Escalera
Escalera de caracol
En las escaleras de caracol los peldaños describen una trayectoria helicoidal. La escalera de la fotografía se curva en torno a un ojo o hueco central, mientras que otras escaleras de caracol poseen un espigón en el que se apoyan los peldaños.
Escalera, elemento constructivo que conecta dos suelos situados a distinta altura. Las escaleras están compuestas por piezas horizontales (huellas o pisas) y piezas verticales (contrahuellas o tabicas), que se juntan para componer un peldaño. Cada serie de peldaños ininterrumpidos toma el nombre de tramo, y entre cada tramo aparece una superficie horizontal llamada rellano, meseta o descansillo. La proporción entre pisa y tabica es muy variable, pero existe una fórmula aproximada que garantiza al diseñador una cierta comodidad de uso: H + 2C = 63 cm donde C es la contrahuella y H la huella.
Una de las condiciones fundamentales de las escaleras es que las dimensiones de cada peldaño deben ser invariables, al menos en cada tramo. De este modo se establece una pendiente o inclinación constante, que oscila entre los 15° (si la inclinación es menor se trataría de una rampa o una rampa compensada) y los 45°, escaleras muy empinadas que sólo se deben instalar en sótanos o desvanes. También se pueden construir piezas más inclinadas para usos industriales, hasta llegar a las escalas verticales, llamadas de pates o de barco por ser típicas de las zonas de servicio de embarcaciones y edificios. En todo caso, las escaleras más cómodas se sitúan entre los 25° (en edificios públicos) y los 35° (en casas de pisos). Otras condiciones métricas son la extensión de cada tramo, que no debe exceder de 16 peldaños, y la altura de paso (dimensión libre medida en vertical desde cualquier punto), que no puede ser inferior a 2 m. Además de estos criterios generales, casi todos los países cuentan ya con una normativa particular que acota el trabajo de los diseñadores (arquitectos o ingenieros) en materia de comunicaciones verticales.
2 | TIPOS DE ESCALERA |
Las escaleras se pueden clasificar en tres grupos, atendiendo a su forma: de tramos y peldaños rectos, de tramos rectos y peldaños curvos y de tramos y peldaños curvos. Entre las primeras se encuentran las escaleras rectas, con o sin descansillo, las que presentan descansillo con cuarto de vuelta (90° entre cada tramo), las de media vuelta (con un giro de 180° en el rellano) y las escaleras imperiales, con tres tramos paralelos y un gran descansillo central. El segundo agrupa las escaleras con peldaños compensados, que absorben con giros paulatinos la porción correspondiente de vuelta. El tercer grupo incluye las escaleras arqueadas y, sobre todo, las de caracol, que describen una trayectoria helicoidal en torno a un espigón (que sirve de apoyo a los peldaños) o a un ojo o hueco circular.
3 | MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN |
Las escaleras se pueden construir en diversos materiales. A menos que se trate de una escalinata (apoyada directamente sobre el terreno), los peldaños suelen descansar sobre zancas, losas o vigas, elementos inclinados con capacidad resistente a flexión, lo que reduce los materiales más comunes a la madera, el acero y el hormigón armado. El único método de construir con piezas cerámicas es levantar una especie de bóveda a base de ladrillos o rasillas, como en las escaleras a la catalana, que resista los empujes oblicuos y los transmita a los muros de carga. Sin embargo, el sistema más habitual consiste en apoyar los peldaños sobre dos zancas laterales, vigas menores que descansan sobre las jácenas de la estructura principal o sobre los brochales del descansillo (vigas secundarias apoyadas sobre las jácenas). Otra posibilidad es situar los peldaños en voladizo, empotrando cada pieza en un muro o cualquier elemento vertical resistente.
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