Wallace Stevens
El escritor estadounidense Wallace Stevens veía al poeta como una persona que encontraba armonía en el caos del mundo. Su primera obra publicada, Harmonium (1923), incluye algunos de sus poemas más conocidos, entre ellos “Sunday Morning” y “Trece maneras de mirar a un mirlo”.
La publicación de la revista Poetry (1912), por parte de la poeta y editora Harriet Monroe, supuso un extraordinario renacimiento poético tras un largo periodo de decadencia. La primera fase de ese renacer la representó el imaginismo, un movimiento iniciado por los poetas Amy Lowell y Ezra Pound que revolucionó el estilo convirtiéndose en uno de los pilares de la poesía del siglo XX e influyendo de modo singular en la poesía europea y latinoamericana. Sin embargo, hubo otras dos fases en el renacer poético de comienzos del siglo XX que fueron mucho más populares en Estados Unidos: la obra de un grupo de Illinois, en el que destacaron Edgar Lee Masters (Antología del Spoon River, 1915) y Carl Sandburg (Poemas de Chicago, 1915), y la obra de un grupo de Nueva Inglaterra, en el que destacó Robert Frost. La obra de Frost y Sandburg, durante sus prolongadas carreras, fue considerada como la expresión auténtica de un espíritu poético estadounidense. Alejada de estos grupos, pero también muy popular e influyente, fue Edna Saint Vincent Millay.
Anne Sexton
La poeta estadounidense Anne Sexton recibió el Premio Pulitzer de Poesía en 1967. En su obra poética se revelan zonas de la mente humana ajenas a la complacencia y a la convención social, a través de visiones que la escritora Julia Kristeva, en su obra sobre los "poderes del horror", situaría en el campo de la abyección. Se suicidó a los 45 años. Tres de sus obras fueron publicadas póstumamente.
La publicación de Tierra baldía (1922), del poeta anglo-estadounidense T.S. Eliot, supuso un cambio radical. La tendencia al esoterismo en las formas, lenguaje y simbolismo aumentó con los Cantos (publicados entre 1925 y 1960), de Ezra Pound. Tanto Eliot como Pound, por medio de su poesía y de sus escritos críticos, tuvieron una inmensa influencia en el curso de la poesía del siglo XX. Lo mismo ocurrió con la obra de William C. Williams, cuyos 40 volúmenes de prosa y poesía, entre ellos Paterson (1946-1958), influyeron en la escritura de varias generaciones de poetas.
John Robinson Jeffers
El poeta y dramaturgo estadounidense John Robinson Jeffers, que vivió en íntimo retiro en la costa californiana durante gran parte de su vida, es admirado por la intensidad de sus versos en poemarios tales como Tamar y otros poemas (1924) y por el éxito de su adaptación, en 1946, de Medea, tragedia del dramaturgo griego Eurípides.
También realizaron experimentos poéticos utilizando una imaginería compleja y a menudo difícil, Hart Crane, conocido por su poema épico El puente (1930), Wallace Stevens (El hombre con la guitarra azul, 1937) y Marianne Moore (Poemas completos, 1951). La inventiva obra de e.e. cummings, desde Es 5 (1926) a 73 poemas (1963), jugó con la forma tipográfica y la imaginación auditiva.
Marianne Moore
La poeta estadounidense Marianne Moore trabajó como editora de la revista literaria The Dial de 1925 a 1929. Inicialmente ligada al movimiento llamado imaginismo, Moore desarrolló después un estilo poético propio e innovador. Escribió sobre temas muy diversos, incluido el béisbol, deporte al que era muy aficionada.
Otros poetas que establecieron una comunicación más directa con el lector incluyen a John Robinson Jeffers, Randall Jarrell y Archibald Macleish. La poesía de protesta de la generación Beat, comunica de modo directo y con gran impacto. Muy diferente en el tono es la vena de la tradición narrativa oral negra del Sur, que se observa en la obra de Gwendolyn Brooks, Nikki Giovanni y Maya Angelou. Theodore Roethke utilizó dos estilos: una forma libre para la expresión de ideas surrealistas y una forma lírica más sencilla para la expresión de modos más racionales de pensamiento.
Marianne Moore
La poeta estadounidense Marianne Moore compuso sus primeros poemas siguiendo el estilo objetivo de los imaginistas, un grupo de poetas ingleses y estadounidenses de comienzos del siglo XX encabezados por Ezra Pound. Durante esta etapa abordó meticulosamente gran cantidad de temas que se despojaban en sus poemas todo su valor simbólico. En ‘Poetry’ (recitado aquí por una actriz), impregnó con su ironía característica una disertación poética acerca de la poesía.
Con Robert Lowell se inició, en la década de 1940, lo que se ha denominado un modo de poesía “confesional”, con referencias explícitas a las ansiedades personales. Los poemas de Sylvia Plath (Ariel, 1965) y Anne Sexton (Vive o muere, 1967) también contienen imágenes de sufrimientos personales. Un resurgir de la poesía se manifestó desde fines de la década de 1960, con proliferación de revistas y universidades que patrocinaron cursos de poesía ofrecidos por poetas. Entre los muchos poetas contemporáneos que practican una gran variedad de estilos, están May Swenson, Robert Bly y Galway Kinnellare, que destacan por el empleo de una imaginería clara y definida, generalmente basada en la observación detallada de la naturaleza. En contraste, James Merril utiliza imágenes muy personales, y John Ashbery, con su complicada sintaxis, hace que sus poemas resulten difíciles de comprender. Ashbery ganó el Premio Pulitzer en 1976 con su Autorretrato en un espejo convexo; Merrill lo ganó al año siguiente con su Divinas comedias. Mona Van Duyn, que también obtuvo el mismo galardón, destaca por el calor, el ingenio y las emociones que destilan sus poemas sobre padres e hijos, el matrimonio y el amor.
8 | EL ENSAYO EN EL SIGLO XX |
H. L. Mencken
El periodista y crítico estadounidense H. L. Mencken fue cofundador de la revista literaria American Mercury en 1924. Señaló los defectos de la democracia y fue un crítico acerbo de la clase media de Estados Unidos.
Una visión tradicional de la historia de Estados Unidos la ofrecieron historiadores como Charles Austin Beard y Mary Ritter Beard en la década de 1920, y Samuel Eliot Morison y Henry Steele Commager en la de 1960. Pero destaca Richard Hofstadter con sus estudios sobre los efectos del conservadurismo.
Algunos escritores dedicados a la narrativa se ocuparon de aspectos históricos. Así, Truman Capote realizó un relato estremecedor del asesinato de una familia de Kansas en A sangre fría (1966), y Norman Mailer describió con intensidad ciertos aspectos políticos radicales en Los ejércitos de la noche (1968).
A partir de los movimientos en favor de los derechos civiles, de las décadas de 1950 y 1960, surgieron escritores cuya obra revelaba las experiencias de los negros estadounidenses. Entre ellos estaba el dramaturgo y poeta Amiri Baraka (originalmente llamado LeRoi Jones) con sus ensayos sobre las relaciones entre las diferentes razas. Eldridge Cleaver publicó Alma encadenada (1967), y el líder nacionalista negro Malcolm X escribió su autobiografía en 1965 que tuvo una enorme repercusión, con ayuda de Alex Haley, el cual posteriormente se haría famoso como autor de Raíces (1976), un relato semificticio de la historia de su familia desde sus orígenes africanos hasta hoy. Maya Angelou, poeta y novelista, escribió por su parte unas intensas memorias de su infancia sureña.
Otros serios ensayos se escribieron a partir de 1960 sobre la guerra de Vietnam, la contaminación del medio ambiente y los derechos de las mujeres. Entre los primeros destacan Mi Lai 4 (1970), un relato de la matanza de civiles vietnamitas por las tropas estadounidenses en 1968, por el que su autor, Seymour M. Hersh, ganó el Premio Pulitzer. El magistral reportaje de Michael Herr, Despachos de guerra (1977), hace referencia a la vida cotidiana en Vietnam durante la guerra. Una obra pionera sobre el papel de las mujeres en la sociedad fue La mística de la feminidad (1963) de Betty Friedan, a la que siguieron otros análisis importantes.
En lo que se refiere a la crítica literaria merecen mención H. L. Mencken durante la década de 1920. Kenneth Burke y Robert Penn Warren fueron otros destacados estudiosos de la literatura de ese periodo, pero el libro sobre la literatura estadounidense más importante fue, sin duda, La imaginación liberal (1950) de Lionel Trilling. Amor y muerte en la novela norteamericana (1960) de Leslie Fiedler, es otro de los clásicos en este terreno.
Edmund Wilson fue el teórico fundamental de la literatura del siglo XX. Muy cerca de él está Harold Bloom, profesor de Yale, comprometido con el análisis radical de la literatura de todas las épocas, tanto de Estados Unidos como de otros países.