Grandes inventos: La Red en geografía
Órdenes de corrientes
El esquema de órdenes de corrientes, el
primer método cuantitativo de análisis de las redes de drenaje, fue
desarrollado a principios de la década de 1940 por el ingeniero hidráulico e
hidrólogo americano Robert Horton. Las corrientes fluviales son clasificadas
jerárquicamente: las que constituyen las cabeceras, sin corrientes tributarias,
pertenecen al primer orden o categoría; dos corrientes de primer orden que se
unen forman una de segundo orden, que discurre hacia abajo hasta encontrar otro
cauce de segundo orden para constituir otro de tercera categoría y así
sucesivamente. Consecuentemente Horton estableció unas leyes o principios sobre
la composición de las redes de drenaje relacionadas con los órdenes de las
corrientes y otros indicadores asociados, tales como la longitud de los cursos
fluviales y su número. Sin embargo, las leyes de Horton han sido criticadas en
los últimos años porque se apoyaban en una aproximación estadística que no
tenía su base en la manera de discurrir naturalmente el agua y la formación de
canales.
Red (geografía), proceso espacial que
garantiza la circulación de materias, bienes, personas o informaciones. Una red
se compone de puntos (o nudos) y líneas conectados entre sí de manera más o
menos jerárquica. La noción de red es esencial para entender todas las formas
de organización del espacio geográfico que, a la escala que sea, implica
movimiento. Los sistemas de circulación no necesitan siempre de la existencia
de una infraestructura pesada y visible.
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RED HIDROGRÁFICA
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En geografía física, una
red hidrográfica es un sistema que garantiza el drenaje de un área delimitada
por una divisoria de aguas. Esta acción exige una organización jerarquizada de
colectores, que transfieren las aguas hacia un caño principal, el río. La
densidad y el trazado de la red varían principalmente en función de la cantidad
y la regularidad de las precipitaciones, y según la estructura geológica sobre
la que se desarrolla.
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RED DE TRANSPORTES
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En geografía humana, una
red de transportes implica un mallado mínimo del espacio, que ofrezca una
multiplicidad de caminos a la circulación. Una carretera o una vía férrea única
en una región pionera no forman una red. La puesta en marcha de redes, su
extensión y su mejora son fundamentalmente obra de los poderes públicos, que
estructuran así el territorio.
La red de carreteras constituye
el ejemplo más universal de las redes continentales, incluso si su densidad y
calidad son desiguales. Las redes ferroviarias son infraestructuras pesadas que
han jugado un papel fundamental en la revolución del transporte y en la
organización del espacio desde hace más de un siglo. Hoy, estos medios compiten
con la vía aérea para el transporte de personas y de ciertos bienes, que les
obliga a realizar mejoras, como la construcción de trenes de alta velocidad o
autopistas.
El transporte aéreo, en
progresión constante, ha desarrollado su propia red, completando las antiguas
interoceánicas y las continentales deficientes, entrando también en competencia
con ellas en regiones de fuerte demanda, como es el caso de América del Norte y
Europa occidental. Los pasillos aéreos, las grandes plataformas mundiales y los
aeropuertos forman una red planetaria que ha reducido considerablemente los
tiempos de desplazamiento de un punto a otro de la Tierra.
Los transportes marítimos
presentan igualmente su propia red, definida por los puertos de las grandes
costas del Pacífico, Atlántico e Índico, donde convergen los portacontenedores
y otros barcos especializados, como los petroleros. Para transportar la energía
a los continentes se ha desarrollado una red de tuberías (oleoductos y
gasoductos) y de cables eléctricos, que conectan de continuo los lugares de
producción con los de consumo.
Pero la auténtica revolución
del transporte ha comenzado a finales del siglo XX, con las
telecomunicaciones. La infraestructura de las redes, a menudo invisible (a
excepción de las antenas), completa las anteriores y compite con ellas haciendo
innecesarios muchos desplazamientos, tanto de los informadores como de los
demandantes. Estas nuevas facilidades son todavía monopolio de los países
industrializados. Sin embargo, la puesta en marcha de redes se llevará a cabo
en su periferia inmediata y, a través del teletrabajo, en algunos sectores
asociados del mundo en vías de desarrollo. Véase Internet.
La diversidad, la densidad
y la capacidad de las redes, así como la intensidad del tráfico, reflejan el
contraste entre el mundo desarrollado y el resto de los países, algunos de los
cuales, los menos avanzados, permanecen aislados, prácticamente al margen de
estas redes.
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RED URBANA
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Una red urbana está formada
por un conjunto de ciudades de dimensiones desiguales que, en un espacio dado y
para una población concreta, ejercen diferentes funciones, tanto en el terreno
económico como en el administrativo. Estas funciones responden a un orden
jerárquico, que determina su distribución espacial: las más comunes se
desarrollan en los centros pequeños, y las más especializadas en núcleos de
población más importantes. La teoría del lugar central, concebida por el
geógrafo alemán Walter Christaller, explica muy bien este sistema.
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