móviles. Véase Técnicas de grabado: Grabado a fibra.
Esta técnica procede de China, y se extendió a Europa a mediados del siglo XV. Entre las muestras más destacadas de libros xilográficos europeos se encuentra el Apocalipsis, editado en los Países Bajos y Alemania a mediados del siglo XV, y la Biblia pauperum o Biblia picta (British Library, Londres), editada hacia 1470 en Alemania.
Los libros xilográficos solían ser más pictóricos que textuales. Se realizaban en menos tiempo que los libros pintados a mano tradicionales, pero el proceso de producción seguía siendo laborioso y sólo resultaba satisfactorio en el caso de libros breves y muy solicitados. Con el incremento del interés por el saber y por la literatura en el renacimiento, se produjo una demanda de libros de texto más densos. La única manera de producir estos libros con rapidez y de una forma relativamente barata era empleando los tipos móviles, por lo que hacia 1500 este método había desbancado casi totalmente al libro xilográfico, que nunca ha sido resucitado en serio.


El invento del Libro de los Jubileos




Libro de los Jubileos, libro de los pseudoepígrafos, escrito en torno al 100 a.C. El libro de los Jubileos ha sido denominado de diversas formas, como por ejemplo Génesis pequeño, Apocalipsis de Moisés y Testamento de Moisés. Por lo general, los modernos especialistas bíblicos coinciden en que fue obra de un único autor anónimo, acaso un sacerdote levita o un fariseo. Al parecer, fue redactado en hebreo: partes sustanciales del libro escritas en esta lengua fueron descubiertas en Qumran en 1947 (véase Manuscritos del Mar Muerto).
En la actualidad, Jubileos está considerado como un comentario midrásico (véase Midras) y los especialistas lo consideran valioso sobre todo como fuente para la comprensión de los fragmentos más antiguos de la Hagadá y la Halajá. Al parecer, el objeto del libro fue promover una mayor devoción hacia la Torá o Ley, en una época en que el judaísmo estaba sometido a fuertes presiones externas. El libro consta de una historia del mundo, se supone que revelada por un ángel a Moisés en el monte Sinaí. Gran parte del relato histórico, sobre todo de naturaleza legendaria, es una adición a los relatos bíblicos del Génesis y el Éxodo para demostrar la supremacía de la Torá, por lo que se omiten todos los hechos y prácticas de los hebreos y de sus patriarcas narrados en la Biblia.
Jubileos es importante por sus pasajes escatológicos, que han contribuido al conocimiento y la valoración de libros del Antiguo y del Nuevo Testamento que recurren a métodos y a temas apocalípticos y también los que se refieren a la otra vida (véase Escritos apocalípticos; Escatología).


El invento del Libro rojo




Libro rojo, obra escrita por Mao Zedong, el máximo responsable de la República Popular China desde su fundación, publicada en Pekín en 1966, cuyo contenido recogía el pensamiento político de su autor y que pronto pasó a ser considerado el manual indispensable de la ideología de aquél, denominada maoísmo.
El Libro rojo, cuyo verdadero título (en traducción al español) es Los pensamientos del presidente Mao Zedong, apareció en el contexto del arranque de la que se dio en llamar Revolución Cultural proletaria. En realidad, se trata de una recopilación de los escritos y discursos del dirigente revolucionario chino, cuya presentación en pastas rojas le daría el nombre por el que es más conocida internacionalmente. La fe en el partido comunista y en las masas, especialmente en el campesinado, y la sublimación de los intereses individuales para atender a los comunitarios constituyen el eje ideológico en torno al que gira el pensamiento maoísta divulgado por medio del Libro rojo, cuyo formato, semejante a un misal, le hacía parecer un auténtico texto sacro. Esta pequeña publicación, verdadero breviario, fue utilizada por los más ardientes defensores del maoísmo para afrontar todo tipo de problema social, económico y político, y desde su aparición y edición en otros países tuvo una significativa resonancia en los medios intelectuales y políticos de parte de los grupos políticos de izquierdas de Europa, América y, por su puesto, Asia. Fallecido en 1976 Mao Zedong, no sólo en su propio país, donde el texto dejó de ser referencia ineludible, sino en el resto del mundo, el Libro rojo fue poco a poco perdiendo la categoría casi mítica que había adquirido, si se exceptúan los casos del Jemer Rojo camboyano y del grupo terrorista peruano Sendero Luminoso.


El invento del Libro del mormón




Libro del mormón, una de las sagradas escrituras de los mormones, publicada por primera vez en Palmyra (Nueva York), por Joseph Smith, fundador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Según Smith, encontró esta inscripción, escrita en placas doradas, en una colina cercana a su casa y, con ayuda divina, las tradujo al inglés. Luego las placas desaparecieron. Según la versión de Smith, fueron transportadas por un ángel una vez que estuvieron traducidas. No obstante, al menos once personas testificaron haber podido ver y examinar las placas. La edición de 1830, que contaba con un total de 590 páginas, fue más tarde revisada y corregida por Smith. Posteriormente, el libro se dividió en capítulos y versos, llegándose a publicar en 38 idiomas además del inglés.
Recoge la historia de antiguos emigrantes que marcharon desde Jerusalén hasta América. Guiados por el profeta Lehi hacia el año 600 a.C., se establecieron en América, crecieron y constituyeron una sociedad civilizada, dividida, a veces degenerada e involucrada en una serie de guerras. Después de su crucifixión, Jesucristo se apareció en su cuerpo resucitado a las gentes del Nuevo Mundo. En el año 421 d.C., un pueblo (los refitas), fue aniquilado por una tribu de raza negra, los lamanitas, antepasados de los amerindios. La narrativa de este libro es compleja y contiene escenas del pasado y revelaciones. No obstante, más que una simple narración, el libro está repleto de enseñanzas religiosas que hacen hincapié en la libre entidad de la humanidad y el destino de América como tierra elegida. Este libro es un complemento a la Biblia, extendiendo y clarificando las escrituras judeocristianas, pero sin contradecirlas.
Se han hecho algunos intentos para desacreditar la versión de Smith del descubrimiento del Libro del mormón. Entre ellos está la afirmación de que el libro fue escrito por un clérigo, Solomon Spaulding, siguiendo las indicaciones del propio Smith.


El invento del libro y su definición




Libro
libro. (Del lat. liber, libri). m. Conjunto de muchas hojas de papel u otro material semejante que, encuadernadas, forman un volumen. || 2. Obra científica, literaria o de cualquier otra índole con extensión suficiente para formar volumen, que puede aparecer impresa o en otro soporte. Voy a escribir un libro. La editorial presentará el atlas en forma de libro electrónico. || 3. Cada una de ciertas partes principales en que suelen dividirse las obras científicas o literarias, y los códigos y leyes de gran extensión. || 4. libreto (ǁ obra dramática). || 5. Contribución o impuesto. No he pagado los libros. Andan cobrando los libros. || 6. Der. Para los efectos legales, en España, todo impreso no periódico que contiene 49 páginas o más, excluidas las cubiertas. || 7. Zool. Tercera de las cuatro cavidades en que se divide el estómago de los rumiantes. || ~ amarillo. m. libro blanco. || ~ antifonal, o ~ antifonario. m. El de coro en que se contienen las antífonas de todo el año. || ~ azul. m. libro blanco. || ~ blanco. m. El que contiene documentos diplomáticos y que publican en determinados casos los gobiernos, para información de los órganos legislativos o de la opinión pública. || ~ borrador. m. borrador (ǁ en el que los comerciantes hacen sus apuntes). || ~ copiador. m. El que en las casas de comercio sirve para copiar en él la correspondencia. || ~ de acuerdos. m. El que recoge las resoluciones que se toman en las sesiones del ayuntamiento o de otras corporaciones. || ~ de asiento. m. El que sirve para anotar o escribir lo que importa tener presente. || ~ de becerro. m. becerro (ǁ libro de las iglesias). || 2. becerro (ǁ libro de las comunidades). || ~ de caballerías. m. Género novelesco en que se cuentan las hazañas y hechos fabulosos de caballeros aventureros o andantes. || ~ de cabecera. m. El que se tiene a la cabecera de la cama para frecuentar su lectura. || 2. libro por el que se manifiesta extraordinaria preferencia. || ~ de caja. m. El que tienen los hombres de negocios y comerciantes para anotar la entrada y salida del dinero. || ~ de coro. m. libro grande, cuyas hojas regularmente son de pergamino, en que están escritos los salmos, antífonas, etc., que se cantan en el coro, con sus notas musicales. || ~ de cuentas ajustadas. m. Prontuario de contabilidad elemental, dispuesto en diversidad de tablas de uso fácil. || ~ de escolaridad. m. El que recoge las calificaciones obtenidas por el alumno en cada curso. || ~ de estilo. m. Conjunto de normas que regulan los usos expresivos de un medio de comunicación. || ~ de familia. m. Aquel en que constan los datos de una familia referentes al estado civil de los esposos y al nacimiento de los hijos. || ~ de fondo. m. Entre los libros que tiene de venta un librero, cada uno de los que ha impreso por su cuenta, o cuya propiedad ha adquirido en gran número, a distinción de los de surtido. || ~ de horas. m. libro en que se contienen las horas canónicas. || ~ de inventarios. m. Com. Aquel en que periódicamente se han de hacer constar todos los bienes y derechos del activo y todas las deudas y obligaciones del pasivo de cada comerciante, persona natural o jurídica, y balance general de su giro. || ~ de las cuarenta hojas. m. coloq. Baraja de naipes. || ~ de la vida. m. Rel. Conocimiento que Dios tiene de los elegidos, en el cual se consideran como inscritos los predestinados a la gloria, ya de una manera irrevocable, por estar ordenados a ella como fin, o de modo revocable, por estar ordenados a ella por la gracia. || ~ de lo salvado. m. libro en que se sentaban y registraban las mercedes, gracias y concesiones que hacían los reyes. || ~ de mano. m. El que está manuscrito. || ~ de memoria. m. El que sirve para apuntar en él lo que no se quiere fiar a la memoria. || ~ de misa. m. libro con que los fieles van siguiendo el texto y orden de la misa. || ~ de música. m. El que tiene escritas las notas para tocar y cantar las composiciones musicales. || ~ de oro. m. El que contenía el registro de la nobleza veneciana. || ~ de surtido. m. Cada uno de los que reciben los libreros para venderlos por comisión. || ~ de texto. m. El que sirve en las aulas para que estudien por él los escolares. || ~ diario. m. Com. Aquel en que se van asentando día por día y por su orden todas las operaciones del comerciante relativas a su giro o tráfico. || ~ entonatorio. m. El que sirve para entonar en el coro. || ~ maestro. m. libro principal en que se anotan y registran las noticias pertenecientes al gobierno económico de una casa. || 2. Mil. El que contiene las filiaciones y también las partidas que recibe el soldado, y se confrontan con las libretas. || ~ mayor. m. libro maestro. || 2. Com. Aquel en que, por debe y haber, ha de llevar el comerciante, sujetándose a riguroso orden de fechas, las cuentas corrientes con las personas u objetos bajo cuyos nombres estén abiertas. || ~ moral. m. Cada uno de los cinco libros de la Sagrada Escritura denominados en particular los Proverbios, el Eclesiastés, el Cantar de los Cantares, la Sabiduría y el Eclesiástico, que abundan en máximas sabias y edificantes. U. m. en pl. || ~ penador. m. En algunos pueblos, el que tiene la justicia para sentar las penas a que condena a quienes rompen con el ganado los cotos y límites de las heredades y sitios vedados. || ~ procesionario. m. El que se lleva en las procesiones, y donde están las preces y oraciones que se deben cantar. || ~ ritual. m. El que enseña el orden de las sagradas ceremonias y administración de los sacramentos. || ~ rojo. m. libro blanco. || ~ sagrado. m. Cada uno de los de la Sagrada Escritura recibidos por la Iglesia. U. m. en pl. || ~ sapiencial. m. libro moral. U. m. en pl. || ~ talonario. m. El que solo contiene libranzas, recibos, cédulas, billetes u otros documentos, de los cuales, cuando se cortan, queda una parte encuadernada para comprobar su legitimidad o falsedad y para otros varios efectos. || ~ verde. m. coloq. libro o cuaderno en que se escriben noticias particulares y curiosas de algunos países y personas, y en especial de los linajes, y de lo que tienen de bueno o de malo. || 2. coloq. Persona dedicada a semejantes averiguaciones. || gran ~. m. El que llevan las oficinas de la deuda pública para anotar las inscripciones nominativas de las rentas perpetuas a cargo del Estado, pertenecientes a comunidades, corporaciones, instituciones o personas particulares. || ahorcar, o colgar, los ~s. frs. coloqs. Abandonar los estudios. || cantar a ~ abierto. fr. Cantar de repente una composición musical. || de ~. loc. adj. Perfecto, que no le falta ningún detalle. || hablar como un ~. fr. Hablar con corrección, elegancia y autoridad. U. t. en sent. irón. || hacer alguien ~ nuevo. fr. coloq. Empezar a corregir sus vicios con una vida arreglada. || 2. coloq. Introducir novedades. || meterse alguien en ~s de caballerías. fr. Mezclarse en lo que no le importa o donde no le llaman. || no estar una materia en los libros de alguien. fr. coloq. Serle extraña, o ser ajena a su manera de pensar. || no haber necesidad de, o no ser menester, abrir ni cerrar ningún ~ para algo. frs. coloqs. No requerir meditación ni estudio por ser muy claro, sencillo o fácil. || quemar alguien sus ~s. fr. Esforzar la propia opinión o contrariar la ajena. □ V. tenedor de ~s, teneduría de ~s.

El invento de las Runas




Runas en Suecia
La foto muestra un monumento de piedra sueco (Rökstenen) con inscripciones rúnicas.


Runas, cada uno de los caracteres del alfabeto que usaron los pueblos germánicos. En toda la Europa occidental se han encontrado inscripciones rúnicas, en monumentos de piedra y en objetos metálicos como puntas de lanza y amuletos; el mayor número de ellos se han localizado en Inglaterra y Escandinavia. El alfabeto rúnico, que previamente había recibido el nombre de futhark, en su origen estuvo formado por veinticuatro caracteres. De éste surgieron otros como los ingleses que llegaron a tener hasta 33 caracteres, o los escandinavos que primero lo redujeron a 16 y luego lo aumentaron hasta 26.
Se cree que las runas proceden del alfabeto etrusco que usaron las tribus itálicas del norte asentadas en los Alpes orientales, y que un pueblo germánico, que vivía en una región de lo que hoy es Bohemia, lo desarrolló, entre el siglo II o el III d.C. La inscripción más antigua que se conoce data de mediados del siglo III. Los caracteres rúnicos se usaron ampliamente entre los siglos IV y XII, y existen más de cuatro mil inscripciones rúnicas y bastantes manuscritos. En Escandinavia se utilizaron unas runas diferentes durante la edad media, como variación del alfabeto latino que empleaban los monjes, e incluso esporádicamente, las runas sobrevivieron al menos hasta el siglo XVII en algunas zonas rurales de Suecia.


El invento de la Taquigrafía




Taquigrafía. (De taquígrafo). f. Arte de escribir tan deprisa como se habla, por medio de ciertos signos y abreviaturas.

Taquigrafía, cualquier sistema de escritura que sea rápido y conciso, y permita escribir a la misma velocidad que se habla. Se suelen emplear trazos breves, abreviaturas y caracteres especiales para representar letras, palabras y frases.
Parece que la taquigrafía comienza con los escritos del historiador griego Jenofonte, quien utilizó un sistema antiguo para escribir la vida de Sócrates. Durante el Imperio romano se utilizaba mucho con las llamadas Notae Tironianae (Anotaciones de Tiro), que era un sistema inventado por el liberto Marco Tulio Tiro en torno al año 63 a.C. Se trataba de una derivación de la escritura en cursiva con muchas abreviaturas; se enseñaba en las escuelas romanas y lo empleaban para reproducir los discursos de los grandes oradores del Senado como Cicerón, Catón y Julio César, así como para redactar los expedientes del Senado y más tarde las resoluciones y textos de los concilios de la Iglesia. Continuó usándose unos mil años más, hasta que la lengua latina cambió de forma radical y hasta que la escritura secreta o criptográfica se asoció con la brujería.
El clérigo inglés Timothy Bright patentó el primer sistema moderno de taquigrafía en el año 1558 al que siguieron más de una docena de sistemas. Pero el más representativo fue el llamado 'sistema de escritura rápido' de Samuel Taylor del año 1786 que fue adoptado por otras lenguas europeas. De él procede la taquigrafía castellana de Francisco P. Martí (1762-1827), que lo presentó en las Cortes de Cádiz (1812) y fue adoptado este método de transcripción de forma oficial. La originalidad de este sistema residía en que era un sistema de escritura fonética (se representaban sonidos) y con signos geométricos. Martí elaboró su propio método, del que surgieron dos escuelas: la de Francisco Serra, o madrileña, y la de Bonaventura Carles Aribau o catalana.
En 1837, a la edad de 24 años, el pedagogo inglés que fuera reformador de la escritura sir Isaac Ptiman publicó un sistema taquigráfico que era completamente fonético, dado que analizó su lengua de forma sistemática desde el punto de vista fonético, lo mismo que había hecho Martí. Los caracteres Pitman son geométricos, con líneas y curvas que indican consonantes y dígrafos del tipo th, para el sonido inglés z. Representa las vocales por medio de puntos y rayas que se colocan delante y detrás de los signos consonánticos. Hay que escribir en un papel rayado; la colocación de un signo encima o debajo del renglón dice si se han omitido las vocales. Curvas, arcos y círculos representan los prefijos y sufijos más frecuentes.
2
TAQUIGRAFÍA MODERNA
El alemán Franz Xaver Gabelsberg (1789-1849) fue el creador de la taquigrafía moderna. Analizó las palabras desde un punto de vista etimológico, fonético y gráfico y creó una serie de signos cursivos de fácil lectura e interpretación gracias a sufijos, prefijos y abreviaciones lógicas. El sistema tuvo un éxito inmediato y fue adaptado a todas las lenguas de Europa. En este sistema se basó el español Pedro Garniga. Con este método se pueden conseguir 200 palabras por minuto.
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MÁQUINA TAQUIGRÁFICA
A comienzos del siglo XIX, se inventaron varias máquinas que permitían escribir tan rápido como se habla. Las que tuvieron más éxito fueron las de estenografía y estenotipia. En estas máquinas se pueden pulsar todas las teclas simultáneamente; una sílaba se escribe con un único golpe que dan varios dedos a la vez. La taquigrafía por máquina puede transcribir el discurso del orador más rápido, (más de 200 palabras por minuto) y se emplea para transcribir las sesiones parlamentarias, las comunicaciones del gobierno, en los tribunales y demás actos oficiales. Es muy sencilla de leer, la puede traducir incluso una persona diferente a la que escribe, aunque se le suele asignar únicamente a los administrativos o personal especialmente capacitado para su uso.


Alfabeto cirílico




Alfabeto cirílico, alfabeto desarrollado en el siglo IX para que lo emplearan los eslavos orientales de religión ortodoxa. Está basado en caracteres griegos y con algunas modificaciones configura los actuales alfabetos del ruso, del ucranio, del bielorruso, del serbio y del búlgaro. Tiene su origen en la escritura griega uncial del siglo IX y está formado por 43 caracteres que proceden de otras letras griegas y hebreas. Aunque tradicionalmente se le atribuyó a san Cirilo, los estudiosos estiman ahora que podría ser uno de sus continuadores quien inventara el alfabeto cirílico. Está relacionado con el glagolítico, (también atribuido a San Cirilo) que emplearon hasta el siglo XVII los eslavos católicos de obediencia romana y que perivive hoy únicamente en la liturgia de algunas comunidades católicas de la península de los Balcanes. El alfabeto cirílico romano ha perdido algunas letras superfluas: el ruso moderno tiene 32, el búlgaro 30, lo mismo que el serbio, y el ucranio tiene 33.


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