EL SIGLO XVIII |
En el siglo XVIII el interés se dirigió a problemas más prácticos, aunque todavía es notable la obra de un teólogo del puritanismo, Jonathan Edwards. Dos nombres asociados con la vida en provincias ilustran la creciente secularización de la escritura estadounidense. El primero es William Byrd y el segundo, Benjamin Franklin, cuya inacabada Autobiografía se ha convertido en un clásico de la literatura universal.
La primera obra conocida de un escritor afroamericano la constituyen 28 versos, aparecidos en 1746, de Lucy Terry. Júpiter Hammon, que era esclavo, escribió un poema en 1760.
La literatura estadounidense, aunque no alcanzó plena madurez en el siglo XVIII, sí tuvo notables personalidades literarias que surgieron en el tumulto de la guerra de la Independencia. Destaca Thomas Paine, cuyos escritos El sentido común (1776) y La crisis (1776-1783) despertaron el entusiasmo por la independencia.
Tuvo gran significación posterior para la novela estadounidense la publicación de El poder de la simpatía (1789), obra de William Hill Brown. La curiosa mezcla de terror y pseudociencia de las novelas de Charles Brockden Brown, publicadas a fines del XVIII, señala el camino hacia la obra de Edgar Allan Poe y Nathaniel Hawthorne.
4 | EL SIGLO XIX |
Herman Melville
Con estas frases (recitadas por un actor) comienza la obra Moby Dick, de Herman Melville: "Llamadme Ismael. Hace unos años, no importa cuántos sean exactamente, encontrándome con poco o ningún dinero en el bolsillo, y sin nada de particular que me interesara en la tierra, se me ocurrió irme a navegar por ahí, con el fin de ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la circulación". Melville desplegó en esta obra, prototipo de novela de aventuras, todo su conocimiento acerca del mar.
El tiempo transcurrido entre 1815 y 1865 ha sido llamado el “primer periodo nacional”. La frase es válida, pues las energías literarias que adquirieron fuerza después de la Guerra Anglo-estadounidense alcanzaron su punto de mayor vigor en la década de 1850, durante la cual se produjeron más obras importantes que en cualquiera de las décadas previas. En la historia de Estados Unidos, la Guerra Civil supuso una línea divisoria entre la apacible etapa anterior y el inquieto periodo industrial de la posguerra.
Las aventuras de Tom Sawyer
El escritor estadounidense Mark Twain escribió Las aventuras de Tom Sawyer en 1876, acerca de las correrías de un niño por el río Mississippi. En esta ilustración, Tom consigue que su amigo acabe de blanquear la cerca haciéndole creer que será un trabajo divertido.
La tarea literaria consistía en demostrar que el país había alcanzado madurez cultural. Anticipando las posiciones desarrolladas posteriormente por el ensayista Ralph Waldo Emerson y por el poeta Walt Whitman, algunos escritores defendieron la postura de que un experimento político radical debía ir acompañado de una literatura radicalmente nueva. En Nueva York, los tres primeros creadores importantes de una literatura estadounidense nacional, pero al mismo tiempo cosmopolita, fueron Washington Irving, William Cullen Bryant y James Fenimore Cooper.
Edgar Allan Poe
Fragmento de El cuervo de Edgar Allan Poe recitado por un actor: "Una vez, en una aterradora medianoche, mientras yo reflexionaba, débil y cansado, / sobre un gran volumen de extrañas y curiosas materias de una ciencia olvidada, / mientras daba cabezadas, casi dormido, de pronto hubo unos golpecitos, / como de alguien que llamara suavemente, llamara a la puerta de mi cámara."
Los escritos de Irving conservan su encanto al enriquecer los mitos de su país. También se ocupó de asuntos históricos y, con menos éxito, del Lejano Oeste. James Fenimore Cooper fue el primer autor estadounidense que alcanzó renombre universal después de Franklin. Algunas de sus novelas, como Los pioneros (1823), El último mohicano (1826) y La pradera (1827), que siguieron el modelo de Walter Scott, constituyen toda una épica de la conquista de Estados Unidos. Entre los que siguieron más de cerca las tradiciones literarias europeas está Henry Wadsworth Longfellow, un aristócrata atraído por los anhelos religiosos, patrióticos y culturales de la clase media. Es el autor de sonetos más importante del siglo en Estados Unidos, además de traductor eximio.
Henry David Thoreau
El escritor estadounidense del siglo XIX, Henry David Thoreau, escribió ensayos filosóficos en los que criticaba las instituciones sociales y exaltaba la naturaleza y el individualismo. Thoreau se rodeó de las cosas básicas y esenciales cuando se fue a vivir por un tiempo en Walden Pond, y escribió sobre la vida sencilla en su libro más famoso, Walden o la vida en los bosques (1854). En su influyente ensayo de 1849, “Desobediencia civil”, Thoreau desarrolla el concepto de resistencia pasiva.
Durante la primera mitad del siglo, con la intensificación de la esclavitud, la mayor parte de las obras escritas por negros dramatizan su inmoralidad y rechazan la visión romántica de la vida en las plantaciones presentada por los escritores blancos sureños. Destaca la autobiografía del abolicionista Frederick Douglass, que revisaría en diferentes periodos de su vida. El historiador, novelista y dramaturgo William Wells Brown, que se liberó de la esclavitud en 1834, escribió la primera novela de un afroamericano, Clotel o La hija del presidente (1863).
Henry Wadsworth Longfellow
El escritor del siglo XIX Henry Wadsworth Longfellow fue uno de los poetas estadounidenses más conocidos de su época. Aunque sus contemporáneos alabaron la gran sencillez y claridad de su poesía, más tarde se la ha considerado falta de originalidad. Sin embargo fue un gran divulgador de la poesía entre las gentes de su país.
Al considerar el siglo XIX, los lectores modernos suelen preferir a los escritores que buscaron soluciones más radicales a los problemas relativos a la identidad cultural de esta nación. Entre ellos destacan los ensayistas Ralph Waldo Emerson y Henry David Thoreau, y los novelistas Nathaniel Hawthorne y Herman Melville.
James Fenimore Cooper
El escritor estadounidense James Fenimore Cooper, famoso por sus novelas de aventuras sobre la vida de frontera en Estados Unidos, fue también un apasionado crítico social. Cooper escribió una serie de cinco novelas, conocidas como Leather-Stocking Tales, en las cuales narra las aventuras de un hombre de la frontera llamado Natty Bumppo. A través de Bumppo, Cooper retrató a un hombre ligado a la naturaleza y a un amigo de los nativos de Estados Unidos. Además de sus obras de ficción, Cooper escribió varios ensayos en los que criticaba a la sociedad estadounidense, exponiendo su creencia en la importancia de la libertad individual y del derecho a la propiedad de la tierra.
Emerson proclamó una filosofía de un individualismo idealista, como dejan en claro sus libros Naturaleza (1836) y Ensayos (1841-1844). Aunque su filosofía tuvo un similar desarrollo en Alemania y Gran Bretaña, Emerson habló con acento genuinamente estadounidense. Los escritos de Thoreau puede que sean menos ambiciosos que los de Emerson, pero Walden, o la vida en los bosques (1854) en la actualidad se lee más que cualquiera de los de Emerson. El ensayo de Thoreau, Desobediencia civil (1849), ha tenido una influencia política importantísima. A Emerson le desagradaba la esclavitud, pero Thoreau se opuso activamente a ella.
La grandeza de Hawthorne y de su magistral novela La letra escarlata (1850) es indudable, hasta el punto de que su estudio e interpretación continúan interesando a numerosos críticos literarios. Muchos lectores del XIX le consideraron un romántico soñador, aunque esta imagen se ha visto alterada posteriormente, apareciendo como un sardónico comentador de un acontecimiento público concreto y como un maestro de la novela psicológica. El enigma del bien y el mal es central en muchos de sus relatos y en sus novelas.
Más drástica ha sido la revalorización moderna de Herman Melville. Conocido originalmente como el hombre que vivió entre los caníbales, debido a las aventuras que cuenta en su primera novela, Typee (1846), sorprendió a sus lectores contemporáneos con Mardi (1849) y, todavía más, con su obra maestra Moby Dick (1851). Olvidado en la segunda mitad del siglo XIX, Melville fue redescubierto durante el siglo XX. Como en Hawthorne, el problema del mal es central en la obra de Melville, pero su concepción aparece tan oculta por mitos y alegorías que los críticos no se ponen de acuerdo sobre el significado que ha querido dar el autor.
El poeta, crítico y autor de relatos Edgar Allan Poe fue una de las más importantes figuras de la primera mitad del siglo. Habitó simultáneamente el mundo del periodismo y un extraño y solitario universo propio, caracterizado por una lógica implacable y un obsesivo sentido de la angustia. En su obra crítica era capaz de una parcialidad extrema y una severidad sin medida. Su poesía influyó profundamente en el simbolismo francés, y sus relatos se cuentan entre los grandes logros del género del terror romántico. Poe inició el género policiaco en la literatura de Estados Unidos.
Con una visión estética que puede oponerse a la de Poe en prácticamente todos los aspectos, el poeta Walt Whitman publicó en 1855 la primera versión de Hojas de hierba, que continuó reeditando hasta 1882. De sus libros escribió: 'Quien toca este libro toca a un hombre', y el hombre era afirmativo y a la vez místico y sensible. La exuberancia de Whitman dio lugar a la creación de una poesía sin frenos que se centra en las creencias, ideas y experiencias del hombre corriente. El poeta recurre a largas estrofas rítmicas, a gran número de detalles y a la afirmación de una identidad mística con todo lo que existe, con la intención de celebrar la fuerza espiritual en la democracia de las 'poderosas personas sin educación'.
4.1 | La Guerra Civil y la segunda mitad del siglo XIX |
Theodore Dreiser
Theodore Dreiser es uno de los grandes representantes de la escuela naturalista en Estados Unidos, tendencia que ve al individuo como víctima de fuerzas incontrolables. Su obra más importante es Una tragedia americana, publicada en 1925.
El presidente Abraham Lincoln describió humorísticamente a Harriet Beecher Stowe, autora de la novela La cabaña del tío Tom (1852), como 'la mujer pequeña que originó esta guerra tan grande'. Más que una gran obra literaria, esta novela fue la expresión del profundo sentimiento abolicionista de los estados del Norte. El propio Lincoln destacó como escritor por la simplicidad de su oratoria y su inspirada prosa.
Después de la Guerra Civil surgieron muchos escritores nuevos, en especial prosistas. La renovación de la literatura estadounidense se debió, entre otros factores, al aumento progresivo de editoriales en la ciudad de Nueva York; a la nueva producción, venta y distribución de materiales impresos; a la eficacia del naciente sistema de enseñanza público, que supuso un mayor acceso de estudiantes; todo ello repercutió en el aumento del público lector. También fueron importantes las publicaciones periódicas de carácter literario. Algunos escritores de los estados del Sur presentaron una imagen idealizada de la vida en la Confederación. En Nueva Inglaterra, por su parte, destacó un grupo de escritoras, como Sarah Orne Jewett, cuyos temas eran la vida y las gentes de Maine. Mientras, California fue el escenario de las historias de Bret Harte, a quien se llamó 'el padre de los relatos con color local del Oeste'.
Ralph Waldo Emerson
Fragmento del ensayo Autoconfianza, de Ralph Waldo Emerson, leído por un actor: "Hay un momento en la educación de cada hombre en que éste adquiere la convicción de que la envidia es ignorancia; que la imitación es suicidio; que debe atenerse, para bien o para mal, a lo que le toca; que aunque el inteligente universo esté lleno de bienes, no conseguirá ni un grano del alimenticio maíz sino a fuerza de los sudores con los que riega la tierra que le toca cultivar. La fuerza que en él reside es de una naturaleza nueva, y nadie sino él sabe qué es lo que puede hacer, ni lo sabe siquiera hasta que lo intenta."
Entre 1865 y 1910 la poesía sufrió un declive, aunque cabe destacar la obra del poeta sureño Sidney Lanier y la del filósofo George Santayana. Emily Dickinson, en la actualidad reconocida por su genio único y considerada la poeta más importante de la época, fue desconocida para sus contemporáneos, pues la primera recopilación de poemas suyos no apareció hasta 1890, cuatro años después de su muerte, y fue poco leída antes de la década de 1920.
El humor estadounidense se puede estudiar como una manifestación especial de la literatura nacional. Fluctuó entre el humor campesino, que tendía a reproducir el habla popular y el urbano, más inclinado a las frases ingeniosas. De la tradición popular emergió la personalidad literaria más poderosa del periodo posterior a la guerra, Samuel Langhorne Clemens, conocido como Mark Twain. Con sus novelas Las aventuras de Tom Sawyer (1876) y Las aventuras de Huckleberry Finn (1884) creó dos obras maestras de la vida a orillas del río Mississippi. Otra obra muy popular de la época fue Mujercitas (1868-1869), escrita por Louisa May Alcott.
Nathaniel Hawthorne
Un poderoso simbolismo y una gran complejidad psicológica son las características distintivas de la narrativa del escritor estadounidense del siglo XIX Nathaniel Hawthorne. Sus obras exploran el lado más oscuro de la naturaleza humana, especialmente la culpa, el pecado y la redención. En La letra escarlata (1850), la protagonista ha de llevar bordada en su ropa una letra de color escarlata, la A, como castigo por su adulterio. Una actriz lee un pasaje de esta novela: "Ella asumió la libertad de pensamiento que entonces era muy común en el otro lado del Atlántico, pero que nuestros antepasados, de haberlo sabido, lo hubieran juzgado un crimen más terrible que aquél estigmatizado por la letra escarlata".
El mentor de Twain y crítico literario, William Dean Howells, calificó de realistas y naturalistas a los novelistas y autores de relatos de su época. Stephen Crane (La roja insignia del valor, 1895), fue uno de los más destacados, junto a Frank Norris (McTeague, 1899, y El pulpo, 1901), y a un escritor de un genio especial, Ambrose Gwinett Bierce. Sucesores suyos de los primeros años del siglo XX fueron novelistas como Jack London y Upton Sinclair. Sobre ellos destaca el novelista y periodista Theodore Dreiser, que empezó siendo un escritor de estilo naturalista y terminó como místico religioso. Su novela más conocida, Una tragedia americana (1925), es una de las más representativas del naturalismo estadounidense.
Mientras naturalistas y realistas discutían sobre el grado en que las acciones humanas venían determinadas por fuerzas ajenas a la voluntad, el novelista Henry James se centró en la experiencia subjetiva y las relaciones personales. Exploró el conflicto entre los valores europeos y estadounidenses en varias de sus novelas. Desarrolló una sutileza superior de visión y un complejo estilo único que tuvo tantos detractores como devotos. Sus prólogos supusieron la primera revelación de la psicología en lo que se refiere a la creación literaria. Su influencia fue inmensa, como demuestran Edith Wharton y Willa Cather.
Aclamada como una de las poetas más destacadas de Estados Unidos, Emily Dickinson escribió casi 2.000 poemas de los que sólo pudo publicar una pequeña parte debido a los prejuicios de la época contra las mujeres escritoras. La mayoría de su obra se publicó a partir de su muerte en 1886 y, tal y como se puede comprobar en este poema, ‘Because I Could Not Stop for Death’, recitado por una actriz, giraba particularmente en torno a temas como la muerte, la eternidad y el amor.
A fines del siglo XIX y comienzos del XX la mayoría de los escritores de color importantes procedían de la clase media. Entre ellos destacó W.E.B. Du Bois, que luchó por la igualdad para todas las personas de color en Estados Unidos, y Frank J. Webband.
James Parton sentó las bases de la biografía moderna. En historia brilló Henry Brooks Adams. El economista Henry George y el periodista Edward Bellamy ofrecieron inquietantes análisis de la filosofía industrial, inspirando movimientos de reforma. Lester Frank Ward fue un pionero de la sociología, mientras que William James escribió obras que influyeron tanto en la psicología como en la expresión literaria, y creó lo que se llamó pragmatismo, que supuso un cambio profundo en el pensamiento de Estados Unidos.
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