El inventos del ábaco
El ábaco probablemente fue el primer mecanismo de contabilidad que existió, se calcula que su origen se dio hace 5,000 años. Posteriormente, se conoció la pascalina, construida bajo los preceptos del afamado pintor Leonardo Da Vinci. Sin embargo, esta máquina resultó un fallo financiero, ya que resultaba más costosa que la labor humana para los cálculos aritméticos. Un siglo y medio más tarde, el filósofo y matemático francés Blaise Pascal, inventó y construyó la primera sumadora mecánica que funcionaba como maquinaria a base de engranes y ruedas.
El uso del ábaco, con las cuentas en hileras contiguas, fue documentado por primera vez en la Dinastía Han en China en el año 190, pero la palabra fue usada mucho antes para referirse a otros instrumentos de cálculo. “Abaco” deriva del hebreo ibeq, que significa “borrar el polvo”,
o del griego abax, que significa “tablero cubierto con polvo”, lo cual se refiere los primeros artefactos usados por los babilonios [quienes los construían con arcilla]. La versión china fue la forma más rápida de hacer sumas por siglos y, en las manos correctas, puede aún superar a las calculadoras electrónicas.