Sistema de partido único
Sistema de partido único, régimen político con un solo partido. Este sistema no deja elección al votante, aunque las elecciones estén permitidas, porque no hay alternativa política por la que votar. Maurice Duverger, un experto en los sistemas de partidos, incluyó estas situaciones como ejemplos de sistemas de partido único: Alemania bajo el nacionalsocialismo de Adolf Hitler, la Italia fascista de Benito Mussolini y Turquía de 1923 a 1950.
Hay dos variantes en los sistemas de partido único: los comunistas y los no comunistas. El Partido Comunista tiene una base ideológica bien definida, su objetivo es el de conservar y fomentar la ideología comunista. Su influencia se extiende por tanto a todas las áreas del Estado. Sus afiliados son cuidadosamente escogidos entre los privilegiados y las elites. La atención que se pone durante el proceso de afiliación es completamente opuesta al sistema multipartidista, en el que los partidos compiten por tener un mayor número de afiliados. Un ejemplo de partido comunista es el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) que gobernó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas desde 1917 hasta 1991. China es otro estado con un solo partido de signo comunista.
El monolitismo no-comunista es más frecuente en los países en vías de desarrollo, especialmente en África. Por regla general el partido fomenta el nacionalismo, el patriotismo, una economía estable y el orden social. Un partido de este tipo tiene generalmente un líder fuerte y carismático al que está subordinada una organización débil, utilizada para sus propios fines.
Bajo el régimen de Franco existió en España de iure un régimen de partido único; de facto sólo en el sentido de que, fuera del Movimiento, no estaban autorizados los partidos políticos. Mas como no se celebraron comicios durante muchos años, el Movimiento no pudo ejercer la mencionada prerrogativa de partido único. Pero cuando en la década de 1950 se establecieron elecciones municipales para el tercio de representación de cabezas de familia, sólo los candidatos del Movimiento podían presentarse en calidad de tales mientras los demás figuraban como independientes (y solían ser derrotados de un modo u otro).
El Partido Revolucionario Institucional de México y el Justicialista (peronista) de Argentina tuvieron en la práctica y durante algunos periodos algunas características de partido único, si bien en ninguno de los dos países fueron nunca abolidos los restantes.
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