Fernando Redondo
Extraordinario en el corte y referente básico del juego de su equipo en la transición ofensiva, el futbolista Fernando Redondo llegó a ser considerado uno de los mejores "cincos" del mundo durante la década de 1990. En la imagen aparece defendiendo la camiseta de la selección nacional de Argentina durante el partido que ésta disputó frente a la de Rumania en el transcurso de la fase final de la Copa del Mundo celebrada en 1994 en Estados Unidos. El éxito más importante de Redondo como albiceleste se había producido un año antes con la conquista de la Copa América.
Roberto Carlos da Silva
Roberto Carlos, lateral izquierdo de increíble velocidad y potente disparo, aparece en esta imagen con la camiseta de la selección nacional de Brasil. Defendiendo sus colores logró grandes éxitos en los últimos años de la década de 1990, entre ellos dos títulos consecutivos de la Copa América (1997 y 1999) y un subcampeonato mundial (1998).
Copa América (fútbol), torneo internacional de fútbol en el que compiten selecciones nacionales del continente americano y cuya denominación oficial es Campeonato Sudamericano de Fútbol Copa América.
La primera edición de la Copa América se disputó en Argentina. Su capital, Buenos Aires, fue elegida sede de la final para conmemorar el centenario de la independencia de aquel país. De forma paralela, Héctor Rivadavia Gómez, dirigente y periodista uruguayo, fundó la Confederación Sudamericana de Fútbol en el mes de julio de ese mismo año. De este modo, nacían prácticamente al mismo tiempo el máximo organismo rector del fútbol sudamericano y su principal competición. En Europa no se celebró un torneo de combinados nacionales similar hasta 1960, año en que la UEFA organizó la primera Copa Europea de Naciones (desde 1968 llamada Campeonato de Europa de Selecciones Nacionales, más conocido en la actualidad por el nombre de Eurocopa).
La idea inicial de la Confederación Sudamericana de Fútbol fue que la Copa América se disputase con una periodicidad anual, pero no siempre fue posible. En sus orígenes, entre las décadas de 1910 y 1920, existían bastantes circunstancias que dificultaban el desarrollo de la competición: el traslado de los equipos era complicado, ya que prácticamente no existía la aviación civil; las federaciones nacionales escaseaban; los jugadores no eran todavía profesionales, sino amateur, y dependían de sus propios trabajos; por último, algunas de las federaciones nacionales existentes impedían a sus selecciones disputar la Copa o no permitían viajar a sus mejores futbolistas. Argentina sufrió este último problema durante casi 20 años. Pero la Copa América se convirtió en un gran acontecimiento desde su creación. Pese a su nombre oficial, en algunas ocasiones a lo largo de su historia se disputaron torneos en los que la Copa América no estaba en juego; eran los llamados Torneos Extraordinarios. Así sucedió, por ejemplo, en su primera edición (1916), cuando no se luchaba por la Copa, aunque para los cuatro equipos participantes se trataba de un Campeonato Sudamericano de pleno derecho. Participaron las selecciones nacionales de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, y asistieron todos los delegados de estos países, lo que le dio un carácter absolutamente oficial al acontecimiento y facilitó la creación de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Desde su fundación, en 1916, el sistema de competición ha conocido distintas variaciones. En sus primeras ediciones, cada equipo jugaba un partido contra el resto de participantes. En 1925, los tres equipos que lucharon por la Copa (Argentina, Brasil y Paraguay), tuvieron que enfrentarse dos veces entre sí. A partir de 1975, se cambió la estructura del torneo: los equipos, excluido el último campeón, se dividían en tres grupos de tres para jugar dos partidos entre sí, uno como equipo local y otro como visitante. Los tres clasificados y el campeón anterior formaban dos grupos de donde saldrían los dos finalistas, que se enfrentaban en partidos de ida y vuelta. Este sistema se aplicó a las Copas disputadas en 1975, 1979 y 1983, en las que, por tanto, no hubo una única sede. Bajo la presidencia de Nicolás Leoz se produjeron dos cambios esenciales: en 1987 el torneo volvió a celebrarse en una sede fija y, a partir de 1993, se incorporaron a la competición dos miembros de la CONCACAF: México y Estados Unidos.
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