Compañía de las Indias Orientales
Compañía
de las Indias Orientales, nombre de las numerosas empresas
mercantiles creadas en Europa occidental durante los siglos XVII y XVIII para
la explotación del comercio con las Indias Orientales (denominación por la que
se conocían los territorios comprendidos entre Persia y China, incluyendo
Insulindia). Estas compañías, que gozaban de apoyo gubernativo, derivaban de
las asociaciones comerciales de aventureros, que viajaron a las Indias
Orientales tras el descubrimiento, en 1498, de la ruta del cabo de Buena
Esperanza por el navegante portugués Vasco da Gama. Las compañías más
importantes disponían de escrituras de constitución concedidas por sus
respectivos gobiernos que les autorizaban para adquirir territorios y para
ejercer en ellos diferentes funciones de gobierno, como legislar, emitir
moneda, negociar tratados, declarar guerras y administrar justicia. Las
compañías más destacadas fueron las siguientes.
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COMPAÑÍA
DANESA DE LAS INDIAS ORIENTALES
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Constituida en 1729 por
el rey Federico IV de Dinamarca tras los infructuosos intentos de
Dinamarca por conseguir una parte del comercio de las Indias Orientales en 1616
y en 1634; disfrutó de gran prosperidad en la India hasta que se produjo el
avance británico, a finales del siglo XVIII. Cuando la armada danesa fue
destruida, en la guerra contra Gran Bretaña de 1801, desapareció el poder de la
Compañía. Sus principales posesiones en la India, Tranquebar en Madrás (ahora
Tamil Nadu) y Serampore en Bengala, fueron adquiridas por Gran Bretaña en 1845.
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COMPAÑÍA
HOLANDESA DE LAS INDIAS ORIENTALES
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Naves de la Compañía Holandesa de las Indias
Orientales
Creada por los Estados Generales
de los Países Bajos en 1602, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales
dejó de existir en 1799. Durante el siglo XVII, había sido una de las entidades
que dominó la navegación mundial.
Constituida por los Estados
Generales de los Países Bajos en 1602, mediante la fusión de ocho compañías
menores, su monopolio se extendía desde el cabo de Buena Esperanza hasta el
estrecho de Magallanes, con derechos soberanos sobre los territorios que
adquiriera. En 1619 Jan Pieterszoon Coen —considerado el fundador del imperio
colonial holandés en las Indias Orientales— fundó la ciudad de Batavia (hoy
Yakarta, en Indonesia), donde el gobernador general, su secretario, y el
Consejo de Indias, quedaron responsabilizados de la gestión de las Indias
Orientales. Desde Batavia, la influencia y la actividad holandesa se
expandieron por todo el archipiélago malayo, China, Japón, India, Persia y el
cabo de Buena Esperanza. Durante el transcurso de la guerra entre España y los
Países Bajos (1605-1665) la compañía holandesa despojó a Portugal (que estuvo
unida dinásticamente a España desde 1580 hasta 1640) de todas sus posesiones en
las Indias Orientales y reemplazó a los portugueses en casi toda Indonesia y en
la península malaya, en Ceilán (ahora Sri Lanka), en la costa de Malabar en la
India y en Japón. Durante este periodo también expulsó a sus rivales ingleses
del archipiélago malayo y de las islas Molucas. En 1652 la compañía fundó El
Cabo, la primera colonia europea en Sudáfrica, situada en el cabo de Buena
Esperanza. En la cumbre de su poder, en 1669, la compañía holandesa disponía de
40 buques de guerra, 150 buques mercantes y 10.000 soldados. Entre 1602 y 1696
los dividendos anuales producidos por la compañía no bajaban del 12%, y a veces
alcanzaban el 63%. Los estatutos de la compañía eran modificados cada 20 años a
cambio de concesiones financieras al gobierno holandés. En el siglo XVIII los
desórdenes internos (como la corrupción), el incremento del dominio británico y
francés, y las consecuencias de una política severa con los nativos provocaron
el declive de la compañía holandesa. A partir de 1724 no fue capaz de producir
dividendos y sólo sobrevivió con los tributos impuestos a los nativos. No pudo
resistir el ataque británico a sus posesiones en 1780, y en 1799 la Compañía
entró en proceso de liquidación, haciéndose cargo el gobierno holandés de sus
responsabilidades, deudas y posesiones.
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COMPAÑÍA
BRITÁNICA DE LAS INDIAS ORIENTALES
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La Compañía Británica de las Indias Orientales
Esta compañía, la más
importante de todas las de las Indias Orientales, fue uno de los principales
poderes de la India durante más de 200 años. La escritura de constitución fue
concedida por la reina Isabel I el 31 de diciembre de 1600. Se concedió a la
Compañía el monopolio comercial en Asia, África y América, por un periodo de 15
años, con el requisito formal de no interferir en los derechos comerciales
previos de 'otros príncipes cristianos'. La compañía estaba dirigida por un
gobernador y 24 consejeros elegidos entre sus accionistas. En los primeros
viajes llegó hasta Japón, y entre 1610 y 1611 estableció sus primeras factorías
en la India, en Madrás, Bombay y Calcuta. De acuerdo con los estatutos perpetuos,
otorgados en 1609 por el rey Jacobo I, la Compañía comenzó a competir con
Holanda por el monopolio comercial en el archipiélago malayo, pero tras la
matanza de la isla de Amboina, cedió a los holandeses el territorio
posteriormente conocido por el nombre de las Indias Orientales de los Países
Bajos (holandesas). Sin embargo, sus comerciantes siguieron atacando a sus
competidores holandeses, franceses y portugueses. Entre 1650 y 1655 la Compañía
absorbió a las empresas rivales que habían sido constituidas durante la
República y el Protectorado de Oliver Cromwell. En 1657 éste ordenó que fuera
reorganizada como la única sociedad anónima con derechos sobre el comercio
indio. En el reinado de Carlos II, la Compañía adquirió derechos soberanos,
manteniendo sus privilegios comerciales. En 1689, con la creación de los
distritos administrativos (llamados presidencias) en las provincias indias de
Bengala, Madrás y Bombay, inició su largo dominio en la India. Sedas, especias,
algodón e índigo eran algunos de los tesoros que se importaban a Europa, aunque
sufría el acoso de los comerciantes que no eran miembros de la Compañía y que
no tenían permiso de la Corona para ejercer el comercio. En 1698, gracias a una
decisión parlamentaria en favor del libre comercio, estos recién llegados
pudieron constituir una nueva compañía, llamada la Compañía Nueva o Compañía
Inglesa. Sin embargo, la Compañía de las Indias Orientales logró controlar esta
nueva empresa, y en 1708 una ley del Parlamento fusionó las dos empresas bajo
el nombre de Compañía Unida de Comerciantes de Inglaterra en las Indias
Orientales. Los estatutos fueron modificados varias veces durante el siglo
XVIII, siempre haciendo concesiones financieras a la Corona. Las victorias de
Robert Clive, barón de Plassey, uno de los directivos de la Compañía, frente a
los franceses en Arcot en 1751 y en Plassey en 1757 sobre el nabab
(gobernador) de Bengala, convirtieron a la Compañía en el máximo poder en la
India. Toda la competencia europea desapareció con la derrota de los franceses
en Pondicherry en 1761. En 1773 el gobierno británico estableció el mando de un
gobernador general en la India, disminuyendo así en gran medida el control
administrativo de la Compañía; así, su gobernador en Bengala, Warren Hastings,
se convirtió en el primer gobernador general de la India. En 1784 la Ley de la
India creó un ministerio dentro del gobierno británico, que ostentaba el
control político, militar y financiero sobre los asuntos indios de la Compañía,
y durante el medio siglo siguiente el poder británico se extendió por casi todo
el subcontinente. En 1813 se abolió el monopolio de la Compañía sobre el
comercio indio, y en 1833 perdió su monopolio comercial en China. Sus
dividendos anuales del 10,5% se convirtieron en una carga permanente para los
ingresos indios. La Compañía continuó con sus funciones administrativas hasta
la Rebelión de los cipayos, iniciada en 1857. En 1858, mediante la Ley para el
Mejor Gobierno de la India, la Corona asumió todas las responsabilidades
gubernativas de la Compañía y su contingente militar de 24.000 hombres pasó a
formar parte del Ejército británico. La Compañía fue disuelta el 1 de enero de
1874, cuando entró en vigor la Ley de Amortización de Reservas de las Indias
Orientales.
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COMPAÑÍA
FRANCESA DE LAS INDIAS ORIENTALES
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Constituida en 1664 por
Jean Baptiste Colbert, ministro de finanzas del rey Luis XIV, ostentó durante
50 años el monopolio de navegación y comercio en los océanos Pacífico e Índico,
en el área situada entre los cabos de Hornos y Buena Esperanza; la compañía
fundó su primera factoría en Surat (Bombay) en 1675. Al año siguiente
estableció su principal base en la India en Pondicherry, en la costa de
Coromandel. La Compañía prosperó y extendió sus operaciones a China y Persia.
En 1719 fue reorganizada con las compañías coloniales francesas de América y
África, con el nombre de Compagnie des Indes (Compañía de Indias). Ésta,
dirigida por el financiero escocés John Law, sufrió un gran contratiempo con el
fracaso del proyecto del Mississippi. En 1730 perdió su comercio de esclavos
con África, en 1731 todo su comercio con Luisiana y en 1736 su comercio de café
con América. No obstante, la Compañía prosperó en la India durante el mandato
del gobernador Benoît Dumas, desde 1735 hasta 1741, y de Joseph François
Dupleix, desde 1742 hasta 1754; Dupleix encabezó las infructuosas luchas
francesas contra el dominio británico en la India. La toma de Arcot en 1751 por
parte de los británicos, bajo el mando de Robert Clive, limitó el dominio
francés al sur de la India, donde fue el poder supremo hasta 1761, año en que
los británicos tomaron Pondicherry. Las operaciones de la Compañía fueron
suspendidas definitivamente por un decreto real de 1769, y al año siguiente
transfirió su capital (más de 500 millones de libras) a la Corona. En 1785 una
nueva compañía recibió privilegios comerciales, pero fue abolida en 1794,
durante la época revolucionaria.