El invento del Convento de San Miguel Ixmiquilpan

Planta del convento de San Miguel

El convento de San Miguel es un conjunto de edificios religiosos erigidos a mediados del siglo XVI en la ciudad de Ixmiquilpan (México) por la orden de los agustinos. El presbiterio de la iglesia, de una sola nave, está cubierto por una interesante bóveda de crucería de reminiscencias góticas, como se puede apreciar en sus proyecciones en planta. El resto del convento lo forman una serie de estancias entre las que sobresale el claustro.

Convento de San Miguel (Ixmiquilpan), convento agustino erigido a mediados del siglo XVI en Ixmiquilpan (estado de Hidalgo) atribuido a fray Andrés de Mata, autor también del convento de Actopan.

La iglesia presenta una sola nave cubierta por bóveda de crucería de reminiscencias góticas en el presbiterio y de medio cañón en el resto del edificio. En los muros interiores se observan restos de un extraordinario friso fechado hacia 1572, cuya principal peculiaridad es la aportación de elementos indígenas a la iconografía renacentista.

La portada plateresca, uno de los elementos más representativos del conjunto, está dividida en dos cuerpos. Dos pares de columnas de orden clásico encuadran el vano central del cuerpo inferior que aparece compositivamente separado del superior por un friso decorado con motivos de querubines y caballos alados. El claustro está dividido en dos niveles, con arcos apuntados en el inferior y de medio punto en el superior. El exterior del edificio presenta el característico aspecto de fortaleza de las construcciones agustinas de la época.

El invento del Convento de San Francisco de Lima

Planta del convento de San Francisco

El convento de San Francisco es uno de los conjuntos religiosos más representativos del barroco en la capital peruana. Esta ilustración describe la estructura espacial en planta de algunas de las estancias principales, como el claustro, la iglesia de San Francisco (de tres naves longitudinales), la del Milagro, la sacristía y la portería.

Convento de San Francisco (Lima), conjunto de edificaciones religiosas situadas en la ciudad de Lima (Perú), una de las obras más representativas del barroco limeño en su etapa de mayor madurez que se desarrolló durante el tercer cuarto del siglo XVII, cuya principal característica era el empleo de estructuras de madera, quincha y estuco.

El convento agustino de San Francisco se construyó en el corto plazo de casi veinte años (1657-1674), lo que explica la unidad de estilo que se aprecia entre la iglesia, el claustro principal y la portería. Se realizó según planos del portugués Constantino Vasconcellos, ejecutados en buena parte por Manuel de Escobar. La iglesia es un templo de tres naves y cúpula en el crucero en la que destaca la decoración interior de almohadillados y los motivos geométricos de las bóvedas de la nave central y el intradós de la cúpula. También se aprecian rasgos del mudéjar andaluz en los trazos mixtilíneos de las pilastras. La fachada es de proporciones cuadradas típicamente peruanas. Domina la horizontalidad en la composición, enmarcando la portada barroca, gracias al almohadillado de ladrillo enlucido. Las torres resultan un tanto bajas para sus robustas proporciones, pero así lo aconsejaban los frecuentes temblores de tierra de la zona. Es interesante la cornisa con balaustrada de madera que sigue la curva del frontispicio de la portada, construida entre 1672 y 1674. También destacan el frontón, muy abierto, el juego de claroscuros dado por las cornisas, el orden principal de columnas avanzando sobre columnillas menores en segundo plano y un elemento que será característico del barroco peruano: la hornacina sobre el arco principal de acceso enmarcada por columnillas que apoyan en ménsulas. En el claustro (1669-1674) se observa un motivo que crearía escuela en Lima, como es la arquería superior formada por arcos de doble diámetro, con huecos ovalados en los entrepaños de los arcos menores.

El invento del Convento de Tepotzotlán

Convento de Tepotzotlán

El convento de Tepotzotlán, en México, es uno de los ejemplos más notables del llamado barroco exuberante latinoamericano. La hermosa fachada retablo (en la imagen) es de estilo churrigueresco.

Convento de Tepotzotlán, conjunto de edificios religiosos erigidos en Tepotzotlán (estado de México), considerado una de las obras magnas de la Compañía de Jesús en el virreinato de Nueva España.

Las obras comenzaron el 25 de mayo de 1670 y el templo se inauguró el 9 de septiembre de 1682. Sin embargo, a mediados del siglo XVIII se iniciaron una serie de mejoras que afectaron especialmente a la fachada, a la torre y al interior de la iglesia, con la construcción de cinco magníficos retablos. La planta original del templo se componía de una sola nave con crucero cubierto por cúpula sobre tambor octogonal. Tanto el patio cerrado como el de los Naranjos datan del siglo XVII, al igual que la hospedería, el refectorio y la capilla doméstica, con su altar dedicado a los novicios.

Casi un siglo después se encargaron los retablos. El del altar mayor se encargó en 1753 al pintor Miguel Cabrera y al ensamblador Higinio de Chávez. Se trata de una enorme pieza que cubre también los lados del presbiterio, consagrada a san Francisco Javier, san Estanislao de Kotska y san Luis Gonzaga. Los retablos de los brazos del crucero y de la nave son de los mismos autores. Los primeros, que datan de 1756, están dedicados a la Virgen de Guadalupe y a san Ignacio, y los segundos, fechados hacia 1758, están consagrados a san José y a la Virgen de la Luz. También destaca el camarín de la capilla del Loreto por su magnífico trabajo en argamasa policromada.

La fachada retablo, de estilo churrigueresco, es una de las más armoniosas México. Se divide en tres calles verticales enmarcadas por el elemento constructivo más característico del barroco hispano, el estípite. Colocadas en nichos, presiden el conjunto las imágenes de san Francisco Javier, el titular de la iglesia, san Ignacio de Loyola, san Francisco de Borja, san Luis Gonzaga y san Estanislao de Kotska.

El invento del Convento de Huejotzingo

Capilla posa del convento de Huejotzingo

La capilla posa es una tipología arquitectónica originaria de América Latina y que alcanza su máximo esplendor durante el siglo XVI en México. Tradicionalmente se construían en las esquinas de los atrios y entre las más hermosas están las cuatro del convento de Huejotzingo, en el estado mexicano de Puebla. En esta imagen podemos contemplar una de ellas.

Convento de Huejotzingo, convento franciscano situado en Huejotzingo (estado de Puebla, México), uno de los ejemplos mejor conservados de arquitectura religiosa de transición entre el gótico y el renacimiento.

Las trazas del conjunto son obra de fray Juan de Alameda. El edificio se empezó a construir en 1550 y se remató en 1570. Las esquinas del atrio están ocupadas por cuatro capillas posas de planta cuadrada rematadas por una cubierta piramidal y falsa bóveda. Están decoradas con elementos renacentistas, como las arquivoltas de los arcos de entrada, y góticos, como los haces de columnas de las jambas o el cordón franciscano a modo de alfiz.

La iglesia está dividida en cinco tramos cubiertos por bóvedas de crucería góticas. En la fachada principal, rematada por una espadaña, se abre un arco conopial ligeramente rehundido de influencia gótica. En los extremos, dos esbeltas columnas la recorren hasta el nivel de la cornisa. Como elemento decorativo vuelve a aparecer el cordón franciscano y unos medallones con los monogramas de la Virgen María y Cristo.

De gran interés ornamental es la fachada de la Porciúncula. En ella se dan cita multitud de estilos e influencias, desde la decoración floral del arco y del alfiz, de influencia manuelina, hasta las proporciones poco estilizadas de los balaustres de entrada que recuerdan modelos románicos o prehispánicos.

De las pinturas al fresco que recubrían el claustro, sólo se conservan vestigios. Mención aparte merecen las pinturas de la sala De Profundis, en las que están representadas diferentes escenas de la vida de San Francisco. También es de gran belleza el retablo principal de estilo renacentista y plateresco que narra la historia de la Iglesia. En lo alto, presidiendo el conjunto, se encuentra la imagen de Dios Padre. Data de 1586 y es obra del escultor Pedro de Requena y del pintor Simón Pereyns.