El invento de la Pesca comercial
Barcos de camarones
La captura de diversas especies
de marisco, como camarones, almejas, cangrejos y ostras, constituye una
actividad pesquera importante. En la imagen aparece una flotilla de barcos
dedicada a la pesca de camarones.
Pesca comercial, término aplicado a las
actividades relacionadas con la captura de peces o mariscos con una finalidad
económica. La pesca es fundamentalmente marina, pero también se lleva a cabo en
los grandes lagos y ríos. Las pesquerías o caladeros más productivos se
extienden desde la costa hasta el borde de la plataforma continental, que se
sitúa a una distancia de tierra de unos 80 km de promedio. Estas aguas
tienen menos de 200 m de profundidad pero, debido a las corrientes y
temperaturas favorables y a la abundante vida vegetal, albergan la mayor parte de
los peces de los océanos. Las pesquerías son especialmente productivas en zonas
de corrientes emergentes, donde suben a la superficie aguas profundas frías y
ricas en nutrientes. La captura de ballenas, moluscos y crustáceos y la
recolección de algas como la laminaria gigante también se consideran parte de
la industria pesquera.
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PRINCIPALES
CALADEROS
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Existen ricos caladeros en el mar del Norte,
en la plataforma continental de Islandia, en los Grand Banks (Grandes Bancos, frente
a las costas del este de Canadá), en los Georges Banks (frente a las costas de
Nueva Inglaterra), junto a la costa suroccidental de Estados Unidos, frente a
las costas de Perú, en el mar de Barents, en el golfo de Alaska y frente a las
costas de Japón.
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ESPECIES
CAPTURADAS
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En los caladeros marinos se pescan dos
tipos de peces: los de aguas superficiales y los de aguas profundas. Los
primeros suelen migrar con las estaciones y se desplazan en grandes bancos; es
el caso del atún, el salmón, la anchoa, la sardina y el arenque. Los de aguas
profundas frecuentan los fondos del océano y son menos gregarios; buenos
ejemplos son el bacalao, el halibut, el lenguado, el eglefino o la platija. Los
invertebrados son muy abundantes en el océano, pero sólo representan un pequeño
porcentaje en el peso de las capturas; se pescan fundamentalmente en aguas poco
profundas. Las especies de mayor importancia comercial son las ostras, los
crustáceos y los moluscos, como las almejas, las langostas, los cangrejos, los
camarones y los calamares o pulpos.
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MÉTODOS
DE PESCA
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Artes de pesca
En la ilustración se muestran
tres artes de pesca: una red de arrastre, una red de cerco y un palangre.
En la pesca comercial, las redes se
echan cerca de la superficie o se arrastran a lo largo del fondo; la red de
superficie más eficaz es la red de cerco, una red larga semejante a una cortina
colgada de flotadores, que se arrastra en círculo alrededor de un banco de
peces y después se cierra por el fondo tirando de un cabo como si fuera una
bolsa. La red de enmalle tiene unas mallas con el tamaño justo para dejar pasar
la cabeza del pez y enganchar las agallas; generalmente este tipo de redes se
deja a la deriva en la superficie, pero en ocasiones se anclan al fondo para
pescar especies que habitan a una profundidad mayor. Las redes de arrastre
sirven para capturar peces de aguas profundas, como el bacalao, y son las más
importantes en la pesca comercial; tienen forma de calcetín y son arrastradas
por dos grandes cables.
Red de cerco
Este barco de pesca emplea una
red de cerco, dotada de plomos en un extremo y flotadores en otro. La red de
cerco se arrastra en círculo para rodear un banco de peces, y después se cierra
por abajo y se iza desde el pesquero.
Los palangres, utilizados para capturar
peces de superficie (como el atún) o de profundidad (como el halibut), son
cables largos y pesados a los que están unidos sedales auxiliares con anzuelos
en los que se coloca un cebo. Pueden tener varios kilómetros y suelen fijarse a
una boya anclada o arrastrarse desde el barco. Una vez cargados, los palangres
se suben a cubierta mediante cabrestantes. Véase Barcos pesqueros; Arte
de pesca.
Los mariscos de aguas profundas,
especialmente los bivalvos, como las almejas, se recogen mediante dragas
mecánicas. Más cerca de la costa, las ostras también se recogen con dragas o
con pinzas de gran longitud. Las almejas intermareales se capturan en marea
baja con rastrillos de dientes largos. Los cangrejos se dragan o se atrapan en
nasas llamadas cangrejeras. Las langostas y los bogavantes se capturan también
con nasas de madera o alambre denominadas langosteras.
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TECNOLOGÍA
PESQUERA AVANZADA
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Las modernas flotas pesqueras, como las
de Rusia o Japón, tienen grandes arrastreros que pueden izar fácilmente cargas netas
de hasta 100 toneladas de pescado, que se limpia y se ultracongela en alta mar.
Estos barcos pueden pescar en caladeros alejados de la costa durante varios
meses.
El sonar se ha convertido en una
forma eficaz de localizar y determinar el tamaño de los bancos de peces y la
especie a la que pertenecen. Para detectar peces de superficie se suelen
utilizar aviones o helicópteros. Los calamares se atraen mediante luces
intensas y se succionan con poderosas bombas aspiradoras.
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REGULACIÓN
DE LA EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS MARINOS
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Debido a la mejora en las
tecnologías, las capturas mundiales de pescado se triplicaron durante las dos
décadas posteriores a la II Guerra Mundial, después se estancaron. Aunque
existen motivos naturales para ese declive (como los cambios en las corrientes
oceánicas), no cabe duda de que las causas de origen humano, como la
contaminación y la sobrepesca, también han contribuido. En la actualidad se
pescan en exceso el halibut, el arenque, el bacalao, el salmón, la anchoa, la
sardina y algunos tipos de atún.
Para controlar la explotación de los
caladeros costeros, Chile declaró en 1945 un límite regulador para los barcos
de pesca extranjeros de 200 millas marinas (370,4 km). Otros muchos países
siguieron su ejemplo y en la actualidad la mayoría de los países reivindica la
“zona de exclusión” de 200 millas (véase Aguas internacionales).
La FAO, que hasta finales de la
década de 1980 fomentaba la expansión de la pesca industrial, ha decidido
recientemente que se debe reducir el ritmo de capturas cuando el entorno marino
se vea amenazado.
En la actualidad, el uso de redes
de deriva (que pueden llegar a medir hasta 75 km de largo) está prohibido
en algunos países porque también capturan especies no aptas para el consumo
humano, o en vías de extinción.
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EL
FUTURO DE LOS CALADEROS
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Resulta difícil obtener datos precisos sobre
el tamaño de las poblaciones de peces, porque las especies oceánicas efectúan
largas migraciones o viven a demasiada profundidad para realizar un recuento
apropiado. Esta falta de información hace que sea difícil llevar a cabo una
gestión de la producción sostenible de los caladeros. El rápido aumento de la
población humana hace que se imponga una gestión rigurosa de los recursos. Los
investigadores están intentando limitar la sobrepesca de las especies más
demandadas en los mercados, estudiando métodos de transformación y
comercialización de especies menos populares o que hasta ahora sólo se
utilizaban para fabricar piensos.
Otro control de la producción
pesquera es la cría oceánica, frecuente en muchas zonas y que se puede realizar
con las especies que se agrupan para desovar. Los peces son acorralados con
encañizadas estacionarias y pueden servir de alimento o utilizarse sus huevas
para la reproducción.
La acuicultura proporciona un control total
de la producción de pescado. Una vez eclosionados los huevos, los alevines se
introducen en tanques donde reciben piensos o en estanques donde comen
alimentos naturales. La cría en tanques de salmón atlántico en Noruega o de
camarones en Ecuador constituyen dos ejemplos de ello. En muchos países en vías
de desarrollo, la cría de especies locales también puede proporcionar proteínas
de forma más eficaz y barata que la pesca tradicional. Véase Piscifactoría.
Desgraciadamente la acuicultura no soluciona
todos los problemas, ya que se ha desarrollado paralelamente una pesca
específica para alimentar a los alevines. Para capturarlos se utilizan redes
tan finas que atrapan también alevines de especies amenazadas. En algunas
regiones la construcción de los estanques de cría destruye manglares cuyas
raíces favorecían la vida de otras especies animales. Además, la acuicultura
que se practica en algunos países en vías de desarrollo no produce más que
especies de lujo reservadas para la exportación a países ricos, de forma que la
población local no tiene otro medio de subsistencia que lo que le da el mar, en
constante disminución.
En los lugares en los que se ha
llevado a cabo una eficaz protección de los bancos de peces, éstos se han
renovado. En 1994, La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha adoptado
nuevos acuerdos para la conservación de especies marinas de alta mar, las
cuales, reforzadas por los acuerdos regionales de protección del medio
ambiente, deberían ayudar a conservar los mares limpios, vivos y productivos.