Rayón, tejido artificial, compuesto de celulosa extraída de la pulpa de algunos árboles como los abetos. Desde su obtención, alrededor de 1900, se ha utilizado en numerosos productos textiles. Al principio fue denominado seda artificial por su parecido con la seda en su forma filamentosa, pero la composición química del rayón y la seda es totalmente diferente.
El rayón puede obtenerse de dos modos: por el proceso viscosa y por el cuproamónico. En el primero se trata celulosa purificada con hidróxido de sodio, y posteriormente con disulfuro de carbono, formándose un líquido viscoso amarillo llamado viscosa. En el segundo proceso, la celulosa purificada es tratada con cuproamonio (solución amoniacal de óxido de cobre (II)), y luego con hidróxido de sodio para formar viscosa. La fabricación del rayón y de todas las fibras manufacturadas, se lleva a cabo mediante un proceso de extrusión llamado hilado. Éste consiste en hacer pasar el líquido de la fibra, a través de orificios de boquillas finas, al interior de un baño líquido con ciertos productos químicos, formándose filamentos de celulosa pura. Estos filamentos se van estirando, transformándose en hilos y fibras en un proceso simple y continuo.
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