Máquina de Atwood, dispositivo mecánico que consiste en dos masas enlazadas por una cuerda ligera a través de una polea. Esta máquina, que tuvo un gran éxito en su época, fue ideada en el siglo XVIII por el físico inglés George Atwood para ilustrar las leyes de la mecánica newtoniana, especialmente la proporcionalidad que existe entre la fuerza resultante aplicada a un cuerpo y la aceleración que le produce. En la actualidad esta máquina sólo tiene un valor histórico y didáctico.
Está formada por dos cilindros metálicos unidos por una cuerda ideal (de masa y tensión despreciables) que pasa por la garganta de una polea ideal (de momento de inercia despreciable) que puede girar, sin rozamiento, alrededor de un eje horizontal. Si se coloca una sobrecarga de masa conocida, m, sobre uno de los cilindros, éste adquiere un movimiento vertical de caída del que se puede averiguar su aceleración, a. Esta aceleración constante y proporcional al peso, m·g, de la sobrecarga vale:
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donde M es la masa de cada uno de los cilindros. Esta expresión se puede resolver ya que son conocidos los valores de M, m y el valor local de g (aceleración de la gravedad). Inversamente, si se conocen M, m y a experimentalmente, y se hacen las correspondientes correcciones de los efectos de la resistencia de la cuerda y de la polea, se puede obtener el valor de g con bastante exactitud.
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