El invento del Fieltro
Fieltro, tejido que se fabrica entrelazando fibras de
lana sin hilar, a veces mezcladas con pequeñas cantidades de fibras vegetales o
sintéticas. El fieltro auténtico sólo puede hacerse con fibras cubiertas por
diminutas escamas flexibles, que hacen que las fibras queden entrelazadas al
fieltrarlas. Las fibras de lana de la mayoría de los vellones de oveja, están
cubiertas por estructuras escamosas bien definidas; el pelo con poca definición
de escamas, como el cabello humano, no es fácil de fieltrar.
En la fabricación de fieltro, las fibras y escamas se
flexibilizan mediante la aplicación de calor. Se emplea agua, y a veces jabón,
como lubricante y suavizante. Las fibras se entrelazan por agitación, por
ejemplo frotándolas. El método moderno consiste en limpiar la lana,
desenredarla y volverla a agrupar en tramas finas, que después se apilan en
capas sucesivas hasta alcanzar el espesor necesario para la pieza final. A
continuación se comprimen las fibras en una prensa plana. La plancha inferior
de la prensa se calienta mientras se hace oscilar la plancha superior, lo que
hace que las fibras se entrelacen. Después se abatana o golpea el fieltro para
comprimir las fibras, que se entrelazan para formar un tejido ligero que, a
medida que se sigue abatanando, se vuelve denso y duradero.
Entre las fibras empleadas junto con la lana para
fabricar fieltro hay fibras vegetales como el algodón, el capoc, el ramio o el
yute, y fibras sintéticas como el rayón o el nailon. No obstante, serán menos
susceptibles de fieltrar a medida que disminuya la proporción de lana. De
hecho, la mezcla de lanas con otras fibras es un método empleado para reducir
el fieltrado no deseado, que podría producirse, por ejemplo, al lavar a máquina
tejidos de lana. Otros métodos para prevenir el fieltrado son eliminar las
escamas por un procedimiento químico, evitar los hilos y tejidos muy apretados
que restringen la libertad de movimientos de las fibras o emplear
recubrimientos de resina para ligarlas.
La fabricación de fieltro es un arte primitivo,
anterior al tejido. Desde la Revolución Industrial, los sistemas mecánicos han
sustituido a los métodos manuales, pero el principio no ha cambiado. Los
fieltros terminados tienen una amplia gama de consistencias, desde tejidos
suaves hasta capas muy densas. Los fieltros en rollo se tiñen después del
acabado; los fieltros en lámina se sierran, perforan y tornean como si fueran
madera para fabricar discos de pulir y diferentes piezas mecánicas.
El fieltro de lana y otros paños no tejidos se emplean
en almohadillas de entintado para impresoras automáticas, amortiguadores de
vibración para maquinaria y aislamientos acústicos, o para pulir vidrio,
granito y algunos metales. Para lubricar máquinas se emplean almohadillas de
fieltro empapadas en aceite. La elasticidad del fieltro hace que sea el único
material adecuado para las sordinas de los pianos y otros instrumentos
musicales. El fieltro de lana se emplea también para fabricar sombreros y otras
prendas de vestir (véase Tocados).
La lana tejida o tricotada se fieltra por abatanado.
En condiciones extremas, el tejido se comprime hasta formar una estructura
densa y apelmazada en la que resulta difícil identificar las hebras originales.
Estos fieltros son con frecuencia sometidos a un acabado por cepillado para
hacerlos más fuertes y resistentes al rasgado. Algunos ejemplos de tejidos muy
abatanados son el loden y el meltón, empleados para prendas externas.
Los distintos géneros de consistencia semejante al
fieltro se distinguen con nombres compuestos. Por ejemplo, el nombre 'fieltro
de piel' identifica el origen de las fibras, mientras que los términos como
'fieltro pinchado', 'soplado', 'tejido', 'cosido' o 'parcheado' se refieren al
proceso de fabricación. En la fabricación de fieltro para algunas aplicaciones,
como el fieltro de techado o el fieltro de papelero, no suele emplearse una
acción fieltrante propiamente dicha.
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